martes, 25 de junio de 2013

A TRAVÉS DE TI.- A TRAVÉS DE MI.- Capítulo Veintinueve.- FIN.-




                                                               -  FIN  -




Tuvo mi hermana la mayor una infancia difícil y la adolescencia peor, pero vivió una juventud pletórica de placer, rebelándose contra todos, haciendo lo que le daba la gana, cuando quería y como quería, siguiendo los dictados de su corazón, adelantándose a su época de tal manera, que la tacharon de libertina, mujer fácil y fresca…

Como todas las mujeres de su generación, nació en una época en la que no podía hacer todo lo que quería, si no lo que debía. Sufrió una educación machista, donde por ser niña y la mayor de tantos hermanos, le tocó aprender a hacer las faenas del hogar antes de tiempo. Apenas disfrutó de su niñez, ni siquiera una adolescencia plena. Nadie le habló de sexo. Era una palabra tabú, y tuvo que educarse a sí misma.

Si, es verdad, así era ella, y yo, en un gesto de amor, la he querido traer de nuevo hasta aquí. Sentía la necesidad de hacerlo. Era como una asignatura pendiente. Estoy segura de que se marchó antes de tiempo. Creo que si la enfermedad no la hubiera invadido, habría puesto un poco de orden a su vida.

Estos pequeños relatos me los ha ido transmitiendo ella, o a mí me lo parecía. Era como una llamada. No sé si alguien podrá comprenderlo. Desde que se fue a transitar por otras dimensiones, sentía en lo más profundo de mi corazón, que tarde o temprano tendría que hacer algo. De repente, me puse delante del ordenador, y las palabras surgieron. Brotaron relajadas y distendidas. Las frases salieron solas, y juro por lo más sagrado, que si no estaban conformes con lo que decían, ellas misma se colocaban en mi mente.

Apenas he hecho un esfuerzo en cada capítulo, tan sólo tengo el recuerdo retratado en el alma de cuando éramos unos chiquillos y ella nos cuidaba a todos. Cómo sonreía, cómo cantaba. Sus gestos siempre cariñosos y amables. Su forma de caminar tan femenina. Era una mujer apasionada. Estaba enamorada de la vida, del amor, y tal como lo sintió, lo vivió.

Era una adelantada de su tiempo, una rebelde, una soñadora, y una romántica. Quería volar sin alas y se estrelló, pero sé que en el fondo quería estar en paz con todos aquellos que la quisieron de verdad. Es por eso que, inspirándome en ella, he creado un personaje ficticio, escribiendo esta pequeña historia, que de algún modo retrata a algunas mujeres de su generación. Creo que existen muchísimas personas que nacen de una manera de ser y no pueden hacer nada por cambiar, aunque se lo propongan. Al final ceden, como si fueran esclavos de sus propias debilidades.

Quizás el amor que siento hacia mi hermana, me ha dado pie a pensar, que después de muerto, uno nunca se va del todo, y se me ocurrió que, qué mejor que un espíritu. Un ser errático que va vagando en el limbo, analizando su comportamiento humano, sus errores,  y sus cosas buenas. Por eso, y por que creo que se lo debía, he escuchado a mi corazón dándole un poco de aliento, y un toque de humor. También he mezclado verdades con mentiras para dar más empaque a la historia.

Cualquier semejanza con la realidad, es pura casualidad.

                                                                                

              Felicidad Hurtado Sánchez
                             25 - Junio - 2013

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