viernes, 29 de junio de 2018

DESHOJANDO MARGARITAS.- (MICRORRELATO)


Un día más sin ti, sin tus besos...sin tu amor... Y yo aquí esperando, siempre esperando que tengas tiempo para mí... La vida me puso la zancadilla de la muerte...pues... Por ti muero cada día que no logro verte ni tenerte junto a mí… Ya ves, soy así de infantil…debe ser que nunca crecí, me quedé prendida en una nube, siempre volando…No me gusta la realidad, prefiero soñar…fantasear con cuentos y novelas de amor…Me gustaría estar allí, en esa edad llena de libertad…despreocupada, tranquila, relajada…No como ahora que vivo sobresaltada, con el corazón en un puño pensando en ti, muriendo un poco por ti, y es que aún no me he dado cuenta de que nadie muere por nadie, que todo se supera y que la naturaleza sigue su ritmo…No debe ser natural éste sentimiento mío tan fuerte e inmortal, como si continuamente se estuvieran renovando las etapas rebeldes de la vida, esos amores prohibidos, imposibles…Romántica niña mujer que nunca va madurar…Pura esencia de la pasión en su más ferviente ardor…Me sonrojan mis palabras, me asustan y asombran mis propias conclusiones… Quizás me equivoqué al fijarme en él…no sé…tal vez me quedé en la edad juvenil, esa época en lo que todo se engrandece, en la que cualquier roce duele como puñales clavados, dándosele una importancia mortal, como si se acabara el mundo cuando a una la dejan por otra, ¡vaya que sí! Todavía me acuerdo lo que sufrí cuando a los dieciséis años mi chico se fue con otra, ¡madre mía lo que lloré! ¡Me hinché de llorar! ¡Qué cosas por Dios! Y ahora ni siquiera recuerdo su cara…han pasado tantísimos años…En éstos momentos en los cuales me encuentro, con ésta edad que llaman por ahí, edad madura, me he enamorado y estoy como si no hubiera pasado el tiempo por mis sentimientos. Estamos igual…pues… Deshojando una margarita estoy como cuando era una jovencita, perdiendo el tiempo, ¿te enteras? ¿Quién yo? Sí, sí tú, y…¿sabes que te digo? que la edad del pavo la pasé hace años, ¡vaya que sí! Que una está ya de vueltas de tantas miserias, que yo lo quiero todo o nada, que a mí las medias tintas ni hablar…Y dejándole con la palabra en la boca seguí mi camino mascullando entre dientes…Éstos hombres son unos inmaduros que no saben lo que quieren, no tienen decisiones propias, están ahí como niños perdidos, esperando que una tome las riendas y los saquen de esa nebulosa de algodón…Éste hombre no me quiere de verdad, lo único que soy para él es un desquite ante la situación sentimental que vive….pues…En el fondo le gusta estar ahí, acomodado en su sofá, claro que le avivo el fuego que lleva en sus adentros porque se lo apago con ansiedad y deseo, ese deseo voraz e insaciable que siente por mí o por cualquier otra mujer que le hubiera seguido en sus devaneos…y por eso…Me siento tan triste, tan apenada de ver cómo pasan las semanas y los meses y sigues estando en mi corazón como si fueran los latidos…pues…Late por ti…para ti…No sé qué debo hacer para olvidarte, no sé…Incluso he coqueteado con otros hombres para ver si así te ibas de mi cabeza, pero no, sigues en ella anclado como áncora al fondo del mar y yo barquichuela mecida al vaivén de tu amor, porque me tienes bien pillada, ¿te enteras? Y lo sabes muy bien…Sí, sí…Sé que lo sabes porque hoy sentí todo ese poder que tienes sobre mí, ¡vaya que sí! Que me fulminó como un rayo de luz…Fue sólo un segundo, pero enseguida lo capté…pues…Pasaste por mi lado todo seguro y sonriente, ufano diría yo, así como muy poseído de tu gallardía…estabas guapo a reventar, ¡madre mía, qué guapo! Que me quedé sin respiración…Estabas como para darte un revolcón de los míos y dejarte desarmado…Tenías una chispita en los ojos que tililaban con la brillantez de las estrellas…Y yo que te conozco tan bien te dije cuánto te quería y cómo te amaba con la sonrisa enmascarada…Y tú sorprendido perdido te quedaste boquiabierto pensando si salía o entraba…pues…Por mucho tiempo que te alejes, pases de mí y te vayas con otra, al final siempre estaré en tu corazón…Más o menos como yo, que estuve un año enterito liada con un tipo sólo para poder olvidarte y no hubo manera, y mira que puse empeño, pero se ve que hay algo más fuerte que yo que no me libera…Y por eso me encuentro aquí, llorando a lágrima viva, arrepentida de todos los besos que le di a ese hombre que sin darme cuenta me arrastró con palabras ardientes de pasión…Las mismas que utilizaste tú cuando me conociste, ¿te acuerdas? ¡No, no me acuerdo! ¿Cómo que no? ¡Claro que las recuerdas! Lo que pasa es que no te está gustando todo lo que te estoy contando, lo sé, en el fondo eres tan celoso como yo y nada más que pensar que a otros entregué mis caricias te llevan los demonios…No me llores mi amor, no me llores que se me rompe el corazón... Te siento, te oigo, veo lágrimas rodar por tu rostro y la tristeza te empaña la mirada... Tengo las manos vacías, sin las caricias de tu piel... Tengo el alma rota de tanto querer y no poderte tener... Me duele el pecho, los brazos me tienen oprimida, cruzados sobre mí... Te quiero, lo sabes, sé que lo sabes porque me ves en tu piel, tus sentimientos, tu voz... Tus quejas que son las mías, las que nos arrastran a seguir esperando que pasen los días…Días tristes y amargos para mí son los que no me dejan vivir, y por eso me encuentro…deshojando margaritas…

lunes, 25 de junio de 2018

DÉJAME VACIARME EN TI.- (MICRORRELATO)


Dicen que el amor es ciego y verdad debe ser cuando no veo a nadie más que a ti, estés o no estés...Te llevo tan dentro de mis pensamientos que ya no sé si eres tú o soy yo la que piensa cuando me encuentro a solas...pues…Te siento tan cerca de mí, que a veces hablo contigo como si estuvieras conmigo…Y es que es tanto lo que te deseo que hasta se me enardecen los sentimientos de una manera tan pasional que se me avivan todos los canales de mi cuerpo a punto de explotar…y tú que estás siempre expectante a la llamada de mi voz, te expones al momento para arrancarme mis secretos, que son impuros y deshonestos…llenos de pecados, que si te los contara te quedarías boquiabierto…mejor será dejarlo a tu imaginación…esa imagen que ya está bamboleando en tus carnes y arrasa con muros y capiteles, pendiente siempre de mí…pues…Eres la sombra de mis fantasías eróticas y por eso…Te vi…Ayer te vi tras los cristales de los ventanales, ¡vaya que sí! Que apareciste con el torso desnudo para que viera la fogosidad de tu pecho, y yo que te conozco tan bien, me alcé la falda para que sintieras el calor que emanaba tras las transparencias de mis enaguas…y te quedaras con ganas…Y tú al no poder hacer nada, te cruzaste de brazos para amarrarme a tu cuerpo con la mente y el pensamiento, y yo que sé de qué iba ese gesto, tiré un beso al viento y pinté un corazón con los dedos de las manos y me las puse en el pecho bombeando te quiero…Te quiero con tanta ansiedad, ¿te enteras? No te puedes imaginar las ganas que tengo de estar contigo para arrancarte los gemidos a bocados…Te quiero con todas las emociones de mi cuerpo, con ganas, descaro y atrevimiento…con la libertad de los deseos más íntimos de mi voz, porque yo te digo todo lo que me viene a la mente en esos momentos que me encuentro en tus brazos, que se me desbaratan las formas y las palabras, ¡vaya que sí! Que nada más escucharme se te alteran los suspiros y sales galopando a toda prisa y veloz…Y me apodero de tus suspiros, tu boca y tu arpón, quedándote enganchado a mis piernas como hambriento tiburón…pues…Te arrastro hasta el fondo de los abismos entre susurros pasionales, esos que tanto te gustan escuchar, sobre todo cuando me acerco a tu cara, te miro a los ojos y te sonrío…y tú sorprendido te dejas mecer por el vaivén de mis caderas y los jadeos de mi voz...Y por eso hoy me siento triste, nostálgica, apesadumbrada…pues…Hoy no te vi, ni tampoco estuve contigo, ni sentí tu fuerte abrazo…ni besé tus labios…Hoy me fui caminando por los andurriales buscándote por todas partes…Tenía la esperanza de encontrarme contigo y me quedé sola con mis lágrimas esperando hasta que pasaste…Y pasaste, ¡vaya que sí! Que pasaste de largo por mi lado y te quedaste mirando como para decirme algo…no sé qué…Quizás querías decirme que ya no me querías, pero no te atrevías a enfrentarte a tus miedos…Lo sé, te conozco tan bien…Sé leer en tus ojos lo que la boca calla…A veces pienso que temes éste querer tan fiero que sientes por mí, tan entregado…Sí, sí…eso debe ser porque últimamente he observado que no te gusta sentirte dominado, tampoco es mi intención y lo sabes, ¿verdad? Sabes perfectamente que me gusta amarte desde la libertad de mi alma…pues…Hoy sentí la distancia en la cercanía de tu mirada y no te dije nada, y por eso estoy ahora aquí, contando mis penas al aire para que luego tú las leas y te des cuenta de lo que te has perdido…Te perdiste los pasos escondidos tras los setos verdes donde tú y yo una mañana nos amamos… Te perdiste los besos que tenía guardados en mis labios y te perdiste las caricias que me ardían en las manos, ¡fíjate todo lo que te perdiste! Pero…te voy a decir una cosa amigo mío, que si tú no me prestas atención, salgo de tu vida y váyase usted con Dios…Me decía para mis adentros mientras caminaba…pues…Dicen las malas lenguas que hay amores que matan y verdad debe ser cuando yo estaba muriendo por su querer, pero…¡Puertas! ¿te enteras? Que una no ha de estar siempre a la caza y captura, ¡para nada! De ahora en adelante seré yo la que lleve las riendas porque este risquirrafe me está dejando a la deriva de tus litigios personales, como si yo fuera un espantapájaros sin voluntad y nada que objetar, y ¿sabes que te digo? Que ya no aguanto más desplantes ni me quiero acomodar a lo que te salga de los pinreles, ¡vamos hombre! Estaba tan enamorada…Era como una droga que necesitaba tener…pues…Nada más que despertarme estabas en mi mente, en mis ojos y en mi alma…No era dueña de mi personalidad…mi intimidad…Toda yo te pertenecía y la vida me llevaba en un hálito hasta que oí unos pasos tras de mí, volví la cabeza y te vi…¡Cuánta tristeza cargabas…! De un salto me amarré a tu abrazo y acariciándote el rostro te dije…Déjame vaciarme en ti…Déjame vaciar el ardor de mis besos en tus labios sedientos, y apaga el fuego con los suspiros de tu pecho que me está quemando de tanto como te deseo…

lunes, 18 de junio de 2018

COMO CICATRICES EN EL ALMA.- (MICRORRELATO)


Me dijeron que te vieron buscándome por todas partes, llamándome a voces, llorando por las esquinas, y...¿sabes que te digo? que no me importa, que me da igual...pues... Ya era hora de que sintieras en tus propias carnes lo que duele la infidelidad...que tengo el corazón herido, lleno de cicatrices que he curado con la esperanza de que luego volvieras a mis brazos, y todo por ti…por mí…pero…Una no es de piedra, ¿te enteras? Que una tiene sentimientos y todas las veces que te ibas con otra, me descarnaba llorando a solas lágrimas de sangre, ¡fíjate si te he querido! Que por no perderte miraba hacia otra parte haciéndome la loca…pues…Loca estaba por tus besos, por sentirte de nuevo en mis adentros…y porque no me faltaran nunca tus caricias…Esas caricias llenas de avaricias por mi y que tanto deseaba tenerlas alrededor de mi cuerpo…¡Que no me falten nunca, Dios mío! Me decía cuando te esperaba tras los cristales de mi ventana, sabiendo de antemano que eras mi martirio…¡Que llegue ya madre mía! Gritaban las voces de mi alma mientras fumaba un cigarrillo tras otro…echando el humo al aire con ira, enfadada conmigo misma, ¡con todo el mundo! Hasta con ese Dios que dicen por ahí que es tan bueno y poderoso, ¡mentira podrida! Despotricaba aullando como una rata, cuando por la tarde me acercaba a hurtadillas a la esquina de tu casa para ver si salías o entrabas con otra…Con miedo, conteniendo el llanto que se me atragantaba entre pecho y espaldas, maldiciéndote con alaridos que me oprimían el alma y cuando llegaba la noche y aún no habías aparecido, me retorcía entre sollozos mordiendo la almohada…y las lágrimas rodaban por mi rostro cuando veía las horas pasar y tú no llegabas a la cita de nuestro avatar…No quiero vivir sin ti…Si tú desapareces de mi vida para qué quiero seguir viviendo…No podré, lo sé…Mi corazón está roto, destrozado, partido por la mitad…Se me está desangrando poco a poco…Las lágrimas caen por mi rostro derramadas como gotas de sangre…la vida se me va…Me estoy consumiendo como una velita…Apenas puedo respirar…No siento los latidos…Ando porque las piernas me llevan a lugares donde tú y yo nos amamos…No sé ni siquiera lo que siento…odio, rencor, amor…o pasión…Quizás sea adicta al deseo que desprendes cuando me ves pasar por tu lado…Creo que sigo enamorada de ti…Me pregunto si lo estás tú de mí…pues…A veces pienso que estás pasando por lo mismo que yo y me quisieras olvidar...Sí, sí puede ser, porque si no, no le encontraría explicación a tu manera de actuar, a no ser que seas un sádico impostor al que le gusta ponerme a prueba... Al límite del dolor para luego venir corriendo a secar mis lágrimas…por eso es por lo que vienes y vas continuamente para hacerme sufrir sin más, hasta que me canse…y tú lo sabes, ¿verdad? Me conoces muy bien y lo más importante es que me lees los pensamientos porque vives con ellos…pero… El día que yo explote, ¡ay madre mía de mi vida! El día que explote te vas a enterar de lo que es un verdadero volcán, porque hasta los demonios de mi cuerpo se pondrán a temblar…y por eso… Alzo los brazos al cielo gritándole al dios de mi credo…¡Se acabó! Ya no aguanto más sus infidelidades, me tiene harta y esta última aventura colmó el vaso. Antes lo perdonaba por temor a perderlo…pues…Estaba tan ciega por ti que tan sólo pensar que me dejaras me volvía loca, además ojos que no ven corazón que no siente, y eso era lo que hacía siempre, que miraba hacia otra parte disculpándote, pensando que por tu trabajo de comercial, tenías que salir de viaje y cuando regresabas te recibía con una gran sonrisa en los labios, haciéndome la fuerte, la valiente y como si no hubieran pasado más de quince días sin saber de ti…No quería admitir lo evidente…te amaba tanto…Siempre pendiente de tus idas y venidas…Me daban igual tus aventuras porque en el fondo sabía que sólo era puro sexo compartido sin sentimientos ni cariño, sólo eso, además luego volvías con más ansias de mí, porque siempre volvías…pero…Hoy se encendió esa lucecita que todas las mujeres enamoradas llevamos en nuestro interior…pues…Hoy pasaste de mí, ni siquiera me miraste, hasta me di cuenta de cómo te hacías el loco y te escondías…Aligeraste el paso para darme esquinazo y eso me dolió, ¿te enteras? Me dolió mucho, casi preferiría morir antes de volver a sentir ese puñal en el pecho…¡Que se rompan mis cadenas rojas! ¡Que se calmen las iras de mis voces huecas! ¡Que se apaguen los ardores de tus besos! Y que se entere el mundo entero que por ti ya no muero…pues…Estoy cansada de curar tantas heridas abiertas y cerradas que son como cicatrices en el alma…

jueves, 14 de junio de 2018

CON DENUEDO Y REBELDÍA.- (MICRORRELATO)



Te esperé mi amor, bien lo sabe Dios del cielo que estuve esperando durante meses y años, y ahora que has aparecido, no sé qué hubiera sido mejor, haberte conocido o haber pasado de largo…Si tú supieras lo que te echo de menos vendrías rápido como el viento…Si tú supieras lo que estoy pensando en éstos momentos, te enredarías entre mis pensamientos y te quedarías prendidos en ellos…pues…Son tan fuertes los sentimientos que brotan de ellos, que hasta los suspiros se me agolpan en el pecho y salen echando fuego…¡Ven a mis brazos! Ven pronto a mi lado, mira que mis labios desesperan por tener tus besos en mi boca y en mis caderas…Y vino a todo gas presentándose ante mí con casco de motero y gafas negras al escuchar mis quejas, y aferrada a su cintura nos perdimos como ángeles del infierno a lo largo de la carretera… pues… Somos iguales mi amor, ¡vaya que sí! Para el bien y el mal somos tal para cual…Sé de tus necesidades que son las mías, necesitas constantemente que te presten atención, como a mí, que te mimen y te digan palabras bonitas verdes de oír y besos carmín…Eres tan presumido como presumida yo…Te gusta coquetear con la mirada de las mujeres guapas, como coqueteo con jóvenes, maduros y tíos buenos, sobre todo ahora que estamos en edad peligrosa…Esa edad en la que los sentimientos sucumben a un souvenir de aventura y alocado corazón, o un buen plan sin conjeturas que ni viene, ni va…pero…están…pues... Tú estás ahí ahora…Latente, sensible y sentimental…Te enamoras fácilmente de cualquier señora que te mire con interés, te sonría y poco más…Y por eso hoy estoy triste mi amor, porque hace días que no sé nada de ti y temo perderte, que me olvides…pues…Dicen por ahí que cuando la cosa está hecha, el amor se va y digo yo…¿No será que te cansaste de mí? ¡Malditas dudas que arrasan con las formas y maneras de señorita educada a la antigua usanza de los guateques, la bamba y bailes de salón! Me duele…me duele el alma pensarlo mi amor, nada más que imaginarlo se me abren las entrañas de rabia y dolor al quererte con ahínco, ansiedad y algo de rubor…Temo estar a la deriva de tus antojos, tus deseos desorbitados por mi…y por otras, que como yo, escuchan la ansiedad de tu voz…Tengo miedo que lo nuestro se acabe, mucho miedo, por eso te pido que me digas qué es lo que está pasando a tu alrededor…Dímelo de una vez por favor, no me dejes con ésta inquietud que me aterra el alma y me oprime la garganta…Mira que me conozco y me pierdo entre catacumbas infernales…pues…Los demonios de mi cuerpo ya están en cónclave de malas artes y escupen sobre ti el peor de los venenos, gritándome al oído que te han visto rondando a una rubia de hermosas caderas y posaderas redondas y gruesas, esas que tanto te gustan mirar de reojo, rozar con tus manos y estamparte contra ellas con ganas y con eso que llaman deseo…Como la última vez que hiciste conmigo, ¿te acuerdas? Que me sentaste sobre tus rodillas con las faldas hasta arriba, y me amarraste por la cintura mientras me pasabas la lengua por las espaldas, que cada vez que la sentía húmeda en cada vértebra me sacudían unos cosquilleos que me recorrían por todo el cuerpo haciéndome temblar, y suspirando te decía…¡Ay madre mía…ay madre mía…! Y ahora fíjate cómo me has dejado, ¡más sola que la una! Nunca aprenderé, y... ¿sabes por qué? Porque te quiero con la sinrazón, sin lógica, solamente por eso y contra esa irracionalidad, no hay fuerza humana que la convenza de lo contrario, pero…escucha…¿Quién yo? Sí, sí, tú…No te hagas el desatendido que nos conocemos y sabes perfectamente que te estoy hablando a ti, vayas a pensar que se lo estoy diciendo a otro…que podría, que una no es de piedra y edad tengo como para haberme enamorado de unos cuantos, que la vida es muy larga y las personas somos como las serpientes, lo mismo mudamos de piel como de sentimientos y una va evolucionando con los años, ¿te enteras? Lo que antes veía negro, ahora lo veo blanco, y si me paro bien, el gris aparece en menos que canta un gallo, pero a lo que iba, que…Me importa muy poquito que me dejes tirada como una perra porque no me siento como tal, sino que en lo más profundo de mi espíritu, me siento como una mujer amada de verdad…Con garras, con deseo, con vehemencia y espontaneidad, con pasión…como a mí me gusta…pues…Parejas perfectas pocas hay, que haberlas haylas, ¡seguro que sí! Pero qué poquito duran madre mía…Además que me gusta, me encanta y me enardece, me estimula para seguir amándote, y…¿sabes que te digo? Que más feliz es el que ama que el amado, aunque pase noches oscuras y en desvelos, mil temores acechen mis sueños, y se me enturbien los sentimientos con malas artes… pues…Los demonios de mi cuerpo se sublevan entre sí escupiendo veneno contra ti y esos cambios de actitud que tienes podría entorpecer la relación que nos mantiene vivo e imperfectos… Tengo miedo que lo nuestro se acabe y que a otro hombre ame... pues…Son amores imperfectos pero llenos de fuego, calenturas invernales, sentimientos descontrolados, dominantes, esos que me empujan a gritar al mundo entero…Estoy viva porque quiero con denuedo y rebeldía…

sábado, 9 de junio de 2018

CAMINO A LOS INFIERNOS.- (MICRORRELATO)



Me da igual ir a la saga de tus caprichos aunque caiga por los precipicios, me arrastres por acantilados y luego sigas tu camino... Prefiero estar viéndome contigo aunque sea de contrabando, que pasar meses y años sin verte, tan sólo pensarlo…muero…Muero de dolor cuando desapareces de mi vista, y muero cuando te siento en mi entrecejo triste y serio por la urgencia de mis besos…Llego la hora de reconstruir ésta anómala situación sentimental en la que nos encontramos tú y yo…pues... Ni contigo ni sin ti puedo vivir en ésta sociedad hipócrita y civil…Era un camionero que vivía en un pueblo entre montañas y sin puerto…Su mujer aburrida, sosa y frígida…Mi marido un puritano soberbio y dictador, de estos que no se perdían una misa de domingo, muchos golpes de pecho…y unos cuantos a mi alma…y a mis huesos…Y por eso puse tierra por medio en un invierno lluvioso cuando los chicos ya se habían independizado. Hice las maletas y me fui con lo puesto a un ciudad muy pequeñita pero que tenía puerto…Gracias a Dios que enseguida me coloqué en un hotel de limpiadora, y poco a poco llegué a ser la jefa de planta, por lo que pude alquilar un pequeño piso que daban todas las ventanas al mar….Y ahí empezó todo…Estaba una tarde caminando por la playa cuando te cruzaste en mi camino, te quedaste mirándome tan fijamente de arriba abajo, que sentí como si me desnudara y eso me gustó, ¿sabes? Que al seguir andando noté mis piernas temblar y aunque quería volverme para ver si estabas, no me atreví por temor a que pensaras que me interesabas…pues…Siempre he sido altiva y orgullosa, además ya no era una mujer joven y no quería parecer una buscona, y menos necesitada…que lo estaba, ¡vaya que sí! Que llevaba dos años sin relaciones sexuales y aunque cuando vivía con mi marido lo hacía sin sentir nada, últimamente me encontraba algo desorientada y con las hormonas revueltas, ya que estaba en una edad muy delicada y me venía la regla cuando le daba la gana. Más o menos me encontraba en esa etapa menupáusica donde las calores una veces me agobiaban y otras me alteraban con ansiedad y deseos de caricias y abrazos, sentimientos que he guardado para mí por temor y por vergüenzas, además eso de que me tacharan de calienta braguetas, como se solía decir en mis tiempos, me parece repulsivo y soez…He vivido con el qué dirán toda mi juventud y jamás me he mostrado tal cual soy, ocultándome tras los parapetos de mil sensaciones acallando las pasiones que ardían en mi pecho…Era una reprimida sexual, sin darme cuenta de que estaba equivocada con los hechos y con las palabras…hasta que lo conocí…Dos veces por semana coincidía contigo en la playa…Me invistaste a un café y accedí de buena gana…No paraste de mirarme la boca con la sonrisa en el rostro y hablar meloso…Me dijiste que tenías ganas de tener una aventura conmigo y me dejaste descolocada…pues…Por las noches cuando me acostaba tenía fantasías eróticas y me ardían las entrañas… Me llevaste a tu furgoneta y nos alejamos hacia las afueras…y…Desataste mi lengua haciéndome tuya con la lujuria estampada en ella…y por eso hoy puedo decir…Buscándote como una arrastrada voy por la vida pensando que a otra das tus acaricias, tan sólo el pensarlo se me atragantan los nudos en la garganta y se me parte el aliento a pedazos por el suelo…Es tanto lo que te amo, que se me llena la cabeza de malos presagios y temo que se hagan realidad…pues…Dicen por ahí que cuando a una mujer se le mete una idea entre ceja y ceja es porque intuye alguna sospecha, y verdad ha de ser cuando no te he vuelto a ver por los alrededores del aquél café cuando te besé…y es que…No sé porqué se me ha ocurrido pensar que ya no me quieras más que para pasar un buen rato y poco más…Un revolcón entre matas, a veces en la furgoneta en la parte de atrás y sin colchón, otras escondidos tras las callejuelas sin salida, en el portal y en cualquier esquina, así sin más que para dar rienda suelta a tu apetito sexual y yo que te deseo tanto me dejo hacer como un títere en una obra de teatro…pues…Como una marioneta manejas los hilos de mis emociones tirando de las manos para arriba y para abajo, adaptando mis piernas a tu cintura en un engranaje perfecto a los deseos de tu cuerpo…y del mío…vayas a pensar que no siento los calores, ¿te enteras? Que me suben unos ardores entre pecho y espaldas que se me llenan las nalgas de ansiedad por tenerte al momento, ¡vaya que sí! Que me encantan estas situaciones estrafalarias y picantonas…Me abren las puertas a la vida y me cierran ventanas a la sociedad decente y prudencial…pues… Te has convertido en el aliciente de mis fantasías sexuales y el veneno de mis juramentos de fuego, esos que dicen por ahí que son los que te arrastran camino a los infiernos…