Haces que te busque…me dijo aquella
tarde que me encontraba confinada en casa…y a mí que se me debilitan las
emociones cada vez que contactas conmigo, se me viene abajo todas las
expectativas que tenía de olvidarte, pero…Si tú me buscas, me encuentras,
siempre me encuentras y me pregunto por qué…Dime, ¿qué motivo hay para que
estemos liados como si fuéramos dos desalmados? ¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí
tú…Escúchame bien porque no te lo voy a repetir…Se quedó callado y tenso como
diciendo…A ver con qué me sale ésta ahora…Ni siquiera titubeé y le solté a bocajarro…Dame
tan sólo un motivo para que vuelva a caer en tus brazos…Te quiero…respondió
antes de acabar la pregunta…Me dejó caos, y por eso…No hago más que tropezar
con la misma piedra una y otra vez, no tengo solución, jamás aprenderé, es como
si las mismas trampas del camino hubieran hecho un pacto conmigo y no me
dejaran decidir por mi propia voluntad, y por muchos esfuerzos que hago por
olvidarte, ahí estás tú erre que erre…aferrado a las alas de mi cuerpo…a mis
deslices, a mis locuras, hasta a los suspiros que salen de mi pecho a la deriva
de tus deseos…Esos deseos tan persuasivos y morbosos que tienes de mí, y yo que
te siento en la piel…Se me revuelven los sentimientos de tanto pensar en ti…Tengo
la garganta seca de ansiedad por tenerte en mis brazos, y temo que pueda
cometer un atropello con cualquier tipo que se me ponga a tiro, con tal de
alejarme de tus deseos…pues…Estoy en un momento de lo más delicado, y lo único
que quiero es que sigamos caminando cada uno por su lado y me dejes vivir
tranquila por los hilos de mi vida…Una vida llena de altibajos desde que te
conocí, haciendo de mí una mujer sin escrúpulos a la hora de hacer lo que me da
la gana con tal de arrancarte de mis sentidos, y por eso…Ni siquiera hice
ademán de mirarlo a la cara…lo detestaba con todas mis fuerzas…era un chulo
engreído y matón, de esos que se creen que tienen a toda las mujeres a su
alrededor, y las tenía, vayas a creer que no…menos a mí…pues…Me pareció de lo
más patético, sobre todo cuando me paró en medio de la calle para hablar
conmigo como si me conociera de toda la vida, ¡qué rabia me dan éstos tipos!
Éstos que van pisando fuerte con la convicción de que nada más que chasquear
los dedos, cualquier mujer cae rendida a sus pies...me sublevan...claro que la
culpa la tuve yo…Será mejor que empiece desde el principio…Me deslumbró tanta
belleza desde la primera vez que lo vi, no había visto un hombre más guapo en
mi vida, pero cada vez que se cruzaba en mi camino, seguía andando como si no
lo viera, no sé por qué…Esto de demostrar tanto interés por un tío me parece de
lo más ridículo que puede hacer una mujer, y menos siendo mucho más joven que
yo…Ya desde que iba al instituto, cuando un chico me gustaba, pasaba por su lado
sin mirarlo…pues…Eso de verlos tan creídos sabiéndose correspondidos me
fastidiaba y no quería darles a entender que yo era una más del montón…ya se
sabe cuando una tiene trece o quince años…cosas de la adolescencia…El caso es
que una mañana de primavera, sentí unos pasos tras de mí al mismo tiempo que
silbaba, y pensando que me querría robar el bolso, seguí andando sin mirar
atrás, de tal manera que me ponía cerca de donde hubiera gente hasta que llegué
a casa…Lo que ignoraba es que era ese chico tan guapo que me deslumbró con su
belleza…Pasado unos días volví a coincidir con él en el mismo portal de su
casa, se quedó mirándome con una sonrisa socarrona…No lo dudé un instante y
entré con él en el portal y lo besé, era como si yo no fuera yo, si no otra mujer
que se había intercalado en mi interior…Al momento subimos las escaleras de dos
en dos hasta su casa, y según se desnudaba…Lo miré a los ojos y le dije…Alto
ahí, que aquí la que manda soy yo…Lo dejé caos antes de tiempo…pues…No se
esperaba ni mis ansias de besar, ni mi temperamento de arrasar con mi boca todo
lo que me encontré a lo largo de su cuerpo, pero fue acabar, y…Sentí un vacío
en mi interior que me vestí lo más rápido posible y salí enseguida de
allí…Reconozco que me pasé siete pueblos, además tenía la sensación de que lo
hice por venganza…Lo dejé tirado en la cama como un perro apaleado y con ganas
de más…No se imaginaba que una mujer de edad suficiente como para ser su madre,
lo hubiera dejado fuera de combate, pero…Al no querer volver a sus brazos nunca
más, me busca entre la gente para devolverme el castigo de sentir en mis
propias carnes, el sufrimiento de no ser correspondida, y por eso me escribió
una nota privada diciéndome…Haces que te busque…y yo que estoy confinada en
éste encierro...te lo cuento como el peor de mis secretos...
martes, 28 de abril de 2020
miércoles, 22 de abril de 2020
EL JUEGO DE LA SEDUCCIÓN.- (MICRORRELATO)
Malos tiempos para el juego de la seducción, ¡vaya que sí! Que
se acercan malos tiempos mi amor, sobretodo para nosotros dos…pues…Si antes lo
teníamos difícil, imagínate ahora que estamos confinados cada uno en su casa…se
me ponen los pelos de punta nada más que pensarlo, ¡Dios mío de mi vida! Con lo
bien que estábamos ya, y ahora fíjate…Estoy endemoniada perdida metida en una
habitación vacía, fría…dando vueltas en la cama…te busco entre sábanas y no te
encuentro, pero…Te siento ronroneando alrededor de mis cabellos…Te gusta mi
pelo, ¿verdad? Sí, sé que te gusta, es lo que te atrajo de mí la primera vez
que me vistes, además me lo dijiste, ¿te acuerdas? Callas, no dices nada, nunca
dices nada…Lo haces para tenerme el corazón encogido, y lo tengo, vayas a creer
que no, que cuando te veo entre sueños despierto…es como si quisieras decirme
algo…A veces siento un resoplido en los oídos, y en la boca un calor…los labios
me arden y cuando abro los ojos veo una nubecilla blanca flotando…parece un
fantasma…No tengo miedo, ¿sabes? Cuando era pequeña sí, pero ahora no, incluso
alargo el brazo para ver si puedo tocarla, y al momento desaparece…Sé que eres
tú y te vas, pero…Te llamo, vuelves y seguimos con el eterno juego de la
seducción…nunca se acaba, debe ser que seas como esos amantes que no pueden
dormir tranquilos pensando en la mujer que ama, y yo que siento la sed de tus
besos en mis labios despierto con el corazón latiendo…Son los duendecillos
traviesos que andan revoloteando como espían por las noches dándole vida a los
deseos…pues…Oigo tu respiración entrecortada en la almohada…eres tan real…Te
quiero…me dices…No olvides que te quiero y cuando te encuentres triste piensa
cuánto te quiero…llámame que acudiré al momento…¡Vaya, parece que estoy
divagando de nuevo! Es éste encierro que me está enloqueciendo de ansiedad y
temo caer en una depresión…No parece real ésta situación…tengo la impresión que
somos títeres del universo que nos atrapa en una nube de cristal, y no vemos más
que a través del antifaz…máscaras y guantes por todas partes, y si te encuentro
en mitad de la calle…¿Cómo voy a besarte? Ni siquiera podrás acariciarme ni yo
a tí…Alucino, me noto rara y temo que nunca más vuelva a salir de casa…Tengo
miedo de que pasen las semanas, los meses…años quizás sin verte…sin tocarte…sin
besar tu boca…¡Madre mía de mi vida…! Eso sí que duele…es lo que más me duele…me
desmoraliza…A veces me siento abatida…me rindo ante ésta extraña situación que
nos ha embargado a los dos a estar confinados cada uno en su
habitación…pues…Dicen las malas lenguas que no se pueden acercar unos a otros,
ni siquiera los novios…y menos tener relaciones sexuales…¿Qué vamos a hacer? Si
tú a mí sólo me quieres para tener sexo…bueno…y yo también contigo, ¿para qué
nos vamos a engañar? La verdad es que nunca hemos convivido juntos y a lo mejor
seríamos la pareja perfecta, ¿quién sabe? Eso está por averiguar, pero…Desde un
principio dejé bien clarito que cada uno en su casa y Dios en la de todos…Ahora
lo estoy pagando con creces, y mira que me lo propusiste veces, pero…Soy tan
redomadamente terca e independiente…Reconozco que me gusta disfrutar de mi
libertad, vivir sola y que nadie me moleste…Necesito mi espacio, hacer lo que
me da la gana…No quiero que me digan lo que está bien y lo que está mal, soy
mayorcita y libre, no le debo nada a nadie, además que…Me apasiona
trasnochar…sentir nuevas sensaciones en mi cuerpo, salir de copas con las
amigas…viajar…me encanta conocer mundo…hombres…Sí, sí…Me apetece mucho salir
con hombres y si me atraen…a la cama…No es malo, ¿no? Me gusta que me seduzcan
y seducir yo…es como un juego…Es el arte de la seducción…es tan apasionante y seductor…Esa
lascivia y morbosa curiosidad sexual que tienen los hombres por tener
experiencias con varias mujeres, como diría un cuñado mío…cambiar de yegua…Es
muy cerrado, un palurdo que se las calla matando… pues…A mí me intriga lo mismo…soy
sincera…además es que me lo pide el cuerpo, porque eso de…Hasta que la muerte
os separe…Y si es un déspota y tirano conmigo…y si me hincha a palos, ¿qué?
También tengo que cargar con ese tiparraco porque el sacerdote dijo aquello
de…Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre…No, no, lo siento, pero no
estoy de acuerdo, y por eso…Salí por piernas huyendo de mi primer marido…A los
dos años conocí a un guaperas, arrogante seductor al que invité a cenar, y al
otro día me trajo el desayuno a la cama, ¡menudo detalle…! Al principio todo
iba bien, pero cuando empecé a conocerlo ya no tanto…Demasiado vago…se hizo el
dueño del sofá, ahí todo espatarrado… Era muy dejado en el aseo personal y los
fines de semana se lo pasaba viendo la tele en pijama, y una cosa que ya me
desquiciaba era que no le gustaba hacer deporte, y claro en menos de un año
echó una barriguita…además una tarde que volvía de mi trabajo lo pillé fumando
un porro y por ahí si que no paso, al final le dije…Voy a salir, cuando vuelva
no quiero ver ni rastro de ti…Y se marchó, ¡qué alivio por Dios! Ahora me
arrepiento de no haberte invitado a cenar cuando tuve la oportunidad, y por eso…El
día que salga de éste encierro y te vea caminando por ahí, no sé si serás capaz
de seducirme o seducirte yo a ti, pero…Te aseguro que seguiré con el juego de
la seducción…
domingo, 19 de abril de 2020
COMO LOS ÁNGELES DEL INFIERNO.- (MICRORRELATO)
Poco a poco te estás despegando de mí…ya no te siento en mi
existir…al final tendré que dejarte ir…pues…Ya no muero sin tu vivir…es éste
encierro que se está haciendo dueño de mis sentimientos y lo que antes me
parecía un infierno, ahora lo llevo con serenidad y en silencio...Paciencia nos
mande el Señor, decía mi madre a viva voz…No queda otra cosa más que aceptar la
realidad de que nunca fuiste mío de verdad, tan sólo una utopía que nos quiso
atrapar para hacer de un sueño una aventura más para acallar las carencias del
hogar…un hogar lleno de ilusiones hasta que me conociste…y yo a ti, pero…¿Sabes
una cosa? ¿Qué? Dímelo…Vaya… ¿Está ahí? Sí…estoy aquí, nunca me voy del todo,
aunque ahora me encuentro más tranquilo y sosegado, pero…A veces oigo tus
latidos…¡Qué cosas! Pensé que estaba sola, ya sabes cómo me gusta hablar para
mis adentros…En tus adentros vivo yo, no lo olvides mi amor…Dime, ¿qué te
ocurre? ¿Te encuentras mal? ¿Me echas de menos? Sí, hoy no sé qué me pasa, pero
me desperté pensando en ti…Quizás anoche me acosté tristona y me preguntaba qué
pasará en el futuro, cuándo nos íbamos a ver de nuevo, porque éste
confinamiento va para largo y ya me está superando y tengo miedo hasta de mis
pensamientos… ¿Qué piensas corazón mío? Que todo esto se acabe…eres tan guapo…¿Por
eso me quieres? ¿Porque te parezco guapo…? Bueno…no es solamente por guapo,
¿comprendes? Me refiero a lo feliz que me siento junto a ti, es una sensación de
nerviosismo y mucha alegría…no sé si me entiendes, pero es algo así como cuando
de pequeña los reyes magos me traían una muñeca y un coche de capota…era algo
inexplicable, pero te juro que me sentía la niña más feliz del mundo…pues…La
misma sensación…eso de apoyar mi cabeza en tu pecho, sentir tus brazos
alrededor de mis hombros y oírte respirar en mis cabellos es lo más agradable
que he sentido jamás…me siento tan tuya…tan guardada dentro de tu cuerpo…eso es
lo más hermoso, sobretodo cuando te miro a los ojos…siento una paz…es tu mirada
tan limpia y clara…toda una vida tras esa mirada, donde te reconozco como amigo
y amante a la vez…pues…Nuestros labios se buscan en ese paraíso que estamos
viviendo tan sólo tú y yo…sin nada ni nadie que nos prohíba vivir nuestra
historia al ritmo del corazón…¡Qué cosas más bonita cuando me miras a los ojos
y te miro yo! y por eso…Temo perder todas esas sensaciones, ¿te enteras? Son
las que me dan luz y esperanza para seguir viviendo a golpes de latidos…a
golpes de amor…¿Qué sería la vida sin amor? Nada, sólo una existencia vacía y
superficial, y…No quiero acostumbrarme a la apatía que quiere instalarse en mi
interior en éste encierro infernal, que... Al final me hará dudar de mis
propios sentimientos…Me niego a sentir frío en mis carnes, ni tranquilidad en
mi mente sana, ni pasar de todo como si no me importara nada…Es ahí donde se
acaba el amor…las ilusiones y la esperanza también, y yo…Yo me rebelo contra
todos esos pensamientos que alteran los sentimientos… ¡No me conformo! Dimito
de estar al lado de éste aislamiento que se acomoda entre cuatro paredes para
acabar conmigo y mis sueños…No quiero dejarme vencer por este confinamiento,
donde los amantes se autodestruyen sin compasión pensando que la distancia los
envolverán en una pompa de jabón, y dejan que exploten en el aire congestionado
de su corazón…Yo quiero vibrar, llorar a lágrima viva por ti, penar, suspirar
por tu amor…Quiero sentirme rota de pasión y que el corazón me dé un pálpito cada
vez que te veo en la lejanía de mi horizonte…también quiero reír cuando me
tiras esos besos al aire y que yo atrapo con las letras de mis poemas lentos, y
por eso…Jamás cederé al tiento de dejarme avasallar por la imposición de éste
encierro en mis lamentos, y…Revivo cada momento en tus brazos cuando tú y yo
nos amábamos en el campo, ¿te acuerdas de aquél pajar? Sí, sé que te acuerdas,
¡vaya que lo sé! Lo activo echándole leña al fuego para que no se me olvide
cuando me llevaste a ese pajar por primera vez…estaba en un lugar lejano de la
ciudad…en el campo…un campo lleno de ovejas pastando…fue cuando lo descubriste
y juntos nos dirigimos hacia él…Había un silencio sepulcral…No había nadie y
sin mediar palabras caímos unos en los brazos del otro como dos fieras
salvajes…Hay que ver, Dios mío de mi vida…¿Quién me lo iba a decir a mí? Ahora,
en éste momento de calma y tranquilidad, aún me parece todo aquello
increíble…como si no hubiera ocurrido nunca, pero ocurrió…Ocurrió de manera apasionante
y sexual…Brava, me dijiste…eres una mujer brava…y yo, con toda la libertad del
mundo monté sobre tu vientre y juntos cabalgamos lejos, muy lejos…allá donde
nos llevaron los suspiros que se quedaron colapsados con mis gritos y tus
gemidos, y ahora en la distancia…Miro al cielo y sonrío…siempre me sacan una
sonrisa los recuerdos…tu recuerdo… ¿Sabes una cosa? ¿Qué? Vaya, todavía sigues
ahí…creí que te habías ido…soy tan ilusa…tan romántica…aunque aquella cabalgada
no parecía muy romántica que digamos, más bien fue una carrera de caballos… ¡Señor,
Señor…! Hoy estoy un poco nostálgica…Sí, sí, eso debe ser, y por eso…Necesito
atraparte de nuevo en mis sueños para que no me olvides ni un momento, y cuando
se acabe éste encierro, volvamos al pajar donde te di todos mis besos para seguir
cabalgando como los ángeles del infierno…
sábado, 18 de abril de 2020
MEMORIAS DE UN DIARIO.- (MICRORRELATO)
De nuevo aquí en mi salita donde paso horas interminables
escribiendo cuentos de hadas y princesas, historias indiscretas y alguna que
otra poesía de amor, esas que Gustavo Adolfo Bécquer escribía…¡Cuánto me
acuerdo de aquellas Rimas y Leyendas! Volverán las oscuras golondrinas en tu
balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales jugando
llamarán… ¡madre mía de mi vida…la de veces que las repetía delante de todas
mis amigas…! Pero la que más me gustaba era aquella del beso…Por una mirada, un
mundo, por una sonrisa, un cielo, por un beso...¡Yo no sé qué te diera por un
beso! Entonces tenía catorce años y se me perdía la mirada en el horizonte
buscando a mi príncipe encantado, y hoy…Después de tantos años que han pasado
sigo escribiendo como antaño buscándote a través del tiempo…Un tiempo muy
lejano donde no existen esos príncipes que se quedaron olvidados…pues…Hoy en
día atraen mucho más los malotes y ladrones furtivos que te arrancan los besos
a golpes de sexo, esos que nada más conocerte te meten mano a la menor de
cambio y para de contar, a no ser…Que se topen con esa bandida, intérprete de
aventuras inconclusas que llegan a enredarse hasta con los más intrépidos y
salvajes de los hombres, y mira por dónde, a ellos también les ponen, como se
diría en el argot popular, ese modo de expresarse que arrasa por todas partes,
y por eso…Estoy aquí dándole que te pego a las teclas, lo mismo que en la
adolescencia escribía en mi diario, un diario que me regaló mi madre a los
quince años…Mi primer diario…mi querido y adorable diario donde cada atardecer,
encerrada en mi habitación, derramaba lágrimas de amor, y ahora, en éste otro
encierro impuesto por el gobierno, me pregunto...Dónde habrá ido a parar ese
primer beso que plasme en el diario aquél…¡Cómo me gustaba contarle todos mis
secretos…! Esos que guardaba en mi pecho como si fuera el mayor de los tesoros,
y en aquél momento de mi vida era de lo más apasionante que me había ocurrido,
sobretodo cuando sentí en mis labios el primer beso, ¡madre mía! Subí los
escalones del portal de dos en dos con el corazón acelerado, y nada más llegar
a casa lo escribí en mi diario con pelos y señales, ¡no escatimé ni un
detalle…! ¡Qué derroche de sentimientos, y qué acertada estuvo mi madre
regalándome un diario! Hoy en día no se lleva eso de escribir en los diarios,
para eso están las redes sociales, esas a las que le cuentas todas tus penas y
te quedas tan contenta…pues…¿Qué sería de la gente sin un hombro donde apoyar
la cabeza para desahogarse? Son como aquellas amigas íntimas que se conocen en
primaria, y forman un grupo inseparable hasta que el tiempo las separa por
circunstancias de la vida, pero mientras tanto...Ese secreto que tenía
escondido dentro del pecho te oprime tanto que ni el diario te consuela, y ya sin
poderlo retener, lo sueltas confesándoselo a la más atrevida y libertina del
grupo, y eso que tú creías grave y abominable, resulta que era la cosa más
simple y normal que le ocurría a cualquier chica de tu edad…Más o menos es lo
que pasa por aquí, que los mensajes privados van y vienen a través de internet,
haciendo posible la amistad entre desconocidos, llegando incluso a enamorarse
de verdad, y por eso…Cuando se lo conté a la más atrevida del grupo, le dio tal
ataque de risa, que al final, estando toda la peña junta no paraban de mirarme
sonriendo hasta que solté la bomba, la que creía que era una bomba explosiva y
lo único que había pasado es que me había besado con mi chico en el portal de
mi casa pensado que aquello era algo indescriptible y mortal…¿Dónde estarán
esos besos tan hermosos? Le preguntó esa mujer a ese hombre que conoció a
través de internet, y…Él, un pirata cibernético donde los haya y enamorado
hasta las trancas, enciende la cámara y se cruza los brazos como si la
abrazara, y...Ella, una bandida que está de vuelta de tanta piratería, se
desabrocha la camisa de seda y le muestra la desnudez de su cuerpo porque le
gusta, le atrae y lo desea…y porque le da la gana...¿No es también una manera
idílica de amar? Pues sí, porque…Hay muchas formas de sentir en el hombre y en
la mujer, y justamente ayer te vi…No quería verte, pero pasaste por la calle,
venías de comprar, y cuando me viste frente a ti, te paraste y me sonreíste y
yo…Que sigo con mi buscando a mi príncipe encantado, se me llena el pecho de
amor y grito al viento…Todavía te quiero…no es lo que me gustaría sentir, pero
te quiero sólo para mí, y por tener un beso tuyo en mis labios, el corazón me
sigue palpitando como cuando escribía en mi diario, y, ¡qué casualidad! Después
de tantísimos años, en éste confinamiento estoy recordando cuando tú y yo
tropezamos en la esquina del barrio…Dime niño…¿Te molesta que te llame niño?
Sonríes…Sí, sé que te hace gracia que te llame niño vistiendo canas, pero…Por
favor, no me mientas ni te quedes callado…¿Me estabas espiando y te cruzaste
adrede conmigo para llamar mi atención? Callas de nuevo, lo sé, te conozco tan
bien, no dices nada, pero…Sé que me estabas esperando para que me fijara en ti,
y lo conseguiste, ¡vaya que sí! Que me dio un vuelco el corazón como la primera
vez que mi chico me besó en el portal aquél y escrito en las memorias de un
diario plasme…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)