lunes, 31 de octubre de 2016

MI ESTRELLA DE CINCO PUNTAS.- (MICRORRELATO)




Hoy me siento libre, ¡vaya que sí! Que no temo ya tu olvido…pues…estoy en un momento clave de mi vida que me siento la dueña de mis diatribas, y aunque mis sentimientos sigan su camino, no pienso entorpecer su destino…fuera temores, fuera conclusiones, fuera osadías y fuera cobardías…ya entiendo de qué va la entrega sin espera, ni tregua…llegó la hora de amarte y entregarte todas mis dudas razonables siendo leal amante, sin firma…ni descarte…Tengo una estrella de cinco puntas clavada en mis adentros y la bordeo con los sentimientos de tus besos…Cinco puntas, cinco mujeres que se dan la mano cuando caminan por los desfiladeros de su encierro…La adolescente, la esposa, la madre, la amante y la hembra…esa es la que domina a todas ellas presionándola a que sigan la huella de la estrella…Todas tienen cabida en mi pecho, que por ser la esposa le dije te quiero porque...La adolescente siempre presente gritaba…no le des la espalda al que te ama, que te esperará hasta que le abras la puerta con tu aldaba…pero…La madre te echo de éste sendero, y seguí mi camino con una herida en el cuerpo...pues…Apareció la amante ausente con las llaves de la muerte escondida entre la gente y chillando al mundo entero…Soy libre como el aire del viento…No, miento, no soy libre, que soy la esclava de tus suspiros entrecortados, y te siento llorar dentro de mi pecho…Eres la raíz de mis emociones, y se están esparciendo como espinas clavadas en mi alma…Eres la lujuria de mis pensamientos y la llama de mis deseos… ¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, tú…Has sacado a la hembra que encierra esta mujer entre las piernas y el querer…Vete de mi lado, fuera de mis lindes, mira que vas a romper mi estrella, la que tengo guardada en el pecho y me la estás desgarrando por dentro…Hay una niña escondida que llora suplicando…Pide misericordia para contigo aunque nos perdamos en el camino…me dice que sigamos juntos de la mano sin temores y sin destino…pero…No, ya no puedo porque mi corazón pertenece a otro…Oye, acércate un poquito más, tengo que confesarte un secreto…Mírame a los ojos y pon atención…He besado otros labios y he conocido otro querer…Hay un hombre que me enamoró el corazón y me ha arrancado tu amor…pues…Me estabas presionando con tanta pasión entre parajes extraños, arrastrándome al fango y al deshonor…No me mires así…No me desprecies por Dios, no me maldigas en tu interior…Mira que te conozco y tienes el fuego de la pasión en lo más profundo de tu furor…Sé cómo quieres, sé la fuerza que ejerces en mí y temo perderme en la encrucijada de tu dolor…Tengo miedo de tus ojos…Me gritan desde tu silencio, los oigo llorar…Escucho tu llanto descarnado por un beso de mis labios…Me lo dice el eco de tu voz…Gota a gota, lágrimas de cristal suenan tras el encierro de mi estrella de cinco puntas…Son como carámbanos de hielo que se me clavan en mis anhelos…Están pidiendo justicia tras el paredón de los fusilados en batallón…Tengo el corazón destrozado de tanto llanto, ¡pobre de mí! No sé cómo seguir tus pasos... ¿Dónde está aquella niña que yo tanto retenía en mi vida? Salió de su encierro a brillar por otros cielos…o…Quizás fue la niña temerosa, esa que nunca creció a la par de las demás y se dedicó a pintar una estrella de cinco puntas en mi corazón…Es la madre la que domina a todas, anteponiendo su amor al dolor del abandono…Podría ser la esposa fiel ante una sociedad tan cruel, que jamás perdonaría tanta arbitrariedad…pues…Hay una adolescente dentro de mi alma salvaje y rebelde que no se conforma con tanta armonía irreal…¿Dónde la esposa? Se marchitó como una rosa esperando que el tiempo secara sus lágrimas fogosas…Y la amante, ¿dónde está esa amante infiel? Se asustó de tanto querer…y se perdió en su propia prisión…¿Y la adolescente? ¿Dónde está? ¡Presente! Esa es la estrella ausente, sin temores e impaciente…la más valiente, indómita y rebelde...vanidosa de por vida, coqueta y presumida. La más hermosa entre todas las rosas, la que no teme a la gente, enfrentándose con las energías de sus credenciales en la frente… Ingenua, soñadora, llena de esperanzas, atrevida la que empuja a cualquier mujer a volver a los brazos de su querer…Nunca se rinde, luchadora, guerrera, es la fuerza viva, la que enciende la mecha para que la sigan las demás mujeres de todas las edades. Es la que camina por el borde de mi estrella de cinco puntas, la que se desliza como una fina bailarina danzando al ritmo de los sentidos, la que tengo clavada en el pecho y la que incita a la hembra para que siga los suspiros de tus latidos…¡Venga esa hembra loca a mis alas de mariposas! Esa es la ilumina mi estrella de cinco puntas, la que prende en la llama de mi vela, la que está llena de pasiones fuertes con la debilidad a flor de piel…Está pidiendo auxilio a su amante de por vida…Ese que la abraza en la oscuridad de la noche, la desnuda enterita con la mirada encendida, y le apasiona el alma con sus besos lentos y llenos de fuego…Ese es el hombre al que yo quiero y deseo…y por ese hombre muero y vivo como hembra...No se puede ansiar más, no se puede gritar más fuerte y alto un llanto retenido en la prosa narrativa, como éstas lágrimas derramadas en una estrella de cinco puntas con los versos...de mi poesía…

sábado, 29 de octubre de 2016

ESCUCHA MI CORAZÓN.- (MICRORRELATO)



Me enamoraste con los hoyitos de tu cara y te acorralé con el deseo de mi mirada…¡vaya que sí! Que sin hablarme no paraste de sonreír, chispeándote los ojos que brillaban como dos luceros que me cegaban y ruborizaban…no hacías más que interrogarme con tu boca presa de mis besos, imaginándote cómo serían de apasionados, y yo que te los provocaba, me dejé seducir por tu ansiedad, de tal manera que me lancé sobre ella y sin permiso te la comí…te quedaste de piedra y a partir de ese momento empezó ese duelo de frases al viento, lo mismo que cuando era una adolescente, deshojando la margarita del amor…me quiere…sí o no…y aún sigo yo…¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí tú… ¿Qué pasa? ¿Por qué me has abandonado? Quizás te asusta tanta libertad en mis frases o es que te rendiste cuando te besé…no te lo esperabas, ¿verdad? Temes ser esclavo de los sentimientos que en tu cuerpo se han despertado, que no duermes tranquilo desde aquél beso que te di en los labios y no eres capaz de olvidarlo…Estás acostumbrado a llevar la voz cantante en medio de todas esas féminas que ríen tu gracia…pues...siempre te has rodeado de mujeres bellas y hermosas, esas que te camelan y te elogian y conmigo te has equivocado…no esperabas ni mi atrevimiento, ni mi descaro y por eso te alejaste de mi lado…Estaba balanceándome entre dos amores diferentes, pendiente siempre de un hilo, sin saber qué hacer, pues si uno me quería a rabiar, el otro me deseaba con todas las pasiones ocultas y desinhibidas del cuerpo y del alma. Me sentía arrebatada por los dos y no sabía qué camino seguir, cuando alguien se cruzó en mi camino haciéndome ver cómo era un querer de verdad…No, miento, no era un querer, tan sólo un capricho más del destino utilizándome en el momento más frágil de mi vida, pues estaba pidiendo auxilio a gritos y desde la otra punta del mapa escuchó mis alaridos con la astucia de un bandido, que nada más verme empezó a adularme, llenándome de halagos, de tal manera que caí rendida a sus pies como una verdadera quinceañera. Reconozco que para conquistarme no hace falta más que una mirada apasionada, dos palabras bonitas y una flor, y es que soy de lo más ñoña para estas cosas. Me encanta que me cedan el paso, que me retiren la silla antes de sentarnos en cualquier cafetería y que me rocen el codo para cruzar la carretera. Lo siento, sé que estas formas ya no se estilan y que hoy en día existe la igualdad entre los dos sexos, y aunque soy una mujer actual, aún me aferro a esa manera de conquistar, pues me crié en una época que había un librito donde se podía leer las reglas de urbanidad, y para ser sincera, me gusta la galantería en los hombres, y éste tipo, no es que fuera un perfecto caballero, para nada, que lo conocí a través de éstos derroteros, donde ni se ve la cara ni los gestos, sólo cuatro frases y media y si te he visto no me acuerdo…pero…¿qué sería lo que percibí en sus palabras que me conquistó al momento? Quizás lo deseaba para salir del atolladero en el que me encontraba y me lancé a sus brazos como una mendiga…y por eso me veo como me veo…que…Se me empaña la mirada con tu recuerdo…me hiciste ver que me deseabas más que a nada en el mundo y yo te creí, ¡fíjate qué cosas! El caso es que algo en mi interior me prevenía de ti, hasta tenía una corazonada que me decía…no le hagas caso, es falso, no escuches sus palabras…son las mismas que le dice a todas las demás…hice oído sordos y te esperé…estuve más de una hora esperándote allí, donde quedamos…pero no apareciste…y ahora me encuentro abatida y rota…pues…Hay una pregunta en el aire que no me deja recapacitar…me engañaste o sólo fui una más en tu boca vacía y llena de ansiedad…Y por eso aún sigo pendiente de un hilo…Mi vida es como una maraña de tramas enredadas y ya no sé qué camino seguir, y a veces me pregunto…¿Cuántas arañas tejen en el interior de mi rincón? La romanticona, la ilusa o la ultrajada… quizás la despechada y de rabia te traicioné al sentirme utilizada, porque tú me has utilizado de una manera engañosa, ¿verdad? Me hiciste ver que tenías un sueño, una ilusión y yo como una tontina, acudí a salvarte como si fuera tu hada madrina, sin darme cuenta de que lo único que querías era entregarme tu varita mágica…Sí, sí…esa misma que utilizas en tus ratos de ocio agitándola de un lado para otro y escondes tras la sonrisa de un niño bueno, y mira por dónde me salió todo del revés teniéndome que tragar todas mis bravuconadas…pues…Hoy me lamento del daño que te pude hacer sin pensar más que en mí padecer…¡Ay Señor! Que me he enamorado de un hombre que no me hace caso, me ignora, sólo me quería para un rato y yo caí en sus brazos, toda rendida de pasión, y es que me gusta a rabiar…En él pongo todas mis ilusiones, mis frases y mis esperanzas, pues hay días que no paro de pensar en sus hoyuelos sonriéndome, como si estuviera aquí, casi pegado a mi cuerpo y me dice…Llámame, búscame entre el silencio de mi ausencia…Mira que no pienso rogarte más, mira que ya te he pedido muchas veces una cita loca y tú te haces la tonta…no volveré a suplicarte…y yo que estoy recelosa perdida sigo mi camino sin mirar atrás… pero…Tengo que encontrar la manera de traerte de nuevo a mi vera para retozar por los campos, y pacemos juntos en la hierba… Observa mis palabras, mírame a los ojos, abrázame la cintura y escucha mi corazón, ya verás como entonces comprenderás el porqué te dije adiós…pues…No quisiera hacerme a la idea de que vivamos una historia de aventuras locas de amor y luego nos digamos...hasta aquí llego yo…












domingo, 23 de octubre de 2016

TRAS LOS VISILLOS BISELADOS.- (MICRORRELATO)




Estás jugando en mi mente, lo sé, estás poniéndome a prueba, como tanteando el terreno ¿verdad? Te conozco, me he dado cuenta de tu tejemaneje, enseguida te he calado. Conozco a esa clase de hombres, son como los típicos perros callejeros que van a la caza y captura de mujeres buenorras aún, pero perdidas entre amores, más o menos como yo. No vayas a creer que soy una tontita, que estoy coladita por ti… ¿eso te gustaría verdad? ¡Qué ignorante…! Aún no te has dado cuenta de que te estoy utilizando... Eres como unos visillos biselados, esos que no dejan ver…pero se pueden entrever… Era una mañana lluviosa y gris cuando regresaba de mi paseo…Mi mente se perdía en aquél otro hombre que me había robado los besos del alma mía… ¿Por qué pienso tanto en ti? ¿Por qué no te puedo olvidar? ¿A qué se debe esto de estar continuamente dentro de mí cabeza? Es tan extraño esto que me ocurre…apenas lo puedo entender…es increíble…Un hombre  al que vi tan sólo una vez en mi vida, un rato, ni siquiera llegamos a hablar una hora seguida, y ya estábamos los dos enganchados como si fuéramos una pareja sólida…Es lo más raro del mundo…Quizás no fuera yo…es posible que alguien se metiera dentro de mi corazón…Son interrogantes, preguntas sin respuestas…un misterio, un suspense…no lo llego a comprender…¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí…tú… ¿qué haces en mí? Eres un fantasma, una forma invisible, un ente imaginario…dime, ¿por qué no desapareces de una vez de mi vida? Acaso es que tú quieras estar navegando por mis pensamientos como un revolucionario, un rebelde…o… te perdiste entre los recovecos de mi cuerpo como algo inexistente a punto de nacer…Eres un beso escondido, ansioso por volver a mis labios donde una vez te dejé dormir… ¡Ay Señor! ¿Qué puedo hacer para olvidarlo de una vez? Venía de regreso cuando alguien se cruzó en mi camino…Era un tipo que desde lejos me pareciste tú, la misma cara, los mismos ojos y la sonrisa también, sobre todo la mirada…Era como la tuya cuando nos vimos por primera vez…Casi se me salta el corazón del pecho. Me quedé sorprendida cuando nos cruzamos y mirándole el rostro lo saludé…me contestó con el gesto serio, pero como si lo estuviera esperando de antemano, pues ya desde un principio sentí el peso de su mirada en mi cuerpo…había un perro blanco cerca…¡qué casualidad! Tú también tenías uno igual…Pasé de largo y al momento el móvil no paró de pitar…Mi corazón palpitaba diciéndome que eras tú, pero no ese hombre que acababa de dejar atrás…Algo misterioso me hizo pensar en una señal del más allá…¿dónde estás? ¿Por qué desapareciste de mi vida? ¿Qué hice mal? Me estoy volviendo loca de tanto pensar en ti…Me enamoré y ya no hay vuelta atrás y por muchos hombres que conozca en esta sociedad, él siempre en mí pesar…Sin volver la vista atrás seguí andando por donde tú y yo caminamos juntos de la mano…Quería seguir sintiendo ese cosquilleo dentro de mi pecho…esa emoción tan grande y excitante de nuestro primer encuentro…la despedida y el beso de tu boca y la mía…te necesito tanto…ni te imaginas cuanto necesito de tus abrazos…Desanduve mis pasos de nuevo para pasar por aquella cafetería donde paramos a tomar café, ¿te acuerdas? Nos sentamos en un rinconcito apartado, al lado de una ventana, apenas se veían los transeúntes pasar tras los visillos biselados…Una fuerza misteriosa y extraña hizo que levantara mi pie y lo apoyara en tus rodillas…parecía como si lo supieras porque enseguida empezaste a acariciarme la pierna con tus frías manos y al momento se calentaron con la calidez de mi regazo…No parabas de sonreírme…Yo coqueteaba de una manera infantil…parecíamos dos chiquillos…Era maravillosa esa manera de transmitirnos el deseo que nos embargaba…Te besé…Te besé la boca con la armonía de mis ansias locas por saber, qué era eso que tú me proponías con la mirada…Me estabas retando a volverte a besar y al momento nos pusimos de pie y me acercaste a tu pecho con la llama de tu fuego…un escalofrío recorrió mi cuerpo y de mi garganta salieron dos palabras…te quiero… Te apartaste de mi mirándome a los ojos, serio y callado, pero con una pregunta bamboleante en tus labios semicerrados… Te quedaste en silencio y salimos a la calle agarrados de las manos como si fuéramos una pareja de enamorados…Nunca he olvidado aquel encuentro ni tus besos…Y por eso lo busco en otros hombres…otras bocas que me los traiga de nuevo…Ya no son los mismos…apenas un sentimiento que me haga decir…te quiero…Sólo la rabia embravecida…una furia loca que me doblega y me domina a buscarte en cualquier esquina…Todos los días amanezco con la misma pregunta…¿fue real o fue todo una quimera de mis propios sueños? Quizás una  fantasía más de las que se implantan en mi cabeza llenándomela de historias de mujeres que miran tras las cortinas…son amores ocultos tras los visillos biselados de cualquier cafetín de nuestro escenario…Aventuras interminables donde una vez tú y yo nos encontramos en la cima del sabor infinito de un beso…Vuelve a mis brazos amor mío, que todavía no te he dicho que estoy esperándote en el mismo sitio…Allí… en aquella cafetería, en esa mesita del rincón oscuro, junto a la ventana, tras los visillos biselados donde una mañana me hiciste sentir como una princesa de cuentos de hadas, aquellos que de niñas leía y releía por las noches cuando me acostaba…¿Dónde está mi príncipe azul? ¿Dónde mis besos arropados? ¿Dónde mi fantasía de traerte de nuevo al alma mía? Mira que desespero…mira que si no llegas pronto me arrebatarán tus besos y mis sueños…pues…Hay un bandido por estos alrededores que tiene la astucia de sacarle a las mujeres bellas y decentes, la hierba buena que esconde tras los dientes y sus muelas…Son los típicos perros callejeros capaces de comerse el mundo entero con tal de darle cancha a sus huesos…Pobre de mí, he caído en sus redes, y ahora lo quiero tener en mis carnes, preso de mi cuerpo para que me libere de tu recuerdo…y de tus besos…