sábado, 23 de febrero de 2019

CON LOS RETRATOS DE SU PINCEL.- (MICRORRELATO)




Siento tus labios vacios de mí…mi alma me arrastra hacia ti, grita mi nombre al viento y bésame sin fin, que quiero seguir amándote hasta que apagues mi boca con los besos de tu candil…Yo era una artista que coloreaba los retratos pasajeros con los pinceles libres de mis letras…pues...Era libre en mis formas y maneras…tenía una vida sencilla y relajada…estaba encantada con la fantasía que me guiaba a cualquier parte del mundo con los pinceles de mis baladas…Me deleitaba frente al caballete que tenía en mi sala, donde cada tarde me liaba a pintar con las pinceladas que me salían del alma hasta que lo conocí…No sé cómo comenzó todo, el caso es que cuando me di cuenta me encontré imbuida en un torbellino de pasión del cual, ni quería ni podía salir...Quizás esta alma mía de poeta que tengo, me arrastrara a seguirle como si fuera el último eslabón de la cadena de oro que era yo…pues…De oro sería celebrar mis bodas imaginarias si hubiera seguido junto a ese hombre, que sin ser marido, amante y amigo, era…mi hombre…Ese hombre al que entregué los mejores años de mi juventud y cuando vio los primeros rasgos de la edad en mi rostro, se alejó por donde había venido para encontrarse con los signos de sus desvaríos…Váyase usted con Dios, le dije sin volver la vista atrás…Se fue sin despedirse, dejándome una brecha en las espaldas que creí morir…Le di lo más preciado de mi vida, como era la intimidad de mis palabras sin pudores, las que de adolescente guardaba como oro en paño, ¡qué cosas por Dios! Con la educación que había recibido de mis santísimos padres…pues...Ejercía tal poder sobre mí, que me desataba la lengua como una mujerzuela de la calle, esas que muestran sus vergüenzas en cualquier esquina, ¡fíjate cómo lo quería…! Que me tenía el alma arrebatada haciendo conmigo lo que le daba la gana…pues…Estaba tan enamorada que me dejé llevar hasta las mismísimas puertas del infierno, cuando nos íbamos por lugares alejados de la ciudad en su descapotable rojo, que nada más sentir la melena al viento alzaba mis brazos al cielo gritando te deseo con la libertad de mi cuerpo, y él, eufórico perdido me abrazaba las piernas besándome lo que su boca alcanzaba, y encendida por las prisas, danzaba sobre su vientre deslizándome como una estrípers por la barra de su ardor, ¡fíjate cómo lo amé! Que me convertí en una bailarina exótica por temor a dejarlo de ver, y…Ahora, en éstos momentos de mi vida y echando la vista atrás apenas puedo reconocerme…Era tan modosita y puritana…casi ñoña, ¡vaya que sí! y por eso…No quería darle cancha a ese muchacho que tenía edad como para ser mi hijo, pero con el que me encontraba como pez en el agua…Poco a poco entablamos amistad a través del chat en una burbuja de placer, donde hombres y mujeres chatean con la libertad de su lengua viperina, llegando a traspasar límites sin fronteras…pues…Hay quien dice por ahí que el sexo viral es de lo más excitante y refrescante para llenar ese vacío de ansiedad que a muchísimas parejas les aquejan, buscando por éste poderoso medio de comunicación un poco de alivio a su maltratado corazón y alocada pasión, y por eso estoy aquí…No sé qué es lo que me guió a seguirle el rastro hasta que me di cuenta de que tarde o temprano tendría que poner freno…pues…Era el típico don Juan a la antigua usanza, pero actual…me gustaba un montón…¡Qué frivolidad la mía…! Pensé…Me estaba dejando seducir de manera sutil…Tenía un toque picaresco que me atraía, trayéndome a la memoria aquellas escenas en blanco y negro del cine mudo, cuando las señoritas de alta alcurnia sonreían sonrojadas, fingiendo recato, más o menos como ellos que se las daban de galán y caballeros con tal de atraerlas a su terreno, dejando la burla al descubierto con ese falso pundonor, del cual estaba ya de vuelta pensando para mí… ¡Oye nene! Donde tú vas, ya estoy de vuelta, así que, ¡puertas! Algo me hizo desistir y lo dejé al viento para que no se sintiera incómodo ni molesto…pues…Una ráfaga de luz atravesó mi mente…no sé…son sensaciones que una tiene a veces que hasta yo misma me sorprendo de ver trazos antes que ocurra…Chispas que saltan por el aire que me asustaban y excitaban a la vez…Tenía un cuidado exquisito al elegir las palabra, al mismo tiempo que atrevido se dejaba ver, más o menos como el cuento aquél de las cabritas y el lobo feroz… Ese que se blanqueaba la patita para engañarlas, pero yo era justo la mamá de todas ellas y antes que asomara ya lo veía a través de sus frases calentitas…A veces tenía la sensación de que estaba hablando frente a un depravador sexual y aunque mil veces lo negara, más convencida estaba…Tenía que poner fin a toda esta parafernalia que me alarmaba y al mismo tiempo me atraía arrancando palabras ardientes de la debilidad de mi ser…pues…Los pinceles de las letras dominaban mis sentidos retratando la sexualidad de su vida, dándome a entender que le excitaban mis pinturas de mujeres desnudas posando a través de sedas y tules transparentes, y él, muy cautelosamente, me iba enviando fotos suyas con el torso al descubierto, rescatando deseos olvidados y ardientes de mi interior…Temía convertirme en esclava de mis propias pinceladas verdes y encarnadas, ya que…Esta coquetería mía me llevaba hasta la desfachatez como si estuviera esperándolo con ansia…pues… Me gustaba provocar éste gran deseo de sexo en su mente y su piel, que aún sin verlo, sentía la transformación de su ego en lo más profundo de mi ser…Poco a poco me estaba hechizando con sus palabras de fuego y la desnudez de su cuerpo, cautivándome como si volviera a resurgir de las cenizas de ese hombre que me dejó por otra más joven que yo, y que olvidé con los retratos de su pincel…







lunes, 11 de febrero de 2019

AUNQUE ME PIERDA EN EL OCASO.- (MICRORRELATO)




Te tengo constantemente bailoteando en mi pecho, no te quieres ir de ahí, lo sé, ¡vaya que lo sé! y no me importa, ¿te enteras? Porque me encanta cantarte por bulerías y salir por peteneras para que no te vayas con cualquiera, claro que…Soy una mujer como las de antes, recatada y muy decente. Me gusta que me hagan la corte, ya sea mi marido, un amigo o mi amante, ¿qué le vamos a hacer? Así me educaron mis padres, y no pienso cambiar por nada del mundo, ¡genio y postura hasta la sepultura! Ya esté llorando lágrimas de sangre, ¿te enteras? Así que si estas esperando que salga corriendo tras de ti como desesperada vas listo…pues…No pienso arrastrarme y darte el gustazo de que te rías en mis narices y pienses que me tienes rendida a tus pies, ¡menuda soy yo! Ya lo decía mi madre que en paz descanse… Una mujer de bien se tiene que dar a valer…Qué equivocación más grande, ¡por Dios! Como si una no tuviera sentimientos y fuera un pedazo carne o un bulto con ojos…Y por eso me encuentro más solita que la una, perdiendo el tiempo entre cuatro paredes, esperando un milagro y según pasan los días, semanas y meses, ¡qué digo meses? ¡Años! Encerrada en casa y en el esqueleto de mi cuerpo…un cuerpo llenito de rejas oxidadas sin sentir el amor de mi vida, que por culpa de ésta dichosa manía de ser presa del orgullo, me estoy quedando echa una hojita seca…pues…Según pasa el tiempo, me voy dando cuenta de que los milagros no existen, que son cosas de películas, cuento chino y tonterías del año la polka, y que el verdadero milagro sería si yo misma cambiara el chip de mi vida y saliera a buscarte por todos lados, pero…Estoy condicionada por mi propia cultura y educación, ¡maldita sea yo y mil veces yo! Con lo fácil que sería estar contigo y hablar con toda la naturalidad del mundo, decirte te quiero y poco más, pero…Como soy tan antigua me voy a quedar con las ganas y para vestir santos como se decía antes, y claro, tarde o temprano me dejarás tirada por la primera que pase por tu puerta…pues...No eres hombre de vivir sin una mujer a tu lado, te gusta arrimarte tras las espaldas y te calienten las nalgas…Sí, sí…No me mires con esa cara como diciendo…Esta usted muy equivocada…No, no, para nada…sé que eres esa clase de tío que necesita sentir la pasión de los amantes a flor de piel, más o menos como yo, vayas tú a creer que soy de piedra…Lo que pasa es que todavía me creo una intachable dama, y eso de ir tras un hombre no se ha hecho para mí, ¡menuda soy yo! Ni que fuera una perra de esas que están continuamente con las piernas abiertas, ¡que no y que no! Que yo valgo mucho, ¡por Dios! Y una ha de guardar la compostura y las apariencias para que vea toda la gente lo muy recatada y decente que sigo siendo, a pesar de que por dentro esté echando humo como si fuera una chimenea de leña, porque si te digo la verdad…Estoy como una fragata a punto de naufragar, en un continuo vaivén que ya no sé ni qué pensar de mí…pues…Tengo necesidad de ti y de tus caricias, y me digas al oído todas esas frases ardientes que la ponen a una a cien, pero claro…Entonces quedaría como una arrastrada…unas de esas mujerzuelas lanzadas y frescas que pasan de todo y viven la vida como si fuera el último día de su amanecer, y yo…Yo no soy así, aunque…En la soledad de mis anocheceres las aplauda y diga para mí…Ahí va una mujer de la cabeza a los pies…pues…Tengo ganas de cogerte por mi cuenta y hacer contigo lo que quieran mis suspiros, y no que estoy perdiendo el tiempo mascullando para mis adentros…haciendo de tripas corazón…aparentando lo que no soy por orgullo y educación…Una educación que le dieron a la mayoría de las mujeres de mi generación, como si hubiéramos nacido para adornar la mesita rinconera del salón…Y por eso grito fuerte aunque me duelan los oídos…Tengo la sangre revuelta por todos los sentidos, mi alma pide venganza por ese tiempo perdido, te quiero y deseo como agua a fuego, y pienso seguir tras tus pasos aunque me pierda en el ocaso mientras te amo…pues…Más vale cien pájaros volando que ninguno en las manos…




jueves, 7 de febrero de 2019

CON LA PASIÓN DE LOS AMANTES.- (MICRORRELATO)



Amor mío, amor mío...hace tanto tiempo que no te echo de menos que temo perderme en el olvido...no quisiera yo acostumbrarme a ésta libertad de sentimientos con la desdicha de tu sufrimiento...pues...Hay días que lloro y río al mismo momento, que mirándome al espejo grito…al fin dejaste de ser una niña... ¡Ay madre mía…! El tiempo pasó por mi vida, mi cuerpo y lo peor de todo, por la piel que se muestra cada día más flácida y envejecida…temo no gustarle como antes, como cuando era más joven y estaba llena de ansiedad y deseos interminables de pasión al rojo vivo que sólo saciábamos con las caricias de la carne…Me pregunto si aún me desea con la misma intensidad…pues…A veces pienso que ya no desespera por verme pasar…era tan joven cuando me conoció…y por eso me hallo desnuda ante el espejo…observando cada surco en mi rostro…mirando el rastro que dejó sus besos en mi alma…Me encuentro sentada en el filo de la cama esperando sola en esta habitación…mi corazón se desboca de tanto pensarle…lo quiero, ¿sabes? Aún lo amo como antes, como siempre, ¡madre mía…! Parece que haya pasado una eternidad…me tiemblan las piernas…hace tanto tiempo desde la última vez, ¿te acuerdas? Tuvimos que dejarlo…Fuerzas mayores me obligaron a prescindir de ti hasta ahora…Tengo una cita secreta, ¡qué ganas tengo de verlo! ¿Habrá cambiado mucho? Me pregunto si tiene el mismo miedo que yo cuando lo vea…No, no, estoy segura de que no…pues…Los hombres sienten diferente…no son tan livianos y perfeccionistas, y menos él que siempre iba al grano, ¡vaya que sí! Que era verme y comerme a besos…Espera, espera…le decía cada vez que nos encontrábamos en la habitación de aquél hotel…Era un hotelito a las afueras donde dábamos riendas a nuestras caricias…Espera, espera…le decía apenas sin poder respirar…Me ahogas, me oprimes el pecho, ¡por Dios que me vas a romper…! Y se reía, siempre se reía y volvía a besarme con prisas…¡Ay las prisas! Toda una vida besándote con prisas y ahora que tengo todo el tiempo del mundo, mírame cómo estoy…temblando de miedo…me asusta tanta tranquilidad, esto de estar relajada me aturde y me reprime los sentimientos, creo que no va a salir bien…pues…Me acostumbraste a correr como los galgos tras la presa fácil que era yo…me dejaba coger adrede para ti…ya ves lo que hacía para que no te quedaras con las ganas, y luego volvías a la carga con más ansiedad…despacito llegaba a la cima de la cumbre con todos los gritos de mi alma saliendo en cataratas como lava de volcán…No éramos libres ni tú ni yo…siempre amándonos a escondidas mi amor, ¡fíjate qué cosas…! Toda una vida unidos por eso que llaman amor, o, ¿era deseo carnal? No lo sé ni me importa, sólo sé que aún te deseo como si nunca hubiera pasado el tiempo…pero pasó…está pasando…Pasa de mí sin preguntarme siquiera si estoy de acuerdo o no, o si me gustan las huellas que están dejando en mi cuerpo…Mi pecho no es tan turgente como antes, ni la piel que cubre mis carnes es tan tersa y suave, y por eso estoy aquí, porque siento que el tiempo no pasó por los sentimientos de mi corazón, ni mi alma… Es como si un espíritu joven se hubiera escapado de la adolescente que fui y siga permanentemente en mi interior como travieso cascabel, y por eso tiemblo de furor…pues…Quiero ver la expresión de tu rostro ahora que somos libres, ahora que podemos tener todas las citas que no tuvimos antes, las que nos perdimos por ellos, por todos ellos…Por los que nos quisieron tanto y por aquello de lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre, ¿te acuerdas? Era tan temerosa y tan supersticiosa…¡Cuántas manías tenía en la época de la represión…! Y esa acérrima educación que nos dieron, dichosa guía de la religión católica apostólica y romana que no dejó cantar a un ruiseñor y volar a esa golondrina que era yo…pues…Tenía la obligación de quererlos…y lo queríamos, ¿verdad? Dime que aún estamos a tiempo de amarnos por momentos…tengo el corazón desbocado de tanto amor que siento, es como si tuviera veinte años…veinte años de edad en un cuerpo de sesenta, lo mismo que el tuyo amor mío…Oigo pisadas junto al ascensor…golpes suaves en la puerta y yo aquí desnuda…me santiguo de tanto como lo deseo…Señor, Señor mío haz que le guste lo que ve…que me siga queriendo…Abre sus ojos, me mira, me abraza y me dejo caer en sus brazos temblando…son los mismos abrazos de siempre, fuertes, fuertes…me aprieta y besa la boca con la pasión de los amantes…mi querido amante…Una lágrima resbala por mi rostro y él que la ve la recoge con su lengua…lengua ardiente y llena de fuego….me arde el cuerpo entero y me entrego a las caricias de sus besos que son suaves como el terciopelo y yo, salvaje como antes le muerdo el cuello y le digo…amor mío, amor mío…




lunes, 4 de febrero de 2019

COMO GAVIOTA DE ALAS ROTAS.- (MICRORRELATO)


  1. Cuanta ternura desprendes mi amor, cuanta…Era como una gaviota volando a ras del suelo con alas rotas…Me sentía morir cada vez que lo veía a través del cristal oscuro, ese negro que se enciende con las teclas del silencio…silencio mudo y llenos de voces que salen de los infiernos, del más allá…el que atraviesa los límites de la realidad y se cruza con los tabúes de la libertad…libertinaje…palabra arbitraria que se usa con la única excusa de seguir adelante con la vida vacua y sin perder la comodidad…Si tú supieras lo que siento cada vez que te veo tirándome besos desde lejos, te quedarías medio muerto…pues...Me entra una calentura por todo el cuerpo que me arden hasta los mismísimos pensamientos... me siento como una gaviota volando con alas rotas que atrapa los dichos de la calle y de los barrios marginales... Esos en los que las malas lenguas dicen que cuando una persona piensa en otra, es porque a ambas la unen un lazo de conexión que no se sabe ni por dónde, ni por qué, pero en algún momento de sus vidas surgió…El caso es que te paseas por mi cabeza de tal manera, que te has convertido en un inquilino habitual… Debe ser que me acompañas por los caminos, porque hay veces que te oigo toser, y aunque vuelvo la cabeza y no te veo, siento el roce de tus suspiros en mis cabellos y te presiento deambulando entre las ramas de los árboles como su fueras un espíritu atormentado...pues...Sé que estás muy arrepentido, créeme que lo sé, y que necesitas decirme cuánto sientes haberme hecho daño, ¡vaya que lo sé! Y que por nada en el mundo habrías querido humillarme con esa foto tan extravagante…Que sólo deseabas mostrarme la virilidad de tu hombría masculina entre sábanas y bambalinas…Te enamoraste de una mujer sin fronteras en la piel que desbarató todos tus dilemas, esos que te traían de cabeza desde que traspasaste los límites de la gentileza, y por eso…Te dejaste llevar por mi osadía cuando, sabiendo ya a lo que me exponía, te reté a mostrar toda tu desfachatez para perderte de vista de una vez…pues…Me estaba desesperando tanta osadía por tu parte el que quisieras convencerme a seguir por los caminos del mal andar, sin atreverte a ser honesto y sincero desde el primer día haciéndote pasar por todo un señor caballero, y lo único que buscabas en mí, era una fraseología insidiosa y llena de picardías a través del candil, ese que tenías encendido en las manos mientras hablabas de todas las fechorías de tu vida como si fuera la mejor de tus amigas, y… ¿sabes qué te digo? ¿Qué? Que me hacían gracia, cuando con mis respuestas te precipitabas por los acantilados…Se puso muy ufano y envalentonado, como si pretendiera seguirle hasta que se hartara de mí como una insignificancia más del camino, así que tuve que darle largas antes de que se subiera por las ramas…Pero...¿Pero, qué, pero qué? ¡Dímelo ya que estoy a punto de fraguar! Parecía que lo estaba viendo...todo enardecido perdido y dándole que te pego a las teclas del incondicional, ese que siempre lo tiene uno a mano y con el que puedes contar para cuando la cosa te sale fatal, fiel amante y leal compañero de por vida hasta que se olvida hasta de ti y de todo lo demás…Es que yo... seguí con mis triquiñuelas... Quiero a otro y contigo no puede ser...Es posible que de vez en cuando imagine una noche loca contigo, ¿para qué te voy a engañar? Incluso hasta desee una cita de esas en la que te mire a los ojos con cara de mujer fatal, y que de un empujón te tumbe en el colchón con fuerza y tesón, me siente a horcajadas sobre tu vientre y te tiente desvergonzadamente en la boca con la seda de mi tanga para que me lo arranques con los dientes, ¿te enteras? Pasaron unos minutos en silencio total, tan abrumador que lo sentía a mil leguas resoplar como un galgo tras una liebre, que sin poderla alcanzar se tragaba el polvo de sus patas como un orangután, mascullando entre forcejeos…La tía ésta me tiene absorbidos los sesos como una bruja hechicera…Y yo a lo mío tan campante seguí mi perorata…Piensas lo que quieras, me importa un bledo, ya sabes de qué pasta y calaña son los pensamientos que me entran cuando te paseas por mi mente...y…Ahora te dejo para que te quedes con las ganas de haber provocado éstas ansias ardientes en lo más íntimo de mi cuerpo y el alma…pues…Tan sólo soy esa pluma que escribe como gaviota de alas rotas…