miércoles, 26 de noviembre de 2014

ESA EXTRAÑA FORMA DE QUERER.- (MICRORRELATO)



Y ahora de nuevo en aquél tiempo de los sentimientos perdidos cuando me encontré contigo. Si, cuando me mirabas con esos ojos que te delataban de una manera tan descarada, como pidiendo fuego, ahora y de prisa. Fue cuando entonces me di cuenta de que no parabas de cruzarte en mi camino. Me gustaba tanto que sin darme cuenta empecé a desear que llegara el momento para verte. Me sentía como una adolescente en sus primeros toques de amor, y por eso una mañana traicionera te acorralé con mis maneras y te besé. Te quedaste como un niño pequeño cuando se le da un juguete nuevo, ¡vaya que sí! que te aferraste a mi cuello balbuciendo…Te quiero, te quiero…Y revolviéndome me acerqué a tu oreja exclamando muy bajito…Mi niño, mi niño…Y ahí empezó la aventura interminable de nuestra vida, que ya no hubo manera ni forma de echarte de mi vera, que con tal que me veías me seguías y me decías…¡Guapa, qué bonita eres…! ¡Cómo me gustaba oírtelo decir! Me dislocaba la cabeza de tal manera que te arrastraba hacia cualquier escondijo para comerte la boca a mordisco…Y por eso aún te sigo por los caminos…Recuerdo cuando te compraste el coche ese tan chico, y me viste por la calle, me pitaste y luego te paraste y bajando la ventanilla me dijiste…¡Hola nena! ¿Quieres dar un paseo? Y abriéndome la puerta me senté a tu lado de un salto, ¡vaya que sí! que nada más tomar asiento me pusiste la zarpa en el muslo y guiñándome un ojo me volviste a preguntar…¿Dónde quieres ir? Al fin del mundo, llévame al fin del mundo, te dije, y pisando el acelerador, me llevaste detrás del fin del mundo, ¡madre mía la que se lió…! Todo el trayecto con tu mano rebuscando entre los arrabales de mis piernas, parecías un lobo hambriento y yo a cada paso de cebra…Ten cuidado chiquillo, ten cuidado que la gente puede vernos y el semáforo de rojo va a cambiar a verde…Y te sonreía picaronamente con el verde, que te quiero verde…Y ya a lo lejos, donde aquél montículo que limitaba con el cielo, empezaste a maniobrar y estando casi aparcando, aparecieron unas cuantas ovejas, el pastor y un pedazo perro con toda la lengua fuera y unos ojos, que cuando lo vi frente a mí, al lado de la puerta, casi se me sale el corazón. Y tu mientras tanto, una mano en el volante y la otra no sé donde la tenías pero que empecé a chillar como una energúmena, no sé si del miedo que tenía o era de la misma risa, los dos sudando como pollos…Y cuando, pastor, perro y ovejas desaparecieron del mapa, te atrapé por el cuello como una loca besándote la boca, gritando tu nombre, ¡madre mía qué forma de retorcernos en un coche tan pequeño! donde volante y manivela se interponían, haciendo casi imposible el desenfrenado abrazo de dos cuerpos encendidos, fundiéndose con las prisas de la agonía, hasta que mis piernas y tus rodillas empezaron a esquivar los obstáculos danzando al ritmo del tango de dos locos enamorados…Y por eso, en ese indefinido tiempo del equilibrista y la contorsionista, me encuentro aquí…Desde un principio te di carta de libertad. Te dije que a mí lo que me atraía eran los arrebatos locos y ese temor de la inseguridad, así que no me tenías que engañar porque no había nada que perder, ni preocuparse de nada, ya que esto es sólo una aventura más de la vida pasional de las personas y punto pelota…Como siempre, ésta forma mía de tenerlo todo controlado, poniendo orden, como si tu y yo fuéramos los muebles de una casa, ¡qué ignorante pensar que en los sentimientos una puede mandar! Son ellos los que te colocan ahí o aquí. Van al libre albedrío de las emociones y su poderío…Yo no quería verlo porque no me gusta acomodarme, ni tampoco estar sujeta a nadie como si fuéramos una pareja formal, y fíjate ahora en mí, que cuanto más te tengo, más te quiero y te deseo, y lo mismo te ocurre a ti. Hay algo misterioso en ésta extraña forma de querer, que nos ata y nos desata como si de un hechizo maligno se tratara. Parece cosas de brujerías y por eso estamos como estamos, con un tira y afloja, que lo mismo me quieres más que a tu vida, que me rechazas, como si me odiaras a rabiar y cuando soy yo la que te dejo tirado como un perro, me buscas, me encuentras y cuando te hartas de hacer conmigo lo que se te antoja, te vuelves a alejar…Estoy cansada de éste mal querer que nos tenemos, ¿te enteras? Me está trastornando la cabeza y mi estilo de vida, pensando continuamente en ti como si estuvieras hilvanado a mis sueños de alguna manera divina, que hasta por las noches te veo mirándome el rostro, estirando tus brazos hacia mi cuello, buscando mis besos y con los ojos llenitos de deseo y llamándome por mi nombre siempre, siempre…Presiento que te quema en los labios...Y por eso me levanto pensando en ti. Estoy tan esclavizada a ti, que no hago más que estar pendiente de si te veo o no te veo, y se está convirtiendo en una auténtica pesadilla, y precisamente, esta mañana te vi, ¿te enteras?...Quizás quise imponerme tanto a tu manera de quererme tan para ti, que me perdí entre la locura del sin vivir y las dudas de la rutina…Y por eso ya no aguanto más y ahora soy yo la que te dejaré marchar…

domingo, 23 de noviembre de 2014

DONDE ME CRUCÉ CONTIGO.- (MICRORRELATO)



Y estos hombres que no saben lo que quieren, son los que más daños hacen a las mujeres, porque viven en un pozo sin fondo donde te quieren arrastrar hasta lo más hondo...Es un creído, malvado y lleno de vanidad, y ahora viene todo desesperado porque se ha dado cuenta de que conmigo ya no puede seguir de esa manera. Si, si, de esa manera tan problemática que tiene apareciendo y despareciendo como si fuera un mago. A veces pienso que está loco por su forma de actuar, escondiéndose cuando me ve salir para darme a entender que pasa de mí, como la otra mañana que te metiste en la floristería, ¡qué ignorante eres! Se creerá que no lo he visto darse la vuelta y meterse en esa tienda, pero me hice la desentendida, como si no estuvieras y seguí mi camino tal cual, ¿qué te creías que me iba a poner a buscarte o a entrar y preguntarte con la mirada del por qué te escondes de mí? ¡Tú no me conoces bien! pero yo a ti sí, ¡y bastante! Que aún sabiendo que venías andando detrás, me puse a tontear con un amigo que me encontré en el camino, y le planté dos besazos en la cara. Luego me puse a charlar animadamente con él y hasta solté una carcajada de la mías para que sintieras celos, ¿te enteras? Después me fui moviendo las caderas para marearte la mirada como yo quería que sintieras…Me imagino la rabia y el coraje que te daría, sobre todo cuando me di la vuelta, y te miré a los ojos fijamente. Me reí con toda la ironía de la que soy capaz cuando me salen los demonios que tengo dentro, porque cuando me haces daño me transformo en la peor de las víboras, ¡vaya que sí! Que me convierto en una serpiente venenosa. A partir de ahora no pienso sufrir ni un día más por ti, pienso echarle a la vida un pulso y sobrevivir y tu no me vas a parar…Y por eso ahora vienes a buscarme, ahora lloras por mí, ahora recorres las calles y ahora ya sabes de mí existir. Ahora que te has dado cuenta de que me has perdido, tú me quieres recuperar, pero ya no te hago ni puñetero caso, me eres indiferente, ¿sabes? Te ignoro, ¡no te quiero! Me cansé de tus idas y venidas, me cansé de tanto esperar, me cansé de inquietarme, me cansé de tu ausencia y mi penar…Ahora te quiero…ahora no…ahora yo qué sé…ahora dame un beso por favor y ahora perdóname…pero…¿tú quién te has creído que soy? ¿Una tonta y estúpida mujer a la que se la pueda manejar como si tal cosa...? Quizás te hayas dado cuenta que voy en serio, quizás pienses que ya nunca más tendrás mis besos, ni mis abrazos ni jamás te diré te quiero pegadita a tu cuello. Ni tampoco esas frases lujuriosas que te susurro en el oído cuando la pasión embarga mi carne y que te arranca las pasiones de tu infierno…Ese infierno tuyo al que tu me quieres arrastrar, sometiéndome a mil calderos sin fin y luego me dejas, te alejas y te vas…Estás acostumbrado a hacer lo que te da la gana, eres el que siempre lleva la voz cantante y me tratas como si fuera una arrastrada, una pobre mujer mendigando un poco de amor, pero…¿en qué mundo vives tú? Me cansé, ya me cansé de tus arrebatos machistas e irracional enamorado Donjuanesco. De ahora en adelante seré una mujer fuerte y no te voy a permitir que me hagas llorar nunca más. No se puede tratar a una persona como lo haces, ¡ahora me ves y ahora no me ves! Yo ya estoy más que harta de tus tejemanejes... Y por eso voy por calles oscuras y me vienen unos pensamientos verdaderamente pecaminosos…Tengo ganas de serte infiel, ¡vaya que sí! Que me dan unos deseos irresistibles de pecar…No sé qué es lo que está pasando por mi cabecita, puede ser que sea por la rabia, la impotencia y el dolor que no puedo compartirlo con nadie, pero te juro que a veces me entran ganas de irme con cualquier hombre y entregarme a sus brazos a ver si de ésta manera se me va de la cabeza... pero no, estás ahí, siempre ahí…Me gustaría preguntarle el por qué actúa así conmigo. A veces pienso que tiene miedo a quererme tanto o es que no se atreve a seguir a mi lado atado para siempre, hasta que la muerte nos separe. Yo creía que lo conocía mejor que nadie, pero hay días que lo siento como un extraño cuando lo veo deambular por las calles solitarias y me hace pensar que va como un perro callejero husmeando, como rebuscando entre la gente…Puede ser que sea yo muy celosa, no sé… Muchas veces le interrogo con la mirada, con los gestos y las palabras, hasta lo he acusado de estar con otra y conmigo y me dice que me lo invento, que sólo son celos…de pensarlo casi muero y nada más que por eso lo he dejado tirado porque ya no puedo seguir su estilo de vida…Ya no te voy a querer, ni te voy a mirar ni siquiera escuchar esta historia irreal…Tengo una rabia por dentro que me corroe por todo el cuerpo y necesito decirte todo lo que siento…No vales nada, no me gusta ni tu manera de caminar, siempre buscándome, me encuentras y te vas…Eres un falso, eres la mentira sin piedad, no te conformas con tu vida ni te sacia ésta romántica historia pasional. Eres un caos del amor, eres pura ambigüedad…Jamás te importé, tan sólo te preocupa tu triste orfandad, si tu no me quieres, menos te voy a querer yo. Y por eso voy a rebobinar en el tiempo donde me crucé contigo para atrapar los sentimientos que se quedaron en el camino…

sábado, 15 de noviembre de 2014

EN LA SOLEDAD DE MIS SENTIMIENTOS.- (MICRORRELATO)



Y éste hombre que hace unos días me dijo que me quería, que me amaba y que sin mí no vivía. Éste hombre que me dijo que iba a llenar el depósito de gasolina y que me llevaría hasta que se acabara nuestra vida... Si, si, el mismo que en cada encuentro parece un cohete ardiendo y me abraza el cuerpo entero. Arropa mis sueños, me habla bonito por los caminos del infierno y me besa los labios con la agonía del hambriento. Me llama por mi nombre en la cima del monte, y cuando cierra lo ojos me arrastra hacia su pecho…Y yo que lo sé me aprovecho de su entrega y su querer, le como la oreja con mil lentejuelas y le susurro junto al oído palabras desnudas y sin piel…Y cuando escucha mi suspirar se deja hacer a la merced de mi carne y mi sed. Y él que conoce mi entrega, mi arranque y mi querer, me ama y me teme a la vez. Luego se aparta de mí unos días para que lo tenga presente siempre, siempre. Y aquí estoy de nuevo sin saber qué pensar, derrochando imágenes que grabadas en mi alma están. No comprendo su pesar, ni tampoco entiendo por qué me busca tanto por todas partes y cuando me encuentra se echa a mis brazos como un condenado y luego se va...Voy por la calle como sonámbula, temerosa, extrañando cada paso que doy, parece que tenga quince años cuando iba al instituto y las palomitas revoloteaban por mi pecho, temiendo perder a mi chico…Se va, se aleja de mí y ya no me buscas más…Quizás tenga miedo de esa gran necesidad que tiene de tenerme cada vez un poco más, o es que tema ésta pasión tan fuerte que de mi no se pueda desatar...Te dije que no debíamos seguir, que no estaba bien éste amor tan apasionado, pero tú insististe y me ataste a tu abrazo y ahora soy yo la que te busca por todas partes, porque sin ti no puedo vivir. Te necesito ¿sabes? Y si me dejas no me quedará ni mi existir. Nada, no me quedará nada, tan sólo seré una mujer descabellada. Y por eso me encuentro hablando sola por la calle del olvido a ver si así se aleja tu recuerdo de mí, pero me persigue por todas partes, ¿sabes? Es como si tuviera de alguna manera extraña, su propia entidad, porque siento hasta su pulso, incluso su aliento pegado a mi tez. Quizás sea la escena del último encuentro que haya recobrado forma, o a lo mejor es de tanto como lo deseo y se haya proyectado y sea como un espectro de mis recuerdos. Parece como si se quisieran apoderar de mí, fíjate con la fuerza que me atrapas, ¡vaya que sí! Como aquella vez que me abrazaste tan fuerte que casi se me atragantaron las palabras en la garganta, y ahora casi me ahogan de lo que amontonadas están dentro de mí. Te odio con todas las fuerzas de mi alma y de mi ser y más porque no tengo…No, no te odio, sino que te amo. Siento una rabia desbordante y ganas me dan de machacarte y de golpearte, hasta me vienen deseos asesinos por todo el daño que me haces sin merecerlo, porque yo soy una mujer buena, ¿te enteras? Creo que te angustia las ansias que siempre tienes de mí y por eso mismo me rechazas, me aborreces y me odias. Quieres recobrar tu libertad, aún sabiendo que ni vives ni dejas vivir, eres como el perro del hortelano y por eso tengo el corazón roto. Se me parte el alma cada día cuando salgo y no apareces para decirte con los ojos cuánto temo perderte. Me duelen hasta los suspiros que se escapan de mi garganta. Es como si fueran los reclamos de mis pertenencias que te exigen los besos y los abrazos que te entregué, son míos, ¿te enteras? Apenas puedo descifrar mis sentimientos. Se me amontonan los malos pensamientos imaginando escenas variopintas donde te presiento indiferente hacia mí…Creo que me espías, que lo sabes todo de mí y por eso te haces de rogar, para que ahora sea yo la que te ronde, fíjate cómo te conozco que te has vuelto un poco misterioso para que no se acabe nunca la aventura de amarte como si fuera una joven locuela…Estás jugando conmigo, probándome, tanteando el terreno, haciéndome padecer mil sensaciones sin equilibrio, es como si quisiera que perdiera la razón y mis emociones están a punto de explotar…Y yo te espero, siempre te espero, porque a medida que pasan los días siento que te quiero, que nos queremos y volvemos de nuevo a nuestros abrazos compartiendo besos apasionados. Y de nuevo, otra vez caigo rendida a tus pies, y luego es como si te arrepintieras o tuvieras miedo de serme tan esclavo y desapareces. Ya no tengo edad de estar como cuando era una jovencita toda asustada perdida tras los cristales y preguntándome, ¿vendrá a recogerme o no vendrá? No puedo más con esa manera tuya de amar, con esos altibajos, el corazón en un puño, el alma rota…y un pálpito en el suspirar…Soy demasiado mayor para tanto desequilibrio emocional. Se me descontrolan los sentidos y no puedo poner orden a mi vida, ni calibrar mis prioridades…Siempre en la mente tú, atado a mis sentimientos…Buscándote por todas partes voy con las letras desnudas de tu nombre…¿Es un ángel o es un demonio? ¡Ahora me ves y ahora no me ves! Y ahora resulta que tengo miedo, tengo miedo de volver a encontrarme contigo en el camino, llevas tantos días desaparecidos que hasta me acostumbré a la soledad de mis sentimientos…Y por eso voy a robarle al aire las frases que volaron aquella tarde de invierno cuando me la arrancaste del pecho con tus besos…

lunes, 10 de noviembre de 2014

PALPÍTAME EL ALMA, PALPÍTAME POR DIOS.- (MICRORRELATO)





Perdiéndome en la ciudad me hallo buscándome sin poderme encontrar, tan sólo los besos y abrazos que imaginándome están a cada paso que doy. Es como si me quisieran atrapar, será porque los siento tan dentro de mi que apenas puedo caminar, fíjate de qué manera una puede llegar a amar, que hasta enloquecen los malos pensamientos batallando entre ellos como si supieran más que yo misma, pues se alojan en el lugar más recóndito de mi interior y ya no saben ni a donde ir. Dicen que el pensamiento es libre, que no tienen ni orden ni control, ¡qué sé yo! pero mi cabeza está a punto de estallar con tanto suspense y esa duda misteriosa que apenas deja mi mente en libertad. Es una lucha continua donde te veo entre tinieblas, como si ya no estuvieras tan loco por mí, y eso me desquicia de tal manera que ganitas me dan de irme con el primero que se cruce en mi camino…No me conformo que me quieras nada más, sino que me adores, ¡vaya que sí! Soy tan redomadamente egoísta que necesito constantemente que me lo demuestres a piel y canto. Qué estés siempre ahí, supeditado, a la orden de mis devaneos, cuando quiero y me dé la gana. Reconozco que soy una caprichosa de la vida y me encanta dominar la situación, y es todo lo contrario, que haces y deshace usándome como una muñeca de trapo, y yo sumisamente caigo rendida y eso me pone a parir…Siempre igual, no entiendo nada de esa forma de actuar que tienes. Se me llena la cabeza de inquietudes y me pregunto el por qué cada vez que tu quieres me arrojo a tus brazos como si no tuviera voluntad, porque yo no mando en mí, ¿sabes? No tengo fuerzas para negarte un beso y se me revuelven por dentro los entresijos de los malos pensamientos, y por eso me alejé de ti. Estuve alejada más de lo que podía, hasta me decía que era lo mejor, pero tantas veces como viniste pidiendo limosna de amor, al final cedía, porque yo te quiero y te deseo, ¿te enteras? Sobre todo cuando veo esa cara de carnero degollado que se te pone. Estoy tan enamorada de ti, que no tengo ni control ni aparición, sino una maraña entre ceja y ceja, que no puedo comprender ni cómo ni por qué. Mi corazón palpita y no quiero otra cosa más que besar tu boca. A veces me gustaría seguirte para saber dónde estás y con quién, fíjate si serán grandes mis celos y me da una rabia y un coraje, que ni te cuento, por eso ando buscando tus besos, porque no quiero recuerdos, que quiero atraparlos en tu cuerpo en los abrazos de nuestro aliento…Me digo una y mil veces que no, que no debo ceder. Siempre me he dado a valer, porque yo valgo mucho, ¿te enteras? Valgo un montón, así que vete. Aléjate de mí, ya está bien de tanto sufrir, me tienes harta, no sabes ni lo que quieres. Creo que tienes miedo de tanto como me piensas…Aléjate lo más posible, sólo me das malas influencias, ¿qué te crees, que voy a ir detrás de ti? ¡Apañado estas! Valgo demasiado, y no me vas a quitar el halo que me protege. Si, si, mi halo, ese que tenemos rodeándonos por todos lados…Me dijiste que me querías, que no podías estar ni un solo día sin verme, y hasta que me ibas a llevar al fin del mundo, ¡mentira cochina! Pasas de mí o eso es lo que me quieres dar a entender y no paras de enmarañarme. Lo único que te preocupa es que yo pierda los sesos por ti, y por eso me haces tanto daño. Eres un incordio para tu ego y una mala influencia para mi persona, y no puedo estar todo el tiempo pensando en ti como si fueras mi dueño…Voy hablando sola, no sola no, hablo con las calles, con el aire y conmigo y ya me cansé. Me cansé de esperarte, de tenerte paciencia, de amarte, de tener miedo a perderte. Ahora no, ya me da igual y no te voy a buscar, no. Soy una mujer fuerte, con personalidad y mucho carácter, ¡vaya que sí! para que me tengas como si fuera una cosa, yo me quiero, ¿te enteras? Tengo dignidad y te has creído que conmigo puedes jugar. No, lo siento, no es mi ego, no, es mi halo lo que protejo, me protejo de ti ¿sabes? De ahora en adelante voy a ser más fuerte que tú, porque mi vida es mía y no te la quiero ni prestar. Me dominaste en un tiempo que las defensas del amor las tenía bajas, ¿sabes? Estaba loca por ti, muy enamorada, lo mismo que cuando te besé la primera vez, toda yo era pura pasión, no veía más que tu amor y me quedé sin nada, yo no era yo, estaba tan loca que tus besos me absorbieron por completo. Aún los tengo grabados en la piel cuando me mordiste dentro de la garganta. Si, esos besos rebuscados y en cómplices de los míos, casi éramos una trenza de lo bien acoplados que estábamos aquél día que me hiciste tuya y tu mío, pero una trenza en rodete, ¿sabes? A veces me siento frustrada, es una sensación de soledad, quizás es así como te gusta hacerme sentir…Las calles me llaman y me atrapan en un revolucionario eco de pasión llenando mi cuerpo a besos…Los busco y los deseo con tal frenesí que salgo a ciegas hacia tus brazos…Antes me daba vergüenza decirlo y admitirlo, pero ahora pienso echar todas mis alas a volar para atraparlos al viento…Palpítame el alma, palpítame el corazón, que no quiero yo quedarme en la vida sin tu amor…Palpítame, palpítame por Dios…