Estaba caminando cuando oí unos pasos detrás, ¡lo sabía! Llevaba tantos días llamándote con el corazón que tarde o temprano tenía que aparecer...Era imposible no dejarse ver o quizás era yo la que desaparecí de tu lado…Ya te lo dije aquél día, ¿te acuerdas? No, no me acuerdo…Míralo, ya se está haciendo el interesante, es muy engreído y orgulloso, no quiere demostrar que está loco por pillarme por su cuenta y desbaratarme los sentidos…Mentiroso, eres un mentiroso y te acuerdas muy bien… Sonríe con esa mueca burlona que tanto me atrae, pero no le río la gracia porque no me creo nada de él y le dejo bien clarito en toda su cara que…Si tú no tienes interés en verme, menos yo en ti, y me fui tan campante…pues…Tengo dignidad y eso de ir tras un hombre no está hecho para mí, y no es que sea orgullosa, que también, para qué nos vamos a engañar, pero es que…Me precio mucho y lo sabes, claro que por otro lado a ti te ocurre lo mismo, que el orgullo es lo que te mata y por eso…Me dejaste marchar para demostrarme que pasas de mí, te conozco, ¡vaya que te conozco! ¿Te enteras? Y por eso sigo tranquila, porque sé que tarde o temprano volverás…pues…Hay un grito de tu garganta en el aire que me persigue por ahí, y yo que soy ladrona de frases la he atrapado para decirte que te quiero con todas las fuerzas de mi corazón…Lo he desarmado, pensé para mis adentros…Al momento empecé a tararear aquella canción que tantas veces oí a mi madre canturrear mientras trajinaba por la casa, no sé porqué…Deben ser cosas de los sentimientos que están latentes y activos al libre albedrío de los recuerdos que tenemos guardados en lo más recóndito del alma, y según sentimos en momentos determinados, resurgen al exterior como diciendo que tanto en el pasado como en el presente, el amor siempre es ganador sobre todas las cosas, y por eso esa letra tan apasionada de mi garganta brotó…En cuanto le vi yo me dije para mi es mi hombre…Solo vivo por él mientras quiera serme fiel ese hombre…No puedo pasar una noche sin pensar en mi hombre…Y le doy cuanto soy lo que tengo se lo doy a mi hombre…Y seguí caminando con un cosquilleo que me recorría por todo el cuerpo, ¡me encantaba sentir esa sensación tan rica y dulce que me llenaba de esplendor! Toda yo era pura dinamita aligerando el paso, parecía que tenía alas en los pies por los saltitos de emoción que sentía…pues…Eso de que me siga amando como cuando nos conocimos me enloquece y me arrebola de pasión, y por eso…Estuve repasando todos los gestos de su cara, la mirada de desconfianza que tenía cuando me vio sonreír…No paraba de recordar sus palabras, apenas audibles, y sus ojos, esos ojos de mirar fogoso se mostraban fríos y distantes, era como si no creyera que lo amaba, y es que…Todavía no se ha enterado que es el dueño de mi vida y hace conmigo lo que quiere, no sé ya ni cómo actuar para que me crea…Sé que eres desconfiado, aún no te has dado cuenta de lo débil que soy cuando me miras, cuando te acercas y me dices guapa, pero lo que más me llega al alma es cuando me dices dos veces seguidas…te quiero, me gusta oírtelo decir, ¿te enteras? ¿Sí…? Susurra muy bajito al oído dudando…Sí le contesto sonriendo…Me encanta que me quieras, que me ames y tenerte siempre pendiente de mí, eso me gusta mucho, ¿sabes? Ya, eres muy posesiva, te gusta llevar siempre el mando, que te busque, que tenga miedo a perderte, lo sé y si algún día no puedo estar contigo me gritas furiosa en el pecho…Me quedé sorprendida con sus palabras, no podía imaginar que me conociera tan bien…pues…Soy frágil y transparente, no puedo disimular los sentimientos, y menos cuando estoy enfadada y furiosa, se me nota enseguida en la cara, y es que mi estado de ánimo traspasa todas las fronteras emotivas y por mucho que quiera enmascararme, no puedo…Se reflejan través de mis ojos que son como puñales de acero cuando me ponen al límite, y tú eres un experto en soliviantar las iras de mis demonios…Abre los ojos sorprendido…Sí, sí, no te hagas el inocente, que…Dominas cada paso que doy, sin ti no soy más que una autómata perdida entre rejas, las rejas que encierra mis sentimientos…pues…Vivo sólo para ti…Mis noches y mis días te pertenecen y mi boca siempre hambrienta de la tuya, y tú que lo sabes te desnudas para que se quede prendida en tu piel como abeja en miel…Ven enseguida a mis brazos…Escucho su voz gritándome y corro…Corro aligerando el paso y lo veo a lo lejos…Está sentado esperándome y cuando me acerco me mira desconfiado…No se levanta, no me saluda y risueña le pregunto…¿Viniste a por mí? No, pasaba por aquí…¡Qué descarado y mentiroso es! No quiere demostrar que está loquito por mi querer…que está deseando besarme, abrazarme y tenerme bajo su mando…¡Madre mía, cómo me gusta éste hombre! Lo miro sonriendo y me lo llevo a mi terreno, y juntos nos perdemos por los senderos donde se aman los amantes…pues…Somos como carne de cañón, nos gusta el riesgo a tientos de pasión y estamos unidos por las voces del silencio y los gritos del amor…
viernes, 28 de junio de 2019
COMO CARNE DE CAÑÓN.- (MICRORRELATO)
Estaba caminando cuando oí unos pasos detrás, ¡lo sabía! Llevaba tantos días llamándote con el corazón que tarde o temprano tenía que aparecer...Era imposible no dejarse ver o quizás era yo la que desaparecí de tu lado…Ya te lo dije aquél día, ¿te acuerdas? No, no me acuerdo…Míralo, ya se está haciendo el interesante, es muy engreído y orgulloso, no quiere demostrar que está loco por pillarme por su cuenta y desbaratarme los sentidos…Mentiroso, eres un mentiroso y te acuerdas muy bien… Sonríe con esa mueca burlona que tanto me atrae, pero no le río la gracia porque no me creo nada de él y le dejo bien clarito en toda su cara que…Si tú no tienes interés en verme, menos yo en ti, y me fui tan campante…pues…Tengo dignidad y eso de ir tras un hombre no está hecho para mí, y no es que sea orgullosa, que también, para qué nos vamos a engañar, pero es que…Me precio mucho y lo sabes, claro que por otro lado a ti te ocurre lo mismo, que el orgullo es lo que te mata y por eso…Me dejaste marchar para demostrarme que pasas de mí, te conozco, ¡vaya que te conozco! ¿Te enteras? Y por eso sigo tranquila, porque sé que tarde o temprano volverás…pues…Hay un grito de tu garganta en el aire que me persigue por ahí, y yo que soy ladrona de frases la he atrapado para decirte que te quiero con todas las fuerzas de mi corazón…Lo he desarmado, pensé para mis adentros…Al momento empecé a tararear aquella canción que tantas veces oí a mi madre canturrear mientras trajinaba por la casa, no sé porqué…Deben ser cosas de los sentimientos que están latentes y activos al libre albedrío de los recuerdos que tenemos guardados en lo más recóndito del alma, y según sentimos en momentos determinados, resurgen al exterior como diciendo que tanto en el pasado como en el presente, el amor siempre es ganador sobre todas las cosas, y por eso esa letra tan apasionada de mi garganta brotó…En cuanto le vi yo me dije para mi es mi hombre…Solo vivo por él mientras quiera serme fiel ese hombre…No puedo pasar una noche sin pensar en mi hombre…Y le doy cuanto soy lo que tengo se lo doy a mi hombre…Y seguí caminando con un cosquilleo que me recorría por todo el cuerpo, ¡me encantaba sentir esa sensación tan rica y dulce que me llenaba de esplendor! Toda yo era pura dinamita aligerando el paso, parecía que tenía alas en los pies por los saltitos de emoción que sentía…pues…Eso de que me siga amando como cuando nos conocimos me enloquece y me arrebola de pasión, y por eso…Estuve repasando todos los gestos de su cara, la mirada de desconfianza que tenía cuando me vio sonreír…No paraba de recordar sus palabras, apenas audibles, y sus ojos, esos ojos de mirar fogoso se mostraban fríos y distantes, era como si no creyera que lo amaba, y es que…Todavía no se ha enterado que es el dueño de mi vida y hace conmigo lo que quiere, no sé ya ni cómo actuar para que me crea…Sé que eres desconfiado, aún no te has dado cuenta de lo débil que soy cuando me miras, cuando te acercas y me dices guapa, pero lo que más me llega al alma es cuando me dices dos veces seguidas…te quiero, me gusta oírtelo decir, ¿te enteras? ¿Sí…? Susurra muy bajito al oído dudando…Sí le contesto sonriendo…Me encanta que me quieras, que me ames y tenerte siempre pendiente de mí, eso me gusta mucho, ¿sabes? Ya, eres muy posesiva, te gusta llevar siempre el mando, que te busque, que tenga miedo a perderte, lo sé y si algún día no puedo estar contigo me gritas furiosa en el pecho…Me quedé sorprendida con sus palabras, no podía imaginar que me conociera tan bien…pues…Soy frágil y transparente, no puedo disimular los sentimientos, y menos cuando estoy enfadada y furiosa, se me nota enseguida en la cara, y es que mi estado de ánimo traspasa todas las fronteras emotivas y por mucho que quiera enmascararme, no puedo…Se reflejan través de mis ojos que son como puñales de acero cuando me ponen al límite, y tú eres un experto en soliviantar las iras de mis demonios…Abre los ojos sorprendido…Sí, sí, no te hagas el inocente, que…Dominas cada paso que doy, sin ti no soy más que una autómata perdida entre rejas, las rejas que encierra mis sentimientos…pues…Vivo sólo para ti…Mis noches y mis días te pertenecen y mi boca siempre hambrienta de la tuya, y tú que lo sabes te desnudas para que se quede prendida en tu piel como abeja en miel…Ven enseguida a mis brazos…Escucho su voz gritándome y corro…Corro aligerando el paso y lo veo a lo lejos…Está sentado esperándome y cuando me acerco me mira desconfiado…No se levanta, no me saluda y risueña le pregunto…¿Viniste a por mí? No, pasaba por aquí…¡Qué descarado y mentiroso es! No quiere demostrar que está loquito por mi querer…que está deseando besarme, abrazarme y tenerme bajo su mando…¡Madre mía, cómo me gusta éste hombre! Lo miro sonriendo y me lo llevo a mi terreno, y juntos nos perdemos por los senderos donde se aman los amantes…pues…Somos como carne de cañón, nos gusta el riesgo a tientos de pasión y estamos unidos por las voces del silencio y los gritos del amor…
lunes, 24 de junio de 2019
LO BUSCABA CON LA MIRADA.- (MICRORRELATO)
Me siento muy sola, estoy triste, apenas me hallo…hace tanto tiempo que te
buscaba y cuando te encontré me dejaste al poco tiempo abandonada…Lo conocí a
los veinticinco años, fue mi primer novio y el único hombre que he conocido…lo
quise mucho, aunque para ser sincera jamás sentí esa pasión tan grande como
para comérmelo a besos, no sé por qué…Creo que nunca he estado enamorada, claro
que treinta y cinco años casados y tres hijos por medio da mucho cariño,
sobretodo qué pensar…pues…Más de una vez estuve a punto de separarme, pero…No
tuve el valor nunca, los dos niños eran muy pequeñitos y me necesitaban mucho…Quizás
el instinto maternal pudo más que la mujer que tenía escondida en mi interior,
o…Mi marido no supo sacarla al exterior…Era muy religioso y católico…más bien frío
y calculador…Me cohibía mucho en la cama, apenas me expresaba en los sentimientos
sexuales cuando estábamos en plena función de teatro en vivo y en directo,
porque para mí, que me comportaba como una verdadera actriz, la mejor actriz
del mundo fingiendo un placer que no sentía quedándome siempre con ganas…muchas
ganas, pero…Me daba vergüenza decírselo por temor a que me achacara de eso…ya se
sabe…esa palabra tan fea que ni me atrevo a nombrar…El caso es que cuando menos
lo esperaba llegó la niña que me colmó de felicidad, así que pasaron los años y
seguía sin sentir ese deseo carnal, por lo que opté en buscarlo fuera de cobertura
caminando por la vida como una autómata más del calendario sexual…hasta que lo
conocí…Has sido y eres el único hombre de mi vida, pero sé que nunca me has
querido, sólo me utilizaste como moneda de cambio, pero…Como yo te amaba tanto
seguí tu juego con la libertad de mi alma sabiendo que me engañabas…Los dos
chicos se casaron…La chica se fue a vivir con su pareja, que por cierto era ya
la tercera y no tenía ni la menor idea de atarse de por vida a un mismo hombre…pues…No
quería ser como yo, una mujer a la que no le dieron la oportunidad de escoger
al hombre de su vida, si no los que los padres de ambos por intereses
comunes eligieron, y cuando al fin me auto conformé con la situación, me quedé
sola…Dios se lo llevó, y por eso…Empecé a salir para arriba y para abajo
haciendo lo que me da la gana con quien quería y cuando me lo pedía el cuerpo,
y por eso no te fías de mí…ni yo de ti a pesar de lo que te amo…pues…Si tú me
la pegabas con otra, lo mismo hacía yo por despecho y para que sintieras en tus
carnes lo que duele un engaño…He llorado a mi marido lo justo, no porque no lo
quisiera...No, no, para nada…Si no que nunca estuve tan enamorada como para
estar destrozada, ya que más que a una mujer, me trataba como si fuera su madre
o hermana, y era tanto el rechazo que sentía cada vez que hacíamos el amor, que
apenas mi cuerpo lo deseaba, de tal manera que siempre me quedaba con un vacío
en mi alma…Una mañana comprando en el supermercado lo conocí…Se quedó mirándome
de tal manera que me traspasó el alma…Algo surgió en mi interior, y aunque
sabía de antemano que no lo volvería a ver, a partir de ese día lo buscaba con
la mirada…Era un hombre normal y corriente, más o menos de mi edad, además ni
siquiera sabía si era casado o viudo, quizás estuviera separado…Una tarde lo vi
caminando frente a mí, ¡madre mía de mi vida! Emanaba fuego por los cuatro
costados…Empecé a temblar como una mocita, quería perderme entre la gente…Tenía
un no sé qué en su mirar que me embargaba de pasión, ¡qué cosas más raras
sentía! ¿Me estaré obsesionando con los hombres y el sexo? Se me pusieron los
pelos de puntas…Deseaba acostarme con él, se me llenó la cabeza de sentimientos
extraños…Me sonrió…le sonreí…Cruzamos la calle hacia una cafetería cerca y sin
darme cuenta me veo envuelta en una conversación como si lo conociera de toda
la vida…Tenía sesenta y un años, cinco más que yo…era viudo, como yo…vivía solo,
como yo y desde la primera vez que me conoció, me había buscado con la
mirada…como yo…Después de ese café le siguieron otros más, hasta que una noche
caímos uno en los brazos del otro con toda la pasión de los amante, y por eso…Decidí
salir de tu vida sin volver la vista atrás, pero tú no me dejas, y…Estás intentando
cautivarme de nuevo con tu mirada de fuego, y yo que te veo caminando desde
lejos no paro de reír para mis adentros...pues... Me encanta verte frente a mí
con los ojos recorriéndome el cuerpo, que con tal que te cruzas conmigo me
rozas la ropa llevándote mi sonrisa llenita de picardía, y tú que sabes bien de
qué va esa risa, se te escapan los suspiros del pecho y susurras bajito...te
comía a besos, te juro que te comía…y yo que estoy loquita por morderte el
cuello, te sigo con la vista y los atrapo al viento y te digo con gestos...muero
por ellos...
domingo, 16 de junio de 2019
COMO UNA CARICIA PARA LOS SENTIDOS.- (MICRORRELATO)
Sé que estás ahí, expectante, pendiente de un hilo…con la mente activa y en
ebullición, dándole vueltas a mi reacción, haciéndote mil preguntas del porqué,
el cómo y desde cuándo…lo sé, ¡vaya que lo sé! Pero…¿sabes qué te digo? ¿Qué,
qué? Me quedé dudando, observando cada gesto de su cara…era de lo más patético verlo
frente a mí con el temor y la duda prendida en su ceño…pues…Días antes era yo
la que le había seguido con la mirada, y él se giró a un lado para no mirarme
de frente y demostrarme que ya no le
importaba nada, y por eso…Sonriendo para mis adentros lo maldije diciendo…No
quieres caldo…toma dos tazas…Y seguí mi camino sin volver la vista atrás
tranquila y en paz, ¿quién me lo iba a decir a mí? Con lo indecisa y temerosa
que había sido hasta ahora, y fíjate lo valiente que me he vuelto…Debe ser de
tantos palos que me ha dado, pero ya no estaba dispuesta a reírle la gracia
como si fuera el amo de mi alma…pues…Era una persona muy variable, ¡un veleta!
Como decía mi madre, ahora te como a besos y luego una patada en el trasero,
¡vamos hombre! Que he tenido la paciencia del santísimo Job contigo, dándote
mil y una oportunidades para ver si aprendías a tratarme como un verdadero hombre,
no como un niñato de esos que lo único que hacen es tontear con las jovencitas
siendo un tío ya con las sienes plateadas y la cabeza llena de paparruchas,
¡jolines! Que para tener una aventurilla pasajera no te necesito, que cuando
una mujer quiere, las tiene a pares, ¿te enteras? Y no es porque sea una buscona
creída y vanidosa de cuidado…No, no, para nada, pero es que…Señores solitarios y
aburridos los hay a puñados…pues…Las separaciones están a la orden del día, no
sé qué les pasan a los hombres, y a las mujeres también, no vayas tú a creer
que ellas son las eternas sumisas y esclavas de seguir aguantando a algunos que
se las dan de santo…Muchos golpes de pecho y luego resulta que son los más
sinvergüenzas que hay en el mundo entero, que con tal que llevan conviviendo más
de la cuenta, desaparecen de la casa como por obra y milagro del espíritu
santo, o ellas, que de novios las tratan como a una princesita, y en el momento
que se casan cambian como de la noche a la mañana, teniéndolas de cocinera para
que le sirvan una buena mesa y poco más, y por eso…Estás haciendo todo lo
posible para que te arranque de mi corazón, y de mis pensamientos…pues…No te
conozco, cada día te siento más extraño, como si nunca te hubiera besado los
labios y eso me hace sentir mal, y no estoy dispuesta a seguir contigo haciéndome
de menos, pero… ¿Sabes que te digo? ¿Qué, qué? Que ya no tengo miedo de
perderte, me da igual, es como si me hubiera dado cuenta ahora de que no eres
tan importante para mí, para mi existencia natural de la vida cotidiana…pues…Me
levanto contenta y feliz… cada día salgo danzando por ahí como si hubiera
vuelto a nacer, ¡qué cosas más extrañas me pasan…! Apenas puedo comprenderlo y echando
la vista atrás, tu recuerdo ya no me duele, es más, parece como si fuera una
película en blanco y negro, ¡qué raro sentimiento…! Aún no entiendo qué pasó…Deben
ser esos mecanismos de defensas que tenemos los seres humanos que nos ayudan y
protegen de intrusos que nos abordan por los caminos de la vida, o quizás…Me
acomodé con las malas experiencias y de repente caí en la cuenta de que no
mereció la pena derramar tantas lágrimas por un hombre, que al fin y al cabo
nunca dio el paso de llevarme al altar, tan sólo…Me usaste como mujer de mil
caras nada más…pues…Mil caras utilicé cada vez que venías a verme, que según veía
tus ojos o tu sonrisa, esa era la que me ponía, sin olvidar nunca la máscara de
las llamas ardiendo, esa que tanto te gustaba y por eso… Me buscabas con lujuria
y deseo para arder juntos en los infiernos...claro que...me encantaba también,
¡vaya que sí! Que disfrutaba como una loca incendiaria…hasta ahora, porque…Me
siento libre, respiro aire fresco…es como si acabara de escapar de una selva llena
de obstáculos…Me desconozco, tengo la sensación como si nunca te hubiera
conocido, ¡Señor, Señor…qué alegría más grande para mi alma y mi corazón! Hay momentos
que siento renacer a un nuevo amanecer…como si el tiempo se hubiera detenido en
la juventud esa que tenía la cabeza llena de pájaros...pues…Los siento revolotear
alrededor de mis cabellos, y eso me gusta, ¿te enteras? Sí, sí, me gusta mucho…Es
algo así como una caricia para los sentidos…me recuerda la brisa del mar cuando
paseaba por el puerto bajo la luz de la luna, ¡cuánta belleza madre mía…! De repente siento mi alma palpitar y eso me hace sentir bella y hermosa, y cada
vez que tropiezo con la mirada de ese hombre enamorado, el corazón se me
desboca y siento alitas de mariposas danzar en mi pecho, es la misma danza de cuando
tenía la edad del pavo, sí, sí…pues…Hay un pálpito en el aire que se aferra a mis
carnes frescas, y me arrastra por pasadizos secretos para abrazarme y llenarme la
boca de besos esperándome por ahí…
miércoles, 12 de junio de 2019
FUISTE TAN SÓLO UNA QUIMERA.- (MICRORRELATO)
Estaba harta, cansada de sus desplantes y fue después de una noche en vela
llorando como una magdalena, cuando caí en la cuenta de que no podía seguir con
una relación tan tóxica…pues…Tarde o temprano me iba a pasar factura, y es que éstos
hombres que se creen que la tienen a una atada y segura bajo el yugo de su
mando, al final se fían y terminan por perderlas…No estaba dispuesta a dejarme
querer de esa manera tan cómoda y grata para él y aburrida para mí…pues…Me sentía
como si fuera un mueble más del piso, haciéndome pensar lo peor, ya que era bien
parecido, pero muy mujeriego. No se le escapaba ni una cuando las veía pasar, y…No
es que fuera celosa, que lo soy, ¿para qué nos vamos a engañar? Pero que
delante de mí se quedara con la boca abierta y los ojos saliéndosele de las órbitas
haciéndome de menos…No, no y no…Una tiene dignidad y si ya no le atraía…alitas
para sus pies…pues…Estoy llena de sentimientos, ilusiones y esperanzas, y cada
día que despierto me siento con ganas de amar y ser amada, así que si ya no
sientes por mí nada, cada uno en su casa y Dios en la de todas como decía mi
santa madre, ¡Ay si levantara la cabeza…! ¡Menuda era…! El caso es que hacía
tiempo que lo notaba distraído…como si ya no sintiera deseo por mí, y eso era
lo peor que me podía pasar…Una lucecita prendió en mi cabeza haciéndome ver la
realidad de su ser, y por eso…Desayuné tranquila y relajada, escenificando en
mi mente toda la trayectoria desde que lo conocí hasta ahora, así que nada más
verlo me planté frente a él con los brazos en jarras y con voz firme y segura
le espeté…¡Oye tú! ¿Quién yo? ¡Sí, sí tú! Se quedó mirándome expectante…Te voy
a decir una cosa y no la pienso repetir más, ¿te enteras? Ni se inmutó o así me
lo pareció a mí, pero no sé porqué, intuía que sabía de qué iba el tema…pues…Tonto
no era y por el tono de mi voz se daba cuenta que algo gordo le iba a decir…Si
tú te has creído que voy a estar todo el santo día encerrada en casa esperando
tu llamada, estás muy equivocado, ¡pero que muy equivocado! Se quedó impávido,
no se lo esperaba, me conocía lo suficientemente como darse cuenta de que estaba
ya de vuelta, además…Empecé a quererme más que a nadie, sobre todo a él, y no
estaba dispuesta a seguir como hasta ahora, que parecía que le estaba pidiendo
limosna, ¡por Dios! Pero, ¿éste que se había creído? Que yo iba a morir de amor
por él, ¡venga ya hombre tú y tus niñerías! Que una tiene sus límites y
orgullo, y se acabó eso de ir tras de ti como si fuera una pordiosera mendigando
una mirada, un beso, unas palabras de amor, ¡que no, que se acabó y de ahora en
adelante te vas a enterar tú de quién soy yo! Me di la vuelta con energías y
garbo dándole con toda la melena en la cara para que se diera cuenta de que tenía
elegancia y valentía, la que nunca tuve por temor a perderlo…pues…Lo amaba más
que a mi vida, y tan sólo pensar que me dejara, moría…Es verdad, qué tonta era…no
sé porqué temía tanto su abandono cuando era más joven y bonita…Debe ser que
por entonces no era dueña de mis sentimientos y me sentía dominada por su
querer, ya ves, qué inocente, cuando precisamente la juventud y la lozanía era
lo que más dominio da a las personas, sobre todo a las mujeres coquetas y
presumidas, pero se ve que cuanto más joven, más temerosa e insegura era, y
ahora que tengo una edad bastante madura me siento fuerte y aguerrida, vamos
que…Me da igual que me quieras o no, porque lo que verdaderamente necesito es
que me ame con pasión y con la libertad del alma…pues…Así es como te quiero yo,
con alegría, deseo y pasión, ¿te enteras? Y no que estás jugando conmigo al
gato y al ratón, como si estuvieras echándome un pulso de a ver quién aguanta
más, ¡madre mía de mi vida…! ¡Qué equivocado estás! No pienso mover ni un ápice
por volverte a ver y pienso seguir el ritmo de mi vida como si no te hubiera
conocido nunca, porque amores de hombres a mí no me falta, claro que no vayas a
pensar que voy como una ladrona buscando por ahí… No, no, para nada…que yo valgo
mi peso en oro, y pienso darle gusto al cuerpo, ¿te enteras? Y no me voy a cerrar
en banda, ¿sabes? Y aunque te cierre las puertas, voy a abrir todas las
ventanas para que se aireen las habitaciones y mi alma…pues…No quisiera yo
dejarme abatir por la tristeza y la nostalgia al recordar tus besos y abrazos
como si los estuviera guardando como oro en paño, y como dicen las malas
lenguas…Caminito de plata para tus pies, que una ya tiene algunas canas y la piel
rasgada…pues…Fuiste tan sólo una quimera de ensueño que con sutiles palabras te
inventé, y por eso…Buscaré la manera para encontrar la forma que me haga
olvidarme de tu ser, y...Le estoy dando luz y aliento a ese hombre que tengo en
el pensamiento para que llene de alegría mis ojos, mi alma y mi
cuerpo…pues…Dicen las malas lenguas que un clavo saca otro y verdad debe ser
cuando finalmente te encontré…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)