Un hombre de edad madura se levantó emocionado
contando lo a gusto que se encontraba en una Página que había descubierto y
cuyo nexo de unión, era que todos eran paisanos. Que antes de ahora se había
sentido muy solo, que había enviudado hacía muy poco y que gracias a esa
Página, empezó a renacer de nuevo, ya que era un lugar de encuentro, y que a
través de su nostalgia invadían La
Página de recuerdos, todos llenos de amor hacia la madre
tierra que los vio nacer. En ese momento las lágrimas acudieron a los rostros
de los más sentimentales, haciendo comentarios de esto y de aquello, siempre
con el mayor respeto y la alegría de saberse una gran familia virtual alrededor
de la mesa camilla. De nuevo el silencio se adueñó del gran Teatro Apolo. Tan
sólo se oía el sonido acompasado de las teclas seguido de alguna exclamación
sin importancia, hasta que de nuevo, un espectador levantó la mano para decir
que había varias personas chateando y poniendo verde a una Página reciente que
habían creado unos deportistas y que estaba creando mucha polémica. Por lo
visto había una señora muy enteradilla que se las daba de lista y los demás
contactos no la podían soportar acusándola de sensacionalista, y que le gustaba
mucho el protagonismo. En una palabra la tacharon de follonista, lianta y
provocadora. Que sus comentarios no tenían nada que ver con la temática del
grupo y que lo único que pretendía era darse a conocer como escritora. En ese
momento hubo tal revuelo en la sala que no se sabía ni de donde venía la cosa.
El caso es que hubo un chivatazo diciendo que dicha señora iba disfrazada de
Gallina Caponata, otros de cotorra y hasta hubo alguien que dijo de papagayo, y
se había colado en el teatro sin pagar y que se estaba pasando por quien no
era. Alguien desde el fondo gritó.- Acaban de decir que el personaje lleva
muchas plumas.- Los espectadores se miraron entre si, cuando cayeron en la
cuenta de que la única persona parecida al plumero era la presentadora. De
repente apareció en medio del teatro la mujer emplumada. Parecía un pájaro a
punto de echarse a volar, la cual se presentó de ésta manera.- Señoras y
señores, me llamo Pluma, y si, soy yo la que se ha colado aquí para proclamar a
los cuatro vientos que yo nací para escribir, para enamorar el sentido de la
mente y el alma espiritual de los quejidos del lector.- Una gran risotada se
dejó oír hacia el final del teatro, cuando una anciana con cara de no haber
roto nunca un plato, se levantó y lo mandó callar con un bolsazo que le dio en
la mitad de la cresta dejándolo semiinconsciente por unos minutos y cuando
quiso reaccionar, le arreó un sonoro bofetón en el rostro que lo tumbó en el
suelo inmediatamente haciendo eco en toda la sala, por lo que las risas se
multiplicaron dando paso a las carcajadas. Silbatos, chiflidos y palabras
malsonantes salieron de bocas masculinas y femeninas mandando callar a todo el
mundo, por lo cual la señora Pluma siguió con su perorata.- Lo se, si, yo nací
para ti amigo mío, para apaciguar el secreto de las palabras, esas palabras que
nacen en el corazón y salen bailoteando al ritmo de sus latidos.- En ese
momento no pudo seguir hablando porque de todos los rincones del teatro
empezaron a sonar carcajadas tan exageradas que los gritos, pataleos y hasta
golpes de los asientos no dejaban a la señora Pluma hablar, así que se puso a
gritar a toda potencia.- Si, estoy
segura de que nací para ello porque amo las palabras y ellas me buscan, y si no
me encuentran me esperan hasta que se colocan en mi cabeza, pasan por mi alma y
salen volando sin alas… Continuará
No hay comentarios:
Publicar un comentario