sábado, 17 de mayo de 2014

EL FORO A DEBATE.- (Primer Acto)




Cuando el Teatro Apolo cerró sus puertas, muchos se volvieron con el gesto fruncido. Desde que salió la noticia por Internet, los internautas no dejaron de chatear, ya que esta obra iba a dar mucho que hablar. Por lo visto era un debate que le daba un buen repaso a toda clase de comentaristas, y un buen revolcón a los administradores de las páginas, poniendo de vuelta y media a todos los Foros, ya sea del mundo deportivo, como de juegos entre amigos, cineastas o grupos de recreo. Al igual que a toda esa buena gente de un mismo pueblo, que en sus añoranzas y recuerdos compartieron los mismos juegos y colegios, dejando sus huellas en la misma tierra, calles y tabernas. Una serie de cosas que cuando se chatean por medio del Facebook, los llenan de placer y alegría haciéndoles la rutina diaria más llevadera, acercándolos en la lejanía de la distancia, en una palabra, como si estuvieran todos juntos alrededor de la mesa camilla. Así que sin más preámbulos, que empiece el juego, ja, ja, ja….El aforo estaba al completo y el silencio se debatía entre toses y suspiros. De repente se apagaron las luces y unas manos gigantescas abrieron el telón con la fuerza de un ciclón. Se oyeron varios ¡OooH! Exclamatorios de admiración. En escena, una silueta femenina misteriosa aparecía arrodillada. Muy lentamente se irguió con una máscara en la cara que le tapaba los ojos, tan sólo se le marcaba una boca exagerada pintada de rojo chillón. Llevaba un vestido completamente pegado al cuerpo, tanto que parecía una segunda piel. Al momento empezó a caminar por medio del escenario con pasos lentos y sinuosos, como pidiendo guerra ahora y enseguida, de tal manera, que en las butacas del fondo se dejó caer un murmullo susurrante, seguido de un largo chiflillo con la letrilla de.- ¡Tía buena!- Silencio.- Gritó la mujer a todo pulmón, imponiéndose ante todos enérgicamente, con fuerza, orden y mandato. Ni una voz en toda la sala.- Y alzando sus manos hacia los de arriba, las plumas de sus mangas empezaron a desplegarse de sus brazos como si de un momento a otro quisiera echarse a volar. Unas risillas bailotearon entre medio de la sala como el aleteo de una mosca, tan suave, que apenas se percibió. Rápidamente se dirigió a todos con la mirada justo enfrente de cada uno, como si solamente existieran ellos dos en ese momento. Era tal la fuerza de su mirada, que hasta traspasaban los sesos y el alma…Quería transmitir en su voz la dinámica del debate. Que comprendieran el significado de todo el alegato a debatir. Una tamborilada de aporreamiento rápido y ligero empezó a retumbar entre bastidores, debatiéndose entre la penumbra cuando, la mujer alzando la voz se presentó como la señora Pluma. Al momento varios focos de luces se encendieron a la vez. Detrás de ella aparecieron los demás personajes sentados en cómodos butacones, con una especie de mesita frente a ellos para poder manejar el portátil. Cada uno vestía según su perfil y la idea que representaba. De esta manera todos los espectadores podían ver mejor desde su asiento, además del grupo al que pertenecían y la idea. Estaban colocados en forma de un gran arco para poderse entre ellos debatirse, como si no hubiera ningún espectador, de tal manera que pudieran dejarse oír, mientras sus dedos pulsaban las teclas, pues cada vez que uno opinaba, automáticamente empezaban a recibir comentarios y más comentarios... Continuará...




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