domingo, 3 de febrero de 2013

PARA MI HERMANA AFRICA.-



Ese cuñado que tenía,
Que ni verme quería,
Ni siquiera en fotografía,
Ahora me abraza y me llora,
Me cuenta sus penas,
Y se ríe conmigo.
Me llama para que vea a sus hijos,
¡Mis sobrinos!
Los hijos de mi hermana…
¡La hermana que más he querido!
Y hoy mi cuñado me ha dicho,
Abrazándome delante de su hijo,
Que soy igual que ella,
Y que cuando me siento en su silla,
Tomando café en su terraza,
Le da mucha alegría.
Y esas palabras,
Mi querida hermana,
Me han llenado los ojos de lágrimas…




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