lunes, 18 de mayo de 2020

EN AQUÉL TE QUIERO INCIERTO.- (MICRORRELATO)



Me vienes al recuerdo y sonrío…no sé porqué, pero…Te pienso, no paro de pensar en ti en los momentos tan apasionados que hemos pasado, y por eso…Sonrío al cielo…será porque aún no te he olvidado del todo, y mira que me gustaría, ¡eh! No vayas a creer que no, que quisiera enterrar el pasado y vivir el presente como cualquier mujer, y no que está una siempre en el limbo, prendida de un hombre que jamás será para mí…pues…Era de otra…su cuerpo de otra, sus besos de otra, hasta…Que una mañana de invierno, su mirada y la mía se cruzaron en un segundo de rubor…Quizás Cupido lanzó la flecha justo en el momento que nuestros ojos quedaron clavados en ella, y ya no pasaba un solo día que por azar o porque me espiaba, coincidía conmigo a la misma hora y en el mismo lugar…A partir de entonces, cada vez que lo veía, mi corazón latía a la velocidad del trueno, y aunque sabía que nunca podríamos vivir juntos, sus pensamientos me pertenecían…pues…Era la dueña de sus sentimientos que alentaban a los míos a latir al mismo ritmo de su corazón hambriento…hambriento de mis besos, mis caricias y mi vida loca…hasta de mis cabellos que se enredaron entre sus dedos una mañana de invierno…Aquella fría mañana que lo atraje hacia mi boca y me lo comí a besos…y él que estaba loquito por rozar mi cuerpo se dejó besar como si estuviera sediento de mis labios…y de mi sexo, y por eso…Me fui una tarde a caminar sola, estaba decaída y necesitaba sentir en mis cabellos el aire fresco, y no éste aire viciado que me contaminaba hasta los pensamientos…¡Ay mi niño, mi niño…! Te dije al oído cuando te besé…Apenas veía a la gente que en tromba caminaban como si no pasara nada, y los más jóvenes charlaban en voz alta riendo a carcajadas…era como si le estuvieran echando un pulso al virus…Quizás fuera la mejor opción ya que la mente es prodigiosa, como prodigiosos fueron sus besos lentos, que allá donde iba me perseguían como ave de rapiña haciéndome dudar de mi verdadera personalidad…pues…No sabía quién era yo en aquellos momentos de mi vida, si una buscona que lo incitaba a seguirme el rastro, o fue aquél beso que sacó del interior a la mujer de los mil encuentros, a escondidas y sin retroceso, que…Me excitaba tan sólo verlo envolviéndome en sus deseos, y por eso…Como un alma errante vago por las canas de sus pensamientos como si estuviera instalada en ellos…mis pasos siguen las huellas del olor de su cuerpo haciéndome suspirar de pasión y anhelo…Una pasión imposible de compartir, sobretodo en éste encierro en el cual estamos inmersos de manera que traspasa los límites de la realidad…pues…Ya no tengo vida propia, si no una serie inacabada de aventuras rocambolescas donde se juntan el hambre con las ansias de comer, porque…Comerte a besos quisiera hasta hartarme de tu cuerpo…Te quiero…me dijiste, ¿te acuerdas? Parecías un niño…Entonces te sonreí pensando que te burlaba de mí, sin darme cuenta que era una verdadera profecía, y…En éstos momentos que apenas te veo, más te siento en mis adentros, y aunque estamos separados por la alarma social, parece como si estuvieras recostado junto a mí, ¡vaya que sí! Hasta noto un leve cosquilleo alrededor de mi cuello por el roce de tus labios, y por eso…Estoy buscando una excusa para alejarme de ti, pero…Tu mente cavila por los hilos de mis cabellos…y yo que la siento clavada en mi pecho…sonrío al cielo  buscándote en los besos que se quedaron prendidos en aquél te quiero incierto…

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