viernes, 13 de junio de 2014

TE QUIERO.- (MICRORRELATO)




Te quiero… ¡vaya que te quiero! Te quiero con hambre y con sed… te quiero con toda la plenitud de la madurez… te quiero ver aparecer entre las tinieblas de mi ser… te quiero cada día antes del amanecer y mucho antes después… te quiero abrazar por dentro, agarrarme a tu cuello y caminar por el desierto, si , ese que aparece cada día en nuestra ciudadanía compartida, esa en la que habla la gente que no entiende de estos amores fuertes, corrompidos y sin soluciones… sólo los pecados saben cómo resolverse entre mordiscos y lengüetazos…esos son los que quiero entre mis abrazos retorcidos a trompicones y desvergonzados… Ahí no hay pudores, ni inhibiciones… ahí todo es auténtico y natural… siguiendo el acompasado ritmo del desesperado momento, si, si, ja, ja, ja… sexo invertido del frenético acoplamiento… Te quiero como hembra a hombre, como animales sueltos a la bravía del indecoroso momento, ritual del mítico escándalo… Te quiero porque muero por tus besos, si esos que dicen por ahí que son como uvas con queso, ¡mentira podrida! para  mí es como comer cerezas, si cerezas rojas, esas tan hermosas y frescas que como lentamente para que me dure el sabor dulce en la boca, ¡qué ricas están! ¡Me encanta mirarlas y llevármelas a la boca rozando mis labios! Una a una con toda la agonía del deseo urgente, parece que te estoy acariciando el cuerpo con cada mordisco de mis labios perversos… ¡madre mía cómo te quiero…! Te quiero hasta la muerte y después de eso, aún seguiré queriendo tener tus brazos rodeándome la cintura… ¡cómo me gusta! Me encanta sentir tus labios acariciando mi cuello y susurrándome en el oído… te quiero, te quiero, te quiero, te necesito corazón mío, te deseo… eres la mujer de mi vida, si me dejas no me quedará nada, sin ti no tengo nada amor mío… y… por eso te quiero más todavía… Recuerdo cada trazo de piel en mis dedos apasionados… te quiero como agua al fuego, ¡vaya! será que todavía estoy ardiendo desde aquél dichoso encuentro… te quiero entre la gente, a escondidas y en rincones de muerte, si, allí donde nos encontramos siempre, ja, ja, ja… en la madurez del anhelo, no como cuando una adolescente temerosa de que la vea la gente, sus padres, hermanos, los cotillas de siempre, no, yo te quiero de frente y en caliente, como la buena gente, la sana y la decente pero llena de pecados inconfesables ante el temor de lo exquisito e inalcanzable para éstos y los de antes… yo te quiero con todas las miserias del sexo, si, esa que no avergüenza al cotidiano y al moderno… Te quiero a pesar de los demonios que cada uno llevamos dentro… te quiero ver siempre bajo el yugo de mi mando, con egoísmo y hasta reclamo… Eres monopolio de mi cuerpo y de mi ego… te quiero para mí, exclusivamente para mi cuerpo loco y serrano y si en algún momento tu quisieras ir por otro lado, te juro por mi vida que te encierro entre la prosa narrativa de mis apasionados versos…versos escritos con la pluma viperina de mis sentimientos… ardientes y frescos… 

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