miércoles, 18 de junio de 2014

EL LIMBO.- (SINOPSIS DE A TRAVÉS DE TI)



¡Hola amigos! Me llamo Trinidad y estoy… bueno, no, ya no estoy aquí, si no allí, al otro lado de la vida o la muerte o ¡qué sé yo! Creo que estoy en ese lapso de tiempo en que una no sabe ni cómo, ni porqué, aún tengo algo de aliento... Me encuentro en un laberinto transitorio del destiempo, donde cada ánima camina por donde la lleva su último aliento tropezándose unas con otras, enredando a todo espíritu, mientras mis suspiros van retrocediendo y reviviendo aquellos momentos tan alocados de mi juventud… Ahora y en el ya inmediato, o sea, actualmente, por que no sé dónde estoy, ni si soy o no soy, si existo o no, pero sé que vago, creo que lo mismo que en la vida se prepara uno para trabajar, ganar dinero y vivir cómodamente, ¿por qué a nadie se le ha ocurrido preparar a la gente a morir mejor? Sería fabuloso tener un buen morir, porque lo que más temo es tener un mal morir, por eso se me ha ocurrido que mientras tanto, entre que me voy o me quedo, he decidido contar mi historia y aunque estoy segura de que no tiene nada de particular, me viene de maravilla, ya que me entretiene y me olvido de este lugar tan estrafalario, je, je... Me gustaría pedir perdón a todos los que antes desprecié... Era tan superficial que medía a las personas por lo que tenían, ya ve, qué tontería, aquí está todo el mundo como su madre lo trajo al mundo, ¡vamos en pelota picada...! Además, estoy rodeada de vulgares, por que a quién le gusta ver al que está al lado con la boca abierta y roncando, sin contar las ventosidades que se les escapan a más de uno sin querer... Es un sitio tan extravagantemente espectacular, que los espíritus errantes se desmadran totalmente, ya que muchas veces se creen que están en el Circo del Sol viendo saltar a los acróbatas voladores, y otros piensan que están comprando en las Galerías La Fayette de París... Hay un desconcierto tan grande, que hasta yo misma me las veo y las deseo para poder discernir, y cuando consigo visualizar bien, trato de explicarles que no alboroten tanto, y que se tranquilicen. Que no tengan ningún temor, y ya para rematar, les digo que lo único que pasa es que ahora están en EL OTRO BARRIO, y tarde o temprano tendrán que adaptarse. Bueno, eso lo digo por que me siento todavía con fuerzas para seguir aquí, por que algunos llegan que no hay ni por donde cogerlos. Lo peor es cuando llaman a los familiares para identificarlos, que los pobres no paran de gritar que sí, que son ellos, y la madre o el padre diciendo al mismo tiempo que no lo puede reconocer con seguridad… Igual que me ocurre a mí que me desdoblo en este vagar errático y mi aliento se dispara meciéndose en un vaivén tridimensional…En éste lugar tan estrambótico, los lamentos, los ronquidos y los gemidos, se mezclan unos con otros, y yo ya no sé ni quién soy, ni por dónde vago, pues hay tantos alientos que están en la misma situación que yo, que me confundo en la manera de expresar mis sentimientos, ya que me educaron a la antigua usanza, o sea, sin perder la compostura, y claro, aquí llegan toda clase de indigentes de edades y épocas diferente, y no es lo mismo el argot popular de los que nacieron el siglo pasado que el de los jóvenes de ahora. Los espíritus errantes no tienen miramiento con nada ni con nadie y vagan por ultratumba como perico por su casa. El caso es que hoy hay aquí una afluencia de heridos enorme. Las ambulancias no paran de salir y más llegan. Parece ser que ha habido un accidente de tráfico, y entre los graves y los muertos, las quejas se entremezclan con mi aliento y a veces hasta me enredo entre ellos, interpolándose tal cantidad de tacos, que averigua quién lo suelta. Por lo que se masculla, se deja entrever que ha habido un tiroteo entre la policía y unos ladrones que estaban atracando un banco, y en la huída dos coches colisionaron. En fin, estos son los rumores que me llegan desde el otro lado, y por eso de vez en cuando suelto una palabra o frase malsonante, y me da una rabia que te cagas, ¿lo ves? Ya se ha cruzado algún aliento actual, por que jamás se me hubiera ocurrido. No comprendo como aquí, que es un sitio de lo más remoto y primitivo, que ya antes de la prehistoria existía, se dé este tipo de vocabulario. Debe ser, que no paran de llegar espectros de todos los tiempos… No os podéis imaginar el revuelo que se forma entre los que entran y los que salen, sobre todo por éstos últimos, ya que no están conforme con haber llegado antes de tiempo y se lían a gritar y a forcejear tanto, que al final salen vivitos y coleando, de tal manera que empujan y pisotean a otros, que, cansados de la vida, los perturban y sacan de sus dulces sueños, y los pobres lo único que quieren es que les dejen dormir en paz... También tropiezo con muchísimas ánimas benditas que no están de acuerdo con haber llegado hasta aquí, y tengo que animarlos y aplacarlos, sobre todo cuando se cruzan con los comatosos, pues éstos últimos están ahí impávidos, con los párpados cerrados, pero con rapidísimos movimientos de los ojos de un lado para otro, como si estuvieran asistiendo a un partido de tenis. Parecen que están pendientes de la puerta de salida y de entrada para salir pitando. Por cierto, el otro día vi a la madre de mi padre y tenía el semblante tranquilo y sereno. Se ve que estaba deseando llegar. Era muy viejita y seguro que estaba cansada de vivir. Tenía casi cien años, ¡Virgen Santa! Unos tantos y otros tan pocos… Ahora que estoy más allí que aquí, o como se dice normalmente, ahora que estoy con un pié en EL OTRO BARRIO, soy feliz, sobre todo por que ya no tengo miedo de nada. Estoy muy tranquila y nada perturba mi alma. Mis sentimientos están en una infinita calma que no sé expresar bien, pero sé que me gustaría pedir perdón a todos mis seres queridos si en algún momento les hice daño o a algunas amigas. Eso es lo único que me estremece en el estado que estoy, por eso pienso que aún me queda un poco de aliento, y fíjate si tiene que tener fuerza que algunas veces me lleva hacia atrás, y otras hace como si se adelantara en el deambular del tránsito… A veces creo que estoy en un gran salón de baile, donde casi todo el mundo está tranquilo y como esperando que alguien los saque a bailar o algo parecido. Yo tengo la sensación de estar pululando de flor en flor, igual que una mariposa, medio inconsciente, pero al mismo tiempo me encuentro muy relajada. Además, parece que estoy viendo una película. Si, la película de mi vida, por que algunas escenas parecen como si ya las hubiera vivido… Si, si, me son muy familiares… Por favor, tú, mi querida hermana, cuenta más o menos cómo era yo cuando estaba presente para que me comprendan un poco. Estoy segura de que sabrás hacerlo muy bien, ya que no me ha dado tiempo a mí. No te puedes imaginar la rabia que tengo de no poder hacerlo yo, claro que como realmente no sé en qué lugar estoy, tendrás que apañártelas tu solita, pero no te preocupes, que entre las dos saldremos airosa de ésta, tan sólo tendrás que escuchar a la llamada de tu corazón…




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