jueves, 17 de agosto de 2017

PRESO DE MIS INFIELES DESEOS.- (MICRORRELATO)



 Esta seguridad de saber que te amo y me amas…Esa manera de vivir tranquila y sosegada, al acomodo de ir dejando los días pasar sin verte y no sentir el más mínimo interés en salir corriendo a buscarte como hacía antes…ni temor a perderte creyéndote mío en cuerpo y alma, es lo que hace que la indiferencia se instale en mi interior…Y tú poseído de mí, de que jamás te podría ser infiel, sigues tu camino sin volver la vista atrás ignorando de lo que soy capaz de hacer, con tal de que me vuelvas a mirar con celos, con furia y con ganas de más… Y por eso me entrego a los brazos y besos de otros hombres que no sean los tuyos para echarte de menos, aunque sean de contrabando…pues… Prefiero estar siempre latiendo y en vilo por ti, sabiendo que te quiero y te amo, que permanecer inánime e impávida teniéndolo todo controlado como una estatua, fiel y sumisa… Y tú que me conoces tanto, sigues caminando tras de cualquier mujer que te venga bien, por gusto o por placer para demostrarme que no eres ni mi esclavo ni mi rehén…Éste tira y afloja que existe entre tú y yo, como si ninguno de los dos sintiera el más mínimo deseo de volver a tener una cita loca de pasión…pasando de todo…inferencia total es lo que me hace dudar…¿Que será eso tan fuerte que tienes, que al final vuelvo a necesitar siempre de tus besos y abrazos a pesar de haberte sido infiel más de una vez? ¿Qué misteriosa fuerza es la que me arrastra por los senderos de tu infierno, sabiéndote traicionado por los miserables sentimientos que se instalan en mi cerebro cada vez que te tengo amarrado a mi cuerpo? ¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí tú…Que sepa que me tienes harta y que ya no pienso volver contigo, ¿te enteras? Ya está bien de jugar al gato y al ratón conmigo como si fuera una furcia…que una tiene orgullo…bueno no, orgullo no, dignidad, así que ya te estás yendo por dónde has venido…¡Míralo! Ahí estás de nuevo, esperándome…no lo puedes remediar, me ves y te quedas mirándome de arriba abajo descaradamente, como diciendo... Te voy a comer entera... Te voy a coger por mi cuenta y te vas a enterar tú de lo que es un hombre de verdad…Es una forma extraña de amor, no la puedo entender…Es algo que me enreda la mente y me roba el corazón…Me gusta cuando me miras con los ojos llenos de fuego…cuando me abrazas y me besas con esa pasión que me desatan las carnes y se me alteran los pensamientos, y me quema cada poro del cuerpo como si estuviera ardiendo…lo mismito que una gata salvaje, se me erizan los cabellos y me arrancas los suspiros del pecho con el recorrido de tu lengua a lo largo de mis piernas que gritan con la urgencia del celo…hasta cuando duermo, que nada más cerrar los ojos se me enturbia el alma y me enloquecen los sentimientos con tu mirada de deseo... Deseo vivo y en activo siempre, siempre…Desde el primer momento que te pillé desprevenido y me colgué de tu cuello como una adolescente, que no sé todavía si me embrujaste o echaste algún brebaje en el café cuando no te miré…pues…Tenías hambre de mí porque lo intuí nada más verte llegar, que me miraste sonriendo como si fueras un niño travieso, con esos dos hoyuelos en la cara que me excitaron de tal manera que me enamoraste las maneras, haciéndome perder la compostura, poniéndome nerviosa perdida…Apenas podía hablar de tanto como me mirabas que hasta las piernas me temblaban…tan sólo quería besarte la boca como si estuviera toda loca, loca…Desde entonces no he dejado de pensar en ti las veinticuatro horas del día como si me hubieras hechizado, sepa Dios por qué te pienso tanto…Todo el tiempo en mi cabeza metido como un delincuente instándome a correr aventuras como si fuera una fugitiva, una ladronzuela de poca monta…Me estás provocando a llamarte desde la lejanía de tu voz incandescente…pues… La siento en mi mente quemándome la sienes, exigiéndome otra cita en el bar aquél donde mis maneras perdí arrinconándote allí, en la última mesa…a oscuras, alejados de la mirada de la gente…debe ser que me impulsaste a ello con la fuerza del veneno que nos atrapó desde lo más profundo de los infiernos…y nos envolvieron entre sus llamaradas de fuego… pues…Nadie mejor que tú para hacerme sentir viva todavía en armonía con las locuras de mis citas…mis encierros, mis desvelos…Tú, siempre tú…preso de mis infieles deseos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario