jueves, 29 de junio de 2017

DONDE LE DI TODOS MIS BESOS. - (MICRORRELATO)




Una historia se acaba empieza otra, no sé si será mejor o peor, pero contigo acabé por tu traición…Llegaste a mi vida como un torrente de pasión, quitándome todos los miedos…me has devuelto la confianza que había perdido cuando más la necesitaba…has llenado mi alma de ilusiones, de sueños…esos que se habían quedado rezagados tras la esperanza olvidada…y por eso me encuentro sonriendo y cantándole a la vida…¡mira que eres guapa! Yo creía que el mundo se había acabado el día que mi madre murió en mis brazos mirándome, mientras la mecía cantándole una nana llenita de lágrimas…Luego le cerré los ojos y le di más de mil besos en la cara y me tragué su aliento…Al otro te vi pasar sin decirme nada, ni siquiera me dirigiste la mirada como solías hacer... ni un hola, ni un adiós...sólo una indiferencia solapada…No sé si me quisiste alguna vez, si sentiste un poco de amor, no lo sé, pero rebobinando atrás nuestra historia, si es que la hubo, no sabría definir qué era ese sentimiento que se entrometió entre tú y yo…El caso es que no sería amor, ya que lo único que nos unía era una especie de locura pasional instantánea y fugaz…Eso era lo que me transmitían tus ansiedades y yo como te quería tanto y temía perderte, me dejaba hacer lo que deseabas en ese momento, convirtiéndolo en una verdadera adicción del uno por el otro…A veces me sentía como un despojo cuando me quedaba en la intimidad de mis soledades abrumada de temores…Las dudas me acechaban de tal manera, que siempre me decía que ya no cedería más a tus antojos, pero estaba tan enamorada…Ahora me doy cuenta de mi error…Estaba enganchada, atada a tu cuerpo como esas latas que arrastran por las calles los perros corriendo tras los coches de los novios…Ese sentimiento al que llaman amor tan sólo era una mera adicción de ti hacia mí, y la realidad es que recurrías por purita necesidad para saciar tu apetito carnal…pero…¿sabes que te digo? Que yo te amaba de verdad, ¿te enteras? Por eso voy caminando tan tranquila y fresca...pues...Es más feliz quien ama que el amado, y yo era la mujer más feliz del mundo cada vez que te besaba, te abrazaba y me entregaba a ti, en cambio tú, sepa Dios cómo te encuentras en la soledad de tus pensamientos, porque para eso hay que sentir mucho amor y tú no tienes corazón…En tu alma no hay nada más que un vacío que te traspasa la mirada…Tú no sabes querer, nunca me has querido de verdad… nunca. Incluso una vez me dijiste que me fuera contigo al fin del mundo, y yo me lo creí, ¡vaya que me lo creí! Hasta hice la maleta y cuando me viste aparecer con ella a cuesta, te echaste a reír como un energúmeno diciéndome que todo había sido una broma…Agaché la cabeza con los ojos lacrimosos y me di la vuelta…Quizás por lástima o por quedarte conforme, me paraste y me hiciste ver que era una prueba de amor, querías que te demostrara hasta donde sería capaz de hacer por ti…Y eso es lo que te ha perdido…Te has tirado tanto tiempo poniéndome entre la espada y la pared, que al final tuve el valor de decidir por mí misma y elegir lo mejor para mí, porque últimamente me sentía desequilibrada emocionalmente…pues…Ponías demasiadas trabas para seguir conmigo en armonía. Eso de estar acomodado a una relación bella y bonita te inquietaba. Te fastidiaba enormemente la seguridad de la lealtad y fidelidad de los amantes…Era como una lucha entre tu ego y mis sentimientos. Lo único que has tenido en mente desde el primer día que me conociste, era someterme a tu voluntad, como si fuera una perra fiel a la que sacabas a pasear cuando te lo pedía el cuerpo, porque corazón conmigo jamás lo has tenido…Te gustaba tenerme latente y pendiente, en vilo, temerosa a perderte... Siempre tratabas de darme celos tonteando con otra mujer…Hasta que lo conseguiste…Infundiste tantas dudas y tantos miedos en mi alma que empecé a sufrir alucinaciones, dándole vida a escenas que sólo existían en mi mente…Era como si un ente extraño se hubiera apoderado de mi ser haciéndome sentir verdaderas escenas de pánico…El dolor de los celos me atormentaban de tal manera, que cada vez que lo veía sonreír a cualquier mujer que se cruzara en su camino, pensaba que estaba liada con él, y por las noches apenas podía dormir… Hasta que me di cuenta de todas sus tretas y artimañas para tenerme esclavizada al capricho de la verdadera naturaleza de su ser…Y por eso…Te haces la víctima, como si yo te hubiera engañado o haberte hecho daño, y te muestras orgulloso y altivo cuando pasas por mi lado…Quieres demostrar una indiferencia desmedida y por dentro estás que muerde…Te reconcome la envidia al verme tan alegre y segura, pisando fuerte y rompiendo moldes…¿qué te creías? Que me ibas a achicar, ¿verdad? Para nada, que aquí donde me ves soy una mujer de la cabeza a los pies, fuerte y soberana en todo lo que siente mi cuerpo y mi alma…De repente me di cuenta de que hablaba sola con un aliento que me perseguía en sueños… pues…Por las mañana amanecía rota y maltrecha…Retrocediendo en el tiempo, me veo de nuevo junto al lecho de mi madre, escuchando sus últimas palabras…Hay que ver hijita, me casé en contra de mi familia, me cargué de hijos, y todo ¿para qué? Para nada, tanto luchar para nada…En ese momento no me di cuenta de la intensidad de sus palabras, lo único que pensaba era en abrazarla, estar a su lado cogidas de las manos, y cuando cerró sus ojos, antes de salir de la habitación, me acerque a ella y le dije…Mamá dame tu aliento...y me lo tragué…A partir de entonces fue cuando empezó mi agonía, sintiendo cómo cada día, su alma se adentraba en la mía, fundiéndose sus celos entre los recovecos de mis sentimientos…Los celos que siempre había tenido, insuflaron en mi mente imágenes que ella había creado, haciéndose la dueña de mis sueños…Estaba metida en una letanía de frases embarradas de sucesos que nunca sucedieron…Una ráfaga de viento me hizo volver a mi tiempo actual, y como paloma mensajera, fui volando a los lugares a recoger su recuerdo, allí donde le di todos mis besos y mis abrazos…Esos momentos locos de arrebatos donde nos fundimos en el fuego de la pasión…Tenía que atraparlos para dejarlos plasmados en mi pecho, arrancando de cuajo aquellos celos que me insuflaron su último aliento…Y por eso hoy me encuentro sonriendo y cantándole a la vida con la prosa narrativa de tus manos junto a las mías…




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