Esa sonrisa cómplice de tu boca y la mía cuando se cruzan
nuestra mirada es la culpable de todas mis aventuras, y por eso me preguntó al
pasar por mi lado… ¿Me has esperado esta mañana? Y le contesté con la picardía
que me delataba de gata brava… ¿Fuiste a mi encuentro? Y se quedó mirando cómo
me alejaba con la ironía pintada en la cara… Maldito destino que se hizo dueño
de tus besos y los míos, y ahora no puedo pasar sin ellos ni de su sino, y al
matarile rile ron, que en su pecho me encerró dejándome de por vida metida en
su jergón, y cada vez que intento escapar,
me dice…Tú no te vas de mí hasta que lo decida el corazón…Me quedé sin habla
con la certeza de que jamás volvería a disfrutar de libertad…pues…Cada vez que
salgo lo siento en las huellas de mis pasos…Me paraliza los sentimientos, las
palabras y los gestos…No quiere dejarme salir de su pecho, me quiere toda para
él, y por eso…Sale a mi encuentro, me amarra a su abrazo y me besa con alevosía
y premeditación, y yo que me quedé en las películas en blanco y negro de los
años veinte, me entrego a sus besos con la dejadez de mi cuerpo, y cuando se
agotan los suspiros de tan arduo encuentro, se aleja bufando como las fieras dejándome
con todas las marcas de su sonrisa bien puesta, y yo sumisa y abnegada, sonrío
para mis adentros sabiendo que es hábil cazador y yo su incauta presa…pues…Me
apasiona el afán que tiene por no dejarse vencer y recurre a cualquier estrategia
para recuperar mi amor…Me encantó su abrazo, ¡vaya que sí! pero más me gustó
ese beso traicionero que me arranco del pecho decir…Te quiero, te quiero y te
quiero...Y por eso estoy divagando, enfadada conmigo misma al ver la facilidad que
tiene para arrastrarme a su diván, y mira que opuse resistencia, pero no, no
puedo con él, es imposible…Nunca se da por vencido, nunca…jamás tirará la
toalla…Es fuerte como un roble, está aferrado a mí como lapa a roca…pues…No hay
forma ni manera de arrancarlo de mí…No sé qué hacer, si quererlo o dejarlo de
querer, pero…No deja que lo olvide, no lo permite aunque se lo explique con
todos los argumentos posibles, hasta se los fundamento basándolos en una
realidad patente y legal…Se tapa los oídos, no quiere escucharme…Sólo sabe que
me quiere y no hay nada más que hacer, y yo que lo veo sufrir, me dejo querer
con la esencia de su ser…Es bueno, atento, leal con sus sentimientos…Me mima
mucho…acaricia cada tramo de mi piel…besa mis labios suavemente…luego me los
muerde y saborea el paladar de mi boca…me oprime el pecho y me exprime los
suspiros confundiéndolos con los suyos…y nos batimos como en un cóctel molotov…luego
aspira el olor de mis cabellos y los besa…después se separa un poco de mí y me
enlaza por la cintura y me absorbe los sentimientos…me mira el rostro fijamente
y roza las marcas de mi rostro con las yemas de los dedos…se los lleva a los
labios y cierra los ojos para sentirlas entre besos…no le importan mis
arrugas…ni las hebras blancas de mis cabellos…hasta los peinas con sus manos y
me dice que le encanta…todo de mí le encanta…¡Qué bonita y qué guapa…! Me dice
con la mirada chispeante, con las manos y con la sonrisa de la cara…Sé que es
verdad, sé que me quiere…no es falsedad, es el amor que me tiene, y por eso sabía
que estarías esperándome…pues…Hoy te vi cuando regresaba a casa…tú estabas
hablando con unos amigos, y cuando me viste cruzar la carretera, los dejaste
para abrazarme por las caderas... ¡Déjame por favor! No podemos seguir de esta
manera…No, no…te quiero y no puedo vivir sin ti…te quiero mi amor, espera, no
te vayas, quédate conmigo…lo resolveremos…Dame un poquito de tiempo para
resolver nuestra situación, me dijo… ¿Qué voy a hacer contigo? Respondí entre
susurros de pasión…y seguí mi camino pensando…Esa sonrisa cómplice de tu boca y
la mía, será la culpable de tu desdicha y la mía…
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