martes, 30 de enero de 2018

PERDIDA ENTRE TINIEBLAS.- (MICRORRELATO)



Dicen las malas lenguas que la rutina mata el matrimonio, y eso es lo que pasó en el mío, que después de los quinces primeros años de casada me ignoraba…y no me decía nada…ni te quiero guapa, ni había pasión en sus palabras y menos entre sábanas…Yo quería casarme antes de los veinticinco y me casé, ¡vaya que sí! Que lo más que temía era quedarme soltera y para vestir santos…Tonta de mí, que el primero que pasó por la puerta le pidió la mano a mis padres, y allá que me veo en lo alto del altar vestidita de blanco y con un anillo de oro reluciendo en el anular…Al cabo del año nació mi primer hijo, luego el segundo y el tercero  poco después sin buscarlo y por casualidad. El caso es que en menos de siete años me veo todo el santo día metida entre pañales, biberones, fregando platos y haciendo comidas…Ya lo decía mi madre que en paz descanse que un hijo no es ninguno, dos es uno y tres carga es, ¡vaya que sí! Que no se equivocaba, que no paraba desde que me levantaba hasta que me acostaba, además ninguno llegó con un pan bajo el brazo…No, no, para nada que estuvimos los dos trabajando para sacarlos adelante, él encargado en unos grandes almacenes, y yo de modista, que en mis horas libres me dedicaba a arreglos y algunos vestidos que les hacía a las vecinas. Gracias a Dios que en mi época estudiantil tenía clase de labores en el instituto, y luego como no quise seguir estudiando, me dediqué a holgazanear esperando que me saliera un novio para que me mantuviera el resto de la vida, ¡qué equivocada estaba madre mía! Entonces eran así las cosas, la manera de pensar de las jovencitas de mi generación, y de las madres, que lo primero que me compraron fue una máquina de coser, la batería de cocina y el ajuar…El caso es que entre criar niños y costura se me pasaron los mejores años de mi juventud…Y por eso estoy aquí…Deshojando una margarita, la misma que de jovencita iba arrancando hojitas con todas mis amigas repitiendo…Sí, no…Sí, no…Triste y ojerosa amanezco cada día, apesadumbrada perdida, rota mi alma hecha pedazos…Es tanto lo que te necesito que se me rompe el llanto a quebrantos…apenas me quedan lágrimas que derramar, tan sólo estas preguntas sueltas al azar…Dime, ¿qué pasa contigo? ¿Qué piensas hacer? No me dices nada...Me acostumbraste a verte todos los días, a sentir tus manos en mi cintura, que me dabas unos besos tan apasionados y arrebatadores que me dejabas sin respiración…Tenías unas ansias por tenerme estrechamente apretada contra tu cuerpo, que me embriagabas de ardor…Tus suspiros junto a los míos sonaban como una balada de pasión, acompasados y entrecortados con la cadencia de tus caderas meciéndose en la candela de mi voz…Éramos amantes, sólo amantes…Te cruzaste en mi camino observándome de arriba abajo y me hiciste sonrojar rescatando de mi alma aquella jovencita que una vez fui…Y ahora ya ves, con la edad que tengo necesito verte todos los días como cuando era adolescente, que ansiaba estar con mi chico a escondidas de la gente, en lugares oscuros y solitarios para besarnos…como si eso fuera algo malo…Era lo único que teníamos…Más o menos como tú y yo en estos momentos de nuestra vida, que a pesar de los años siento como antaño…pues…Has despertado en mí unos sentimientos tan fuertes e intensos que si no te veo muero de amor y deseo…y me abruma el desaliento…Necesito abrazarte fuerte, sentirte en mi pecho, saber que eres mío, que me amas, y que me quieres...No me tengas en el olvido, quiéreme con ardor, mírame a los ojos y bésame con pasión…Cuéntame tus penas y dudas, no me aísle por favor, ni me des de lado, mira que con tal que pasan días sin saber de ti se me llena la cabeza de oscuridad y no veo más allá que mentiras y maldad…Me duelen los pesares de mis recelos, que los tengo embargados de amargura por la lejanía de tu distancia a la mía…Quisiera ser sabia para adivinar tus pensamientos... ¿Qué es lo que pasa por tu mente que me inquieta y me desgarra? No me habla, no me dice nada…pero…Algo ocurre en tu interior que lo oigo en mi corazón...Sé que me tienes en el olvido, que no quieres saber de mí, lo sé, vayas a pensar que no lo sé, ¡fíjate si te conozco bien! Tantos años compartiendo penas y alegrías da para muchos pensamientos, y los nuestros están siempre juntos, llenos de dudas, de celos y sentimientos…pues…Es como una fuerza desgarradora que nos hace cómplices a todas horas llenando nuestra mente de deseo a gritos y en silencio…Sé cuando me busca, me piensas y me deseas, también cuando no me quieres ver, como ahora, que te evades para que no pueda encontrarte, pero, ¿sabes que te digo? Que no me importa, que me da igual y que ya no sufro como antes…pues…Al final he comprendido que esto es lo que hay, lo único que tenemos…no hay más... Pero cuando te veo, ¡Dios mío cuando te veo! El corazón se me sale del pecho y empieza a trotar como un potrillo desbocado, y eso es porque te quiero y te amo de lejos y cercano, vengas o no vengas... Y es que somos amantes, sólo amantes, y esto es lo único que tenemos…Besos y abrazos a oscuras y a escondidas, siempre a escondidas y bajo el acecho de la sospecha…Dime que me quieres, tírame un beso, pon tus manos en tu pecho y cerquita del corazón, así sabré que aún me amas lo mismo que yo…porque…Si tú supieras lo que siento por ti, si tú supieras que muero de ganas por verte venir, si tú supieras lo que te echo de menos, vendrías corriendo como un rayo para aplacar éste sufrimiento, que tengo una angustia tan grande en el pecho que ando perdida entre tinieblas muerta de miedo…y navegando sola por la oscuridad…


 

miércoles, 24 de enero de 2018

AL RITMO DE LA PASIÓN.- (MICRORRELATO)



Fuiste el ángel del infierno que llenaste mi piel de fuego y desde entonces no te he olvidado, que me acariciaste con tus ojos la desnudez de mi cuerpo…Adicta a tus besos soy, que no pasa un solo día que no tenga sed de ellos, y ahora fíjate cómo estoy…Sola y esperando una nueva cita, verte aparecer para abrazarte y besarte otra vez…Te necesito y te deseo. Nunca me cansaré de estar contigo, de pasear juntos agarrados de las manos, lo mismo que hacíamos antes cuando éramos jóvenes…Debe ser que por mi mente no hayan pasado los años desde que nos casamos, o que no haya madurado… Y yo me pregunto, ¿para qué sirve la madurez? Dímelo tú que siempre me tachas de infantil, de niña mimada y mal criada…No, no, para nada, que lo único que te pido es que me sigas mirando como antes…como cuando nos conocimos, que me rondabas por todas partes, buscándome a todas horas, celoso perdido si no me veías un día, locamente enamorado y enganchado a mí como si fueras mi sombra…Eso es lo que me enamoró de ti, tu tenaz persistencia, tu incansable espera, tu paciencia para conquistarme…tu ansiedad de mí…De tocarme, de besarme y de hacerme tuya…hasta que caí rendida a ti… Necesito que me digas piropos bonitos, que me digas te quiero, no una sola vez, sino dos y tres… y me beses con pasión, ¿te enteras? Y no que ahora me rozas la cara cuando sales y cuando entras como si fuera el nieto a su abuela…y verdad que bonitos son…pero ni eres mi nieto ni yo soy tu abuela… Que soy tu esposa ante Dios y amante en la tierra…Tu hembra…y así necesito que me ames…Yo no quiero besitos en la cara como se los doy a mis amigos, que quiero besos en la boca lentos y con lengua…mordisquitos en el cuello y recorras mi cuerpo con las manos ardientes y me digas al oído…Estás para comerte…Eso es lo que quiero…pues…A veces me siento como una zarrapastrosa mendigando limosna…Revoloteando como una mariposa a tu alrededor, desprendiendo aromas de pasión…y…Tú ni me miras, ni me dices palabras apasionadas de amor…Dime, ¿qué pasó en tu mente? ¿Qué cambió tu forma de ser? Ya no eres el mismo de ayer…Y tú ni me escuchas ni me prestas atención…No te enojes conmigo, acéptame cual soy…pues…Sigo siendo aquella jovencita que conociste, la misma que enamoraste con tus ojos, la forma de mirar mi cuerpo, ¡que me comías con la mirada! Mis andares, mis ademanes, mis bailes, mis cantares alegres, mi sonrisa risueña, mi coquetería, mi femineidad…Entonces me decías cosas bonitas, esas que tanto me gustaban oír de ti mientras me acercabas a tu pecho, me abrazabas los hombros aspirándome el aliento…y jugueteabas con mis cabellos…y luego, ¡ay madre mía luego…! La de besos que me dabas en la boca, largos y lentos… y en el cuello… que me lo dejabas llenitos de moratones y de deseos…Y ahora ni moratones, ni deseo…o al menos eso es lo que parece…Dices que me quieres, que no hace falta que me lo digas, y lo sé, ¡vaya que lo sé! Pero, ¿sabes qué te digo? Que necesito oírtelo decir por lo menos una vez al día…Me dices que es tu forma de ser, que ya son muchos años juntos y que no necesitas tanto tenérmelo que repetir…Que eres poco cariñoso, que es tu carácter, que no eres adulador y un poco vergonzoso, tímido tal vez…y que ya te debería conocer…Y lo sé, ¡vaya que sí! El tiempo ya me advirtió que algo así habría de pasar…pero…¿Sabes que te digo? Que no me conformo, que me rebelo…pues…Todavía necesito oír decir...Te quiero…un suspiro al oído, y que me mires con deseo…Que me bese el cuello mientras guiso, acaricie mis cabellos de improviso y me queme los sentidos con palabras ardientes y sin compromiso…Y tú sólo me dices…Me conoces, lo sabes, no soy de palabras cariñosas, nunca lo he sido, ya somos mayores, no necesitas más, siempre estoy contigo, no te falta de nada…Y yo que no me conformo con tus pobres artificios, te repito hasta el infinito…Antes bien que lo eras, que no parabas de decirme te quiero a todas horas, guapa y preciosa y que me comías toda, enterita toda… Sabes que me encanta que me lo digas, además no parabas de acariciarme todo lo que tus manos alcanzaba…Se ríe, no me da importancia, piensa que son niñerías mías, que soy una coqueta y que si me dice tantas cosas bonitas me las voy a creer…Y yo melosa perdida me acerco a él, me siento a horcajadas sobre sus rodillas, le miro la cara, le sonrío a los ojos y le vuelvo a repetir hasta la saciedad…pero…Me gusta oírlo, que me lo recuerdes, vaya a ser que se me olvide y te deje de querer…pues…Mi corazón sigue latiendo al ritmo de la pasión…y…Hay alguien por ahí que me está queriendo seducir…Me busca por los caminos, me mira bonito, me escucha embelesado y me trae flores sonriente y enamorado…

domingo, 21 de enero de 2018

AHUYENTASTE TODOS MIS CELOS.- (MICRORRELATO)



Era como una distancia enfriada, tanta realidad acomodada nos fue alejando cada día más...Quizás fueran síntomas de la propia edad la que nos impulso a decir adiós a esa locura desmedida, como era el seguir luchando contra nosotros mismos en una odisea de pasión, donde no hay ni víctima ni verdugo, sólo el afán de la debilidad y las flaquezas humanas, unos sentimientos condenados a vivir juntos en la cercanía de la distancia intercalada…Todos los fines de semanas nos íbamos en su ranchera por ahí, en busca de aire fresco…A veces dormíamos bajo las estrellas, testigos de nuestros besos y abrazos, amaneciendo con los rayos del sol despertándonos los ojos…Era de lo más hermoso y apasionante, sobre todo cuando retozábamos como chiquillos en cualquier arroyuelo que nos regalaba el camino lleno de aventuras inesperadas…pues…Nunca planeábamos nada, siempre a la merced de las circunstancias que nos deparaba el devenir diario, tan sólo nos dejábamos llevar por la ocasión y la complicidad latente de los pensamientos…pero…Desde hace una temporada, las escapadas son más distanciadas, y eso despierta mis celos y me hace enojar de una manera insoportable y mortal, que allá donde voy lo busco con los ojos inyectados en sangre, sulfurosa perdida, enrabietada, con la ira palpitando alrededor de mi cabeza…Y me pierdo por los caminos, por las callejuelas sin salida y las grandes avenidas para ver si consigo sorprenderlo con alguna tía…pues…Me está haciendo dudar de su lealtad y no sé ya ni por dónde tirar, ni qué hacer ni qué pensar…Hay un dicho popular que siempre se lo oía decir a mi madre…Piensas mal y acertarás…y…Tengo miedo, mucho miedo de éste pesar que oprime mi pecho se haga realidad…Y por eso decidí salir de ese bucle demencial, y me puse a bailar en medio de la discoteca como una más del lugar…Era alto, guapo y bien formado, de esos que hacen suspirar a las quinceañeras…menos a mí… Por lo menos en éstos momentos de mi vida, que por muy esculpidos y chulescos sean sus andares pasando por mi lado, apenas los veo…pues… Estoy en otros sentimientos, donde sólo me dejo atrapar por una mirada candente, una sonrisa burlona y los gestos de la boca, que sin palabras me come toda enterita toda…Eso es lo que a mí me vuelve loca…y me enamora…Era al que apodaban el guaperas, ese que gustaba estar siempre rodeado de mujeres hermosas y bellas…Y a ese lancé mis dardos aunque…Era el típico ligón de los años setenta, que rasando los cincuenta, aún se cree un treintañero bailongo de las discotecas, rey de las pistas aquellas donde un juego de luces tricolor, opacas y al trasluz, se podía ver entre sombras interpuestas cómo movía las caderas al estilo de John Travolta…Le encantaba ser el centro de atención de damas y damiselas, lagartonas todas ellas, que deseosas como él, están a la expectativa de pasar una noche loca de puro sexo compartido con ese o aquél…o… Quizás sólo desean bailar una salsa, un ballenato o un reggaetón como cualquier mujer de la estación…Y por eso estoy aquí echándole un pulso por ver quién se lleva el gato al agua, como se suele decir en el argot popular…Dame una cita a ciegas, esa en la que imagino llena de emociones y aventuras locas…Te enamoraras de mí…No preguntes, calla…No digas nada, solamente déjate llevar por las mareas de mi cuerpo…Besa mis caderas, recorre mi piel con tu boca…deslízate por mi vientre…Abandónate al vaivén de las olas que brotan del fondo del océano oscuro, donde algas marinas atraparan tus suspiros…y te enlazaré el cuello con un nudo marinero con las piernas de mis deseos… y ya verás que pronto te seduciré con mis palabras…Ese fue el mensaje que dejé caer en la red…Se la envié al hombre que seguía tras los muros de mi cristal…pues…Estaba acariciando mis ternuras, mis emociones y mis sentimientos con el paladar de sus besos…Besos en la cercanía de las poesías apasionadas y en la distancia alejada del territorio nacional de un mapa imaginario, donde te encontré en medio de una lucha interior cuando las dudas y los celos hicieron su aparición…Era un hombre correcto y educado, más joven que yo por lo que pude entrever a través de su piel en una foto que colgó, y me seguía desde la primera vez que me leyó…Eso pensé, que le gustaba leerme, ¡tonta de mí! Jamás aprenderé que aquí, en estas redes sociales, lo único que buscan estos tipos bucaneros, es sexo fácil y barato…En una palabra, quería enredarme y llevarme bajo su almohada para colgar otro trofeo alrededor de su ventana. Poster enormes de chicas expuestas, lindas y guapas, ¡madre mía! Era un atleta en enamorar a las mujeres como un auténtico campeón en el arte de la seducción…Son tus besos de mi boca los que más quiero…Escuché tras de mí al momento…Mi corazón empezó a latir desorbitadamente, no quería volverme, tampoco quería despertar, tan sólo deseaba estar contigo mi amor, y corrí… Corrí en tu busca, que nada más verme me seguiste, me diste la mano y me llevaste por los barracos…Te arrimaste por la espalda con los brazos cruzados a mi pecho…toda yo estaba echada sobre ti sintiendo la cercanía de tu cuerpo que palpitaba al ritmo de los deseos…apenas podía respirar con la ansiedad de darte un beso…me giré hacia tu cara y te besé la boca con los suspiros de mis adentros…Tus labios acariciaban mi cuello mientras tus manos se perdían alrededor de mis cabellos…mil suspiros escaparon al cielo cuando me dijiste te quiero… y al momento se apagaron los fuegos…y… ahuyentaste mis celos…

sábado, 13 de enero de 2018

CON LA COQUETERÍA DE MI MIRADA.- (MICRORRELATO)



Sé que andas tras mis pasos, allá donde la tierra fue testigo de nuestros abrazos, que seguiste mi rastro como un galgo a buscar las huellas mías pensando que ya no te quería…Quizás algo te hizo titubear aquél día cuando te arrastré por los barrancos para robarte los besos amados, que te los arranqué a trompicones y reptando…pues…Como una ladronzuela te asalté bordeando tu cuerpo de arriba abajo, dejándote maniatado contra la pared de aquel antro…y tú que lo estabas deseando te dejaste hacer como si fuera la primera vez…Y por eso de esta inquietud mía sabiéndote paciente observador, que sin pronunciar palabras algunas, las escucho dentro del corazón…No soy tuya, ni mía, ni de él, sólo del libre albedrío del momento que me traen y me llevan por los derroteros de los sentimientos…que…Fui infiel a tu boca, pero jamás me quité la ropa…pues…Nunca me desnudé para nadie que no fueras tú, ni mi alma siquiera, que eres el único hombre que conoce mi cuerpo por dentro y por fuera, ¡vaya que sí! Que a pesar de haber tenido el tiempo y la ocasión, no pude con esa traición, ¡te enteras! Y mira que intento apartarte de mi vida, de mi mente…de mi yo…hasta tuve una cita con un amigo para dejarte en el olvido y nada más que despedirme, ya estaba arrepentida de haberme besado con él, ¡fíjate qué cosas! Que lo besé con ahínco, poniendo toda la carnaza en el asador…y reaccionó a lo bestia, con ganas…vayas a creer que no, que se quedó todo enganchado a mí de una manera que…mejor lo dejo a tu imaginación…que me besó con unas ansias…el caso es que nos morreamos como si estuviéramos necesitados de pasión…no tengo remedio, ¿sabes? Ya no sé qué hacer para echarte de mí…pues…Lo nuestro no tiene cabida en la sociedad…Somos como dos barquitos a la deriva de las olas del mar, rumbo al horizonte donde no hay ni brújula ni capitán que gobierne éste timón, que es el corazón que nos maneja a su antojo en el interior del camarote como dos polizontes perdidos en alta mar… ¡Ay mi amor, cuánto dolor en éste encierro mental! Esclavizada estoy a amarte eternamente y lo que es peor aún…Tener tanta urgencia de ti como si fueras el talismán de mis poemas inacabados sorteando los obstáculos que me presentan las rimas y los pareados…Y es que tengo una ilusión de verte y de estar contigo…Y tú nada más verme te entran unas ansiedades de tocarme y besarme, sin parar de mirarme la boca, y yo que lo sé, me paseo delante de ti con todas las pasiones desbocadas, sinuosa y sutil, acercándome para que sientas el calor que emana mi piel abrasiva por el roce de tus ojos chispeantes, que observa cada movimiento de mis caderas persuasivas y exigentes…pues…Me encanta seducirte con los giros de mi cintura caprichosa y provocativa, decidida a rendirte como objeto puro de deseo sabiéndote enamorado de mí…Juegos, sólo son juegos eróticos, donde tú y yo derrochamos alarde de la dicha de nuestro sentir, al límite del furor, de que esta pasión loca y tentadora no se acabe nunca, y que nos acerca cada día más…y… Tras los muros de éste escenario lleno de ardides y preámbulos, me explayo en la narrativa prosaica de letras aladas, huidizas y aferradas al amor romántico y carnal…no sé…quizás…Ahora nos vendría bien una ducha y luego te invitaría a cenar…Me dijiste la última vez que nos hartamos de jugar al escondite…Y yo que todavía estaba al borde de la luna estrellada bajo las llamas de tu yunque al rojo vivo, sólo podía ver cómo te brillaban los ojos de placer…pues…Te encanta verme retorcerme, oír mis suspiros y sentirme toda poseída bajo la fuerza de tu abrazo yugular, donde me debato entre oleadas de espasmos y calambres del acero de tu rayo de fuego…que cuando quise volver a la realidad, y darme cuenta de que estaba bajando de las nubes, sólo veía la picardía de tu sonrisa y te contesté…Es lo más bonito que me has dicho nunca…¡Cómo me gustaste aquella vez! No sabía yo de ese romanticismo tuyo, y es que a pesar de toda esta eternidad que llevamos juntos cada vez me sorprende más…Debe ser por eso por lo que no acabo de cansarme de ti…pues… Descubro algo nuevo en los momentos más íntimos de nuestro avatar enamorándome los sentidos, llenando mi corazón de motivos para no dejar de quererte jamás…Y la mente… no vayas a creer que no tengo mil y una razones para seguirte bajo la piel de tu sino, donde me encuentro contigo, acoplada a tus amaneceres y anocheceres…Y en la soledad de mis atardeceres me dedico a escribir con la ansiedad de tus ojos cuando me dices…Te quiero…tengo unas ganas de cogerte…estás para comerte…Y a mí que me encanta la conquista de tus palabras, te sonrío con la coquetería de mi mirada…Y juntos navegamos sin rumbo, buscando un sitio recóndito y escondido donde tus besos y los míos se encuentran al final del camino…

jueves, 11 de enero de 2018

PALPITA MI ALMA EN TU PECHO.- (MICRORRELATO)



Ando perdida buscando mi vida, no sé cómo encontrarme estando tan viva…te llevaste mis besos del alma y del cuerpo y ya no tengo ni noche ni día que no te sienta rondando mi cuello…Busco en las huellas del tiempo pensando tan sólo en ese momento que, rendida y prendida quede de tu boca…Boca de fuego donde ardieron mis labios con pasión y sentimiento…y…Desesperadas mis letras, desesperada mi sien, desesperada mi agonía por tenerte de nuevo acariciando mi piel...donde...Late mi corazón cautivo para dar contigo, que quiero que me devuelvas los besos y abrazos míos…Me robaste las caricias de mi cuerpo en llamas, el descanso de mi mente airada y hasta la agonía de mis despertares…Solitaria perdida me hayo nadando entre dos mares de agua turbulentas con embestidas bestiales tras los pasos de sus andares…y…Te busco en las noches de mis sueños locos, la pasión de mis versos eróticos y en la fantasía de mi poesía maldita, donde tú y yo somos los protagonista de esta aventura de amores secretos y ocultos, como es el de una pareja de amantes que se desean de aquí a la eternidad, que no hay historia más bella y hermosa que la de un hombre y una mujer que se aman con la agonía a flor de piel siempre latiendo en el cuerpo y en el corazón…Yo no sabía de ti hasta que te vi aparecer como el amante de mis sueños juveniles, ¡vaya que sí! Ese estudiante alto y guapo al que todas las quinceañeras tienen peinando sus cabelleras…el que me arrancaba los suspiros del pecho, que nada más verlo me latía el corazón al revuelo, lo mismito que a mis compañeras del instituto, que nos asomábamos por las ventanas para verlos pasar…Mi príncipe encantado, mi caballero andante…Ese dibujo de hombre que ilustraba mis cuentos de hadas allá por los sesentas…Poderoso y audaz guerrero montado en su caballo con capa, escudo y espada de acero, ¡qué cosas por Dios! Siendo tan mayor, aún sigo pensando en aquellos cuentos como si no hubiera pasado el tiempo por mi mente y mi entrecejo…Debe ser que el reloj biológico que tenemos todas las personas al nacer no va acorde con el mental…pues…La edad biológica de mis emociones se pelea con los sentimientos de mi adolescencia, donde sin decisión propia me quedé prendida en ella, y aunque a veces me maldigo por ser tan frágil a la hora de actuar, me encuentro luchando a la contra de las fuerzas de la naturaleza de mi ser y a la deriva de las olas donde te encontré… Quizás sea el alma que late y late en un constante palpitar y una no es dueña de sí misma, sino de las circunstancias que la abordan y la aclaman siguiendo los latidos de los sentimientos que nacen de ella y su ansiedad…pues…Desconozco esta fuerza arrebatadora que me atrae hacia ti, estando siempre pensando en tener una aventura llena de placer permaneciendo en estado puro y ocasional…Y por eso te sigo amando como si fuera ayer, que te busco en los parajes de los meandros fluyendo siempre mi amor por ti como amante fiel en lo más profundo de mi interior…Yo pensaba que con los años el sentimiento del primer amor se iría apaciguando, quedándose en el olvido…Y fíjate en mí, que estoy como si el tiempo no hubiera pasado por mis cabellos…cabellos con hilaturas blancas…No, no, para nada que cada vez es más fuerte y más ansiedad tengo de ti, que cuando paso varios días sin verte, ya estoy dándole a la cabeza pensando esto y aquello…y casi todos los pensamientos llenos de dudas catastróficas…pues…Me aterra la idea de perderte y de pasar el resto de mi vida sin tus besos y caricias, y es que ha llegado el momento de decidir…contigo o sin ti…No me hagas elegir mi amor,  ni me pongas entre la espada y la pared…No me preguntes donde estoy cuando no me ves, ni qué hago a solas cuando me abraza su querer…No espíes mi vocabulario, no sigas mis pasos…pues…A veces necesito estar sola para encontrarme con los sentimientos dentro de mi espacio astral…No me instigues con la mirada, no me interrogues en tu silencio amargo, sólo déjate llevar por mis suspiros y aléjate de ver más allá de los ecos de la libertad…Bésame lento y despacio saboreando mis labios, abrázame calentito y háblame con las manos y no pienses más en sus abrazos…Mira que yo sólo tengo ojos para ti, besos para tu boca y gemidos para tu sentir…pues…Palpita mi alma en tu pecho con la armonía de mi existir…