domingo, 22 de diciembre de 2019

POR LOS HILOS DE LAS LETRAS.- (MICRORRELATO)


Con un toque de malicia y haciéndose el encontradizo, noté en su gesto aquél día cuando lo vi justo frente a mí...pues...Quería darme a entender que pasaba por allí por purita casualidad, ¡madre mía de mi vida! Como si una fuera tonta y no me diera cuenta de toda su estratagema...Se para, me paro, me mira, lo miro y se acerca a mí...Hace un comentario fugaz, me acerco a su boca para poderlo besar...Se retira al momento diciendo que...Entonces no podemos terminar de verdad... y yo que esperaba esa respuesta para liberarme de pesadumbres y tristezas embargadas...Le digo adiós y sigo adelante sin mirar atrás sabiendo que él hacía igual... Menos mal que al fin se ha ido tan contento pensando que me ha dado donde más duele, y lo que no sabe es que ahí quería yo llegar... pues...Eso de que piense que me ha dejado tirada es lo mejor que podría sentir en su corazón para así estar yo con la sensación de no causarle más sufrimiento y dolor, claro que...No se conformaba con decirme que estaba de acuerdo en que lo nuestro había llegado a su fin, si no, que quería demostrar que era él, el que había tomado esa decisión, y por eso me rechazó al acercarme a su boca, para que supiera que ya no me deseaba ni necesitaba, lo que no sabía era que no me dolía tanto y me venía bien, ya que tenía la sensación de haberle causado daño...pues...Mientras te quise, dejé de amarte en un sólo instante, y por eso me pregunto...¿Qué fuerza poderosa tendrán las letras que presurosas viene y van cuando más las necesitas? Acuden a la cabeza con los recuerdos de la memoria sin que las busquen...Siempre están dispuestas para acariciar esos sentimientos que adolecen el alma, llegando en el momento adecuado para calmar mis ansias de ambigüedad, que sin saber qué hacer, me dan la respuesta a un sinfín de preguntas inacabadas...Es como la divina providencia, que con infinita sabiduría, siempre me protege cuando me pierdo en un laberinto de pasión...pues...Son esas pasiones ocultas las que atenazan la garganta y oprimen el pecho entre devaneos y cambalaches de amores imprevisibles...¡Ay Dios mío de mi vida! ¿Qué sería de mí sin tu atenta mirada a los deslices sin sentido cuando me encuentro enamorada? Será por eso que las letras brotan de mi corazón en llanto cuando te amo con los brazos encadenados a tu cuerpo... ¡Maldito poder que ejerce sobre mi alma desbocada! Y tú ahí...siempre ahí apoderándote de mi boca loca y llenita de pecados, esos inconfesables que, a la par que endulzan mis carnes encharcadas, embriagan mis piernas, que a la deriva de las olas, se retuercen perdidas y halladas en un maremágnum de embates con mis manos enlazadas a tu cuello, y gritando palabras atropelladas, y tú mientras tanto...Meciéndote en mi vientre entregado a un baile confuso de placer…No será que no lo intenté, ¡madre mía de mi vida! Juro que lo intenté más de mil veces, pero jamás pude con el poder que ejercías sobre mi mente y mi piel...pues...Cada vez que intentaba abandonarte al pairo del bravo oleaje, siempre encontraba una duda inexplicable para volver a verte ante los senderos de la muerte, cuando a tus brazos me entregaba a la intemperie de rayos y truenos...frío viento y bajo un cielo negro mientras la lluvia nos envolvía en un abrazo interminable de pasión, donde ni tú ni yo éramos dueños de nuestro corazón, sólo el galope del amor nos dominaba...Que no se diga nunca, que jamás dejé de buscarte entre los revuelos de mis pensamientos, toda yo rodeada de ansias llenitas de fuego por tus besos...¡Pobre de mí! Siempre seré como un alma errante en busca de amores imposibles y caídos en desgracias por culpita de los sentimientos, esos que se enredan con los demonios de la carne...Carne corrompida por los carnavales del infierno, prohibida y mal vista por el sentido común, donde mil disculpas te hacen ser invulnerable a las tentaciones...¡Pobre de ti! Siempre serás un vagabundo en busca de un imposible sin que te comprenda nadie, sólo mis letras compungidas por ese beso maldito que se perdió entre ansias y deseos, donde no manda ni alma, ni espíritu, tan sólo el libre albedrío de los sentimientos dentro de un corazón desnudo y sin piel, donde las tentaciones están arde que arde contra todas las fuerzas de la naturaleza...Hasta ese don que pondera a la mujer y al hombre a vista del creador, las palabras escritas con letras libres y sueltas, se empoderan por un deseo maldito que se perdió entre los túneles del tiempo, donde el amor prohibido estaba escrito en mi cuerpo con la tinta de tus besos...No quiera Dios que por un beso, vuelva a meterme en ese laberinto donde no existan fuerzas que me insten a mirar atrás, y siga caminando como un espíritu errante por los hilos de las letras prohibidas y sin fecha de caducidad para volar y volar con las alas de la libertad...

lunes, 16 de diciembre de 2019

DE ANGUSTIAS Y CELOS.- (MICRORRELATO)


Mea culpa, mea culpa...Ante ti me postro de rodillas con el alma arrebatada de vergüenza y dolor...Quizás también de arrepentimiento, pero siento un vacío en mi cuerpo que no sé si hice mal o bien...Perdida me encuentro por esas avenidas donde la gente apenas me conocen, no saben nada de mí, tan sólo yo que sigo sin tener las ideas claras, y como un espíritu errante busco algo en lo más profundo de mis sentimientos que me haga ver con claridad las dudas que me empañan...pues...Esta forma tan extraña de querer que siento, me confunde y me hace pensar que soy egoísta y cruel...Mis ojos lloran de rabia y dolor, tengo la piel corrompida de tanto mal querer y sexo compartido con hombres que no amaba, sólo por puro gusto...Sentía verdadero pavor a volver a sufrir como la primera vez que me enamoré del chico más guapo de la pandilla, ese al que entregué los besos más dulces de mi inocente juventud, y que al mes de estar conmigo acaramelados los dos, me dejó por una compañera del instituto a la que odié con todas las fuerzas de mi ser, sintiendo dentro de mí tal rabia que llegué a desearle lo peor, y por eso...A partir de entonces cambié, y según pasaban los años, me volví una mujer fría y calculadora, sin escrúpulos, con el único fin de que jamás volvería a sufrir por un hombre, si no, todo lo contrario, yo sería la que tomaría la iniciativa de seguir con ellos o echarlos de mi vida...No sé por dónde empezar, un mar de dudas empaña mi mente alocándome la cabeza...A veces pienso que un ser inmundo se ha instalado en mi interior como si quisiera hacerse dueño de mi corazón... Un templo se alza ante de mí, las piernas me empujan a entrar...No hay casi nadie, apenas una señora o dos delante del altar rezando, como yo...Tengo la mente inerte, mis manos entrelazadas te están suplicando perdón por todas mis infidelidades...Señor nunca he sido fiel a mi pareja, que aunque no vivíamos juntos, ni tampoco lo amaba, sí que pasábamos largas temporadas en mi casa...Nada me justifica, sólo yo soy la única dueña de mis iras y la venganza programada, que desde mi más tierna juventud adquirí por un mal querer, aún a sabiendas en mi inconsciente alerta y vigente, que los primeros amoríos de críos son pasajeros, pero yo, chica atolondrada como era en aquella época, lo sentía tan clavado en mi pecho que al verme abandonada y encima a los dos juntitos de la mano besuqueándose por las esquinas, me invadía una angustia por dentro que con palabras jamás la podría definir, pero...Era como si me rajaran el cuerpo por la mitad y me arrojaran cal viva...Me mató, me mató con mil puñaladas de hierro candente donde el dolor me corrompió desde entonces hasta ahora, y por eso...Hoy me postro ante ti de nuevo, ya ves...jamás aprenderé, lo siento, estoy llena de flaquezas y debilidades...Siempre estuve con dos hombres a la vez, el primero era mi pareja, y los demás como suplentes por si me fallaba mi amante...pues...Como a un amante lo he tratado, y a los demás como si fueran de usar y tirar...He coqueteado con unos y otros, los he seducido sabiendo de antemano que caerían rendidos a mis brazos para luego dejarlos sin darles explicaciones, teniendo siempre buen cuidado de ponerme un caparazón de acero para no enamorarme de ellos, hasta que lo conocí...Sapos y culebras cruzan mi mente, te quiero y te odio al tiempo presente, quisiera desterrarte de mi cuerpo con armonía y sin desvelos...eres el hombre que me quita el sueño sin pretenderlo, nadie como tú llenó mi alma de angustias y celos, temía perderte y ahora me duele la tristeza en tus ojos cada vez que te veo, y tú que me ves caminando altiva y segura con la templanza de los años en piernas y manos...te afliges pensando que en mi vida otro se aferró a mi cuerpo, y yo...que te conozco como si estuviera dentro de tu cabeza a la vez que me piensas, te digo y repito con furia salvaje, que mis labios nunca besaron otra boca que no fuera la tuya que a la mía provoca...No sufras por mí que no quiero a otro, tan sólo las canas me paran a seguir por senderos inalcanzables donde tanto se amaron fuerzas salvajes...que no existe hombre que a mi cuerpo susurre palabras más dulces que tu lengua morbosa en mi piel jugosa, que fueron caricias de agua y de fuego que arden en las cavernas de mis carnes hambrientas y llenas de deseo por ese beso, que entre gritos y jadeos siguieron hasta la cumbre del volcán de mi cuerpo, que chilla y suspira cuando lo mimas con la delicia de tu boca sedienta del jugo salvaje, que emana por los canales de mi alma y de mi sangre...

miércoles, 11 de diciembre de 2019

CAMINANDO HACIA NINGUNA PARTE.- (MICRORRELATO)


A esa hora estaba el centro repleto de gente que iban de compras ya que las fiestas navideñas se acercaban, fue entonces cuando me paré a ver una falda larga que lucía una maniquí tras el cristal del escaparate que llamó mucho mi atención... Me quedé observándola al mismo tiempo que no paraba de pensar en él...pues... Había decidido dejar de acudir a nuestras citas secretas y el único modo que tenía para olvidarlo era salir por ahí y perderme entre la muchedumbre, aunque su recuerdo me perseguía y allá donde iba, sus besos en mi boca ardían como mecha de vela encendida... Recuerdo en la distancia de aquél lejano día cuando te amarré a mi abrazo con la osadía de la juventud perdida, y ahora, a pesar de los años pasados sigue vivo y latente en mis labios impuros por aquél beso regalado, que con la desfachatez de mis manos te agarré de improviso y con descaro, y tú que estabas tan necesitado te quedaste desde ese momento enganchado, y por eso... Me voy, me retiro, es hora de andar libre y sin ataduras... estar en paz y tranquila conmigo misma, y como decía mi madre, cada uno en su casa y Dios en la de todos...pues... Esto de llevar una doble vida ya me está pasando factura... Lo mejor es dar paso al olvido, además tarde o temprano la pasión se apaga... ¿Qué más quisiera yo que tenerte en el olvido? No, no...se ve que no puede ser porque tú no me dejas de ver...me buscas por todas partes, por amplias avenidas y por las calles más recónditas de la ciudad... así es imposible olvidarte...y cuando me ves, te paras frente a mí, me miras con cara de perro apaleado y me interrogas...¿Qué pasa? ¿Ya no me quieres ver? ¡Vaya! Lo ha vuelto a hacer... ¿Qué está pasando? ¿Soy yo o es él? Son los fantasmas del pasado que no me dejan avanzar, pero...Sea ficticio o real...me parte el alma en dos...parece un niño perdido... en el fondo lo quiero... Se quedó mirándome incrédulo... Era muy triste verlo ahí, quieto...con la mirada perdida en mis sentimientos... era como si quisiera escarbar en ellos, averiguar qué pasaba por mis adentros... Le dije que no podíamos seguir de esa manera... ¿Porqué? Porque es un imposible y arriesgado... ¿Y antes no? Me preguntó... Siempre fue arriesgado y peligroso, lo sabes... Le respondí sin inmutarme... ¿Y hasta ahora no te has dado cuenta? Hice un gesto con la cara afirmativo por lo que insistió... ¿Después de tantos años amándonos? Sí, ahora me he dado cuenta... ¡No lo entiendo! ¿Qué no lo entiendes? Vamos hombre, tú y yo sabemos que lo nuestro no tiene solución, además no quiero seguir así... ¿Así, cómo? Estamos bien, nos queremos, ¿qué es lo que te ha hecho cambiar? Quizás la edad, no lo sé muy bien, pero ahora es cuando estoy teniendo conciencia de que nunca vamos a llegar a ninguna parte... Es mejor dejarlo ahora que estamos bien... Me di la vuelta y seguí andando... Él detrás, siempre detrás...Venga, vete y no te enfades, ¿vale? ¿Qué pasará ahora? Dime, ¿te enamorarás de otro y yo de otra? ¿Qué me estás diciendo? Le contesté airada... ¿Qué crees que soy yo? ¿Una mujer sin escrúpulos? No, eso no lo digo yo...pero no sé por qué quieres acabar ahora... Ya te lo he dicho, tengo miedo... ¿Y antes no? No, antes era una inconsciente y loca mujer de dos caras, y ahora he madurado...además no quiero hacer daño a terceros, eso es, nada más pensarlo me asusta...parece mentira que no me conozcas... Te conozco muy bien... ¡No! No me conoces, en cambio yo a ti sí, sé cómo eres realmente... ¿Qué pasa, que piensas que puedo estar con otras mujeres? ¡Sí! Estoy segura porque te gustan mucho las mujeres... ¡Y a ti los hombres! Te gustan mucho los hombres, he visto cómo les sonríes cuando hablas con ellos, ¡eres muy coqueta! ¡Pues claro que me gustan los hombres! Soy muy femenina, pero de ahí a estar con ellos hay un trecho, ¿te enteras? Yo soy mujer de sentimientos, a ver si vas a pensar que me doy a cualquiera por gusto... Seguí adelante y él a mi lado... Se resiste a irse, quiere ganar tiempo para llevarme a su terreno, no cederá nunca, sabe lo débil que soy y cuando menos lo espere, me amarra a su cuerpo con la soga de su armamento...Cavilaba en mi interior por lo que le dije...Bueno, hasta luego... No se lo esperaba y me dijo apenado... Espera, ya me voy, pero antes dame un beso, un beso de despedida... Está bien, sígueme... No sé cuántos besos nos dimos, pero fueron muchos besos lentos, calentitos, carnosos... sensuales... Me besaba, me miraba a los ojos, me mordía los labios y me saboreaba la lengua...No te vayas todavía...espera... quédate un ratito más...No, no, vete ya y no te enfades conmigo, que sea un adiós bonito y definitivo, ¿me lo prometes? Me volvió a abrazar fuerte mientras me besaba susurrando con ansiedad...¡Qué pena, qué pena...! No quiero perderte, no quiero dejarte, tenemos que seguir...no puedo vivir sin ti...Podrás, el tiempo lo cura todo, ya somos muy mayores para seguir de esta manera, además no es bueno ni para ti ni para mí, lo sabes, ¿verdad? Y seguí caminando hacia ninguna parte...

sábado, 7 de diciembre de 2019

EN MEDIO DE LA TORMENTA.- (MICRORRELATO)


Era un deseo desenfrenado el que sentía, por lo que me prohibía a mí misma caer en sus brazos ya que volvería a estar unida a él sin remisión, que evitaba constantemente verlo yéndome por lugares diferentes y a horas que no pudiera coincidir con él…pues…Temía perderme entre sus brazos de nuevo, ya que sería su perdición y la mía…Dos preguntas barruntaban en mi cabeza como si fuera una tormenta…¿Lo quiero por el roce del cariño o estoy verdaderamente enamorada de él? Últimamente no paraba de hablar sola pensando en voz alta si hacía lo correcto en evitarte o seguirte hasta que lo decidiera el tiempo, pero…Me vienes al recuerdo y los ojos se me llenan de lágrimas, es como si no pudiera arrancarte de mi alma y temo caer en una tristeza infinita, y por eso…Prefiero perderme por calles que no me hagan recordar tus besos…pues…Sería como estar muerta en vida y no quisiera, ya que todavía soy joven y quisiera enamorarme de nuevo, y por eso…Me urgía ir al encuentro de ese hombre que tan sólo me atraía por un rato, apagar el fuego que me consumía por dentro y si te he visto no me acuerdo…Estás muy perdida, me dijo mientras corría…Enseguida me di cuenta que echaba de menos el verme pasar a diario…Seguí caminando sabiendo que había latente entre los dos, algo que tarde o temprano tenía que explotar, aún a sabiendas que podría ser mi perdición, pero…¡Qué me importaba a mí si estaba deseando de saber a qué sabían otros besos en mi boca loca siempre sedientas de él! Sea lo que sea, tenía que estar preparada ya que mi última relación fue un desastre total, cayendo en una rutina que hacía pensar que pronto se iba a acabar, y por eso…Antes de hacer más daño, lo hablé con él y cada uno por su lado…Lo malo es que éste hombre que se cruzaba en mi camino de vez en cuando, por no decir a diario me hacía presagiar algo más que un capricho de mujer fatal…pues…Una sensación cargada de erótica morbosidad embargaban mis entrañas cuando me sonreía, era como si quisiera agarrarme por la cintura y restregarse contra mi trasero…Éste lo que quiere es verme en cuclillas y sin tanga…Pensaba mientras me alejaba…Dios me libre de un gallo de pelea…son de los más peligrosos que hay sobre la faz de la tierra, lo que ignoran es que una usa camisolas de seda transparentes que insinúan más que muestran…No hay nada peor que doña perfecta, y en la cama la mujer de las mil y una noches, y es que…Éstos hombres son como los piratas de los siete mares, que aparte de tener a sus esposas encerradas bajo doscientas llaves, están naufragando con una polizona al mando del timón, y otra enarbolada en el mástil, mientras ellos bucean por el fondo del mar en busca del tesoro perdido…Según iba caminando, me preguntaba hasta cuando duraría esa fusión entre los dos…pues…Tenía ansiedad en la vista, le ardían los sentimientos y el pecho vacío de soledad…estaba deseando meterme mano, porque era verme y volverse del revés, quería abrazarme, sí, sí…lo presentía en sus silencios rotos, su cuerpo tenso y los ojos llenos de inquietud…Como siga coincidiendo con él, en un par de encuentros me lo llevo a mi terreno, me importa un bledo lo que piense de mí, lo único que sé es que me atrae una barbaridad y lo quiero tener, y si no puede ser, me alejo de su vista y tan campante…Esos eran mis pensamientos ayer cuando estaba mirando los escaparates del centro de la ciudad, cuando de repente un rostro conocido, reflejado en el cristal me hizo volver la cabeza…Últimamente no paraba de tropezarme con ese hombre que, sin ánimo de buscarlo, de alguna manera me robaba el pensamiento como si lo hubiera conocido tiempo atrás, o así me lo parecía a mí, pero…Por la expresión de su rostro, sobre todo por la mirada de admiración de sus ojos abiertos como platos, deduje que estaba encantado de haberme visto tanto como él a mí…pues…Una sonrisilla delatora en su cara me dijo todo lo que su boca callaba…Se quedó observándome de arriba abajo extrañado, al mismo tiempo que me saludaba, y antes de darme cuenta, se acercó a mí y me plantó dos besos en la cara como si fuéramos amigos de toda la vida…No te había reconocido, me dijo titubeando…Bueno, es que así tan arreglada…le contesté sonriendo algo nerviosa…Por un segundo me quedé como la que está en la edad del pavo y el chico más guapo de la pandilla se la queda mirando con ojos de cordero degollado…¡Madre mía de mi vida! No sabía si decirle adiós rápidamente o colgarme de su cuello y darle un besazo de tornillo con lengua y todo o gritar, ¡tierra trágame! Opté por salir por piernas diciéndole chao como si fuera una mujer de mundo…Le di la espalda y seguí caminando sintiendo dos ojos como clavos ardiendo detrás de mi trasero hasta que me perdí entre los transeúntes…pues…Perdida estaba hasta que te divisé en medio de la tormenta…
 


lunes, 2 de diciembre de 2019

DESCALZA SOBRE ARENAS DE FUEGO.- (MICRORRELATO)



El corazón me dio un vuelco cuando... Andando cuesta arriba vi a una señora aparcar su coche, cruzar la carretera y montarse en otro auto en cuyo asiento la esperaba sentado un hombre... Algo me hizo estremecer... mil punzadas atravesaron mi pecho y un nudo en la garganta me dejó sin habla sellando mi boca con hilos de fuego... Mi alma agonizante detuvo mis pesares combatiendo con los misterios de mi carne... estaba llena de dudas y dolor, los labios me temblaban, apenas podía pronunciar aquella palabra que en las noches de ensueños se mecía en mi vientre como si fuera una nana... Amantes, somos amantes... Una lágrima resbaladiza cae sobre mi rostro pensando en el ayer, cuando tú y yo nos amábamos con la ansiedad de los infieles... Te amé, ¡vaya que te amé! Te amé con toda la juventud y las ilusiones de los primeros besos lentos, esos que se alargaban en los bancos de los jardines bajo la luz de la luna, ¡qué bonito, madre mía, qué bonito...! Después  seguíamos andando juntos de las manos por callejuelas oscuras, y al menor descuido me enlazabas por la cintura para besarme otra vez... no te cansabas nunca de besarme, sobretodo donde no habían testigos de nuestras abrazos apasionados... Luego, cuando me acompañabas hasta casa, nos acariciábamos en el portal a trompicones y con prisas... Siempre con prisas... Éramos tan osados e inocentes... había tanta pasión... te amaba tanto... y ahora mírame cómo me encuentro, toda triste y desolada al ver un hombre esperando a una mujer, más o menos como hicimos la última vez que estuvimos juntos, ¿te acuerdas? Ya ves, sólo ha pasado un mes y parece como si hiciera años que no tenemos una cita, una de esas citas donde a pesar del tiempo transcurrido de los locos años de la juventud perdida, los besos siguen siendo urgentes y precipitados, y por eso... Siento recelo de aquellos abrazos a escondidas, siempre a escondidas...Era una pasión desbordada y prohibida... Me pregunto por qué todo lo prohibido es lo que más enamora los sentidos... ¡Ay Señor mío! ¡Qué debilidad la mía...! Precisamente en éste momento es cuando más temo perderlo... Tengo miedo a sucumbir... ¡Vaya palabra más antigua! ¿Quién ha hablado? Unas risas se oyen a lo lejos... Deben ser rumores que pululan por generaciones actuales... Contengo la respiración y alguien a mis espaldas se alza aclamando... Es una palabra antigua y actual a la vez...pues... Sucumbir está de moda... Hago oídos sordos a las voces y sigo caminando... Tengo miedo de volverte a ver... Hay algo dentro de mí que me inclina a seguir tus pasos... cierro los ojos, los abro y miro al cielo... Vuela mi alma por altas esferas, vuela lejos y sin tregua que seduzca mis caderas... Vuela pervirtiéndome toda entera arrastrándolo a mi vera con el señuelo voraz de la entrega sumisa y sincera, dueña de la vida y la leña que calienta la chimenea de mis venas con la caricia de su lengua... Maldita lengua que regó los encajes de mis sentimientos con sus besos de fuego elevándome hasta el mismísimo cielo, haciéndome caer como los ángeles del infierno... Y ahora me las veo y las deseo para arrancarte del pecho desde que se cruzó en mi camino esa señora que me ha traído de nuevo tu recuerdo, ese que había borrado de mi vida o así lo creía, y ahora tengo miedo...Yo, que estaba tan segura de no rendirme jamás, esa mujer me ha hecho recordar los gritos que salieron alocados de mi garganta... Sigo caminando, pero una fuerza poderosa me hace girar la cabeza y vuelvo la vista atrás... Veo dos figuras besándose a través del cristal... Un suspiro apenado escapa hacia aquél beso lento, lejos del mundanal ruido para entregarnos al deseo... Eran pasiones, sólo pasiones las que tanto gustan y atrapan, que aún a sabiendas de que no era lícitas te arrobaban el alma... Alma que prohibía cualquier sentimiento que la pusiera en evidencia... El alma es como una pompa jabonosa que al tacto con el amor explota, y por eso...Jamás dejarás de buscarme... Conoces todas mis debilidades y las pasiones que me embargan... pues... Soy como un alma errante que va recogiendo pedazos de vida, destrozos humanos que me encuentro según camino... Ladrona de frases hechas pululan por el aire a través del tiempo, o son ellas las que se mezclan con mis cabellos que vuelan atrás y adelante como si fuera una más de éste antro impersonal... Dime tú, ¿qué es lo que voy a hacer con tantas historias inacabadas y que desean siempre un final feliz? Sí, sí... sobretodo feliz... pues... Me tachan de desvergonzada, de mujer indecente y de buscona... ¿Quién habla? ¿Dónde está la dueña de esa voz? Aquí, aquí, estoy detrás... Era una señora de edad madura, algo metidita en carnes... Se dirigió hacia mí y mirándome a los ojos me dijo... Aunque vista canas y calce alpargatas, una puede seguir bailando al ritmo de salsa con movimientos sexis de cintura y caderas... y correr descalza sobre arenas de fuego hasta que lo decida el cuerpo...