domingo, 26 de junio de 2022

EN EL SILENCIO DE LOS SUSPIROS.- (MICRORRELATO)

 Se había convertido en las alas de mi libertad…Libertad de expresión cuando hacíamos el amor, que apasionadamente le susurraba sin rubor…No te enfades conmigo, no me guardes rencor, sólo recuerda cuánto te amé yo…No me mires con enojo, no pienses que a otro le entregué mi amor, sólo piensas que no hay otra opción…¿Dónde está aquella señora que siempre alardeó de recatada y decente dama? Esa que nunca perdió la compostura, guardándose de decir palabrotas y picardías…Esa que jamás habría osado estar con otro hombre…Ese hombre que rescató a la mujer que se escondía tras la señora de postín, y…Aquí estoy yo, llena de dudas y temores por haber cruzado la valla de lo prohibido por la sociedad que me rodeaba, y la estricta educación de mis padres, donde todo era tabú…Sabía que tarde o temprano tenía que acabar con aquella relación que estaba amenazando con destruirme…pues…Había tocado fondo, justo en aquél momento cuando abrí los ojos y lo vi de pié observándome, y yo…Arrodillada degustando el néctar agridulce que emanaba de sus entrañas…Una voz extraña gritó desde lo más profundo de mi corazón como si lo hubiera visto por primera vez en la vida, y surgió la gran pregunta…¿Qué hago aquí? ¿Qué estoy haciendo? Yo, agachada ante él, mientras sus ojos escrutaban cada mueca de mi rostro con la usura del poder impoluto de su ego, para hacer de mí una arrastrada mujer, sin fuerzas ni voz que diga…¡Esto se acabó! Se estaba adueñando de mis sentimientos haciéndolos suyos con tan sólo chasquear los dedos, y yo…Dándole placer después de hacerme jadear como si estuviera poseída del animal que llevaba dentro…¿Cómo había llegado hasta ahí? ¿Cuándo perdí la noción del tiempo real de las cosas? Había despertado todas las pasiones ocultas que habitaban en mi interior, sacándolas a relucir sin vergüenzas ni pudor…¡Madre mía de mi vida! Nunca fui así…¡Vaya, ya salió la puritana, ñoña y beata que transita entre los matojos del imperio inferior! ¡No me detengas, no me detengas lengua profana y malvada! ¿Quién habla ahí? Soy yo, tu voz interior que todo lo sopesa y empaña…Y éste hombre hizo de mí lo que quiso con el fuego que emanaba de su torso cada vez que me abrazaba por la espalda, manejándome al capricho de sus caricias furtivas como si fuera una muñeca de paja, al viento y entre los árboles que se atrincheraban para ocultar las llamas…Quizás vio en mí una presa fácil de manejar al gusto del imán que tenía en su forma de actuar, y yo…Lo amé hasta el amanecer…Hasta el delirio, hasta que me dolieron los huesos de tanto querer…Era tan suspicaz su aliento que se entremezcló con el mío hasta que sucumbí a sus sentimientos…Me hizo descender hasta los mismísimos infiernos con su forma de besar cuando me acariciaba con su lengua morbosa, ávida siempre de perderse por lugares donde las caricias acababan en infinitos delirios de pasión…Fue mi amante durante mucho tiempo, mi hombre, mi alma gemela, mi amor a destiempo…Lo era todo para mí, y por eso…Lo amé hasta la perdición…Jamás en la vida había sido tan salvajemente feliz cuando me abrazaba por la espalda, y ahora…Que apenas lo siento deambular en mi recuerdo, pienso que todo fue un capricho del destino, donde la aventura a lo desconocido me llevó a traspasar los límites de la realidad, y aunque mientras duró perdí la noción del tiempo, no quisiera nunca más volver atrás…pues…Ahora vivo en reposo y en equilibrio, tan sólo lo siento en el silencio de los suspiros cuando escucho susurrar al viento el clamor de sus latidos

lunes, 13 de junio de 2022

CON LA MENTE LIBRE Y CITAS ABIERTAS.- (MICRORRELATO)

 En el vacío de su alma lo lleno con los besos de mi corazón, es tanto lo que me que me hace perder la razón, que me vuelve loca de pasión… ¿Qué debo hacer? No sé si dejarlo o seguir con él, esa era la duda que carcomía mis noches y mis días…No sabría precisar cuándo empezó todo, peroFue con sigilo y ansiedadSigilo por su parte que fue adentrándose en mis pensamientos con la astucia del animal hambriento, y ansiedad por la mía que me encontraba en un estado de decadencia emocional… ¿Qué hacer con mi vida? Volvió a repetir…Tengo miedo de seguir adelante con esta enfermiza relación… ¿Enfermiza? Se oyó decir al eco de su reflexión…Sí, sí, enfermiza, porque…Como una rata callejera me siento cuando salgo huyendo de las fauces de tus apasionados besos…Sólo me buscas para saciar tu apetito carnal, y yo, sumisa y paciente, me arrodillo ante ti para trepar por tu cuerpo hasta que te oigo jadear como un animal, y…Cuando termina la función, me siento como una actriz disfrazada de meretriz, y créeme si te digo, que…Ya no estoy para tanto artificio teatral, ni para perder el tiempo en un calentón y poco más…pues…En éstos momentos de mi vida, paso de asaltos a medio camino, y luego cada uno por su lado como si nunca hubieran existido…Esos momentos llenos de gritos contenidos para que no los oigan los pajaritos…¿Qué debo hacer? Seguía preguntando aquella mujer… ¿Para qué seguir? Dímelo por favor… ¿A dónde nos lleva esta situación? A amarnos con lo único que tenemos…respondió con sarcasmo…No sé como lo hacía, pero siempre me convencía…Era tan terriblemente atractivo que me derretía con la socarronería de su sonrisa…debe ser que desde muy jovencita me atraían los chicos malos, hasta ahora…No vayas a pensar que iba a estar toda la vida pegada a ti como si fueras un alacrán…pues…Ya pasé de sarcasmos y mojigaterías, de bravatas y chulerías…De aquellos años de alocada y rebelde juventud, donde me debatía entre deseos carnales y  pecados cardinales, que cada domingo de rodillas, confesaba al cura de la iglesia con vergüenza y compungida, y…En éstos momentos tan liberados de sinsabores y escarnios, sólo ansío un poco de paz para mi ego espiritual, aunque…Sé de antemano que algo de rebeldía me corroe las entrañas cuando te veo venir con esa sonrisa tan sutil, que ya desde lejos, oigo mascullar como una hiena en busca del deseo sexual que despiertas en mí, y…Como una furcia me siento en activo y al momento…hasta hoy, que…Estallaron los sentimientos a todo gas y al descubierto…Lo siento mi amor, pero…No puedo más con tanto acoso sexual de la cual soy tu confidente infernal…pues…Me está pasando factura tantos momentos de euforia pasional, que al mismo tiempo que el deseo arde por tenerte en mis brazos, cuando se acaba todo…Me arrepiento y me duele hasta los pensamientos, y por eso…No quiero más besos compartidos ni sexo agresivo, porque…Siento que me está destruyendo por dentro y cuando me miro al espejo no me gusta lo que veo…Veo aquel cura en lo alto del púlpito gritando a los fieles con las venas hinchadas del cuello…Veo una quimera allá a lo lejos y quiero seguir adelante con la mente libre y citas abiertas…Quiero caminar despacio sin mirar atrás, sin saber nada que me una al tiempo aquél, donde lo seguía como si no tuviera vida propia, y por eso…Lo alejé de mí