lunes, 30 de noviembre de 2015

ME AMARRASTE A TU ABRAZO.- (MICRORRELATO) 2ª parte - sexto capítulo




No estaba dispuesta a seguir estando a la merced del cruento, y decidí hacerme con los mandos cambiando mi forma de actuar, pues no sé por qué, presentía que desde su mente me daba órdenes de lo que tenía que hacer cada día y cada hora. ¡Basta ya! Me dije en un momento de arrebato…Aprendiz, eres un aprendiz de guante blanco, un ladrón de poca monta, un simple ratero que va alardeando por ahí que me has robado un beso…Todavía no te has dado cuenta de que yo te lo regalé cuando me crucé en tu camino...y te dejaste llevar por la llama de mi deseo...porque me lo pedía el cuerpo...Eso era lo que más le asustaba, que fuera tan atrevida y valiente para todo, y como siempre estaba imaginando cosas extrañas sobre mí, me dejó sin apenas explicación…Ya no te voy a querer, me has hecho mucho daño y no sé porqué…Yo te quería, te amaba…Eras la pasión de mi vida y ahora fíjate...no sé porqué te comportas así conmigo…Has querido dejarme sin decirme nada…pero aún no te has ido del todo…todavía estás ahí…apareciendo y desapareciendo como por encanto…No por encanto no, sino que te haces el encontradizo, como siempre has hecho, es tu Modus Operandis, y no entiendo por qué lo haces, bueno sí, me estás provocando para que te pare en mitad del camino, pero no, me da igual, ya lo tenemos todo dicho, no hay nada qué hablar, porque eres como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer, pero esto no va a poder conmigo. No voy a dejar que manejes más los hilos de mis emociones, pienso ser fuerte y salir airosa de esta situación, y  tarde o temprano te venceré y vendrás a suplicarme...en el fondo me conoces muy bien y te gusto a rabiar…Por eso me encuentro hablando sola, animándome para no caer más en sus redes, hasta me sonreía…No, miento, no te puedo olvidar, estás clavado dentro de mi corazón y me siento morir…Es como si la vida ya no tuviera sentido para mí, son demasiados años compartiendo nuestros besos y abrazos, siempre tan apasionados....Nací para estar permanentemente enamorada de ti, ¡fíjate qué tonta soy! Estaba tan obsesionada contigo que casi me vuelvo loca...Hablaba con las piedras, con las flores, hasta con las fuentes que había en el camino y alzaba los brazos al cielo pidiendo ayuda a Dios, pero se ve que no me hace caso, me ignora…Me hacía mil preguntas…no entendía nada…¡Ay virgencita...me siento morir...! Me duele el alma...el pecho...apenas puedo respirar...Estoy rota...Quisiera llorar, pero no puedo, no tengo lágrimas en los ojos y por mucho que lo intento, ellas no quieren salir, tan sólo éstas palabras profundas que brotan de mí…Es la tristeza que me embarga el corazón cuando pienso en tu amor, ese amor que tanto me prodigaste, como si no pudieras vivir sin mí…y yo me lo creí…¡qué inocente debo ser todavía…! Pero no, no quiero cambiar, aunque me duela que me engañen de esa manera tan cruel, porque me siento viva por dentro...Es como si nunca me hubieras querido, como si jamás nos hubiéramos amado…¡Qué cosas más extrañas!…A veces me asaltan las dudas.. Son sentimientos contradictorios...Por eso he decidido cambiar el rumbo de mi vida y coger el timón…De repente me sentí bien...Y como una niña iba dando saltos por la calle...Estaba llena de euforia y empecé a dar vueltas, girándome como una noria…¡Ay qué risa tengo! ¡Éste se cree muy listo! Y lo que no sabe él, es que está perdido. ¿Qué te has creído? ¿Qué no me doy cuenta de todo? ¡Qué risa me das! No me creo para nada que te soy indiferente, ¡claro que no! ¡Si te tengo pillado! Y sin mí no puedes vivir, lo que pasa es que tienes miedo, sí, sí, mucho miedo, pero yo sé que estás enamorado, ¡vaya si lo sé! Y no quieres reconocerlo porque sigues teniendo mucho miedo…Pero todo tiene un límite y hasta aquí he llegado…Y por eso estoy tratando de seducir a mi admirador secreto, si al autor de aquellas hermosas palabras que tocaron mi corazón, y al que contesté aquél mensaje enmascarado. Realmente lo quería atraer para darle celos al que me dejó sin ninguna explicación, así que sin más dilación puse manos a la obra, con lo cual utilizo un truco infalible que siempre me ha dado muy buen resultado, pues no sabía cómo era su rostro…Pinté una cara imaginándome unos ojos que apagaban el fuego de mi mirada, unos labios que mi boca abrasaban y unas manos que acariciaban mi espalda, y enroscándonos entre sábanas nuestros cuerpos se encontraban con desesperanza... y mucho antes del alba atrapé la esencia de su alma, pero cuando desperté por la mañana tan sólo me encontré mi almohada con las huellas de mis lágrimas…A la mañana siguiente tenía nuevos mensajes de él…Buenos días mi niña, ¿cómo amaneciste hoy? ¡Madre mía! ¡Qué subidón! Tenía que ponerme las pilas rápido, porque esos buenos días insuflaron en mi alma aire fresco…No sé qué era lo que estaba ocurriendo en mi cabecita loca, pero presentía que podía ser algo maravilloso, a no ser que mi corazón se estuviera enredando con la pasión que siempre latía a mi alrededor. Sea lo que sea, empecé a tramar algo para atraer a mi admirador secreto a mi terreno. Lo saludé y le di las gracias por su amabilidad y me dijo…Solo fue que me salió del corazón y no verte feliz como otros días. Te conozco poco pero te aprecio mucho…Y así fue que empezamos la aventura de conversar y una cosa llevó a otra…Él me preguntaba y yo le contestaba…Quería engatusarlo de manera graciosa, fresca y atrevida…Soy una mujer fatal…Nuestras charlas iban subiendo de tono…Él estaba muy solo…Yo también…Si amigo mío, soy una mujer fatal, llevo el sexo pintado en la frente, te lo digo con toda mi boca y mirándote de frente…Me sentía comprendida y amada…Éramos dos almas perdidas en un mundo lleno de mentiras piadosas…Pero aparte de eso es que quiero estar con ellos, pues no me conformo con menos…Se quedó sin habla, pero al momento me envió un montón de fotografías suyas a cual más guapo y siempre rodeado de mujeres bellas y hermosas, mucho más jóvenes que yo, parecían modelos, y encima en diferentes ciudades de España y el extranjero. En una de nuestras conversaciones me dijo había recorrido medio mundo...¡Éste es un don Juan! Pensé para mí, así que de nuevo tuve que recurrir a mis pareados…Oye, no te puedes imaginar la rabia que me da cuando te veo posar por ahí con esos aires, pasando de todas, volviéndolas locas perdidas, ¡siendo mi pesadilla! Pero el día menos pensado te voy a parar por la calle y te voy a empujar hasta un callejón, y cuando no nos vea nadie, te voy a estampar contra la pared, y antes de que te des cuenta…te voy a desabrochar el cinturón del pantalón, y te vas a enterar de quién soy yo, porque si tú eres la provocación de las mujeres yo seré la perdición de los hombres, así que ten cuidado conmigo, porque te puedo dejar anonadado y después no digas que no estás avisado…Me pasé siete pueblos, lo reconozco, creo que me sentí un poco celosa, y no sé por qué…Me estaba metiendo en terrenos resbaladizos sin darme cuenta…Enseguida me contestó…¡Ah! Yo ya no descarto nada amiga mía, pero desearás no haberme conocido, porque eres fantástica…Me quedé sin palabras…Y por la noche me acosté llorando hasta que me venció el sueño…Amor mío, ven a por mí, te necesito con todas las fuerzas de mi ser…Y del llanto de mis lágrimas salió la poesía de lo más profundo de mi alma...Quisiera pasar tan sólo una noche entera contigo y susurrarte al oído las frases más frescas, ardientes y bellas que salgan de mi cabeza…Recorrer tu cuerpo con mis labios desde los pies hasta tu boca…Pero antes quisiera sentarme sobre tu vientre bailando un tango lentamente…Despacio, muy despacio para que sintieras cada movimiento de mis caderas y supieras cómo te deseo y de qué manera…Al momento me despertaron los silbatos de mi amado, eras tú corazón mío que oíste mi llanto, y como un jinete viniste galopando en tu moto como si fuera un caballo…Me asomé a la ventana y de un salto me encaramé a tu lado, te besé los labios y me amarraste a tu abrazo…







sábado, 28 de noviembre de 2015

LOS DEMONIOS DE MI CUERPO.- (MICRORRELATO) - 1ª parte - quinto capítulo



Quise escalar por montañas y me encontré en un volcán, quise jugar en charcos de agua y me encontré en medio del mar, nadando entre dos aguas, ¿quién me vendrá a rescatar? Prendidas en tus alas de fuego llegué hasta las arenas del desierto, si no sales al vuelo me perderé en las puertas del infierno...Y de nuevo me siento en la soledad de mis pensamientos haciéndome mil cábalas, comiéndome la cabeza, apenas si comprender nada…Los sentimientos se agolpan y me abruman el pecho como nubes negras a punto de descargar la tormenta de mi interior. Son como espíritus maliciosos que llenan mi alma de odio y rencor y no quisiera tener esta sensación en mi corazón…Quería llorar, pero las lágrimas se niegan a salir de mis ojos, y por eso me siento como una autómata hablando sola y enfadada conmigo misma por no poder derramar ni una…tan sólo palabras de dolor al viento…El día que yo llore, el día que yo me ponga a llorar te vas a enterar de lo que es un desgarro de verdad. El día que salga mi llanto, se paralizarán hasta los quebrantos de tanto gritar. Me quedaré si lágrimas, me abatirá el desaliento. Los suspiros serán los dueños de mis aspavientos. Ni siquiera habrá duelo para mi desasosiego y se romperá por dentro. El día que yo llore, el día que yo me ponga a llorar, ése día te vas a enterar de lo que es un llanto de verdad, que hasta el alma se me va a desgarrar…No sabría definir lo que me oprimía…Como una semilla plantada en las entrañas de la tierra ha crecido mi amor dentro de mi alma…Yo lo estaba esperando y cuando pasó por mi lado se creyó jardinero. Ese jardinero falso y embustero que lleva la manguera enredada entre los matorrales del deseo...y la regaste con palabras apasionadas haciéndola brotar dentro de mi cuerpo como si fuera una flor. Toda yo era una rosita mimada por el rocío de tu mirada. Estaba loca de pasión, enamorada como una adolescente. Una hermosa rosa se estaba abriendo camino entre los latidos de mi corazón brotándome la risa por mis ojos y mi cara. Mil pétalos afloraron a mi alrededor con otras rosas rojas de pasión…Y cuando me di cuenta de que sólo era una rosa más entre tantas, me han brotado hojitas por mis ramas y me están saliendo espinas por mi pecho…Apenas puedo respirar de tanto como lo quiero. Se me ha desgarrado la garganta y me he quedado sin aliento…Llena de ira y rabia estoy por dentro…¡Te odio! ¡Te odio a muerte! ¡Vete, porque no quiero verte! Te juro por lo más sagrado que cuando me muera, pienso resucitar de nuevo, llamar a tu puerta, cogerte del cuello y arrastrarte para los adentros. ¡He pecado! ¡Si señor! Y nunca lo he negado, pero sólo fue por tu amor. Un amor engañado, malo, turbulento, retorcido…¡Te quise más que a mi vida! ¡Más que a mi sangre! Sólo tú existías en mi delirio, y cuando supe la verdad, me dieron ganas de matar…Te juro por mi santa madre, que voy a salir de entre los muertos y como una serpiente me pienso enroscar por tu pecho, enredándome por tus pensamientos y cuando estés sin aliento te envenenaré con mis besos…y te arrastraré hasta los mismísimos infiernos…Me sentía vacía, sola, sin nada…Como decía que me quería, que sin mí se moriría, y que si lo abandonaba ya no le quedaría nada... yo me lo creí…Y aunque todo era mentira...verdad me parecía a mí...Me entregué a sus brazos, lo llené de besos, le conté todos mis secretos...hasta le regalé mi alma...y cuando me quedé sin nada...me dejó tirada por los suelos...pero como yo lo quería tanto, mil lágrimas rodaban cada día por mi cara...y cuando menos lo esperaba, el sol me regaló unos rayos de luz que iluminaron mi alma...No estaba dispuesta a que siguiera manejando los hilos de mis emociones, estaba decidida a luchar por mí, dar un giro de noventas grados a mi vida y hacerme con los mandos…¡Se acabó y se acabó! ¡No quiero seguir contigo! Pasaré página a mi vida que me tienes hartita, y me has roto el corazón…Seguí a tu lado por lástima, porque me daba pena…Y cuando empecé a quererte me dejaste como a una perra…¡Juro que he de olvidarte! Soy fuerte como nadie, y si no lo consigo escribiré un cuento o una novela, y haré contigo lo que quiera…o…¿quién sabe? Quizás encuentre a un hombre que te saque de mis pelambreras...y te vas a enterar tú bien cómo arderán mis letras el caso es que cada día amanezca con ilusiones nuevas…y ya verás que pronto te olvido…La verdad es que siempre he tenido unos mecanismos de defensas muy fuertes que me protegen de todas esas aves de rapiña que se me acercan. Reconozco que soy presa fácil para cualquier hombre que se quiera aprovechar de mi inocente mente infantil, esto de haber leído tanto, ha llenado mi cabeza de cuentos de hadas y me quedé en la edad del pavo viviendo en una nebulosa permanente de niña mujer buscando a su príncipe azul…Y por eso estoy aquí rodeada de lo que yo llamo duendecillos traviesos. Son los que me instan a escribir aventuras y desventuras apasionadas de amor con la fantasía de mi corazón, haciéndome olvidar la cruda realidad, cuando de repente leí unas palabras en un mensaje que me arrebató el corazón y me llenó de alegría. Fue entonces cuando las lágrimas acudieron a mis ojos bañando mi rostro…Eran las palabras más bellas y tiernas del mundo, las sentí cercanas y como susurrándome al oído, era algo superior a mí y que no podía comprender, cómo un hombre que no me conocía de nada, me acarició el alma... ¡Ay mujer! Solo tú sabes lo que estás pasando, se fuerte y piensa que tú vales mucho para tener que mendigar amor a nadie, el que quiera que te busque y que te ame, que te lo demuestre. No sufras por quien no te merece corazón…Era como una tabla de salvación y me agarré a ella con todas las fuerzas de mi ser…enseguida le contesté…Lo sé…No lo podía dejar escapar, tenía que seducirlo para darle celos al que me abandonó con todos los demonios de mi cuerpo…Al otro día le envié un mensaje enmascarado, sólo pensaba en rendirlo, enamorarlo y atraparlo para que cayera en mis redes…Continuará…



lunes, 23 de noviembre de 2015

A LA MERCED DEL VIENTO.- (MICRORRELATO) cuarto capítulo



Son los gigolós, esos jóvenes esculpidos, casi perfectos, engreídos y presumidos, los que se creen que lo tienen fácil, cuando ven a una mujer de edad madura caminando sola por la ciudad…Son tan prepotentes y vanidosos, que se piensan que todo el monte es orégano, tan sólo porque son guapos y jóvenes, y mira por dónde uno se cruzó en mi caminar…Empezó a seguirme y en las paradas de los semáforos, procuraba colocarse a mi lado y encima mirándome, y aunque ya me había dado cuenta, ni siquiera me giraba. Nunca me han llamado la atención los muchachos más jóvenes que yo, además que se me ocurrió pensar que éste lo que buscaba era tema de una noche, como si una estuviera deseosa. El caso es que lo perdí de vista y seguí adelante haciéndome mil preguntas sin respuestas…Me sentía aturdida por los últimos acontecimientos ocurridos entre tú y yo, amor mío, pues cada vez te comprendo menos, eso de que un día me quieras tanto y al otro pases de mí como si tal cosa, no me entra en la cabeza, y no puedo entenderlo. Ya me conoces lo suficiente como para saber cómo debes comportarte conmigo, pero se ve que tienes una lucha interior que te domina y te subleva a la vez…Y por eso me encuentro cabizbaja y meditabunda por la calle, y mira por dónde, éste chico al lado que no para de observarme para que le sonría y le pare. Cada vez lo tenía más claro, que lo único que buscaba era algo que yo ya sabía pero que se iba a dar con un canto en las narices…En casa me ahogaba, porque eso de estar con la incertidumbre agolpándome los sesos me irritaba de tal manera, que parecía que de un momento a otro me iba a estallar la cabeza, haciéndome pensar que nunca me has querido, y aunque reconozca que a veces yo he sentido lo mismo, al momento reacciono y sigo el camino que me dicta el corazón…Pero tú eres tan calculador…La verdad es que nos portamos como adolescentes, debe ser que no hemos crecido aún, o es posible que nos encante éste tira y afloja para que no se nos acabe la pasión, por eso cuando tú te alejas de mí, yo te dejo ir porque no me gusta forzar la situación, además me encanta esa manera tuya de querer, aunque a veces me pone de los nervios, y estallo…Es como si lo tuvieras todo programado, o quizás se te haya ido de las manos esas expectativas que tenías proyectadas en tu estilo de vida…O es posible que de verdad no me quieras y no sabes por dónde tirar, por eso como te conozco tan bien, nada más verte me dije, a mí misma que ya no te me escapabas. Alguien ha de dar la cara, no me gustan las medias tintas, además que en éste mundo una ha de enfrentarse a la realidad, cogiendo al toro por los cuernos, y no que tú estás ahí como dejando al tiempo pasar, como si de esa manera, el decidiera por ti…Por eso te paré y te bombardeé de frente y mirándote a la cara, y tú que estás siempre controlando, te quedaste patidifuso y sin reaccionar, sobre todo cuando te lancé la pregunta infernal, la que yo no quería saber y la que tú temías contestar…Reconozco que ahí no tuve piedad, pero una ya está harta de tanto devaneos, así que ni me lo pensé…Te quedaste mudo, con el culo al aire y sin mirarme, porque agachaste la cabeza…Sería ante el temor de tu contestación y del valor que mostré a lanzártela…Parecías un niño al que han cogido haciendo travesuras mascullando entre dientes incongruencias, pero que cacé al vuelo, y dándome la espalda reanudaste el camino…No estaba dispuesta a que te largaras por piernas. Todas las personas se merecen una explicación y yo no iba a ser menos, quería dejar zanjado el tema de una vez para siempre, pero de frente, alto y claro, así que grité tu nombre y volví a la carga arremetiendo con todas las interrogantes que tenía en mi interior…Sabes que soy luchadora y guerrera, y eso te molesta, sobre todo, cuando ves que si tú me dejas, paso, me da igual, y si estás con otra, ¡ahí la tienes, ya te cansarás! Me tienes harta con tantas niñerías, porque lo que quieres es tenerme atada y segura, aparcada como si fuera un coche, utilizarme cuando me necesitas y después dejarme, ¡no me da la gana! ¡O todo o nada! ¡Y todo es lo que quiero yo! Porque todo te entrego sin remisión, y por eso me temes, ¿verdad? Temes tanta pasión. Te abruma y te desborda, por eso te alejas de mí, porque en el fondo sabes que ejerzo un gran poder sobre tu mente y tu cuerpo, y no lo puedes soportar y por eso te vas…Hasta te tambalean las piernas al verme pasar segura y tranquila, porque a ti lo que te gustaría es tenerme agarrada bien por los cinco sentidos, pero lo que tú desconoces de mí, es que yo tengo otro más incluido en el repertorio de la naturaleza humana, y es la imaginación, ¡la mía! Que con ella traspaso todo los límites, saltándome los sentidos y dándole la vuelta por donde yo quiero…Y tú siempre ahí, como alejándote cada día más y lo único que consigues es que yo me canse y te deje para siempre, ¡me aburres! Porque no sabes ni lo que quieres. Estás muerto de miedo y no te decides, por eso te escondes, como si yo quisiera atraparte, pero ¿tú quién te has creído que soy yo? Me di la vuelta y seguí mi camino…De repente el gigoló se pega a mí y me pregunta dónde se encuentra el Mercadona…¡Inaudito, no me lo podía creer! ¿Así es como se liga ahora? ¡Madre mía! Me giro, lo miro toda tranquila, y aguantando la risa, le digo…más adelante…Y él, todo poseído por ese machote engreído, seguro de sí mismo, pisando fuerte, como diciendo…Aquí están mis…Me dice que realmente lo que quería era entablar conversación conmigo…y yo sujetándome las ganas de reírme…Era patética la sonrisa que tenía pintada en la cara, con una picardía en la mirada tan descarada, que era para troncharse de la risa. Parecía una escena cómica de cualquier película española de humor de los años sesenta…Y él sin inmutarse, me dice que le había llamado la atención mis andares, que eran muy  sugerentes...Ahí ya no pude contenerme. Me giré, lo miré de frente a la cara…¡Guapísimo! Y con la seguridad que me caracteriza cuando quiero imponer mi criterio le dije a bocajarro…Pues a mí no se me apetece hablar con niños…Se quedó con la boca abierta y diciéndome adiós cruzó al otro lado de la carretera…¡Madre mía de mi vida! Yo que iba toda calentita, comiéndome los sesos por el amor de mi vida y me sale al encuentro un gigoló…No sé qué es lo que está pasando hoy en día por las cabezas de algunos muchachos, que con tal que ven a una señora caminar sola, dan por hecho que están ansiosas…¡Claro que estaba ansiosa! Pero por ti, haciéndome mil cábalas, imaginándome toda ésta conversación si te hubiera encontrado en mi caminar…A veces pienso que tienes miedo de perderme y por eso actúas de manera tan irracional y más miedo tengo yo que si me abandonaras me moriría de dolor…Bueno, eso era antes, ahora no, pues no quisiera ser esclava de tus decisiones, y menos de mis temores…En éste momento de mi vida, si me dejas, casi que me da igual, ¡fíjate, qué cosas me pasan por Dios! Debe ser que ya he madurado de verdad y es ahora cuando me doy cuenta de la gran realidad en la que vivimos, aunque pensándolo bien es tu realidad, porque a mí lo que me gusta de verdad es soñar…Soñar hasta que despierte a la cruda realidad…Esa tan real en la que una está al otro lado de la verdad…Y ahora resulta que estoy llorando, no sé por qué me preocupo tanto si soy fuerte como un álamo…Quizás esté equivocada…Señor mío, yo no soy mala, tan sólo una mujer enamorada…Señor mío, no me dejes a la merced de las garras del cruento y líbrame de todos los demonios que llevo dentro…¡Aléjame de ellos! Dame paz y cordura y llena mi vida de amores secretos…Esos que tengo dentro, son los que alimenta mi alma…y dejo a la merced del viento…


sábado, 21 de noviembre de 2015

CAPRICHOS DEL DESTINO.- (MICRORRELATO) tercer capítulo




Qué extraña sensación no tenerte a mi lado siempre pegado, será que ya no me quieras tanto…o quizás te asustaron aquellos besos tan apasionados que te di aquél día lejano…y ahora ya sabes de verdad cómo son de ardientes y entregados…Son los besos que a media noche me destapan con el sabor de tu pensamiento, arrebolando mi cara y mi cuerpo con la esencia de tu aliento, y yo que tanto los deseo te lo arrebato con la lujuria de mis sentimientos…Sola y perdida me siento entre la gente que apenas me ven, pues es tal el desasosiego que tengo que me enredo entre los umbrales de mis pensamientos, siempre tan llenos de tu imagen, de tu sonrisa cuando me ves pasear por ahí sin rumbo alguno, tan sólo donde las piernas me quieran llevar…Quisiera decirte cuánto te echo de menos, y por eso he desandado el camino donde tú y yo nos entregamos con la urgencia del desamparo…Quería preguntarle a las huellas qué es lo que ha pasado para que ya no sigas a mi lado, aunque la sombra de tus dudas me acompañan en mis delirios, pues cuanto más te alejas de mí, más te siento en mi vivir…debe ser que en el fondo no me puedes olvidar y me llamas con las voces de tus pensamientos…pues a cada paso que doy en mi caminar, me persiguen los ecos de tus suspiros…al ritmo de mis latidos…¡Corre, corre! Me dicen las palabras que atrapo al viento, o es quizás ese aire que traspasa mi cuerpo y se bebe mis lamentos… ¡Sigue adelante y no mires atrás! Son las hojas de los árboles que se revuelven en mí pasar…Y me soplan al oído los susurros de tu malestar...Esa incertidumbre que empaña y atrapa la triste comodidad, por no saber cómo reaccionar ante las miserias de una aparente felicidad…Quizás sea el momento de enfrentarse a la cruda realidad, y no esperar más que el tiempo solucione esa existencia infernal…O que diga… ¡Basta ya! Rauda como el viento me siento cuando grito mi lamento…y me pierdo por las grandes avenidas, donde siempre descubro algo interesante que llame mi atención, haciéndome olvidar que tú ya no estás aquí, a mi lado…¡Madre mía, qué cabeza tengo! Estoy desvariando al no poder comprender ésta situación inverosímil…debe ser que no gustándome la realidad, imagine una vida fantástica y llena de aventuras y desventuras, pues qué sería de mí si no pudiera seguir así…sin ti…Yo sólo quiero tenerte a mi lado un rato, besar tus labios y decirte cuánto te amo, pero se ve que temes oír los suspiros sin aliento que me apasiona la cercanía de tu cuerpo…y te desborda la agonía de tus deseos…Y por eso te escondes. Quieres hacerme creer que ya no me quieres y que pasas de mí, lo sé, pues últimamente no paro de pensar en ti, y es que yo te presiento, ¿te enteras? Siempre he tenido un sexto sentido para darme cuenta de las cosas, o es ésta sensibilidad tan sumamente poderosa que me hace sospechar ciertas cosas que veo extrañas en tu manera de actuar, y no comprendo el porqué, si ya me dejaste de querer, no me lo dices de una vez...pues lo único que adelantas es confundirme y hacerme pensar que no tienes seguridad, y estás intentando dejarlo poco a poco, como para que no te duela tanto y yo que lo sé, te dejo espacio, incluso si es que te has enamorado de otra, lo admito. Sé que estas cosas pueden ocurrir, aunque me duela a rabiar…A mí me pasó algo parecido, estuve tonteando y te olvidé durante un año, ¿te acuerdas? Pensé que si me iba con otro te dejaría de querer, pero me equivoqué, porque empecé a quererte más…Me conoces tan bien que sabes de lo que soy capaz de hacer, sobre todo desde el día aquél que me mostré desnuda y sin piel, no como tú que te muestras a medias, te guardas de mí, como si temieras algo que te supera y supedita...y por eso te sublevas contigo mismo, escondiéndote cada día tras de ese caparazón que llevas puesto...pero eres esclavo de tus sentimientos...y de la libertad que muestra mi alma…en mi cuerpo...Estás acostumbrado a llevar la voz de mando, sabiéndote querido y amado...hasta ahora...pues aunque yo esté enamorada de ti, puedo controlar mis emociones con la seguridad que tengo en mi aliento y en mis devaneos que sueño…Apenas duermo en paz, me tienes la mente bloqueada y no paro de pensar  en ti…quizás te planteaste que es posible que no me quisieras tanto como decías y  pensabas…quizás…Pero no seré yo la que te haga cambiar de idea, aún me queda algo de dignidad que bastante me he arrastrado buscándote por todos lados, espiándote, incluso una mañana me escondí y te seguí, ¡vaya que sí! Que parecía una rata callejera husmeando comida, ¡anda y que te den! Quizás hayas encontrado a otra mujer que atrape tu atención más que yo, es posible, ¿por qué no? El amor es así de caprichoso y nos pone trampas tan seductoras que caen hasta lo más fuertes de los mortales, y tú amigo mío…no iba a ser menos…te comprendo…son los caprichos del destino…por eso te alejas, pues…tantas veces me has dicho que somos iguales, que ahora te has dado cuenta del porqué seguí contigo adelante…hay tanta falta de comunicación entre las personas…y una es tan romántica que sólo piensa en buscar un amor eterno…como si eso pudiera existir de verdad…Y por eso te vas, te alejas y cuando pasas por mi lado…ni me miras siquiera…alas para tus pies…no pienso consentir que dirijas los hilos de mis emociones…y por eso te vuelves con la pregunta pintada en la cara llenita de interrogaciones…¿de dónde vendrá tan contenta? Y yo que lo sé…alas para mi cuerpo desnudo y sin piel…