viernes, 24 de julio de 2020

CON EL ARDID DEL PENSAMIENTO.- (MICRORRELATO)


Dicen las malas lenguas que el roce hace el cariño, y verdad ha de ser cuando apenas pienso en tu querer, pero…Hay noches que cuando despierto me vienes al pensamiento, y se me llenan los ojos de sentimientos, y lloro… ¿Lloras? Sí…lloro, se me saltan las lágrimas, y la verdad no sé por qué cuando realmente soy yo la que se aleja de tu querer…Se queda mirándome triste y cabizbajo…Me da una pena más grande…no lo puedo evitar…será que todavía lo quiero…Sí, sí, eso debe ser porque aún lo siento dentro de mi ser, pero…Temo contagiarme y lo sabes, y por eso…No deberías insistir en llamarme, ni hacer nada por verme, porque cuando tú te acercas a mí, y yo te rechazo, me voy caminando triste, muy triste, bien lo sabe Dios del cielo, que eso de verte con los ojos en llamas, me rompe el alma…Lo sé, últimamente no dejas que me acerque, y temo que el deseo que siento por ti se vaya desvaneciendo…Mejor...le dije…Así no habrá tanto dolor y sufrimiento por parte de los dos…pues…Este deseo constante que ata y encadena, no debe ser bueno ni para ti ni para mí…Es como si fuéramos esclavos de nuestras propias pasiones, que ya sobrepasa lo humanamente conocido…Es una dependencia total de las flaquezas…mis flaquezas, porque…Si tú supieras las imágenes que se pasean por mis pensamientos cada vez que tropiezo con algún callejón oscuro…te volverías loco de furor, porque te estás perdiendo los mejores suspiros que se lleva el viento…y no es que esté obsesionada contigo…No, no, para nada, pero…Siento un escozor en mis adentros, y unos picotazos en el pecho que ya no sé si eres tú el que está pensando en mí, o soy yo la que te traigo hasta aquí…pues…Es tal la ansiedad que me entra cuando veo lugares estratégicos, árboles frondosos con ramas por todas partes y arroyos entre cañaverales, que las escenas de amores platónicos se recrean en mi cuerpo como si las estuviera viviendo al momento, y no tengo más remedio que recordar la cantidad de veces que nos íbamos a faldear entre ellas, y es que…Hay un no sé qué en el rastro aquél, que las huellas que dejaste en el camino, me arrastran a seguirte en tu sino…pues…Según voy caminando los aspavientos de mis manos van atrapando cada gesto de tus reclamos, trayéndome los gritos de los sentidos, y es tal la intensidad de la pasión que me une a ti, que me dan ganas de gritar al viento…¡Madre mía cuánto lo deseo! Debe ser que los besos tienen memoria y allá donde voy me vienen al pensamiento, y yo que estoy loquita por sentirlos en mi boca de nuevo…Suspiro con su recuerdo, porque…Si tú supieras las ganas que tengo de abrazarte de nuevo, no habría ni un obstáculos para llegar volando hacia mi cuerpo, pero…Como ni tú ni yo estamos por la labor de contagiarnos con ese bicho maldito, que sin permiso se ha colocado en medio del hampa…la verdad, me retengo y lo maldigo, porque me ha partido la vida por la mitad…pues…Miro a mi alrededor y pienso…¿Para qué tanto ardor cuando las razones pueden matar al corazón? Y por eso…Doy gracias al cielo reclamando tus besos al viento con el ardid del pensamiento, que sin excusa alguna, me permite el lujo de amarte a todas horas y a destiempo, y tú que oyes mis quejidos a lo lejos, me aclamas con rabia y deseo los suspiros que se quedaron en el confinamiento…

sábado, 18 de julio de 2020

LA EXISTENCIA DEL VIVIR.- (MICRORRELATO)


Tengo una vida de ensueño, ¡sí Señor! Una vida que no busqué, pero encontré en el camino, y ya no la cambiaría por ninguna otra aunque no sea perfecta…Es una relación abierta, llena de citas alegres y apasionadas, aventuras prohibidas, quizás…Ni lo sé, ni me importa, sólo sé que lo que siento ahora jamás lo había sentido de esta manera tan viva, porque antes no era tal vida, si no, muerte…pues…Muerta estaba cuando ni me planteaba darle un giro de noventa grados a una situación que me estrangulaba cada día…Y no es que me haya vuelto despiadada y mujer de las mil caras…No, no, para nada, si no, que estoy sintiendo en la piel de mis sentimientos lo que es la libertad del amor eterno, porque eterno son los momentos que le entrego mi cuerpo a ese hombre, que sin querer, poco a poco me ha hecho sentir la verdadera esencia de lo que vale una mujer, el placer de los sentimientos compartidos y la existencia del vivir, porque…Antes de ahora moría un poquito cada día, sin saber que la vida se me iba por los canales de mi sangre, y de los años que pasé malviviendo por culpita de un mal querer…pues…Me casé, ¡sí Señor! Me casé muy enamorada, no lo voy a negar, además tuve tres hijos a los que amaba más que a mi vida, pero…Mi marido se volvió loco por el trabajo, que tenía tal afán por ganar dinero, que olvidó a la mujer que había conocido en los años mozos, y el cariño de sus hijos, que, aunque nunca carecieron de nada, para mí quedó siempre las sonrisas y las lágrimas de haberlos criado como si no hubieran tenido un padre que los acompañara a ninguna parte, ahora eso sí que no lo voy a negar nunca…Fueron a los mejores colegios, y estudiaron en la universidad más cara de Sevilla, mientras tanto, yo…Me sentía abandonada, aislada de todo su entorno, ninguneada…Era como si no existiera, no sentía las caricias de sus manos en mi cuerpo, ni siquiera aquellos besos tan hermosos que me daba cuando éramos novios, y por eso…Una mañana de otoño, hice las maletas y lo abandoné…¡No me llevé absolutamente nada! Tan sólo mi ropa y una fotografía, la foto donde aparecíamos los dos con nuestros tres hijos, la foto más querida y que todavía guardo en mi pecho y en la mesita de mi cuarto, porque…Me fui a vivir al sur de España, un pueblecito costero la mar de bonito y donde no me conocía nadie…pues…Así me lo hizo prometer mi ex, que temía más los comentarios de la gente que la verdadera razón por la que me había perdido…Vete lo más lejos posible, que no quiero que mis amigos piensen que me has puesto el sombreo de los toros muertos, que como pase por su lado y vea una sonrisilla de sarcasmo, te juro que te rajo de arriba abajo…Y seguí caminando sin mirarlo con los ojos abiertos y las piernas temblando…Los años han pasado por mi cuerpo sin darme cuenta, ya que entre rosas y espinas, el tiempo se detenía justo cuando tenía una pareja estable, creyendo que sería el hombre de mi vida, pero…Se ve que una ha de ir sorteando obstáculos a base de baches…pues…De las tres parejas que tuve, ninguna cuajó hasta ahora que lo conocí, un hombre que ha llenado el hueco vacío que tenía en mi corazón, y aunque tengamos una relación abierta, cuando estamos juntos compartimos la existencia del vivir…




miércoles, 15 de julio de 2020

LA VENGANZA ES UN PLATO QUE SE SIRVE FRÍO.- (MICRORRELATO)


Dicen las malas lenguas que la venganza es un plato que se sirve frío, y verdad debe ser cuando me dejé llevar por la frialdad de su ser, y por eso…Vengativa, eres una vengativa…Me dijiste al pasar con toda la ira de tu maldad… ¡Vengativa yo! ¡Anda ya! ¿Por qué? ¡Venga, dígame usted porqué! Además que… ¿Qué motivo tengo yo para vengarme de usted? Frunce el ceño y mira hacia todas partes, como si con él no fuera la cosa, me observa y al momento que quiere responder, le contesto…A lo mejor se ha creído usted que me guardo las cosas, que no olvido nunca y que soy rencorosa, ¿verdad? ¡Já! Eso no te lo crees ni tú, ¿te enteras? Empecé a tutearlo de la rabia que me estaba entrando, pero chula como ninguna seguí parlando…A ver si te crees que me he vengado por lo que pasó hace mil años, ¡lo tengo más que olvidado! Y si no lo recuerdo es lo mismo que si no hubiera pasado, ¡vamos hombre! ¿Qué te piensas? ¿Que eres el único que ha traspasado el umbral del bosque? Se quedó boquiabierto, perplejo…No se lo esperaba…Vamos a ver tío… Esto de llamarlo tío le sentó como tres patadas en las narices, pero…Me importaba un pito, así que continué con el monólogo, porque a estas alturas de la vida no pensaba guardarme nada…pues…Necesitaba vaciarme del todo, y no por despecho ni venganza, si no, por dignidad…una tiene su orgullo, y eso de que la estén vapuleando por los cuatro costados se acabó…Lo estaba poniendo a caldo…Si tú te has creído que yo me he vengado de ti porque, cuando te di el primer beso dentro del ascensor, que no paraste de darle al botón para arriba y para abajo mientras me metías mano, y al otro día se lo contaste a tu novia, no sé porqué, porque luego seguiste conmigo y con ella…debe ser que te conocía bien y pensó que era un desliz pasajero, pero…Se equivocó y te abandonó, así que…Ándate con cuidado que mujeres que aguante a tíos mujeriegos, las justas, ¿te enteras? Que llevas más de media vida dando tumbos de flor en flor como un abejorro, pero…Al final vuelves a mis brazos con el rabo entre las piernas, porque a mí no me dejas, así que aclárate chiquillo, que ya tienes canas en las sienes y curvas en el ombligo, y aunque…Después de haberme traicionado siga contigo…Escucha bien, que el día que me harte, yo te juro por mi santa madre que me tiro por los arrabales, y a ver si aguantas ese castigo de besar mi boca sabiendo que otros escucharon mis suspiros, y…Luego no vengas diciendo que lo hice por venganza, ¿te enteras? Que hace mucho tiempo que olvidé aquella mañana cuanto te pillé a brazo partido con la limpiadora de las escaleras, que te quedaste mirándome para que me doliera la guasa que tenías con ella, y no contento con eso, te metiste en el cuartillo del portal y os quedasteis encerrados más de media hora…a saber lo que hicisteis, ¡nada bueno! Que conociéndote como te conozco, ni un pulpo tiene tantos tentáculos para compartirlo con la dicha señora, pero…Que a mí ni fu ni fa, que ni me acuerdo, a ver si vas a pensar que soy una tontorrona y busco venganzas, que por mí como si te tiras a medio barrio, ¡olvidadas están todas tus infidelidades! Hasta cuando te vi mirando descaradamente a la rubia de bote del supermercado con cara de cordero degollado, ¡los ojos se te salían de las órbitas mirándole el canalillo del pecho! ¿Qué te creías que no me daba cuenta? Por mí está todo olvidado, ni siquiera me acuerdo del mamoneo que tenía contigo la muy zorra…A lo mejor todavía sigues pensando que por despecho y rencor, me he vengado de ti yéndome con otros hombres…A ver si te enteras de una vez por todas, que no me interesas…¡Que estoy de vuelta tío! Y que me dejes en paz…No te quiero, así que hazme un favor…Desaparece de mi vista, ¡humo! Me giré y seguí caminando,  cuando de repente sus brazos me sujetaron por la espalda…Me atrajo sobre su pecho y me comió la boca a pedazos, y yo…Que no me lo esperaba, me dejé arrastrar hasta que sentí en mi cuerpo la llamada de su aldaba, y por venganza…cerré las puertas de mi casa y lo dejé con las ganas…

martes, 14 de julio de 2020

COMO AGUA A FUEGO.- (MICRORRELATO)


Dicen las malas lenguas que cuando a una persona le muestra su espejo, se diluyen los demonios de los deseos, alejándose de por vida la sombra de las iras…pues…Viéndose reflejado en el fuego de los infiernos, el agua va fluyendo apagando ese amor tan turbulento…Y eso fue lo que me ocurrió a mí, que…Te buscaba por todas partes para besarte y abrazarte, dependía tanto de ti, que si no te veía, ni comía ni dormía, pasándome todas las horas del día dando vueltas por la casa como una perra enjaulada, con los nervios a flor de piel, la mirada perdida, ausente…y unas ganas de matarme para que sufrieras el castigo de no volverme a ver, porque…Te amaba más que a mi vida…que como agua a fuego era éste amor ciego…Un amor turbulento, sin límites ni fronteras que detuvieran debilidades y flaquezas, ¡fíjate cómo te quería! Tan sólo pensar en no verte, moría antes de perderte, hasta ahora…Ahora que llegó ésta pandemia confinándome desde los pies a la cabeza, son tantas horas encerrada en casa que da tiempo de pensar, de meditar y de reflexionar…poner un poco de orden a la vida…Una vida truculenta, arriesgada y llenita de malas costumbres…pues…Me acostumbré a quererte, a seguirte por los arrabales de la pendiente, montes y caminos pedregosos y callejones sin salida donde nos perdíamos por tierras prohibidas, hasta que llegó el virus y la elocuencia de la hembra debilitó…pues…Una nueva mujer brota de mi interior, es como si hubiera estado sumergida bajo el hechizo de la luna, donde aparecen dudas y celos que entorpecen los  sentimientos, haciendo que gire alrededor de su voz, una voz suave, romántica y llena de ardor…y yo, mujer débil, me rindo a su embrujo…Ese que atraviesa fronteras con el don de la ilusión, dejándome querer con la inocencia del ayer…Pobre de mí, siempre tras las huellas del antes, después…¿Qué será de mí? Le  pregunto al instante, y él me contesta…No hay respuesta alguna a las mujeres que nunca dejarán de soñar que el amor es efímero y mortal…pues…Son los juegos prohibidos lo que atraen a las parejas a seguir unidas, con la química del sexo y el erotismo compartido, y por eso…Libre como el viento me siento tras la ira de sus pensamientos, que habiéndose hecho dueño de mi alma y mis sueños, le entregué la intimidad de mi cuerpo, y…Como agua a fuego, te seguía con la ansiedad de tus prisas por apagar los deseos de tu cuerpo, y tú, sabiéndote vencedor…Me llenabas la boca de besos con la exigencia de tu lengua, que como en un duelo de espadas, se enredaba con la mía hasta la garganta…que no había suspiro que se quedara escondido, ni voces sin alivio, que allá por donde pasaba, tus manos me acariciaban con fuerza…y con ganas…pues…Era el único hombre que sacó de mis adentros los clamores del infierno, los rastrojos de las iras y las veleidades de la pira, y tú…Sabiéndote amado, me mirabas de soslayo con tus ojos y la daga escondida en el cadalso, y por eso… Una noche mientras dormía me introduje en sus sueños serpenteando por los sentimientos de su piel, y envenené su cuerpo con la sangre de mis versos…