viernes, 15 de agosto de 2014

SUEÑOS DE ESPERANZA.- (MICRORRELATO)



Estaba desesperada por las noticias que últimamente se oían en todas las emisoras radiofónicas acerca de la corrupción. Los recortes y el paro se llevaban la palma. Los debates políticos eran demoledores. Nadie se ponía de acuerdo. Europa estaba invadida por la crisis. Los Estados Unidos también, y para colmo, el tema de los inmigrantes subsaharianos estaba llegando a límites insostenibles por la cantidad de gente y lo peligroso que era. Precisamente esa mañana tenía que llevar los resultados de una ecografía mamaria al ginecólogo y entre la preocupación por el diagnóstico y lo que estaba escuchando en la radio mientras desayunaba, se me llenó la cabeza de unas ideas de lo más extravagantes. Camino de la clínica, no sé si por justificar mis dudas referentes a los resultados, vaya usted a saber, el caso es que lo vi más claro que nunca. Me puse a deletrear en el aire en menos que canta un gallo. Envié a todos mis avatares a recorrer el universo. Tenían que dar la voz ante de que esto estallara. No había trabajo. Las enfermedades asolaban a medio mundo. Los inmigrantes se encaramaban a las bayas de Ceuta y Melilla. Muchos sucumbían ante el hambre y la sed. Los más débiles caían abatidos. Otros se lastimaban los pies y las manos. No les importaban. Estaban dispuestos a todo. No tenían nada que perder. En su país de origen el hambre y la enfermedad los mataban por minutos. No lo pensé ni un instante. Reclamé a múltiples personajes a difundir que les daba trabajo. Llegaron a miles. Tuve que hacer una criba en la cual se requerían varios requisitos. Simples preguntas acerca de si tenían ilusiones y esperanzas. Unos ideales para poder triunfar. Ante todo no quería ni vagos, ni drogadictos, ni alcohólicos. Esto era serio. Teníamos el mundo en nuestras manos y no podíamos permitirnos el lujo de perder más tiempo. Llegaron médicos de todos los rincones del mundo. Mentalmente pinté un boceto de los pasos a seguir y se me ocurrió la noticia que iba a revolucionar todas las redes sociales. A mi regreso me lancé de lleno sobre mi ordenador. Hice un llamamiento con las siglas SOS a través de Internet. Enseguida recibí más de un millón de respuestas preguntando qué era lo que ocurría. Muy calmadamente les dije que teníamos que teníamos que hacer un milagro. Era nuestra obligación. Así que envié el mismo mensaje a todos mis contactos y como éramos tanto reunimos un tesoro incalculable de comentarios. Como no podía pararme en leerlos todos, les pedí que necesitaba sus currículum, porque el trabajo era lo más interesante. Se necesitaban médicos, profesores, arquitectos, ingenieros, electricista, albañiles, carpinteros, agricultores, incluso gente del medio ambiente y escritores. A mi llamada se unieron a la causa común los hombres más ricos del mundo que hartos de zánganos entregaron todo su capital a la obra universal que teníamos que fundar. No pasó ni una hora y las redes se colisionaron al momento. Se presentaron miles de millones de gente de todas las edades, razas y naciones. Por supuesto de ambos sexos. La mayoría parados. Me daba igual. A mí sólo me interesaban los mejores. Mandé a mis avatares que hicieran una criba para seleccionar a los más inteligentes y preparados, pues de ello dependía el buen milagro. Una vez echa la elección tenía que dilucidar la trama que se me había ocurrido, pero antes tuve que leer sus propuesta, preguntas y me llamó mucho la atención que la mayoría coincidían en para qué se necesitaba un escritor. He ahí, el Quid de la cuestión. Necesitamos un escritor para que escriba éste gran Sueño. Un sueño lleno de esperanza para que la humanidad no desespere y que si los inmigrantes salen huyendo de la miseria, unamos nuestras fuerzas y ayudemos entre todos a construir una tierra hermosa y llena de riquezas para que no salgan de ella, sino todo lo contrario, que haya tanto trabajo para que sean los otros los que vayan a ella…. Saquemos de ese continente lo mejor que pueda dar sus tierras. Lo mismo que el pueblo americano, fundemos un país rico y llenito de esperanza, sueños y abundancias...



martes, 12 de agosto de 2014

ME DECEPCIONASTE.- (MICRORRELATO)



Me miraste y me enamoré… Empezaste a mirarme y yo caí como una colegiala, y eso que me guardé de ti, porque en el fondo sabía que aquello no estaba bien, pero caí rendida a tus pies. Luché y luché contra la aventura de mí ser, pero era tan emocionante aquello que tú me ofrecías con la mirada y que yo necesitaba tanto en aquellos momentos… Fíjate, ahora me asaltan las dudas después de tantos encuentros de arrebatos diabólicos, porque estos sentimientos nuestros no eran normales, ¡eran terroríficos! Vamos que estaba siempre muerta de miedo y todavía no sé porqué me arrastraban tanto a tus brazos, a esos besos retorcidos y nerviosos… Ni siquiera sé por qué me dejé llevar por tu mirar, ese mirar tan fogoso que tienes, esa mirada tan penetrante, siempre escrutando cada rincón de mis pensamientos, como si quisieras saber más de mí que yo misma, como si quisieras llevarme a tus adentros misteriosos, llenos de suspenses… picardías… Era un interrogatorio constante de preguntas y respuestas, ¡pero tus respuestas, porque a mí ni me daba tiempo! Antes de reaccionar, ya me estabas arrastrando hasta el infierno…a tu infierno…Me quieres llevar contigo. Me lo dijiste una vez, ¿te acuerdas? Me dijiste que ya no me soltarías…Tengo miedo de ti. Tengo miedo de ese querer tuyo tan posesivo, tan exclusivo, tan ansioso. Temo perderme en tu locura y no poder salir de éste laberinto infernal de ultratumba, porque este vivir nuestro no es natural ni humano. Va más allá de los límites de la realidad. Es como si viviéramos el uno dentro del otro, siempre unidos por ese hilo mental que traspasa las piernas y los brazos, las venas, como si fuera la sangre de mis venas y yo de las tuyas, en el pecho tu corazón latiendo al ritmo del mío… hasta ahora… Temo que no quieras comprender que ya se acabó, porque me has defraudado y ya no te quiero… Me decepcionaste mi amor, me llevé un desengaño contigo y ya no te quiero, ¡me he desilusionado! Ya no hay marcha atrás, ¡se acabó y se acabó! ¡Hala! ¡Fuera de mi vida! No te conozco. Ya no sé ni quién eres. Un extraño, si, si, un verdadero extraño, déjame en paz de una vez. No vuelvas a seguirme, ni me esperes, ni estés como un perrito faldero tras de mi. No lo soporto, no me gustan los hombres tan abnegados, ¡pareces un crío! Nunca me han gustado los hombres sumisos y obedientes, ¡ni que fueras mi esclavo! ¡lo odio! ¡Me subleva! ¡Me pone de los nervios! Me da una rabia… Me llevé el desengaño más grande del mundo cuando vi cómo la mirabas, si, lo mismo que me miraste a mí, y entonces fue cuando me derrumbé, ¡vaya que sí! Me desencanté contigo, fíjate, yo que te tenía en un altar… ¡qué ignorante fui! Soy más tonta… Ya no te quiero, me he desenamorado de ti, es como si de repente lo hubiera visto claro, lo siento, tendrás que aceptarlo, no te enfades conmigo, entiéndeme, compréndelo, que tu al mirar a otra como me miraste a mí, me has abierto los ojos… y ahora te desconozco…

jueves, 7 de agosto de 2014

HÁBLAME DE AMOR.- (MICRORRELATO)



Háblame como si quisieras seducirme, háblame como si me acabaras de conocer… háblame con amor... como si no lleváramos tantos años casados… háblame como te hablo yo, porque así parecerá que los años no han pasado y todavía estamos en la senda de la seducción… No me grites cuando te pido algo, ni me mires con rencor, no me hagas malos gestos y regálame una flor… Enamórame con la mirada, cortéjame con tus palabras, dime que me quieres y alegra ese humor… Arrópame entre sábanas, bésame con pasión, pinta una sonrisa en tus labios y háblame de amor, vaya a ser que se me olvide que una vez te quise tanto... y busque a mi príncipe encantado, que aunque tú no lo veas están por todos lados… Están esperando que una mujer como yo, se tire a sus brazos, escuche sus palabras de amor y le bese los labios… Son como perros callejeros que se resisten al desencanto y al desamor y cuando una mujer les sonríe, se arrojan sobre ella como si fuera la mujer de sus sueños…