jueves, 23 de diciembre de 2021

CONTIGO HASTA EL FIN DEL MUNDO.- (MICRORRELATO)

 Qué bonito sería seguir contigo, volver a besar tu boca como aquél día a solas y a escondidas, perdernos por grandes avenidas y estrechas calles, ¿te acuerdas? ¿Cómo olvidarte? Imposible…Jamás olvidaré aquél lugar donde te besé y tú me dijiste al oído…Contigo hasta el fin del mundo…Poco a poco tus labios naufragaron en los míos…y esa lengua ardiente y juguetona se alojó en mi boca con la audacia de mi alma loca, que ansiosa como estaba, me ofrecí a tu cuerpo como una raposa…Hay un vagabundo escondido en sus calzones que se desliza atrevido por mi vientre como una serpiente, y…Yo que siento ese fuego que arde en su infierno, me aferro a su cuello con la furia de los jadeos, y por eso…Muero y sueño…Sueño que aún estamos abrazados en unos labios compartidos y se me llenan los ojos de lágrimas, pero…Luego se me pasa, porque…Lo único que vale en ésta vida es el presente…El pasado ya no me pertenece…pues…Todo fue un desliz, una aventura…Una aventura que todavía me está pasando factura y en la cual no querría caer, y aunque tú no te resignas a perderme, al final agradecerás que aquéllos besos no se repitan más…Necesito tus besos, me dijo desesperado…Seguí andando sin volver la cabeza, porque si lo veo muero…Te quiero, te quiero, vente conmigo vida mía, no me dejes que estoy muy malito…vente por favor, sólo será un beso y luego te dejo en paz…Yo también te quiero, dije sonriendo, porque cuando me dijo lo malito que se encontraba puso un puchero que me dio la risa…Esa risa cómplice que siempre me saca cuando quiere convencerme…Si me quisieras vendrías conmigo…Sabes mejor que nadie que no podemos seguir, lo sabes, no insistas más por favor…No te creo, ya no me quieres…Te amo...Ven, acércate, déjame tocar tu mano…Le di la mano y sentí un calor que me recorrió todo el cuerpo...estuve a punto de ceder a sus deseos, pero…Una fuerza interior me hizo recular y seguí caminando hasta perderlo de vista, y por eso ahora…Tengo los sentimientos dislocados, están perdiéndose entre luces y sombras…No puedo seguir viviendo con esta pena que me está matando poquito a poco…Quiero llorar y no puedo, no me salen las lágrimas, me duelen los recuerdo…me duele el corazón cuando siento que me llama…Me gustaría dormir arropada por el calor de tus brazos alrededor de mi cuerpo, y lo único que siento es tristeza porque sé que sólo será una fantasía más de las mías…Pasan los días, meses y años y todo quedará en el recuerdo...en la última vez que estuvimos hablando para no llegar a ninguna parte…pues…Quería huir, alejarme de ti…Estoy llorando sin lágrimas…me sangran las palabras que salen de mi pluma alada con ansias de devorarlas…me duele saberte herido…me duelen tus ojos tristes, tus manos vacías de mis caricias, y por eso…Como una serpiente voy reptando por tu cuerpo con el veneno de mis versos, y…Miento…miento cada vez que te niego...siempre miento…Mi vida es una mentira de doble juego, ¿te enteras? Mi vida no me pertenece…A veces me siento dominada por aquella mujercita que conociste en el pasado...es como si siguiera manejando los hilos de mi corazón, y yo...Me rebelo contra ella, midiendo cada paso que doy con la excusa de la madurez aquí presente, aunque…Ella siga soñando contigo hasta el fin del mundo

miércoles, 1 de diciembre de 2021

GUÁRDATE DE MÍ.- (MICRORRELATO)

 Guárdate de mí, guárdate, que quién avisa no es traidor…le dije, dándole la espalda…¿Qué te pasa? Me preguntó en medio de un semáforo…Seguí andando como si no lo hubiera oído…pues…Quería evitar por todos los medios verle la cara, porque si le veo esos ojos chispeantes, seguro que me vengo abajo, además tampoco deseaba pararme a hablar, porque sería como una discusión de besugos, ya que no se deja convencer, y dijera lo que dijera, jamás entraría en razones…Estaba decidida a alejarme de él, y por eso…Fingí una frialdad exorbitante, porque…Palabrita del niño Jesús, que no sé qué habría pasado…Me duele el alma cuando le veo esa cara de carnero degollado, es como si me estuviera pidiendo limosna…la verdad es que siento pinchazos en el estómago, además me hace sentir culpable por lo mal que lo está pasando en éstos momentos por mí, y por eso…Con las manos juntas pregunté al cielo…¿Qué hago Dios mío de mi vida, qué hago? Salta la valla, sella tu boca, cierra tus ojos y rompe cadenas…¿Quién habla? Silencio total, mutis por el foro, no se oye ni una mosca, nadie me contesta…Más o menos como hice yo cuando se paró en medio de aquél dichoso semáforo, que cada vez que lo recuerdo se me llenan los ojos de lágrimas, aunque…Prefiero llorar a solas, a echarme sobre su pecho como una magdalena, y es que…Éste hombre todavía no se ha dado cuenta de que no quiero volver a lo mismo de siempre…Aquí te pillo y aquí te mato…pues…Realmente en eso se basa toda nuestra relación, y no estaba dispuesta a malgastar mi tiempo en tan excitantes encuentros, al fin y al cabo, tan sólo se quedan en un souvenirs, y la verdad, una ya está de vuelta de tan pasajeras vivencias…Eso se acabó, y no pienso echar marcha atrás…Pero, ¿porqué? ¡Porque no quiero! Antes era más fogosa y aventurera, además estaba loquita por ti y temía perderte si no te daba gusto, en cambio…Ahora me he vuelto más prudentita…Quizás sea la pandemia la que me haya hecho recapacitar, no lo sé, pero…El amor que siento es pausado y sereno, y por eso…Prefiero vivir cómodamente sentada en mi sofá, que dar vueltas por la casa fumando un cigarrillo tras otro esperando tu llamada, ¿te enteras? Nada, como si le hablara a la pared…No se da por vencido, le da igual mis sentimientos, sólo quiere rendir tributo al deseo carnal haciéndome suya hasta la eternidad, y no quiero…Salta la valla, sella tu boca, cierra tus ojos y rompe cadenas, pero…Él que sueña conmigo…Tira la valla, besa mi boca, retuerce mi cuerpo y me arranca la ropa…¡Mírame a los ojos y dime que ya no me quieres! Si es así, jamás volverás a verme, y yo…Que temo decaer de nuevo…Salgo corriendo para no entregarme a sus brazos, que ansiosos están por atraparme de nuevo, pero…Me doy la vuelta decidida y resuelta...Escúchame bien porque no te lo volveré a repetir, que quién avisa no es traidor, ¿te enteras?…Guárdate de mí, guárdate de mí…que en éstos momentos no soy dueña de mis actos y no sé por dónde vamos a salir…Y él, haciendo caso omiso de la advertencia, se muestra ante mí con todo ese potencial que tenía entre las piernas, y poniendo los brazos en jarras, me retó con tres palabras que tumbaron todas las expectativas de ser libre de por vida…¡Aquí mando yo! ¡Madre mía lo que a mí me entró! Al instante pasé a ser la esclava de su desleal y embaucadora sonrisa…Ni me lo pensé, y…De un brinco monté sobre su cuerpo traicionero como una fiera en busca de nuevas laderas, sin límites ni fronteras, y cuando llegamos a la cúspide del monte, le dije bien claro…¡Esto es la guerra!