Dicen las malas lenguas que cuando el amor se apaga, lo mejor
es pasar página y dejarlo marchar sin mirar atrás…y justo eso es lo que en mis
carnes sentí una mañana al despertar…Todavía me pregunto qué es lo que me hizo
ver la cruda realidad…Quizás fuera algo que desde hacía tiempo pendía sobre mí
como la espada de Damocles y aún sabiendo de su advertencia, me negaba a
admitir…Era tan grande e intenso el amor que le profesaba, que una sombra
oscura y negra tapaba mis ojos, y lo que es peor, la verdadera esencia de sentirme
amada como mujer enamorada y el deseo que despertaba en su virilidad y
mujeriego don Juan…pues…El temor al ver pasar los años en la piel de mis encantos
hacía que me desnudara ante la pasión como si fuera vital en la vida mía, que
sin poderlo evitar, siempre ansié seguir siendo la jovencita que todas tenemos
en el interior de nuestro corazón, y por eso…Galopaba como yegua desbocada cada
vez que te veía pasar por montes y caminos en busca de mis delirios…Eran los
momentos más ardientes y apasionados que jamás sentí en mi cuerpo y en las
fantasías de mi alocada juventud, y ahora, después de tantas citas tras el
escenario de la vida misma…Una mañana estando abrazada a tu cuerpo y besando tu
boca, abrí los ojos y me vi reflejada en tu rostro…Algo vibró en mi interior…No
me lo preguntes porque por muchas vueltas que le he dado, aún no he conseguido
adivinarlo, pero…Una nueva y extraña sensación alertó mi mente y mi corazón…Nunca
podría describir con total admisión lo que pudo ocurrir en aquél momento, no lo
sé ni me importa, sólo sé que fue en ese mismo instante cuando me hice mayor y
maduré…Eso pensaba mientras caminaba entre fantasmas…los fantasmas del pasado
que siguen persiguiéndome cuando te veo a mi lado y me miras de soslayo…¿Qué es
lo que pasó? Eso quisiera saber yo…Una imagen, un pensamiento, un sentir, un
sentimiento…Quizás fuera la mueca complaciente de tu boca mientras me
acariciabas…tus ojos de insondable sonrisa por el mero hecho de mirarme la cara
cuando suspiraba de pasión… pues…Sólo fueron momentos, ¡vaya que sí! Que fueron
maravillosos momentos llenos de pasión, pero…Hasta aquí y para de contar, no
hay nada más que eso…momentos que tú echando chispas me gritas que eres mío y
yo tuya…No, no mi amor, no puedo con esta situación que me condena a
seguirte…Quiero pasar página…Tengo otro sentimiento dentro del corazón…¿Cuándo
me he dado cuenta? No lo sé, ni me lo pregunto…podría ser esa luz que iluminó
mi mente y al final decidí que no podíamos seguir así, da igual, el caso es que
algo cambió en mi sentires, y por eso…Necesito respirar aire puro…pues…Una
fuerza misteriosa me empuja a estar a solas conmigo…lo mismo que antes no podía
estar un solo día sin ti, ahora te tengo que dejar escapar para que pueda
recuperar mi libertad, porque…Seguirte por donde quieras que vas tan sólo por
lástima, no…lo siento…No te enfades mi amor, compréndelo, no te enfades…Déjame
seguir mi camino, es muy bonito lo que tuvimos, no lo estropees por Dios, no lo
estropees…Sé que antes temía no poder estar contigo y me dolía el alma, la
garganta se me anudaba, pero ahora, fíjate, ahora temo encontrarme contigo en
cualquier parte…No sé por qué ocurren estas cosas, no me lo preguntes porque no
tiene vuelta de hoja, son cosas del destino…Es posible que un ente misterioso
se haya instalado dentro de mi ser, y yo me pregunto, ¿no será que se está
empoderando de mi sentir? No lo entiendo, ni tampoco me preocupa, lo único que
quiero es seguir con mi vida…pues…Hay una duda latente en mi mente y mi piel
que se resiste a seguirte por los caminos del ayer, y a solas sisea…No puedo
volver a tus brazos por las fuerzas del querer, e insistiendo no para de
repetir que debemos dejarlo partir…pues...Ya no te siento en mis tientos, ni
deseo de nuevo tenerte en mis brazos...Ni besos calientes que recorra mi cuerpo
con ansias y anhelo, y por eso…Me pierdo por rincones oscuros para que no puedas
encontrarme, ni ansiar yo buscarte, que…Quiero alejarme de tus pensamientos y
los míos tenerlos libres y sin tu recuerdo…Momentos, tan sólo eran momentos los
que te deseaba abrazada a mi cuerpo…y tú que eres adictos a ellos, me
chantajeas recriminándome con furia y desasosiego que me sigues queriendo...y
antes de darme cuenta siento la sombra belicosa de tus manos aferradas a mis
enaguas acariciándome las nalgas…Y yo que soy frágil y de sonrisa fácil, me río
con la ironía que me caracteriza de coqueta y desvergonzada señora de mil
caras…
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