- ¿Tú te crees que se
puede estar erguido sobre el monopatín, con un pie en el suelo impulsando, con
esa cara de niño bueno, como si nunca hubieras roto un plato, y ese pelo tan
negro y tan largo recogido en una coleta, con la gorrilla de lado y un
pendiente en la oreja? Eres la provocación de las patinadoras…
- ¿Tú te crees que puedes
rodar por la plaza del Zoco, sorteando escalones en un doble salto, con esos
aires de grandeza, con la camiseta a la sisa negra marcando pectorales, y los
vaqueros ceñidos y ajustados… y … comiendo donetes? Eres la provocación de las
patinadoras...
- ¿Tú te crees que se
puede estar tan derecho, saltando y dando volteretas por el aire, sin caerse
del monopatín, con el cigarro en la boca, y esa mirada de picardía como
pidiendo fuego ahora y enseguida y… rodando fuerte?
Eres la provocación de las
patinadoras. De las más jóvenes y las que no lo son. Eres un provocador… y un
reto mortal… y muy grave. Para las de quince años, para las de treinta y las
maduritas… y… ¿quién sabe? No te puedes imaginar la rabia que me da cuando te
veo rodar por ahí con esos aires, pasando de todas, volviéndolas locas
perdidas, ¡siendo mi pesadilla! Pero el día menos pensado te voy a parar en el
carril bici y te voy a empujar hasta el jardín, y cuando no nos vea nadie… ¡te
voy a estampar contra un árbol! Y antes de que te des cuenta… te voy a quitar
el monopatín y me voy a subir en él con mis patines y te vas a enterar de quién
soy yo. Por que si tú eres la provocación de las patinadoras, yo seré la
destrucción de los monopatines así que ten cuidado conmigo, porque te puedo
dejar como un pasmarote, y después no digas que no estás avisado… Y…ahora vas
y… ¡lo cascas! Ja, ja, ja… Lo he dejado majareta
El chico se quedó como
diciendo: A ésta, ja, ja, ja, a ésta ya la tengo en el bote…
No hay comentarios:
Publicar un comentario