Yo creía que la pandemia que estamos padeciendo sería la perfecta excusa para arrancarte de mi pecho, pero se ve que no, que por mucho que intente olvidarte, más te siento en mi lecho…debe ser que sigues maquinando para atraerme de nuevo, ¡vaya que sí! Te conozco tan bien…pues…Se masculla por ahí que cuando una persona piensa en otra, es porque se cuela en su mente aunque no esté presente…Grita tu nombre por las noches, y yo…Que escucho en la hoguera de los sueños, espero que lo apagues con gemidos, y tú…Que estás alrededor de las llamas…Sales a mi encuentro con alevosía y deseo, aunque…Sé que quieres hacerme el vacío, pero…Por más que lo intentas, bien lo sabe Dios del cielo, que en mi pecho lates sin compasión…El temor al contagio puso una brecha entre los dos, y ahora, después de un año, sigo esperando…te echo tanto de menos que no sé si es temor a perderte o que ya no necesitas mis besos…Esos besos que una fría mañana de invierno calentaron mis labios…labios que estuviste reclamando y en mi boca fundí…Sentí la necesidad de dártelos por gusto y porque oía tus gritos bajo la funda de mi almohada, que fueron tantos, que me estallaron en los oídos, y por eso…Me pregunto si no serán tus voces las que siguen retumbando en mi cama y salen por la ventana bramando…¿Qué ocurrirá el día que el virus desaparezca? Se habrá enfriado mi corazón, o…se enamore de otra…pues…Dicen las malas lenguas que el roce hace el cariño, pero…¿Persiste la pasión? Quizás fueron amoríos pasajeros que desaparecen con el tiempo…¡Qué sin vivir! Me ahoga el desaliento…No te puedes imaginar lo que echo de menos nuestros encuentros bajo aquél cielo negro y lloviendo…¿Te acuerdas? Te encantaban, pero…En éstos momentos siento un vacío tan grande dentro de mí, que ya no puedo resistir…Son tan intensos los recuerdos que por más que intento olvidarte, más me consumen los celos y el desconcierto…Desconcierto por éste virus que vaga errante sin rumbo…y celos pensando que a otras entregas tus besos…besos ardientes y descarnados que, sin esperarlo, te robé de los labios, y ahora, a pesar del tiempo transcurrido arden en mi boca como antorcha encendida…Me pregunto si te ocurre lo mismo…pues…Eres la sombra que persiste en mi pecho, la inspiración de mis secretos, la aventura de mis ansias de vivir y la luz que ilumina mis versos, y por eso grito al viento…Contágiame con la punta de tu daga, que yo te contagiaré con la blonda de mi tanga…mira que estoy a punto de caramelo y necesito la miel de tus besos, que…Mientras sigas saciando con vino, seguiré pernoctando en tu sino…pues…No hay nada más bello y hermoso en éste mundo, que un hombre y una mujer se contaminen sin pudor y desatino…Contamíname con el leño de tu hoguera…Contágiame con el roce de tus delirios y ya verás cómo te arranco los gritos a golpes de gemidos…pues…Hay un silencio bramando en el viento como tormenta en el cielo barruntando, y por eso…Te espero como agua de mayo mientras siga soñando…pues…Soñar contigo es vivir sin temor a morir…
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