sábado, 8 de diciembre de 2018

LOS GEMIDOS DE MI ALMA.- (MICRORRELATO)



Echo de menos los gestos de tus manos, la mirada de tus entrañas y el porte altivo de tus espaldas, fíjate cuántas cosas echo de menos, pero… ¿sabes qué te digo…? Que estoy en paz y relajada conmigo misma porque tengo tranquila el alma…pues… Siempre fuiste hombre de hola qué tal y adiós sin despedirte del todo, y por eso…Me encuentro sopesando ésta extraña relación donde sólo yo soy la que pone toda la carne en el asador, y me pregunto… ¿hasta cuándo podré soportar sin que me duela jamás? Hacía mucho tiempo que estaba viviendo una situación tóxica, aún así, cuando decidía romper con todo, algo inquietaba mi corazón, sintiendo la necesidad de volver a sus brazos…era tan exquisita y amarga esa sensación de abandono y encuentro a la vez, que parecía una droga para mí…el elixir, la piedra filosofal…pues…Las temporadas que no estaba con él me llenaban de amargura y un desasosiego se apoderaba de mis sentimientos y tan sólo deseaba llorar…Era una pena sangrante que regaba mis venas hasta dolerme el cuerpo, y cuando lo tenía en mis brazos, me daba rabia esa seguridad con la que manejaba mis delirios haciéndome suspirar de amor…Hasta que alguien apareció en mi vida de una manera casual, fíjate qué cosas, que… Yo creía que sin ti iba a morir, y ya ves que no, que una sigue hacia delante con las mismas ilusiones de siempre…Debe ser que los años me hayan enseñado a ver la tolerancia de una manera serena y leal…pues…A veces siento ganas de ti, pero otras no, y por eso doy gracias al cielo y a la vida por tener esta capacidad de supervivencia tan rebelde y tenaz…debe ser que sienta como la letra de la canción de Manuel Carrasco que habla de la mujer de las mil batallas, ya que no sólo enferma el cuerpo si no también el alma, y una, a pesar de las caídas, saca fuerzas de flaquezas, como decía mi madre que en paz descanse, y se levanta como una guerrera de la vida…pues… Hay alguien escondido por ahí que me atrae y enciende a la vez…está tanteando el terreno seduciéndome con frases de actor y bohemio, arrastrarme a su juego y me deje llevar por ese veneno tan rico y tan bueno que tanto me gusta a mí… Me saluda muy austeramente, y luego que le contesto con palabras elocuentes, se desliza suavemente con lisonjas y halagos, lanzando el anzuelo para que me enganche a él, pero…Hay días que desaparece de mi vista para que piense en el fuego de ese infierno que lo quema por fuera y por dentro y quisiera conmigo arder...y yo que soy atrevida y juguetona de por sí, lo estoy dejando que siga intentando rescatar mi pasión para irnos de juerga los dos...Lo que no sabe es que soy tramposa y fresca también, y por eso... Dejo que tantee el terreno para que se le encienda el ingenio de seducirme pensando una y otra vez, hasta que caiga en mi red…pues… No sé qué me pasa últimamente que no sólo tengo ganas de ti, si no de él también…Me gusta, me atrae y se me apetece mucho pasar una noche apasionada y abrazada a su cuerpo, comérmelo a besos y decirle te quiero hasta que amanezca de nuevo…No sé si es porque paso de dimes y diretes o que me he vuelto un poco fresca, atrevida y descarada, pero…En éstos momentos, lo único que me preocupa es darle gusto al cuerpo, bueno, dicho de esa manera suena a frivolidad. Debe ser que me sienta un poco despechada y la rabia me arrastre a entregarme a él…Claro que por otro lado, cuando me paro a pensar me digo que no está bien dejarse llevar por la pasión del momento, porque luego una se va a su casa y se queda un vacío dentro del alma que es como morir un poco, pero…Tiene un no sé qué, que me atrae en cantidad…pues… Estoy en esa etapa de la vida que la libertad de la edad madura se entremezcla con aquella lejana juventud, en la que las pasiones desenfrenadas me empujaban a ver la vida de una manera libre y locuaz a pesar de los desengaños amorosos, y…Eso de despertar deseos apasionados a un hombre que se cree un perfecto caballero, siendo un don Juan, es lo más revolucionario que una pueda sentir en sus carnes salvajes, y me entran unos deseos nada más verlo por aquí, que me arden hasta los pensamientos, ¡ay Señor, Señor! Si mi madre levantara la cabeza, ¡qué vergüenza por Dios! Pero, ¿qué me está pasando a mí? Y en éstos tiempos tan locos que estamos viviendo, y a nuestra edad…debe ser que haya un vacío en nuestro interior que se ha de llenar de una manera libre y en paz…pues… Echo de menos las caricias seductoras de sus manos cuando me abraza, los gestos de sus ojos cuando escucha los gemidos de mi alma y sus ardientes besos cuando recorre las ansias de mi garganta...

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