domingo, 16 de diciembre de 2018

CON LA TINTA DE MIS LÁGRIMAS.- (MICRORRELATO)



Vagando estoy con la sombra de su cuerpo, que sin saber cómo, presiento tras de mí…es como si caminaras a mi lado o quizás esté en mis pensamientos…Ya no sé si soy yo la que dirige mis pasos a cualquier sitio…La noche y el día se me escapan de las manos sin sentirme completamente mía, y al alba despierto con la sensación de haber estado durmiendo contigo como si fueras el dueño de mi cuerpo…pues…Siento tu respiración atravesar mi garganta y llegar a mi pecho con los suspiros que salen de tu boca alentándome a seguirte allá donde quieras que vas, y el aliento de tus besos me acarician los oídos haciéndome tuya, y cuando despierto me desperezo con los brazos estirados hasta el techo de la habitación y te veo reflejado en los cristales de la ventana, que sin saber cómo, están abiertas habiéndolas dejado cerradas yo…¿Eres tú o es mi imaginación la que vaga entre las sábanas? Miro a todas partes y te siento tan presente, que antes del alba, como una amazona monté en mi yegua y me fui a pasear, y estando en medio de la montaña, me di cuenta de que no era yo, si no tú el jinete que galopaba sobre mí dirigiéndome por los barrancos con la furia salvaje de un león, y antes de despeñarme, desperté sudorosa y temblando de pasión…Me levanté y mientras me duchaba, sentí cómo dirigía mis manos a la intimidad de los ardores de mi cuerpo…No, no, no era mi mano si no la suya la que manejaba los delirios de mi pasión, esos placeres ocultos que se esconden tras los espejos…¡Oye tú! ¿Quién yo? Míralo, ya se está haciendo el desentendido, disimulando, como siempre…Sí, sí tú… ¿qué haces aquí hurgando? ¿Por qué no te vas de una vez por todas y me dejas vivir en paz? Estaba llena de rabia y de odio…pues…No soportaba ser la mujer de segundo plato…me tenía frita, siempre esperándolo en la misma estación de ida y vuelta, hasta que me cansé y me marché de su lado…pues…Éstos hombres que no se conforman con una sola mujer, si no que desean tener dos o tres arrodillada a sus pies como si fuéramos esclavas, pero… Por muchos devaneos que tengan, al final siempre vuelven a la misma, a la tonta, a la que más lo quiere, lo aguanta y perdona porque en el fondo no se lo puede quitar del pensamiento, y esa era yo que…Me sentía obligada a quererlo de lejos y de frente, y por eso…Estoy escondida aquí, esperando verlo pasar para seguirlo, ¡ay madre mía qué bajo he caído! Con lo orgullosa que era y ahora ¡fíjate donde estoy y cómo! No valgo nada, soy un trozo de carne con manos y patas… ¡Señor, Señor…si mi madre levantara la cabeza…! Lo siento mucho, pero me importa un rábano, los celos me están matando, ¡no puedo más, me muero, me muero de celos! Me agacho tras unos árboles para saber con quién me la está pegando ahora…pues… Lleva un tiempo que no se deja ver y para mí que tiene un lío…tengo que averiguarlo, verlo con mis propios ojos…Y estando agachada para que no me viera, lo veo pasar con su coche, ¡ya sé dónde va! Atajé rápidamente por los caminos y mientras corría, los demonios de mi cuerpo no dejaban de azuzarme…Está con esa, sí, sí, esa tía pelleja, buscona y asquerosa…Al momento la veo pasar veloz con su pequeño automóvil, viejo y feo como ella, ¡la odiaba a muerte! ¡Míralo! No me equivoco nunca, ahí estaba él esperándola, ¡no lo soporto! Estaba fumando un cigarrillo con cara de desesperado, temeroso que lo pillara alguna conocida…pues…Era un mujeriego de cuidado, y ella, ¿qué hace ella? Aparca, se baja del coche y entra en el de él rápidamente, mirando a todos lados…No lo pensé ni un instante… Saqué mi móvil del bolso y me lié a hacerles fotos… ¡Se van a enterar éstos dos de lo que soy capaz! Las pienso colgar en las redes sociales para que los vean todo el mundo y se enteren de esas citas…Era una mujer despechada y tenía tanto odio dentro de mí que no sabía ni lo que hacía…Fue en ese momento que desperté del todo…Era una pesadilla como tantas otras que continuamente tenía desde la última vez que estuve con él…pues…Hacía tiempo que me ignoraba y mi mente, siempre elucubrando, no paraba de echar leña al fuego…Me levanté, y colgándome la mochila me fui a caminar por ahí…Apenas veía la gente pasar, tenía los ojos llenos de lágrimas, me sentía rota por dentro…No paraba de pensar en el daño que me había hecho, no me lo merecía…pues… Te di todo, hasta mis vergüenzas…Confié en ti, ¿te enteras? Creía que me amabas de verdad…Me arrancaste de la boca secretos y murmullos entre gritos de placer con la codicia del fuego que todo lo quema y arrasa bajo las caricias de la piel…No escatimé en palabras, esas tan ardientes que fluían de los suspiros de mi pecho, y ahora surgen de dolor y rompen escritas con la tinta de mis lágrimas…

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