sábado, 17 de diciembre de 2016

LÁGRIMAS DE FUEGO POR LA MUERTE DE UN MOTERO.- (MICRORRELATO)





Es increíble toda esta pasión por ti…Voy a cerrar las puertas de mi libertad y abrir las ventanas para poder respirar aire puro y fresco, necesito liberar mis pulmones de ti...pues hay un demonio frente a mí que me quiere llevar al infierno de su existir…Y llegaste con tu espada de acero y lo apartaste de mi cuerpo…Y por eso hoy estoy aquí, sola y triste, llorando de pena ante el muro de tu silencio…Apenas nada, unas palabras de aliento escritas con lágrimas ardiendo…Regaste mis ojos con tu sonrisa aniñada, fresca y clara, ese mirar tuyo pícaro y risueño que llenó mis ojos de ti…Azul cielo, blanca luz amanecer…Fuego rojo de pasión…y negra defunción…Llevo luto en mi alma desbocada...Negro luto por ti, corazón mío, que te fuiste sin decirme adiós…Una historia de amor que duró lo que en abril aguas mil…Tengo el corazón roto de dolor, mis ojos apenas pueden soportar tanta pena…una agonía infinita se cierne sobre mí, no puedo con éste sufrir…Las lágrimas no me dejan ver tu rostro…me siento desfallecer…¿por qué no me lo hiciste saber? Todo este tiempo pensando en ti…Era como si quisieras hablar conmigo…querías decirme algo…unas palabras de aliento…un saludo de amistad, un te quiero más por decidir…Llegaste a mi vida arrasando por partida, apenas una llamada desde el corazón y ya estabas rendido a mis pies como un caballero ante su dama…y me enamoraste el alma…Te quise desde el primer momento que te vi aparecer con tus gafas oscuras y el casco de motero, y yo nerviosita como estaba, no sabía si mirarte o dejarme ver...mis piernas temblaban como una adolescente en su primera cita de amor…Fue un flechazo sin medida. Tus ojos y los míos se rieron de nosotros como si fueran dos chiquillos, cómplices y compañeros del mal rato que estábamos pasando…Yo estaba titubeando ante ti, ¡fíjate qué cosas me ocurren! después de tantos mensajes apasionados que nos enviábamos tú y yo, que eran como cruces de fuego en un campo de batalla…Dos volcanes ardiendo…Dos balas perdidas ante un horizonte abierto al libre albedrío de los sentimientos…Te enviaba pistas sobre mi acaecer, y tú me contestabas antes de sentir mis lágrimas derramadas sobre papel…Eras mi amante en una nube de algodón escrita con la poesía de mi corazón, amigo virtual enamorado de frases enmascaradas con un realismo infernal…Fueron mis versos lo que atrajeron tu atención, y emocionaron tu corazón enamorado del amor, igual que un lobo solitario en busca de la manada perdida en la lejanía de su triste soledad…Libre de pasos en falsos, me lanzaste una flecha justo en medio de mi alma desbocada por un mal querer…Me enseñaste la crudeza de la realidad y me mostraste el camino de tu verdad sin trampas, ni cartón…Me quitaste la venda que tapaba mis ojos y me llevaste por los derroteros de tu moto hasta los montes de libertad…y yo me aferré a tu abrazo a las órdenes de la libertad, derrochando palabras al viento sin fronteras ni tapaderas. Toda yo era pura dinamita a punto de estallar…y tú siempre abierto el pecho para mí…Fue una cita a ciegas donde seda y terciopelo prendieron en mi boca con tus labios de fuego…Te sentí…sentí el momento de tu escapada mortal…Algo en mi interior me gritaba con tus ojos mirando mi rostro y tus brazos aferrados a mi cuerpo…Más de mil veces me he parado en mitad del camino y he girado mi cabeza…Unas voces mudas a mi alrededor de suspiros me arrollaban…¿Qué quieres? ¿Qué me está pasando? ¿Por qué te pienso tanto? Algunas personas dicen que cuando se piensa demasiado en algo, o en alguien, es porque se quieren comunicar. No sé qué tendrá de verdad eso, no lo puedo explicar con palabras…pero…Una fuerza misteriosa me hacía pensar en ti cada momento del día…Cerraba mis ojos contigo y antes del amanecer ahí estabas tú…He ido andando tras los pasos de tu llamada, donde tú y yo una mañana quedamos, para ver si era verdad o falso esas imaginaciones mías…pues…Tengo un millón de pájaros revoloteando en la cabeza piando…A veces sentía tu presencia a mi lado, no podía comprender ésta tristeza tan grande que, poco a poco se iba adueñando de mí…Un halo misterioso me envolvía el alma que caminaba a mi lado apenada…un paso adelante y tú ahí…A veces hablaba en voz alta preguntándote qué era lo que querías…Era imposible estar continuamente con una sombra cerniendo mi cuerpo como si no fuera yo, sino tú el que vivía en mí…Una leve sospecha siempre pendiente como la espada de Damocles pendulando sobre mí…Dios mío…¿qué es lo que me quieres decir? ¿Estoy loca? Quizás sean fantasías mías, esas que me hacen desvariar y no distingo lo ficticio de lo real…Una constante curiosidad me hizo deambular entre los vericuetos de mis adentros, y oteando desde el cielo vi un lobo corriendo por las arenas del desierto…me lancé en picado y se paró en seco…me miró y me hizo seguirle por las dunas, apenas podía volar de tanto como corría...al momento vi las ruedas de su moto estrellarse contra los carros de fuego, y yo que estaba volando a ras del suelo, me cegaron los ojos con las llamaradas del infierno…Era tan sólo un sueño…Me desperté con los rugidos de su moto galopando…Algo le ha ocurrido a mi amado que lo oigo llorar en mi pecho con los suspiros entrecortados…Estaba desvariando, me despejé al momento y lo busqué por todas partes…Tenía un mal presentimiento, no me equivoco nunca Dios mío, siempre tengo corazonadas, sensaciones…Algo no funciona en mi cerebro…Me vienen frases que apenas comprendo…Llamadas de silencio que me incitan al despertar…Amores que viene y van…Personas que aún están, sin estar…son los efluvios del aliento que se quedan junto a mí…Amores secretos divagando en un sinvivir hasta que se comunican por medio de esa sensibilidad a flor de piel que tenemos en lo más recóndito de nuestro interior…Escucha a tu corazón...quizás estamos unidos por ese hilo rojo…Mi amante fiel al sentimiento…Me llamaste y te escuché…y por eso te encontré…¿qué quieres de mí? Escucha tu corazón, me volviste a repetir…Ya lo hice mi amor, ya la encontré y le susurré las palabras que una mañana de invierno me escribiste a mí…Y ahora déjame llorar un poquito, por favor, quiero llorar en silencio, a escondidas de éste mundo de cristal…Necesito derramar mis lágrimas de fuego en esta ventana abierta al exterior, donde una mañana fría de invierno, tu boca y la mía se estrellaron como seda y terciopelo…en un beso de pasión…






No hay comentarios:

Publicar un comentario