Prendida estoy yo de tus
aspavientos, prendida de tus palabras que dicen mucho estando calladas, y en el
silencio de la noche gritan dislocadas…Prendida a tu vida y que quisiera
vivirla junto a la mía…Si yo supiera que pensándote cómo te estoy pensando, tú
pudieras entrar dentro de mis pensamientos…yo te juro por lo más sagrado que
hay en el mundo, que no te dejaría escapar…Si yo supiera que llamándote como te
estoy llamando, tú pudieras escuchar las voces de mi alma chillando…yo te juro
por mi vida que no dejaría de gritar…Si yo supiera que llorando como estoy
llorando tú pudieras calmar mi llanto…yo te juro por lo más sagrado que no
dejaría de llorar…El lobo estepario ya está al acecho...ya sabe que te quiero y
viene a rescatarme de tus besos…Y a mí me arde el cuerpo de tanto como te
deseo…¡Socorro que me quemo! Ven corriendo y apágalo con tus besos…Y llegas
pidiendo guerra, pronto, rápido y sin medida…y yo que te veo te sonrío y te
digo al oído…no quieras saber de mi pasado, ni me cuentes de tu futuro
regalado, que sólo quiero vivir el presente inmediato con la boca de mis
pecados y decirte al oído…que verde está el entresuelo de mis pensamientos y
allá por los bajos fondos ni te cuento, que si viajas conmigo de la mano te
mostraré el camino de los pasadizos secretos de mis deseos…Éste hombre que se
pasea a mi lado me hechiza y dice que tiene celos hasta de mis pensamientos,
que está enamorado y que estoy jugando con sus sentimientos…No mi amor, que yo
no juego, sólo estás en mis sueños…Y te lloro de noche y te lloro de día...Y
lloro por mi soledad, y lloro por mi mamá, que antes estaba ausente a mi lado,
y ahora que está en el cielo me habla y me avisa que tenga cuidado que éste tío
viene con los cartuchos cargados…Dime mamá, mamaíta de mi vida, ¿es verdad que
me estás hablando desde el cielo? O quizás sea yo la que está divagando…Me
encuentro muy sola y triste desde que te has ido, y aunque cuando estabas
conmigo era como si nada, al menos me entretenía cuidándote y se me pasaban las
horas enseguida, sobre todo cuando te paseaba por la calle empujando tu sillita
de ruedas, pues me entretenía charlando con las vecinas, que siempre que te
veían te besaban y abrazaban y tú te dejabas querer en tu olvido mamá…Y por eso
ahora me entretengo chateando con éste hombre que se ha cruzado en mi camino…Es
bueno, dulce, tierno, bello y muy sencillo…Tiene los ojos azul celeste, como el
cielo mamá...de mirada dulce y cristalina y yo siento cuando me mira que es el
hombre de mis sueños, además es de guapo…No te puedes imaginar lo que sentí la
primera vez que lo vi…Me cautivó, me arrebató el alma y me quedé completamente
hechizada de su sonrisa para siempre…Parecía un guerrero montado a caballo, con
la capa ondeando al viento y su sable de fuego…Lo estaba esperando con un poco
de miedo porque soy mayor que él…reconozco que estaba algo nerviosa, pero
enseguida congeniamos…Es amable, educado, correcto y me siento muy cómoda a su
lado, hace que me muestre tal cual soy, sin tapujos y con todas las marcas de
mi rostro al aire y con sol…Me relaja mucho y me transmite un no sé qué, que no
puedo explicar pero es confortable y tranquilo, como si lo hubiera conocido
toda la vida, fíjate mamá, ¡qué cosas más extrañas…! ¿verdad? Más o menos es
como un sofá, sí, sí…el sofá de mi salón cuando me derrumbo y me espatarro en
él, pues lo mismo…Me abraza con deseo, me come la boca con pasión y me dice te
quiero…Me mira con los ojos llenos de fuego y sus manos recorren mi cuerpo con
las caricias de terciopelo…Me acerca a su cuello y me respira los suspiros que
me salen del pecho…Me huele el pelo y saborea su sabor con la ansias de sus
dedos y se me queda mirando con la picardía dibujada en los labios, y eso madre
mía de mi vida, es lo que siempre he estado buscando, así que no me riñas ahora
que ya no estás a mi lado…Me llama tesoro, me dice que me ama y que está loco
por mis besos, y yo que lo miro a los ojos, le sonrío y me lo creo…quizás
necesite creérmelo porque me lo pide el cuerpo de tanto como lo deseo…y me lo
susurra el viento…y luego me arranca palabras ardientes de amor acariciando mis
cabello con la agonía de su aliento y me susurra al oído…soy prisionero de tus
besos y de la sonrisa que asoma a tus ojos cuando te hago mía…Tengo los labios
sedientos por sus besos y las manos ansiosas por abrazar su cuerpo…Y él me dice
que está hambriento y que me quiere comer toda enterita toda…y yo me derrito de
ganas por oír sus jadeos y sus susurros, que junto a los míos son como suspiros
de aire fresco que vuelan al cielo…Así que no te enfades conmigo mamá y
sonríeme como lo hacías antes…mira que el lobo está al acecho, el lobo está
atacando de nuevo…que no quiere que haya siquiera un requiebro en mis
pensamientos, pero ya me solté la melena al viento y jamás le dejaré que vuelva
a recogérmela…para ver mi rostro cuando se le antoja a su cuerpo…Y por eso me
encuentro divagando, dudando si no tendrá razón mi madre que desde lo alto ve
toda la realidad…y antes que tenía los pies en la tierra tan sólo
fantaseaba…apenas sin hablar…como yo…Son mis fantasías que no paran de
deambular por las pelambreras, pero…¿Qué daría yo por besar tu boca de nuevo?
¿Qué daría por detener el tiempo con mis manos alrededor de tu cuello? ¿Qué
daría por volar mientras duermo y entre sueño entregarte mi cuerpo? ¿Qué daría
por saber tus pensamientos? Porque si tú a mí ya no me piensas, ni me extrañas,
ni me amas...¿para qué me sirvieron tus besos? Quizás fuera la magia del
momento la que precipitó mi boca a la tuya y con un solo beso me prendiste en
tus alas de fuego…o…Quizás lo estaba pidiendo desde que viste mi melena al
viento…y te gustaría recogerla al momento…Ese momento mágico lo tengo grabado
en mi recuerdo, y si yo supiera que con tu silencio, también los tienes
guardado dentro, entraría como una ladrona a tu pensamiento y te los arrancaría
a fuego lento con la llama de mi deseo…
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