Quisiera olvidarte y no puedo, fíjate qué cosas siento, que
aún sabiendo que estás con otra, te perdono y hasta pienso que me lo
merezco…pues…Dicen las malas lenguas que cuando una pareja se desbarata es que
una tercera persona desata…y ata…verdad debe ser cuando de ti me alejé al
conocerlo a él… ¡Más de un año estuve tonteando con ese joven que me apartó de
tu lado! Hasta me regodeaba cuando regresaba a mi casa, después de haber estado
en la suya revolcándonos en su cama como dos animales salvajes… ¡madre mía, qué
fogoso era…! Insaciable…Tenía tantas ansias de mí…eran tan ardientes sus manos…siempre
rebuscando por ahí abajo…y unas prisas…me deleitaba cuando me desnudaba… lo
mismo que estoy ahora sin ropa, ante el espejo de mi armario…y de mi alma…Aún se
pueden apreciar en mi cuello los rosetones de sus cálidos besos, y eso me
gusta, ¿sabes? Que tengo escalofríos cada vez que lo pienso…Todavía me queman
las huellas que su lengua hambrienta de mi boca, ha dejado marcada alrededor de
mi cuerpo…jamás había sentido esas caricias tan
ardientes y atrevidas por cada resquicio de mi piel…Luego te imaginaba
sabiéndolo y me hacía fuerte y segura cuando pasabas por mi lado con la furia
pintada en tu mirada…Y por eso sé que estás con otra mujer, que a mí no me
engañas, ¿te enteras? que donde las dan, las toman…Ojo por ojo y diente por
diente...y…
¿sabes que te digo? Que me han encantado esos besos que tú no me has dado, ¿te
enteras? Y ahora me vienes con la cara alicaída, llorando a
lágrima viva, queriéndome hacer tuya como tantas veces fui después de dejarme
tirada, sin decirme nada, sin explicaciones…a lo bestia…Y yo siempre esperándote
en la soledad de mi agonía, mis desesperanzas, mis ilusiones rotas…como tu amante
y leal esposa en los latidos del corazón, pero tú sólo te quedas con los del
cuerpo…pues…No te duelen los tientos del amor hacia mí, sino los placeres que sentí
en los brazos de él…No olvides nunca que empezaste tú
cuando desaparecías de mi vista y de mi vida durante más de siete días, siendo
la peor de mis pesadillas, pensando que ya no me querías, si no… jamás me
habría atrevido…Callada y llorosa voy por las calles buscando una salida a ésta
situación que me oprime y me domina, llenándome de locura la cabeza, ahogándome
de dolor…Muriendo poco a poco entre las rejas de mis tristezas…pues… Rebelde
con causa, callo gritando las iras de mis palabras al mudo que habla por señas,
y saltan por los aires sílabas y vocales, formando las frases a la vista de los
ciegos que miran por dentro, y el sordo que las escucha, las ordena sonriendo…Algo muy grande se ha
roto entre tú y yo, gotas de sangre en mi corazón, lluvias de penas sobre mis
hombros, mis brazos y mis piernas cansadas de deambular de aquí para allá…apenas
puedo levantar los pies del suelo, ¡fíjate lo que pesan esas penas mías! Reclaman
justicia para apagar éste caminar lento…Mi alma
presa de fantasmas que me persiguen por todas partes, temiendo perderte por
haberte amado tanto mi amor…pues… Te quise desde el primer momento que te
conocí, lo mismo que tú a mí, que no hacías más que dejarte ver para que te
pudiera encontrar… Encadenada a ti de por vida es mi existir demente y pueril…Pasiones
y amores secretos han hecho de mí una nómada de aventuras ocultas, donde me
niego a obedecerte sin más…Y tú que me conoces bien, sólo me intentas dominar
con esa manera de hilar y enmarañar…Jamás me dejaré avasallar…Ansias y
sometimientos no están hechos para mí…Somos dos potros salvajes que no tenemos
dueño ni amo que nos puedan detener… Dos gigantes luchando en una odisea
infinita de pasión, esclavos de una fuerza irrevocable de amar, encadenados en
cada amanecer…Besos y abrazos nos atan hasta el atardecer…pero cuando nadie nos
ven, nos desatan en la libertad del infierno donde queremos vivir libres y
sueltos, alejados el uno del otro…Hambre de carne fresca y hermosa te hizo
desfallecer…Sed de venganza me hizo desbocar… Menuda inmundicia que ni
justifica tamaña desventura, tan sólo la empaña como la maraña que trama la
araña para tal patraña…Tengo los sentimientos descontrolados, desorientados, alocados…Perdida
en un desierto de arena me encuentro, donde las dunas me entierran entre ellas
sin poder respirar… Un manantial apareció ante mí y corrí hacia él, y cuanto más
corría, más se alejaba… ¡Fuerza de la naturaleza, venid en mi ayuda! No puedo
salir de ésta tormenta seca, donde rayos y truenos me harán estallar en mil
pedazos por los aires… ¡Dios mío, apiádate de mí…! Mira que si no lo haces, se
esparcirán mis emociones por los ríos y los mares como gotas de sangre…Quiero escapar
de esta esclavitud… Dos choques de trenes convergentes somos tú y yo, y tarde o
temprano volveremos a tropezar…Ojos felinos me espían y acosan sin límites ni
fin…Fuertes garras se engancha en mis hombros con las uñas clavadas en mi
cuello…le huele el aliento a deseo carnal…Duendecillos traviesos, venid pronto a
mi encuentro, rodearme con vuestros sortilegios para que salga airosa de ésta
trama que teje la araña, para que caiga en la trampa de sus sábanas pardas…Un oasis de aguas claras se ofrece ante mis ojos y salgo corriendo, apenas
mis pies rozan las arenas del desierto, y sentado a la sombra de la palmera aquella
calmaste mi sed donde al fin te encontré…
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