Dicen las malas lenguas que nunca es
tarde si la dicha es buena, y verdad debe ser, cuando al fin te pude ver
caminando por los lugares donde vive esa mujer…Y por eso ahora no te atreves ni
a mirarme a los ojos…pero…¿sabes que te digo? Quien no te conozca, que te
compre…pues...Tengo un dicho que por entredicho nunca he dicho, poner la oreja
viviendo en un nicho, pasaste de frente, codo con codo y un canto en los
dientes, leer entre líneas, tan sólo unos pocos lo entiende, con pocas palabras
ya te lo he dicho, pecata minuta y mutis por el foro…No te enojes mujer y sigue
adelante con tus arrugas y tu flacidez, la celulitis también en ese cuerpo
marcado por la edad del tiempo, y los años que caminan pasando factura en el
esqueleto, maldita osamenta que sólo flaquean en los días fríos de invierno…Y
llega ese hombre que no te mira de frente, que te engaña y te
miente…Desapareciste de mi vida sin decirme nada…Pasaste por mi lado como si
fuera una extraña, como si nunca me hubieras conocido, como si fuera un transeúnte
más…cualquier ser inmundo que se cruza en tu camino, ¡después de haber besado
mi boca! ¡Mi pecho! ¡El cuerpo entero! Jamás volverás a comerme la boca, ni
acariciar mis piernas, ni enredarte entre ellas…Se acabó el humillarme, sólo
mereces mi indiferencia...mi desprecio, mi desdén...Me pregunto el porqué de
esa manera tan cruel de proceder, y por mucho que lo pienso y devano los sesos,
no lo llego a comprender…pues…En mi vida sería capaz de tanta perfidia…A veces
pienso que debe ser por tu incapacidad de amar con los sentimientos del
corazón, y sólo te guían los de saciar tu apetito sexual, y por eso tratas a
las mujeres con tan poca delicadeza, como desechos, basura...Careces
completamente de sensibilidad, pero cuando quieres conseguir los favores de una
señora o señorita, lo mismo da, te transformas en ese caballero digno y cortés,
usando la máscara de la cordialidad y el buen hacer, derrochando sonrisas y
admiración hacia ella para beneficio propio hasta que te gusta otra, o pierdes
interés por tu acomodo…o bien económico…No das opción ni siquiera a disculparte
contigo mismo, porque no tienes conciencia del mal ajeno, y porque la
naturaleza no te capacitó de inteligencia emocional…pues…En una mente obtusa y
cerrada como la tuya, no entra nada más que el puro egoísmo por subsistir cada
día a la busca y captura de nuevas y renovadas sensaciones de dar a tu precaria
vida, algo de sentido para sobrevivir a la desdicha de estar continuamente
insatisfecho…Quizás ese rencor tan primitivo, esa incultura social, la envidia
abismal que te corroe las vísceras hacia mi forma de ser, tan libre y actual te
sobrepasa y te supera…No soportas verme feliz y contenta. Airosa y bien parada
saliendo de mis escombros, superándome a mí misma…Te creías que me iba a
arrastrar como una salamandra, arrojarme a tus brazos llorando a lágrima
viva…derrumbada, ¿verdad? Para nada, me valoro tanto, que tengo la autoestima
por lo alto, aunque por dentro sufra lo indecible padeciendo con dolor tu
ausencia…Llevando con dignidad y silencio el llanto contenido, derramando mis
lágrimas al viento con las palabras que me salen del corazón…Tanto decirme que
me querías, que me lo creí…Te amé con todas las fuerzas de mis sentidos, limpia
y llanamente, sin tapujos, sin dobleces, sin maldad, no como tú, que llevas en
la cara escrita la perfidia del mal…Déjalo ir, que se vaya lo más lejos de
ti...Ese hombre que te enamoró con bonitas frases de amor, que te seguía por
todas partes, que te buscaba como un loco pensando que estabas con otro…Que te
quería a todas horas del día controlando tus entradas y salidas…Que te amaba,
te deseaba y te necesitaba…te besaba la boca con ardientes suspiros de
pasión...Ese hombre que arrasaba contigo en cualquier lugar del camino, y al
que tú le entregabas todos tus besos, tu cuerpo, tu alma, toda tú eras él…Ese
hombre que decía que si lo dejabas ya no le quedaría nada…Ese hombre no se
merece más que tu indiferencia y que le pagues con la misma moneda...pues…Ese
hombre ahora sigue a otra actuando de la misma manera que lo hizo contigo…La
pilla cuando entra, cuando sale, la saluda sonriendo, se para a hablar con ella
con porte de buen caballero, sumiso y correcto…Le presta atención, la escucha,
la mima y la mira con deseo…Camina dando vueltas hasta dar con su barrio, su
casa donde vive con su marido y sus hijos…La acosa, y la busca a lo largo de
toda la jornada laboral, controlando las horas de entrada y salida para dejarse
ver, y ella que lo sabe, se entrega a sus brazos, dándosela de señora de bien,
como tú y como yo, que caímos en la perfidia de su mal…
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