domingo, 15 de diciembre de 2013

AVATARES EN LA RED.-12º (DUDAS RAZONABLES)





Antes de quedar con mi ex, había puesto un sonido musical en mi móvil de lo más alto que pude, además de feísimo. Estaba haciendo tiempo esperando que Ernesto llamara para impedirme el encuentro, así que cuando empezó a sonar escandalosamente esa trompeta: Tararí, ti, ti, ti… Quinto levanta tira de la manta… Di saltos de alegría buscando el móvil en mi bolso. ¡Bingo! Me puse nerviosita por que no daba con él, mientras mi ex trataba por todos los medios de que lo apagara. El móvil seguía sonando cada vez más fuerte. No veía ni un burro a tres pasos. A lo lejos se oyó un sonido de cuando quieren pedir silencio con un dedo en los labios. Cada vez sonaba más fuerte. Varias sombras de cabezas asomaron entre matorrales. Después los ladridos de un perro. Eran desesperante oír las trompetas al viento con el tararí, tararí ti, ti... Mi ex estaba cada vez más enfadado. Salí pitando de allí la mar de contenta. Francamente lo dejé con el culo al aire... nunca mejor dicho. A la luz de una farola conseguí coger el móvil y cuando me lo puse en la oreja dejó de sonar. Automáticamente miré en la llamada perdida. Desconocido. ¡Qué rabia! ¿Quién sería? Estaba segura de que era Ernesto, me lo decía el corazón. Una alegría me invadió por dentro. Me quiere, me quiere. Estaba segura de que me quería y me había llamado para impedir el encuentro. Menos mal. Al momento apareció mi ex al lado, me enlazó por la cintura apretándome hacia él. Nos sentamos en un banco. Me atrajo para besarme. Se lo impedí. Lo miré a los ojos y como no era tonto, se levantó.- Lo siento, lo siento, pero no puedo, perdóname, por favor perdóname.- Sin hablar me acompañó hasta mi casa y le dije adiós. Cuando llegué pensé que Ernesto me habría dejado algún mensaje en el Face. Nada, la bandeja de entrada estaba vacía. Tampoco me volvió a llamar. Todos los internautas estaban enviándose mensajes relacionados con el famoso encuentro. Querían saber qué era lo que había ocurrido en el parque. Estuve toda una semana sin tener noticias de él. Me sentía muy triste, hasta con ganas de llorar. Las lágrimas las tenía a flor de piel. Estaba continuamente lamentándome. Si yo hubiera sabido que su silencio me iba a doler tanto, jamás me habría ido con mi ex al parque. No sé por qué se me ocurrió mandar a mis avatares a que lo divulgaran por todas las redes sociales, ¡qué arrepentida estaba! Fui tan tonta que pensé que al saberlo Ernesto, lo hubiera hecho mi dueño. No sé por qué éste afán de que fuera mío y de nadie más, ¡qué estupidez cometí! Me dejé llevar por la ira, por los demonios que me desataron la lengua ésta venenosa que tengo, ¡jolines! Yo quería que sintiera el mismo dolor que sentí cuando me hablaron de ella. Claro que por otro lado, si no daba señales de vida es que estaba muy dolido. Ya no sabía ni qué hacer. Me tiré tres noches sin pegar ojo. Continuamente pensaba en él. No me lo podía quitar de la cabeza. Era como si me hubiera embrujado. No podía comprender cómo me había enamorado de sus frases. De una voz. De una persona invisible que ni siquiera sabía como era su rostro, pero me gustaba su manera de ser. Su gran personalidad. Es muy culto. Tiene inquietudes, además leía y eso para mí es una de las cosas que más me atrae de un hombre. También es muy romántico, quizás un poco bohemio, ¡me encanta! ¡Dios mío de mi vida! Me decía que a lo mejor se me estaba yendo la cabeza por que no era normal ese sentimiento que yo tenía. ¡Hasta hablaba sol! Si yo fuera él y él yo, no sabría cómo pedirle perdón… Si yo fuera él y él yo, no estaría ni un solo día sin oír su voz… Si yo fuera él y él yo, no tendría paz en la vida tan sólo el rencor…Si yo fuera él y él yo, nunca olvidaría cuánto lo quería y lloraría por los dos…Al final abrí mi ordenador dispuesta a chatear con Ernesto, no lo quería perder por nada del mundo. La verdad es que si me hubiera pillado más jovencita no lo hubiera hecho nunca, ya se sabe, esas tonterías que se tiene cuando una está llena de complejos y orgullos tontos. Hacía tiempo que mandé todas esas nimiedades a la porra frita. Pasaba de prejuicios, además, ¿qué me podía decir? Que me olvidara, pues bueno, ¿y qué? Soy demasiado mayor para estar comiéndome la cabeza, así que ni corta ni perezosa, puse manos al asunto. Tan sólo quería saber si estaba enfadado conmigo. Los internautas estaban con las antenas puestas. Miles de comentarios se intercambiaron por las redes sociales cuando le lancé la pregunta. Como siempre me contesto con la otra, o sea la misma. Ernesto es muy listo, siempre está a la defensiva. Divagando me dijo que no le había dado motivo y que no me empeñara en pensar que estaba enfadado. ¡Encima orgulloso! ¡Por Dios! ¿Qué se habrá creído? Quizás se piense que soy tonta. El caso es que después de varios cruces de frases ambiguas me mandó éste directo mensaje.- Otra vez elucubrando. No me estoy haciendo el duro, simplemente estoy un poco atareado haciendo planes para Navidad y recorriendo tiendas para ir comprando los Reyes para mis nietos. Así que no te atormentes mi niña. Te confieso que a lo largo de mi vida he tenido la suerte de conocer y amar a muchas mujeres. Pero tengo una asignatura pendiente... Amar a una paisana mía... Y mira por donde apareciste tú. Es la meta que me he fijado... Amarte sin límites hasta la locura...Quiero vivir contigo esa aventura. Llámala como quieras. Una aventura romántica...de amantes a escondidas o una aventura de sexo desenfrenado...hasta que nuestros cuerpos queden inertes de tanto esfuerzo... Mi vida no sabría decir con cual de ellas quedarme, todas son interesantes.- Me quedé patidifusa. No me lo esperaba, ¡madre mía! ¡Qué subidón para éste cuerpo serrano! No sabía si reír o llorar pero estaba que no cabía en mí de alegría…

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