AVATARES EN LA RED.-12º (DUDAS RAZONABLES)
Antes de quedar con mi ex, había puesto un sonido
musical en mi móvil de lo más alto que pude, además de feísimo. Estaba haciendo
tiempo esperando que Ernesto llamara para impedirme el encuentro, así que
cuando empezó a sonar escandalosamente esa trompeta: Tararí, ti, ti, ti… Quinto
levanta tira de la manta… Di saltos de alegría buscando el móvil en mi bolso.
¡Bingo! Me puse nerviosita por que no daba con él, mientras mi ex trataba por
todos los medios de que lo apagara. El móvil seguía sonando cada vez más
fuerte. No veía ni un burro a tres pasos. A lo lejos se oyó un sonido de cuando
quieren pedir silencio con un dedo en los labios. Cada vez sonaba más fuerte.
Varias sombras de cabezas asomaron entre matorrales. Después los ladridos de un
perro. Eran desesperante oír las trompetas al viento con el tararí, tararí ti,
ti... Mi ex estaba cada vez más enfadado. Salí pitando de allí la mar de
contenta. Francamente lo dejé con el culo al aire... nunca mejor dicho. A la
luz de una farola conseguí coger el móvil y cuando me lo puse en la oreja dejó
de sonar. Automáticamente miré en la llamada perdida. Desconocido. ¡Qué rabia!
¿Quién sería? Estaba segura de que era Ernesto, me lo decía el corazón. Una
alegría me invadió por dentro. Me quiere, me quiere. Estaba segura de que me
quería y me había llamado para impedir el encuentro. Menos mal. Al momento
apareció mi ex al lado, me enlazó por la cintura apretándome hacia él. Nos
sentamos en un banco. Me atrajo para besarme. Se lo impedí. Lo miré a los ojos
y como no era tonto, se levantó.- Lo siento, lo siento, pero no puedo,
perdóname, por favor perdóname.- Sin hablar me acompañó hasta mi casa y le dije
adiós. Cuando llegué pensé que Ernesto me habría dejado algún mensaje en el
Face. Nada, la bandeja de entrada estaba vacía. Tampoco me volvió a llamar.
Todos los internautas estaban enviándose mensajes relacionados con el famoso
encuentro. Querían saber qué era lo que había ocurrido en el parque. Estuve
toda una semana sin tener noticias de él. Me sentía muy triste, hasta con ganas
de llorar. Las lágrimas las tenía a flor de piel. Estaba continuamente
lamentándome. Si yo hubiera sabido que su silencio me iba a doler tanto, jamás
me habría ido con mi ex al parque. No sé por qué se me ocurrió mandar a mis
avatares a que lo divulgaran por todas las redes sociales, ¡qué arrepentida
estaba! Fui tan tonta que pensé que al saberlo Ernesto, lo hubiera hecho mi
dueño. No sé por qué éste afán de que fuera mío y de nadie más, ¡qué estupidez
cometí! Me dejé llevar por la ira, por los demonios que me desataron la lengua
ésta venenosa que tengo, ¡jolines! Yo quería que sintiera el mismo dolor que
sentí cuando me hablaron de ella. Claro que por otro lado, si no daba señales
de vida es que estaba muy dolido. Ya no sabía ni qué hacer. Me tiré tres noches
sin pegar ojo. Continuamente pensaba en él. No me lo podía quitar de la cabeza.
Era como si me hubiera embrujado. No podía comprender cómo me había enamorado
de sus frases. De una voz. De una persona invisible que ni siquiera sabía como
era su rostro, pero me gustaba su manera de ser. Su gran personalidad. Es muy
culto. Tiene inquietudes, además leía y eso para mí es una de las cosas que más
me atrae de un hombre. También es muy romántico, quizás un poco bohemio, ¡me
encanta! ¡Dios mío de mi vida! Me decía que a lo mejor se me estaba yendo la
cabeza por que no era normal ese sentimiento que yo tenía. ¡Hasta hablaba sol!
Si yo fuera él y él yo, no sabría cómo pedirle perdón… Si yo fuera él y él yo,
no estaría ni un solo día sin oír su voz… Si yo fuera él y él yo, no tendría
paz en la vida tan sólo el rencor…Si yo fuera él y él yo, nunca olvidaría
cuánto lo quería y lloraría por los dos…Al final abrí mi ordenador dispuesta a
chatear con Ernesto, no lo quería perder por nada del mundo. La verdad es que
si me hubiera pillado más jovencita no lo hubiera hecho nunca, ya se sabe, esas
tonterías que se tiene cuando una está llena de complejos y orgullos tontos.
Hacía tiempo que mandé todas esas nimiedades a la porra frita. Pasaba de
prejuicios, además, ¿qué me podía decir? Que me olvidara, pues bueno, ¿y qué?
Soy demasiado mayor para estar comiéndome la cabeza, así que ni corta ni
perezosa, puse manos al asunto. Tan sólo quería saber si estaba enfadado
conmigo. Los internautas estaban con las antenas puestas. Miles de comentarios
se intercambiaron por las redes sociales cuando le lancé la pregunta. Como
siempre me contesto con la otra, o sea la misma. Ernesto es muy listo, siempre
está a la defensiva. Divagando me dijo que no le había dado motivo y que no me
empeñara en pensar que estaba enfadado. ¡Encima orgulloso! ¡Por Dios! ¿Qué se
habrá creído? Quizás se piense que soy tonta. El caso es que después de varios
cruces de frases ambiguas me mandó éste directo mensaje.- Otra vez elucubrando.
No me estoy haciendo el duro, simplemente estoy un poco atareado haciendo
planes para Navidad y recorriendo tiendas para ir comprando los Reyes para mis
nietos. Así que no te atormentes mi niña. Te confieso que a lo largo de mi vida
he tenido la suerte de conocer y amar a muchas mujeres. Pero tengo una
asignatura pendiente... Amar a una paisana mía... Y mira por donde apareciste
tú. Es la meta que me he fijado... Amarte sin límites hasta la locura...Quiero
vivir contigo esa aventura. Llámala como quieras. Una aventura romántica...de
amantes a escondidas o una aventura de sexo desenfrenado...hasta que nuestros
cuerpos queden inertes de tanto esfuerzo... Mi vida no sabría decir con cual de
ellas quedarme, todas son interesantes.- Me quedé patidifusa. No me lo
esperaba, ¡madre mía! ¡Qué subidón para éste cuerpo serrano! No sabía si reír o
llorar pero estaba que no cabía en mí de alegría…
No hay comentarios:
Publicar un comentario