domingo, 14 de junio de 2020

LOS DESALIENTOS DE TU AVATAR.- (MICRORRELATO)


¡Ay Señor mío, qué vacío dentro de mí! Me siento como cuando tenía doce años y no sabía qué era lo que me pasaba, era como si un ser extraño se hubiera instalado en mi interior, y ahora, después de décadas tras décadas tengo la misma sensación de aquella niña cuando se hizo mujer, ¡fíjate qué cosas más raras! Debe ser que sea tan receptiva que sienta los cambios hormonales tan vivamente y en directo que note su influencia mental en los sentimientos, no lo sé…Quizás sea la aceptación de todo el bagaje que llevamos a través del tiempo, y…El conformismo de la realidad sea la que marque los signos a seguir con la sutileza del avatar diario…pues…Es la pandemia del siglo la que me está apartando de ti, aunque…Es tal el poder y la fuerza de la tristeza que embarga mi alma, que día a día le hace frente a dicha conformidad rebelándose tal cual es con uñas y carnes para no dejarse vencer, y te busque en cada resquicio de mi piel para tenerte conmigo siempre, siempre…Es como si yo no fuera yo, si no otra…Salgo a la calle a pasear y lo busco con la mirada en todas partes, hasta en las hojas de los árboles que me observan al pasar…pues…Como un alma errante vago de aquí para allá temerosa de no volverte a encontrar, pero…No soy yo la que te busca, si no tú el que siempre estás ahí esperándome con la tristeza marcada en la cara… en los ojos que suplicantes aclaman un beso…sólo un beso corto…y yo, que temo al virus maldito, te lo niego con los gestos de mi cuerpo que siente el roce de tu manos agarradas al volante de mi falda, que sin esperar mi respuesta, la levantas y me acaricias las piernas…y entre ellas…¡Madre mía de mi vida…! No hay nada peor en éstos tiempos de pandemia que amar a una persona y no poderla abrazares como si fuera una pesadilla constante que te quema los sentimientos de tal manera, que quisiera morir, yLlega un momento que nada tiene sentido para mí…pues…Soy presa de tus delirios, que, poco a poco se enreda con mis pensamientos y en vez de ser tú el herido, soy yoUna lucha infiel me arrastra hacia tus caricias seductoras, esas que enamoraron mi alma y mi piel, y túQue eres dueño de mis deseos, te recreas en ellos buscándome día y noche por los resquicios de mi cuerpoEs la destreza de tu voz muda dentro de mi pecho la que me hace palpitar entre los recuerdos de tus besos, que brincando está en mis labios como potrillo hambriento, yA cada paso que doy oigo los jadeos de tu garganta alrededor de mi cuello balanceándose como mariposas entre mis cabellosme giro y no te veo, peroSiento el peso de tu sombra sobre mí…hasta escucho las palabras que salen de tus adentros…Te quiero, te quiero, no lo olvides nunca, y yo que me encuentro indecisaTe busco entre los quejidos del viento que sopla en mis oídos y los impregna de tu esencia, esa que siempre me persigue por callejuelas y rastrea los pasos que dejaron mis huellas en la cantina aquella, donde una mañana de invierno me dejé seducir por la picardía de tu mirada…Te quiero…me dijiste antes de irte, y yo que siento lo mismo que tú me quedé callada, y ahora…No sé qué me pasa…me encuentro tan rara…casi me desconozco…Han pasado tantos años desde entonces, que…No paro de pensar que esta historia tiene los días contados, o quizás…Sea esclava de los desalientos de tu avatar…

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