miércoles, 26 de febrero de 2020

POR LAS VÍAS DEL MAL ANDAR.- (MICRORRELATO)


Por las vías del mal andar, sí señor, por allí siempre caminaba yo desde que me di cuenta de que allá por donde iba, los chicos volvían la vista, y no sólo los más jóvenes, no, no, para nada…que hasta los hombres mayores giraban la cabeza al verme pasar, y es que eso de que me miren con los ojos abiertos como platos y me digan piropos me encantaba...Me subía la moral ya que desde muy niña pasaba desapercibida, como si no existiera, y de adolescente aún más...tenía unos complejos y unas inseguridades…pues…Ni era guapa ni fea, más bien del montón…del montón de las feas...y aunque parezca una tontería, a veces me hacía sentir mal…me entristecía mucho, sobre todo cuando me hice una mujercita, que en aquellos guateques caseros, era la única que no sacaban los chicos a bailar...se me llenaban los ojos de lágrimas cuando me tiraba toda la santa tarde sentada y arrinconada en una silla con las manos juntitas y la cabeza agachada...hasta que empecé a crecer y mi cuerpo se transformó con unas curvas tan sugerentes, que de la noche a la mañana me convertí en una mujer de banderas, atrayendo la mirada de hombres y féminas...ellas me miraban de arriba abajo de reojo y con los labios apretados...A partir de ese momento cambié, era como si fuera otra persona...pues...Adquirí seguridad y muchas ansias de volar...Todo mi afán consistía en recuperar aquellas tardes que me quedé sin bailar, y por eso...Me dio por flirtear con jóvenes y mayores, hasta que me di cuenta de que los años no pasaban en balde…Ya no necesito más sexo, ni tampoco sufrir de deseo por tus besos, que quiero seguir viviendo en paz y con el palpitar latiendo…mira que me he vuelto impávida hacia los lamentos del alma, y aunque el corazón derroche sentimientos y lágrimas, las órdenes de los pesares están en clave de acceso para rectificar a tiempo de la entrega de mi cuerpo…pues…Ni me agarra ni me suelta, pero a veces…Nos perdemos por el laberinto de las emociones como si fuéramos dos chiquillos… ¡Corre, corre que te pillo…! Me escondo, me busca y me encuentra…Le sonrío, lo beso y salgo corriendo…Me llama a voces, me agacho tras los setos de los jardines de los enamorados y me río… ¡Silencio! Ya me ha oído…Paso a pasito se acerca tras la sombra de mi vestido, me abraza por la cintura y se arrima a mí con la llama del deseo, y yo que estoy suspirando por sus besos me dejo hacer con las ganas de su querer…¡Cómo me gusta éste juego! Le digo muy bajito sonriendo…y él que está loquito por mis besos hace todo lo que le pide mi cuerpo, que bamboleante se mece con los gemidos que le salen del pecho…Se esconde, me encuentra, me besa, me agarra y ya no me suelta…hasta que decidí soltarme de él…pues...Era un sin vivir constante y punzante seguir jugando días tras días al perro y al gato…bueno, no…a la gata, porque…Como una gata en celo me convierto cuando te veo escondido tras la farola de los mil suspiros, esa que agranda las sombras de los personajes imaginarios que leía cuando niña, volviéndome la cabeza del revés hasta que te encontré, y suspirando pensé…¡Madre mía, cuánto de verdad había en esos cuentos! Se me aceleraba el corazón reglón a renglón y ahora me late a la velocidad del trueno…pues…Viéndote como te veo con los ojos fuera de órbita, la boca abierta y la lengua juguetona, me pongo a rezar tres avemarías y dos padrenuestros y no se hable más, que aquí hay una gata de armas tomar…¡Míralo! Ya está ahí chasqueando los dedos, ha venido corriendo como un galgo travieso tras la presa, que pendiente y al acecho, olfatea su aliento para rastrearla y perseguirla como si fuera presa de su agonía…presa loca por ser cazada y mordida desde los pies hasta la cabeza, pasando por ese ronroneo entre costillas y cuello que me suspiran todas las venas del cuerpo…y cuando regreso a casa me regodeo con el recuerdo, al mismo tiempo que me zarandeo por ser tan débil cuando lo veo, y es que…No tiene hartura, es imparable, su objetivo es llevarme a su terreno para convencerme que lo más importante son los sentimientos...Es lo único que tenemos…dice desesperado ...y yo que lo sé me abandono a su abrazo…pues…En el fondo siento lo mismo, pero con la realidad de la vida latente y patente, y la vida es muerte también…pues…Era pura fantasía seguir caminando por las vías del mal andar, puro tormento, y por eso…Quiero seguir intentando encontrar mi camino, mi verdad, libertad de espíritu...ese espíritu para liberarme de ese juego que no conduce a nada, tan sólo a un infierno donde los demonios de la carne siempre están dispuestos a seguir batallando contra los ángeles del cielo que me alejan de tu existir, y por eso…No quiero seguir amándote con el alma en vilo...pues...El amor tiene que ser gritado a los cuatro vientos, y no en silencio como si fuéramos hienas, alimañas que se alimentan de trozos de carnes, pedazos de momentos que apasionan nuestras almas primitivas de las cuales siempre estaremos esclavizados de por vida, y no quisiera yo un día despertar y verme reflejada en ese avatar que deambula por las vías del mal andar…

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