martes, 18 de febrero de 2020

AHORA QUE ME ENCONTRÉ.- (MICRORRELATO)




Sueño, siempre estoy soñando y dándole vida a las escenas que imagino vivir contigo ahora que te he conocido…muero de pasión…muero porque estoy cansada de tanto esperar que llegue el momento de disfrutar de la vida en paz y con tranquilidad…pues…Los años acechan tras la puerta y necesito contar todas mis carencias que son muchas, vaya usted a creer que no, que estoy necesitada de placer y de amor, y por eso…Quisiera deshacerme de los vetos que yo misma me he implantado para seguir siendo esa señorita que mis padres educaron, como si eso de estar con más de un hombre fuera delito y pecado…Tengo el corazón arrastrado, pidiendo limosna de amor, un poco de tiempo más para éste desgraciado cuerpo mío, que como sigan pasando los años se irá al otro barrio sin haber conocido lo que es pasar una noche loca de aventuras y desventuras, esas que dicen por ahí que se queda una traspuesta de placer…¡Mírame bien! Mira cómo estoy de vergüenzas, que no tengo ni chispita desde que lo he conocido…pues…Es un hombre tan hombre que me ha dislocado los sentidos…debe ser que al mostrarse tal cual es, haya sacado a la verdadera mujer que habita en mi interior y que yo ocultaba por temor a que me criticaran, sobretodo la gente de la calle, que con tal que ven a una señora de edad madura colgada del brazo de otros hombres que no sean su marido, la tachan de lo peor, y no quisiera darle un disgusto a mis queridos padres, que por sus creencias religiosas, siempre me educaron a la antigua usanza o sea cristiana, apostólica, romana, y por eso…Me casé con un hombre que, aunque no era de mi agrado, sí que lo era para ellos…pues…Era un militar de alto rango, correcto y muy educado, pero…Frío y calculador, todo lo tenía programado, hasta cuando hacíamos el amor, que, aparte de ser rápido y directo al grano, la mayoría de las veces me quedaba como si no hubiera hecho nada, claro que para no defraudarle, disimulaba los orgasmos como la que se zampa un bombón de chocolate en un santiamén…y los dos tan campantes, él se daba la vuelta al segundo cero con cuatro ronquidos y medio, y yo mientras tanto a dos velas y soñando…Tuve tres hijos, la mayor una preciosa niña y a los cinco años dos varones seguidos…Dos chicos tan machista como su padre, que al separarme de él, no volvieron a hablarme…ni siquiera conozco a mis nietas…y eso es lo más doloroso que pueda sentir una abuela…tan sólo veo al hijo de mi hija, la única que me ha apoyado en toda la aventura de la separación….pues…Mi marido, aparte de frío y calculador, también era un maltratador para mí, que sin cuchillo ni golpes en la cara, poco a poco me estaba matando con sus feas palabras hacia mi persona…No quiero ahondar más en esta historia ya que es abuelo y aunque mis hijos no me hablan, a él lo admiran y lo quieren…Tengo cincuenta y tres años…soy libre, económicamente independiente, trabajo en una agencia de viajes y aunque no gano mucho, no me falta nada porque tengo todo lo que necesito…También tengo una amiga a la que le cuento mis intimidades, y ella las suyas…es viuda y vamos a todas partes juntas, además he conocido a un tipo muy agradable que va y viene…pues…Tenemos una relación abierta…Está casado con una mujer que, según él, no hay sexo por medio…no me importa, sólo sé que nos queremos y juntos nos divertimos mucho…A veces desaparece un par de semanas, otras hasta un mes, y eso es lo que me está haciendo pensar en el futuro que me depara…pues…Voy camino de los sesentas y eso ya me está pasando factura, no en los sentimientos, pero sí emocionalmente…Le pregunto y calla, y si insisto me dice que no lo agobie tanto…no sé qué hacer…Mi hija me aconseja que lo deje, que no me interesa y además que parece mi padre…Mi amiga opina que es un fresco y aprovechado, claro que a ella no le puedo hacer mucho caso porque cada vez que él viene nos vamos de parranda, y sin querer le doy un poco de lado y la pobre se aburre más que un pescado congelado porque ni sale ni sabe estar sola, y por eso…He decidido cambiar mis hábitos y decir adiós a ése hombre que ni me quiere realmente, ni me da la opción de salir con otros hombres…pues…Soy de las que piensan que mientras esté saliendo con un tío, aunque seamos libre como las palomas, jamás se me ocurriría estar con otro y anudarlo al cuello con mis piernas, ni entregarle mi cuerpo, y he ahí el dilema… Que he conocido a un hombre que me hace sonreír y está sacando la mujer que está dentro de mí…Me gusta cuando me mira…me gusta la manera que tiene de hablarme tan seductoramente…pues…Juega con las palabras con doble sentido, pero sobretodo, me encanta sentir en mis carnes las ansias que tiene de mí…Una vez por semana tomamos café con tostadas, me monta en su moto y recorremos las carreteras con mis brazos en volandas…luego me acompaña a casa y se queda con ganas de entrar, pero hasta ahora no, y cuando se marcha me acuesto en la cama y sueño…Sueño que me abraza por la espalda con sus manos alrededor de mi pecho, me besa el cuello y me dice al oído…no sabes cuánto te deseo…Y en el sueño hasta se me erizan los vellos de cada palmo de mi cuerpo…Espera, espera…gimoteo entre sueños con mi boca de fuego…todavía no estoy preparada para acostarme contigo en mi casa…Cuando tú quieras…me dice, esperaré todo el tiempo que quieras, somos libres, te deseo, tengo ganas de ti, pero jamás te esforzaré, y despierto…Hoy me ha llamado el que se sentía agobiado por mí, ese hombre que tiene un carácter bipolar…¡Para eso estoy yo, por Dios! Ahora que me encontré, ahora que soy capaz de decidir, ahora que me siento plena y feliz…Lo ignoro…Salgo deprisa y corriendo a la lencería del centro…pues…Hoy viene ese hombre a desayunar conmigo de nuevo, pero…Lo he invitado a tomar café en casa, y cuando ha llamado a la puerta lo he recibido con un picardía de encaje negro y su tanga a juego…
 



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