jueves, 16 de mayo de 2019

CELOS EN LA RED.- (de mi novela AVATARES EN LA RED)


Le inquietaba no estar a mi altura. Siempre había funcionado muy bien sexualmente, y sólo con mirarme le ardía la sangre…pues…Llevaba dos noches y una mañana que no habíamos parado, claro que eso para mí no era lo más importante del mundo. Atrás se habían quedado aquellas locas hormonas en la que el sexo era la cosa más exigente del mundo. Ahora me interesaban otras cosas también. El caso es que cuando llegamos al hotel, le dije que entrara primero al baño mientras hacía la maleta porque al otro día volvía a casa. Me sentía muy triste, tarde o temprano mi relación con él estaba llegando a su fin, los dos lo sabíamos, y estando pensativa me fijé en su móvil, ¡madre mía, qué tentación tan grande! Pero no, no debía curiosear, eso no iba conmigo. Seguí doblando la ropa y el móvil no paraba de mirarme. Era una auténtica provocación para una mujer tan celosa como yo. Me dejé de formulismos y me lancé de cabeza. Rápidamente busqué los mensajes y leí las palabras. Me puse muy nerviosa. Los celos me carcomían por dentro, y sin más dilación me enfrenté a él…Cariño, ¿quién es esa señora? Es amiga mía desde hace años. Me dijo que la tienes bloqueada y no puede entrar en tu muro...¿Y tú quieres que me siga? Si, ¿por qué no? Es amiga mía y seguidora tuya…Empecé a ver claro y me di cuenta de cómo la defendía…Pensé que ahí es donde estribaba la verdadera amistad y aunque era lo más honesto por su parte el actuar de esa manera, yo sólo veía sexo entre ellos. Y eso era algo que me dolía...No sé por qué se me ocurrió mirar el móvil, el caso es que ya no tenía marcha atrás. En mi mente empezó a nacer la duda. Ya no era mi amado, ese hombre que me enamoró y desde el primer momento me abrí a él y le conté mi cruda realidad creyendo que venía a por mí, venía a por cualquier mujer que le siguiera el royo, como yo. Y no es que fuera un mal tipo, no, sino que estaba pasando por un mal momento y se decidió a meterse en éste mundo, lo mismo me ocurrió a mí y me aferré a él, que sin querer le di forma, como si fuera mi tabla de salvación. Me equivoqué. Siempre me equivoco. Soy muy inocente, lo sé, pero seguí porque me enamoré perdidamente de un personaje que yo misma me había inventado sin darme cuenta de que él siempre fue un hombre con los pies en el suelo, y por eso empezó a mostrarse poquito a poco, hasta que finalmente se mostró tal cual para que viera cómo era su alma. Entonces le pregunté…¿Tanto la quieres? Me dijo que era una buena amistad de muchos años y que a veces se veían para tomar algún aperitivo en la cafetería…Me comían los celos…Peor lo pasará si me sigue el rastro, además creo que mientes, dime qué interés tiene en mí, ¡dímelo, por favor! Me dijo que le estaba dando demasiada importancia y que tan sólo eran amigos…Mírame a la cara y contéstame sinceramente, ¿me quieres como yo a ti? No me gustaría perderte y quisiera tenerte aquí o al otro lado…Quiero que seas ahora muy sincero por favor, te prometo que no me voy a enfadar, pero necesito saberlo, ¿te acuestas con ella actualmente? ¿Haces el amor con ella aún? Te ruego que no me mientas…Anda, por favor, somos amigos desde hace años, ella tiene su pareja…Sigues sin contestar a mi pregunta, quiero que me digas si es una amiga con derecho a roce o no, es así de simple, necesito saberlo, nada más…¡Que obstinación! Si te quieres quedar tranquila, te confieso que si…¡Lo sabía! En cambio yo lo dejé por ti ¿sabes? Te he dicho lo que querías oír…Bueno, es la vida, eres joven aún y tienes necesidades, te comprendo, no me enfado, te lo prometo, lo único que ocurre es que me haces caer de nuevo en los brazos de él porque me acosa demasiado y soy tan débil…Ahora podré tener una excusa para hacer lo mismo que tu. Me has hecho mucho daño, pero no te juzgo, eres libre, ¿quién soy yo? Nadie importante tan sólo una más…No quiero que te enfades, para mi eres muy importante, y estás totalmente equivocada. Entre nosotros no hay nada de nada, sólo amistad…Si pero te acuestas con ella, bueno está bien, ahora no puedo pensar y temo equivocarme y cometer una imprudencia, perdóname, pero hay cosas que no me cuadran, ¿por qué sabes que la bloqueé? ¿Cuándo te lo ha dicho? Sabes mi amor, ya soy muy mayor para comerme la cabeza con estas cosas, me duelen mucho, te lo juro, me duelen en el alma y me siento muy triste porque he visto por tus palabras que no te gusta que la haya bloqueado y te voy a decir que pienso bloquear a todas tus amigas…Haz lo que creas conveniente y bloquea a quien quieras, pero estás en un error y siento que pienses así, no hay nada de nada…Ya, pero lo que quiere ella es enterarse de todo para saber por dónde van los tiros, y qué hay entre nosotros, y eso es porque tu le has dicho que tenemos una relación amorosa, y si tu se lo has dicho es por un motivo, nada se dice por decir, siempre hay una intención. A ella le da igual mis comentarios, sólo me sigue para ver qué es lo que escribo debajo de tus anuncios, te ruego que no insultes mi inteligencia más, me duele mucho, lo siento, soy muy celosa y me da mucha rabia que yo no pueda estar contigo siempre y ella sí, bueno no te enfades conmigo, hoy estoy enfadada conmigo. Soy muy débil. Anda, dame un beso y abrázame fuerte. No me dejes nunca, te quiero no lo olvides por favor vida mía. Venga, voy a ducharme y espérame en la cama porque a partir de mañana me tendrás muy desperdiciada…Estoy segura de que seríamos perfectos el uno para el otro… Al otro día, mientras regresaba en el Ave a casa, la mirada se me perdió en el horizonte y recordé aquellas palabras que una vez leí que decía algo así: A quien ames dale alas para volar y un motivo para volver…




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