sábado, 28 de octubre de 2017

CON ROCE Y SIN COPROMISOS.- (MICRORRELATO)


Me quedé sin habla al ver cómo la enlazabas por la cintura cuando te vi junto a ella andando por la carretera…Apenas podía creer lo que estaban viendo mis ojos, tan sólo habían pasado unos días cuando tú y yo estábamos enzarzados en un abrazo pasional…Fue todo tan rápido que no me dio tiempo a reaccionar. Salí corriendo hacia ninguna parte. Las lágrimas no me dejaban ver. De repente me dejé caer sobre el árbol aquél y lloré hasta más no poder. Me abracé a él de espaldas, miré al cielo y me llené de todas sus fuerzas…Dios mío ayúdame…por favor, lo estoy pasando mal…Me duele el alma, el corazón, lo sentidos se me enturbian y se enfrentan en una batalla infinita de dudas y silencios…Un grito del más allá me atravesó los oídos…Eran las voces de mi madre cuando me decía que una mujer nunca debe llorar por un hombre…Es verdad, mamaíta mía, tienes razón, pero yo no puedo contener mis lágrimas, ya lo sabes, y ahora que estás más cerca que yo del santísimo Dios todopoderoso, por favor te ruego que pidas por mí. Dile que vuelva la sonrisa a mis labios para que nunca me falte alegría, amor a mis manos para que se llenen de entusiasmo, y besos para mi boca para que escriba con el olor de las rosas…Cerré mis ojos y me embadurné de su húmeda madera y le hablé como si fuera mi madre en su lecho de muerte…pues…Muerta de miedo estaba…Un frío gélido me recorrió el cuerpo y fue en ese momento cuando supe lo que sentían los muertos al estar bajo tierra…Un silencio sepulcral me invadió y escuché el eco de mis latidos retumbar en mi corazón…Mi cuerpo era como una pluma y en lo más profundo de mi alma pude oír a mi madre hablar en su lecho de muerte cuando yo la mecía en mis brazos cantándole una nana…Hay que ver hija mía, mis padres no querían que me casara con tu padre, no les hice caso, les desobedecí y me cargué de hijos…y toda esta lucha ¿para qué? Al final para nada…Los ladridos de un perro me hicieron reaccionar, me levanté del suelo y echándome la melena hacia atrás empecé a comprenderte, a conocerte de verdad…pues…Antes de ahora tan sólo te quería sin más y no veía más allá de la realidad…Todo había sido una farsa, una película de ciencia ficción que yo misma había vivido como si de verdad hubiera existido tal aventura de amor…Nadie le dio más que yo en éste mundo, en ésta vida y me paga con la traición…Te di todos los besos que tenía en mi alma y tú ahí siempre en tu círculo cerrado, en tu mundo, porque lo que tú querías era derecho a roce pero sin compromiso. Así seguiré siempre hasta la muerte…tras tu rumbo…Nunca tuvo interés en mi amor, sólo quería saciar su sed…pues…Me necesitas, quieres tenerme siempre para ti y para nadie más, sometida a tu capricho…Con roce y sin compromisos…Le gusta cualquiera, pero no puede vivir sin mí…Estaba continuamente poniéndome a prueba… Me quería tener pillada por el alma, era su hembra…Se comportaba de una manera extraña, y aunque me decía que me amaba, se guardaba, vivía en un círculo cerrado, no se mostraba nunca, como si temiera algo y yo lo sabía…Le contaba mis ilusiones, mis esperanzas, mis sueños, mis inquietudes mis miedos… Me despellejaba tal cual era…Quería que me conociera de todas las maneras…Lloraba y reía a la vez, era hembra y dulce esposa, una amante furiosa, celosa asesina cuando lo veía mirar a otra mujer, niña y adolescente con la juventud permanente en la mente siempre, siempre…Me entregaba a sus besos y abrazos con la locura de mis deseos pasionales sin remisión, con todas mis flaquezas y debilidades…Así  lo amaba yo, y como él conocía mi punto débil se aprovechaba de mí. No me importaba, me daba igual… hasta que lo vi con mis propios ojos andando por el otro lado de la calle junto a otra mujer enlazado por la cintura…y por eso… Ahora que ya abrí los ojos, ahora que ya desperté, ahora que ya me di cuenta de toda la realidad, te diré entrañas mías…Si quieres tener derecho a roce pero sin compromiso, haré lo que desea tu cuerpo y tu mente con tal de no perderte, pero…¿sabes que te digo? Temo que se me ocurra hacer lo mismo, ya sabes cómo soy de débil, quizás hasta me enamore de otro hombre… pues… Tanto dolor ya me pesa, me está pasando factura, ¿te enteras? Me está causando mella en el corazón y es  posible que la venganza se instale en mi interior…y me guste eso de tener amigos con derecho a roce pero sin compromisos…

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