Me
dijiste que te irías lejos, muy lejos, allende los mares... Me quedé sin
palabras pensando que mi vida sin ti ya no valdría nada... Pero mientras
lloraba mi pena se llenó mi cabeza de poemas, donde escribí los encuentros en
mil versos, con la rima de los apasionados besos que llenaron tu boca y la mía con
los entresijos del estraperlo…Y por eso me aparté de ti, y me escondo y me
pierdo por ahí cuando creo verte, mezclándome entre la multitud por las anchas
avenidas, donde el trasiego de la gente me llena la cabeza de fantasía, pues es
tanto lo que me gusta sentirme viva, que hasta los duendecillos traviesos me
persiguen felices y contentos, cómplices del estilo de mi existir…Si yo
encontrara alguien que creyera en mí y me editara todas mis palabras, esas
frases llenas de amores que atrapo al viento como si me estuvieran esperando, Dios
mío de mi vida, entonces ya me iría tranquila de aquí, pues es tanto lo que
tengo dentro de mi alma y mi corazón, que digo, ¿por qué me las encuentro yo en
mitad del camino? Ya no sé qué hacer con
tantas frases que me desbordan y me atrapan cuando tranquila camino por ahí,
quizás sean almas erráticas que se encuentran perdidas o es que tenían que
decir algo urgente a alguien, su novio, o marido, hasta pudiera ser su amante y
se quedaron en el aire un te quiero corazón mío… y las siento cuando se me
pegan al pecho…o es posible que vea más allá de la realidad y tenga que
expresar todo lo que quieran ellas, las palabras que me dominan y me esfuerzan
a ser plasmadas como retratos descritos con los latidos de mi corazón alertas
como está siempre al ritmo del amor, pues no sabría escribir sin que tenga que
ver con aventuras apasionadas, como las que en mi infancia, mi madre solía
cantar mientras sus manos caían sobre el teclado de su piano, su adorado piano
llenos de teclas blancas y negras impregnadas de bellas melodías que de su
garganta salían llenándome la cabeza de fantasías y ahora después de tantos
años, aún las escucho aletear como mariposas en el aire que me llega al pecho y
me danzan en la cabeza llenas de pasión…Qué fuerza será esa tan poderosa que me
arrebata y embarga, que estando tan lejos de ti, te siento en mí como si
temieras perderme, y me susurras que me quieres, porque yo te escucho, ¿te enteras?
Me lo dicen las olas del mar, el aire que respiro y hasta las piedras que
piso...y es que esto que yo siento me las traen las voces de tu corazón abierto
y en la soledad de la noche me abrasan tus ardientes besos en mi boca, y me
susurras las dudas que te asaltan el alma con el eco de tu silencio...Tú no
sabías nada del amor ardiente y apasionado y tenías hambre de mí desde la
primera vez que me vistes caminar por ahí como pidiendo guerra, pues eso fue lo
que te atrapó la mente y el corazón y ahí sigues tú luchando a contra
corriente, batallando contra tus sentimientos, pues esclavo mío te sientes
desde aquél primer beso…Ese beso que por las noches te quemaban los labios y
luego querías más y más y yo que lo sabía me dejaba encontrar para podértelo apagar,
pues tan sólo hizo falta dos momentos para que yo viera el verdadero rostro de
tu mirada, la esencia de tu alma y escuchara los suspiros de tu garganta…Y por
eso me encuentro entre dos mares mi amor, siempre navegando entre dos
mares...apenas puedo pensar...esta noche mi mente no da para más...demasiadas
emociones controvertidas y en calma chicha...como dicen los pescadores en las
noches oscuras y en silencio...a lo lejos sólo una luz llameante, entre brumas,
opaca...y yo en la orilla perdida...esperando…Y ahora resulta que tengo miedo,
fíjate...temo que cuando me veas caminar por ahí, me persigas y me digas todas
esas cosas que tanto me gustan oír...me temblarán las piernas, me latirá el
corazón...y cuando nadie nos vea te arrastraré hasta el primer callejón...Si,
si, a ese lugar escondido y estratégico donde por primera vez te di aquel beso
mío, ¿te acuerdas? Yo sí que me acuerdo, que esa imagen me llevo retratada en
el alma mi amor, la de tus ojos mirando mi cara y mis manos abrazando tus
canas...Y es que no te esperabas tanta pasión, tú no sabías de esa impetuosidad
mía al besar, ni tampoco la habías experimentado nunca en tus labios, ni esas
otras cosas que te hacían temblar, pues se ve que nuestros labios fueron
creados para estar unidos de por vida, y hasta después de la muerte en el valle
misterioso donde sólo permanecen los amantes locos como tú y yo…Ya no existe la
pasión ésta de seriales televisivos, esa es exclusivo sólo para los jóvenes…Ya
se ríen la gente de nosotros dos porque rompemos las expectativas del creador…Y
por eso soy libre como el viento porque escribo al libre albedrío de mis
sentimientos…Y es que me esperaste con la paciencia del desespero, me llevaste
a tu casa y abriste la puerta con la llave de los miedos... Me bajaste los tirantes
con los nervios del principiante, me acariciaste el cuerpo con la mirada
llenita de deseo y te abalanzaste sobre mi boca y mi cuello...Y juntos
galopamos por las sendas de los infiernos y en medio del fuego te dije...te
quiero...
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