Llevaba
tanto tiempo sin verte amor mío, sin verte que apenas podía respirar. Es un
ahogo, una ansiedad de querer y no poder, que me estaba consumiendo poquito a
poco, y por eso aquella mañana me fui a caminar sin rumbo, buscándote con la
mirada por lugares recónditos, donde los callejones sin salida se perdían entre
los latidos de mi torturado corazón…A veces tengo miedo y me asaltan los malos
pensamientos y nada más que por eso me dejo atrapar por las grandes avenidas,
otras por callejuelas estrechas, es como si estuviera buscando aventuras y
hasta me dan ganas de irme con cualquier hombre que me atraiga…Muchos me miran
de una manera…y están tan buenos…No debería utilizar éste lenguaje, ya no me
pega, tengo una edad respetable…bueno, ¿y qué? Yo no mando en éste loco
corazón, él sigue sus latidos al son que le marca mi imaginación, que por
cierto bien atrevida que es…a veces hasta me asusto de mí misma…tengo unos
pensamientos que si te los contara te quedarías boquiabierto…Sé que eso es lo
que más te gusta de mí, que te cuente mis pecados, eres de lo peor…No paraba de
pensar en él desde el otro día que lo besé…Y es que esa sonrisa suya me trae
por el valle de la amargura, está llena de picardía, y me dan unas ganas horrorosas de perderme por
ahí y dejarme llevar por estos deseos tan grandes y llenitos de verde pasión…y
darte un revolcón…Ya no sé si esto es amor o sólo puro sexo rebuscado…Y es que éste
hombre está deseando de pasar un buen rato conmigo…Dímelo a mí que el otro día
pasó uno por mi lado y me echó una mirada de escándalo y pensé para mí... Lo miro
despacio de arriba abajo y lo dejo desarmado, ¡vaya que sí! Que lo tumbo en el
suelo y le pongo el pie en el cuello y en vez de gritar, ¡qué daño me estás haciendo!
Seguro que se dedicas a mirar éste pedazo culo que tengo y se le pierde la
vista entre los cañaverales de su ensueño…Me encontraba caminando por ahí,
hablando sola…Mira que es embustero éste tío, me tiene más harta, ya no sabe ni
cómo llamar mi atención, pues no me dice que esa poesía tan bonita la tiene en
su cabeza, y resulta que me lío a buscar por Internet y aquí que la veo escrita
en un azulejo de esos que se cuelgan en las paredes de los patios…Bueno, a lo
mejor es que quiere enamorarme, la verdad es que me lo creí, pero me da rabia
porque si ya empezamos a mentir, pues no me voy a creer nada de lo que me diga,
de todas maneras, ¡qué más me da si me gusta a rabiar! De repente me siento la
dueña de mis emociones, es como si ya hubiera tocado fondo en mis diatribas. Me
encuentro en ese punto en el que se suele decir, cuando tu vas yo ya he venido…Si,
si, me siento bien, fuerte y segura, como si me diera igual todo...Antes tenía
tanto miedo a perderte y ahora ya sé que eres mío, de tal manera que hasta la
sonrisa se hace cómplice de mis emociones, es como si tuviera magia en la risa
de mi mirada y las caricias de mi piel, será que te quiero tanto, madre mía
tanto…Y tú como si oyeras pajaritos en el aire, ¡qué cosas me pasan, por Dios! Ten
cuidado conmigo amigo, que como yo te pille mirando a otra, te juro que te hago
lo mismo por duplicado con cualquier jovencito que se me ponga a tiro…Soy tan
redomadamente cruel…perversa…Después de tanto batallar contra tus sentidos y los
míos, siempre tan inseguros e incomprendidos, como si los dos tuviéramos miedo
a perdernos, el uno al otro, sabiendo cuánto nos queremos y de qué modo…Ese
modo tan misterioso e intrigante que nos mantiene vivo y latiendo de alguna
manera tan apasionante, llenos de debilidades. Quizás esa sea la trampa que nos
pone siempre los demonios que llevamos dentro de nuestra cabeza, y que nos
recorre las arterias que llevan la sangre al corazón, que no a la razón…Imposible
entregarme a otro, eso sería imposible, porque yo te quiero ¿te enteras? Me
siento tan dentro de ti que hasta me ahogan tus pensamientos siempre llenos de
pasión y deseo, y es que donde tú vas me llevas en el alma pegada como las
lapas a las rocas, ¡vaya que sí! Esas que hay que despegarlas con una navaja,
porque yo te presiento y te veo luchar contra esas ganas de volverme a besar,
tenerme en tus brazos y decirme te quiero tanto, tanto…Lo sé mi amor, lo sé
porque me lo dictan las teclas que me miran y me insinúan que las describa con
la fuerza de tu corazón…Somos tan irracionales, tan débiles y transparentes
cuando nos enredamos en ésta maraña de ensueño e ilusión, que sufrimos el temor
de dejarnos llevar por esa espontánea fogosidad de probar otra boca, otro amor,
otro cuerpo arrebatador, aún sabiendo cómo somos los dos en el arrebato de la
pasión…No, no, ¡por Dios! No me abandones por otra que ese arrebato te lo tengo
yo entre mis brazos…Brazos fuertes y dinámicos siempre, siempre…En tus manos de
ágiles dedos buscando entre los vericuetos de mi cuerpo con las alas de las letras
que lanzo al vuelo…
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