Tengo tantas ganas de ti que me duele el pecho de tanto como te
deseo…apenas puedo salir por ahí, voy como una autómata sin saber dónde ir…Los
pasos me llevan siempre al mismo lugar, ya sabes, el jardín ese que en
setiembre descubrimos por azar…debe ser por las ansias que teníamos de
besarnos, ¿te acuerdas? Estábamos tan impacientes por abrazarnos…Recuerdo el
roce de tus manos en las mías y un temblor me recorrió el cuerpo, ¡qué bonita
sensación…! Han pasado tantos años desde aquella tarde, y fíjate, aún tengo la
misma sensación en el pecho, y por eso…Ansío besarte de nuevo mi amor, tengo frío
en las piernas, los labios secos…sedientos de ti…Te busco y no te encuentro, ¿dónde
estás que ya no te siento en mi soledad? Y sin embargo sé que sigues ahí, prendido
en mi sentir…Te veo contorsionándote sobre mi cuerpo en las alas de mis sueños
locos…me miras las caderas meciéndose en tu entrecejo y te vas al momento, y
cuando despierto no estás…Tan sólo era un sueño más, son los deseos de mi
aliento cuando te veo alejarte de mí y quiero atraerte a mis brazos de nuevo…Tengo
miedo del poder que ejerzo en tus sentimientos, sé que nunca podrás deshacerte
de mí y por eso te alejas poco a poco…No quieres que sea la dueña de tus celos,
tus miedos, la seguridad de tu independiente libertad…Déjate encontrar, no me
dejes de pensar, llévame contigo, no te hagas de rogar y no me digas más que no
puede ser, que estás muy ocupado y que tienes una vida hecha…que es muy tarde
ya para volver a empezar…No me lo digas más por Dios, que se me parte el corazón
y me da por divagar…pues…Según van pasando los años, me voy volviendo fría y
calculadora, como si ya no me hicieran daño tus desplantes…como si la cosa
estuviera hecha y paso de ti como tú de mí…Deben ser cosas de la edad y que una
está vuelta de dimes y diretes, de celos y de picardías, de encuentros furtivos
y de tranquilas noches sin tu compañía…Quizás nunca me has querido de verdad y
tan sólo he sido un capricho más…Y yo que soy romántica por naturaleza me
invento una vida en la cual nunca dejo de soñar…Y me imagino aventuras de
amores que vuelan por éstas redes donde un hombre ni joven ni mayor me escribe
palabras de amor…No sabes lo que daría por conocerla señora mía…me dijo una día…Lo
siento, le contesté…Eso será imposible porque vivo muy lejos de usted…No señora,
que estoy a menos de cien kilómetros y si no le importa la invitaría a tomar un
café…Me quedé callada y pensativa…Por un momento me perdí entre mareas emocionales…El
corazón me dio un vuelco como si fuera mi enamorado…El silencio hizo eco de los
dos y le dije, chao y adiós…pues…Le dejé bien claro que mi corazón tenía dueño…¿Qué
dueño? Tú…tú eres el dueño de mi vida, de mis sentimientos y de la piel que
rodea mi cuerpo…¿Sí? Sí…Lo miré a los ojos…los tenía chispeantes, como si no me
creyera…Mis besos sólo para ti y jamás dejaré que nadie roce mis labios…Y tú que
te crees domador de la jaca brava, me enlazas por la cintura, me das un revolcón
con agonía y desesperación y te vas, y yo mientras tanto me quedo de brazos
cruzados… Poco a poco me voy alejando de ti, y por eso… Me encuentro ausente y
presente, distante…sin saber qué pensar, qué hacer y qué decisión tomar ahora
que ha vuelto a escribirme…Me tienes enamoradito… ¡Madre mía lo que me gustó! Reconozco
que es un hábil seductor, para mí que no soy la única en la lista de sus amigas
virtuales… ¿Estará desahuciado? Debe ser que esté atravesando la mendicidad de
los placeres furtivos entre sábanas sin ruido…Quizás necesita algo más por placer
o curiosidad…alguien que le apasione el cuerpo con los juegos eróticos quemándole
las entrañas y le llene la boca de palabrotas…o…Su pareja ya no le arranca de
la garganta eso que se hace llamar, el grito de Tarzán…Un señor de esos que siempre
están a la cuarta pregunta por contestar...pues…Sabe las palabras a elegir y
temo que me está enamorando de alguna manera, no sé…¿Qué quieres decir, qué es
lo que no sabes? Me hice la desentendía… ¡Dímelo! Seguí callada… ¡Mentirosa,
embustera! Te estás viendo con él, ¿verdad? Me estaba tocando el alma las iras
de sus rebeldías…No lo quería aceptar, pero… ¿Pero qué? Se puso nervioso…Lo sé,
sé que te has descolocado esto que te acabo de contar…pues…No hay nada peor
para un hombre que despertarles los celos con los sentimientos que tocan el ego
masculino, y ya no sé yo si es por orgullo o por dignidad, aunque preferiría
que…¿Qué, qué? Me quedé callada sin decir nada…No pensaba ponérselo fácil,
ahora me tocaba a mí pasar un poco de él, me tenía frita tantas tentativas por
su parte de querer y no poder o…lo contrario…pues…Tengo la sensación de que te
has acomodado a ésta situación de estar a mi lado sólo por distracción para darle
un garbeo a tu cuerpo, y yo que estoy expuesta a dejarme arrastrar por la ansiedad
de tu egoísmo sin par, me dejo querer hasta que me harte de él… hasta que se me
acaben todos los besos…Esos que tenía guardados en mi pecho para ti y se han
enfriado de tanto esperarte, y…¿Y qué, y qué? Lo estaba poniendo a parir…Se le
descompuso el gesto, los puños cerrados y los labios temblando… y los míos, ¡ay
los míos…! Los míos están deseosos por volcarse en la boca de ese hombre que sin
conocerlo me está robando el sueño y el clamor que tenía prendido en tus brazos…Y
él que estaba perdido en la cresta de la ola, vino navegando rumbo a mis sueños
que ansiosos estaban por fundirse en su cuerpo con el fuego de los deseos…Deseo
galopante y entre tinieblas cuando se pierden los pudores y las vergüenzas… y cuando cierro los ojos te veo en las alas de mis sueños locos...
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