Tengo la radio puesta y la música es pura magia para mí…¡Ay Señor! Esto
de estar en mi salita escribiendo aventuras y desventuras de hombres y mujeres
me apasiona y me arrebata el alma…dicho de esta manera tan excitante parece que
una está más allá que para acá, puede ser, me gusta tanto contar historias de
pasiones alocadas… me viene a la cabeza sin buscarlas…no sé porqué…es posible
que sea porque no me guste mucho la realidad de la vida…qué cosas me pasan con
lo mayor que soy ya…A veces me despiertan las palabras, me viene a la mente
frases largas y tengo que anotarlas porque a la mañana siguiente no las puedo
recordar… qué extraño es todo, ¿verdad? debe ser por eso que llaman
inspiración, y cuando voy caminando por la calle igual, me tiro todo el camino
escribiendo en un cuadernillo escenas que imagino que pasan, es como si alguien
me las estuviera dictando, no entiendo muy bien por qué me ocurre esto tan a
menudo, el caso es que llego a mi casa toda sembrada de pequeñas historietas
que luego forman una cadena de sucesos…quizás sea demasiado romántica…Y por eso
estoy aquí, en mi salita…es de lo más emocionante, no sabéis cuánto me gusta…me
siento tan feliz aquí sentada, frente a mi ventana…¡es de alegre y divertida mi
ventana…! Se abre al mundo real de la calle y se ve a la gente pasar, a los
chiquillos correr y a los más jóvenes sentados en los bancos más apartados de
las miradas…son los eternos enamorados que se besan y abrazan como antes lo
hacía yo con mi chico…algunos ancianos se encuentran solos sentados con el
bastón a un lado…me recuerdan mucho a mi padre…En los atardeceres de mi vida me
suelo sentar ante mi ordenador, con las teclas provocándome a danzar sobre
ellas el baile de los sentimientos…Mi mente se traslada en el tiempo, mientras
mi ojos te buscan en ese baúl escondido en mi interior, donde los recuerdos van
y vienen sin prisas, al libre albedrío del amor…A la deriva de los besos que
una mañana te di sin permiso, sólo siguiendo los latidos de mi corazón…y tú,
nervioso perdido, te quedaste prendado de mi boca y de mi existir no sabiendo
ya qué camino seguir, siendo esclavo desde entonces de mis besos y de los
deseos de mi cuerpo siempre ansioso de ti…Y por eso me encuentro divagando,
dejando mi mente a la merced de las horas… sus horas… las que pasa a
solas con la desesperación de no tenerme abrazada a su querer…sufriendo por la
lejanía de la sonrisa cuando lo miro con picardía... y yo que lo conozco tan bien… Tengo que
adivinar tus pensamientos antes que se instalen en tu cerebro…Y lo imagino
sentado con los demonios de los celos metidos en su mente y en su cuerpo…
y sigilosa
me deslizo en el infierno de sus atormentados silencios…sus desvaríos locos…No
desfallezca mi amor, porque si lo haces moriré de tristeza, de vacío…de
dolor…No estés tristes mi niño, mira que se me rompe el alma…Ten paciencia
conmigo, ya sabes que no soy la dueña de mi destino y causas mayores me impiden
salir corriendo… No vuelvas a decirme que no te quiero, no me lo vuelvas
a decir, por Dios, que muero de amor por ti…y… Perdida entre tus pensamientos me encuentro los
gritos de tus lamentos que no paran de insistir que estás loquito por mí…que me
busca por todas partes, que lleva varios días esperándome…que estás desesperado
de tanto silencio, que no puedes más, que necesitas sentir mis gemidos cuando
me besas…oír mis jadeos cuando acaricias mi cuerpo… escuchar mis latidos en tu
pecho…y te diga al oído suspirando…Tú tienes las llaves de los misterios de mi
carne…
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