PRESO DE MIS INFIELES DESEOS.- (MICRORRELATO)
Esta seguridad de saber que te amo y me amas…Esa
manera de vivir tranquila y sosegada, al acomodo de ir dejando los días pasar
sin verte y no sentir el más mínimo interés en salir corriendo a buscarte como
hacía antes…ni temor a perderte creyéndote mío en cuerpo y alma, es lo que hace
que la indiferencia se instale en mi interior…Y tú poseído de mí, de que jamás
te podría ser infiel, sigues tu camino sin volver la vista atrás ignorando de
lo que soy capaz de hacer, con tal de que me vuelvas a mirar con celos, con
furia y con ganas de más… Y por eso me entrego a los brazos y besos de otros hombres
que no sean los tuyos para echarte de menos, aunque sean de contrabando…pues… Prefiero
estar siempre latiendo y en vilo por ti, sabiendo que te quiero y te amo, que
permanecer inánime e impávida teniéndolo todo controlado como una estatua, fiel
y sumisa… Y tú que me conoces tanto, sigues caminando tras de cualquier mujer
que te venga bien, por gusto o por placer para demostrarme que no eres ni mi
esclavo ni mi rehén…Éste tira y afloja que existe entre tú y yo, como si ninguno
de los dos sintiera el más mínimo deseo de volver a tener una cita loca de
pasión…pasando de todo…inferencia total es lo que me hace dudar…¿Que será eso
tan fuerte que tienes, que al final vuelvo a necesitar siempre de tus besos y
abrazos a pesar de haberte sido infiel más de una vez? ¿Qué misteriosa fuerza
es la que me arrastra por los senderos de tu infierno, sabiéndote traicionado por
los miserables sentimientos que se instalan en mi cerebro cada vez que te tengo
amarrado a mi cuerpo? ¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí tú…Que sepa que me tienes
harta y que ya no pienso volver contigo, ¿te enteras? Ya está bien de jugar al
gato y al ratón conmigo como si fuera una furcia…que una tiene orgullo…bueno
no, orgullo no, dignidad, así que ya te estás yendo por dónde has venido…¡Míralo!
Ahí estás de nuevo, esperándome…no lo puedes remediar, me ves y te quedas
mirándome de arriba abajo descaradamente, como diciendo... Te voy a comer
entera... Te voy a coger por mi cuenta y te vas a enterar tú de lo que es un
hombre de verdad…Es una forma extraña de amor, no la puedo entender…Es algo que
me enreda la mente y me roba el corazón…Me gusta cuando me miras con los ojos
llenos de fuego…cuando me abrazas y me besas con esa pasión que me desatan las
carnes y se me alteran los pensamientos, y me quema
cada poro del cuerpo como si estuviera ardiendo…lo mismito que una gata
salvaje, se me erizan los cabellos y me arrancas los suspiros del pecho con el
recorrido de tu lengua a lo largo de mis piernas que gritan con la urgencia del
celo…hasta cuando duermo, que nada más cerrar los ojos se me enturbia el alma y
me enloquecen los sentimientos con tu mirada de deseo... Deseo vivo y en activo
siempre, siempre…Desde el primer momento que te pillé desprevenido y me colgué
de tu cuello como una adolescente, que no sé todavía si me embrujaste o echaste
algún brebaje en el café cuando no te miré…pues…Tenías hambre de mí porque lo
intuí nada más verte llegar, que me miraste sonriendo como si fueras un niño
travieso, con esos dos hoyuelos en la cara que me excitaron de tal manera que
me enamoraste las maneras, haciéndome perder la compostura, poniéndome nerviosa
perdida…Apenas podía hablar de tanto como me mirabas que hasta las piernas me
temblaban…tan sólo quería besarte la boca como si estuviera toda loca, loca…Desde
entonces no he dejado de pensar en ti las veinticuatro horas del día como si me
hubieras hechizado, sepa Dios por qué te pienso tanto…Todo el tiempo en mi
cabeza metido como un delincuente instándome a correr aventuras como si fuera
una fugitiva, una ladronzuela de poca monta…Me estás provocando a llamarte
desde la lejanía de tu voz incandescente…pues… La siento en mi mente quemándome
la sienes, exigiéndome otra cita en el bar aquél donde mis maneras perdí
arrinconándote allí, en la última mesa…a oscuras, alejados de la mirada de la
gente…debe ser que me impulsaste a ello con la fuerza del veneno que nos atrapó
desde lo más profundo de los infiernos…y nos envolvieron entre sus llamaradas
de fuego… pues…Nadie mejor que tú para hacerme sentir viva todavía en armonía
con las locuras de mis citas…mis encierros, mis desvelos…Tú, siempre tú…preso de
mis infieles deseos…
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