¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí tú…. ¿Quién te has creído que eres
para utilizar la palabra abuela de manera despectiva?…¿Sabes que te digo? Que soy
abuela porque tengo niet@s y a mucha honra, ¿te enteras? que no lo voy a
negar…pero, ¿sabes que las abuelas de hoy en día están cuidando a sus niet@s
para que sus hij@s estén trabajando mientras son pequeños? ¿Acaso te piensas
que aparte de sus padres, los que más los quieren son sus abue@s? ¿Qué pasa?
Que te creías que porque seamos abuelas ya estamos desahuciadas para las
pasiones desbocadas…pues te equivocas tía, porque para mí, no te mereces que te
llame señora…que tú misma te has descalificado diciendo abuela de manera
despectiva, porque esta abuela tiene las manos llenas de dolores y
sufrimientos…¡y muchas penas que me he tragado para aparentar que soy fuerte!
Una actriz de primera actuando en éste escenario donde una ha de estar siempre
dando el dos de pecho para que nadie se venga abajo…Yo también fui joven, ¿te
enteras? pero antes de eso era una niña alegre y divertida que vivía
despreocupada de la vida como todas las chiquillas del barrio, y una
adolescente que se creía una princesita… luego me convertí en esa joven y
hermosa que traía a los chicos por el valle de la amargura… en una palabra, una
mujer pasando por todas las etapas de la vida…hija, hermana, tía madre y abuela
aquí presente…Y si tú sigues caminando por los senderos de la tierra, serás
abuela en vida, no como otras que se fueron al cielo antes de tiempo y no
sintieron en su pecho el abrazo de l@s niet@s... Yo fui una madre joven, sí
señor, me casé muy jovencita, apenas tenía veinte años, y tuve una hija
preciosa y muy hermosa, pues cuatro kilos eran demasiado para mi vientre que se
quedó llenito de estrías transparentes…era como la piel de cebolla, rojas y
amoratadas de color…me sentía como un saco roto y viejo, incapaz de mostrar mi
desnudez hasta delante de mi marido y en la playa me tapaba, ¡fíjate qué cosa!
estaba acomplejada perdida…me avergonzaba de mi cuerpo que con veinte años era
como una piltrafa…era lo peor del mundo en aquellos momentos porque no le daba
importancia nada más que al físico, pero con el tiempo aprendí, ¡vaya que
aprendí! Lo mismo que cualquier mujer de mi edad, no te vayas a creer que soy
la única, no, no, para nada, que aquí hay toda clase de personas que han
sufrido y padecido en sus carnes pérdidas de seres queridos y lloran en
silencio gotas de sangre…Aprendí cuando mecí en mis brazos a mi madre en su
último aliento, ¿te enteras? que no derramé ni una lágrima para que no sintiera
miedo de la oscuridad, y le canté todas sus canciones, lo mismo que ella hizo
conmigo cuando era una niña y me daba miedo quedarme solita…Después cuidé a mis
hermanas que se fueron las dos juntitas al cielo…y a mi padre hasta que sus
piernas no pudieron sostener su cuerpo y en su sillita de ruedas lo paseé por
todas las calles de su amada tierra…¡los brazos se me pusieron fuertes y se me
llenaron las manos de sentimientos! Mis ojos están llenos de lágrimas que
derramo en mis palabras rotas de tanto llorar, y tú me vas a decir abuela como
si fuera un desahucio de la sociedad…tienes la desfachatez de poner asco en esa
palabra tan grande…Acaso tú, si sigues viviendo no te convertirías en algún
momento una abuela… En cambio mi pobrecita hermana no ha tenido la suerte de
conocer a sus niet@s…Hazte un favor a ti misma, lávate la boca cuando hables de
las abuelas, porque todas, la que más y la que menos, tenemos las manos llenas
de bondad…Yo tuve la suerte de haber colaborado en la crianza de mis tesoros,
porque para l@s abuel@s, l@s niet@s son los mayores tesoros de la tierra, que
han sacado de mi corazón los sentimientos más bellos…Pero tú sólo miras el
exterior, te crees que una mujer de mi edad, porque sea abuela ya no inspira
pasiones desenfrenadas en los hombres…¡qué superficial eres…! No te puedes
imaginar las noches de locuras…estás tan equivocada…pues…Antes era esclava de
mis temores, mis complejos, mis defectos físicos, mis estrías…las marcas de la
edad en mi rostro…mi desnudez…y…¿sabes que te digo? Que ahora soy la dueña de
mi vida… pues…la vida es como una gira por el monte cuando asombrada me quede
admirando el paisaje invitándome a subir por la cuesta, y como un caminante me
he sentido andando, parándome en alguna sombra a descansar. Otras veces me he
perdido sin saber por dónde tirar, ¡menos mal que había muchos carteles
indicando el camino! Pero yo sólo seguía los que tenían forma de corazón,
después cuando llegaba a algún desfiladero, miraba hacia abajo, no sé por qué,
y me metía en un follaje que no sabía ni cómo salir de él. Desanduve mis pasos,
y unas veces tiraba a la izquierda, otra a la derecha, haciéndome unos líos tan
grandes, que sin darme cuenta, caí rodando a una especie de jardín, era como un
laberinto de fantasía, donde me tumbé en la tierra para sentirme un poco
aliviada, y mirando hacia arriba he visto como si hubiera un espejo,
resplandecía y mientras subía y subía, he llegado casi hasta la cima, al lado
de una mirador donde está lo que tanto brillaba…era una estrella, la que creía
inalcanzable, la que siempre tenía en las manos sin saberlo hasta ahora…ahora
que me acepto tal cual…Y con mi estrella a cuesta, como una mochila, pienso
bajar la montaña cantando, con cuidado de no caer rodando, despacio,
tranquilamente, saboreando cada rincón del camino, admirando el paisaje,
bebiendo agua cuando tenga sed, y comer cuando tenga hambre. Sentarme cuando
este cansada, y jugar con todos los luceritos que me encuentre por el sendero.
Mientras tanto esperaré a que el buen Dios se decida a mantener siempre viva la
llama de la esperanza y de la ilusión…pues he vencido al tiempo, dueño del
destino, mensajero de calamidades, que hace y deshace a su antojo, que va
arrasando todo lo que pilla en su camino, ¡masculino tenía que ser! que como un
niño travieso se ha dejado atrapar por la curiosidad, dueña de la sabiduría que
con tanta coquetería le ha detenido, pues con mis niet@s, he sido capaz de
recordar la infancia, dueña de la esperanza y de la ilusión y juntas de la mano
recorremos el camino ignorando al destino…
No hay comentarios:
Publicar un comentario