sábado, 8 de mayo de 2021

EN LA BRAVURA DE MI COMPOSTURA.- (MICRORRELATO)

Llevo tatuado tu nombre en el pecho y por mucho que quiera arrancarlo, más se clavan sus letras en mi carne y en mis venas…No se quieren borrar de ahí…están permanentemente sometidas a los sentimientos que me llevan siempre a ti…Son como rémoras que navegan al ritmo que late mi corazón…corazón rebelde y salvaje que domina y sucumbe a los caprichos del destino…Ya lo decía mi madre que en paz descanse…La vida no la elige nadie hija mía, una ha de aguantar con lo que le toca vivir…¡Cuánta razón tenías madre mía…! Ahora que han pasado los años y ella no está aquí para escuchar mis lamentos, me pregunto si no estaría equivocada en tales afirmaciones, porque…Estoy segura de que puedo cambiar…Éste estilo de vida al que me quiere supeditar y darle la vuelta a la situación, en la cual, lo único que prevale es una obsesión errónea que me arrastra hacia ninguna parte…debe ser por temor a perder las pasiones del ayer…Eres hombre al que sólo le induce catar…La lozanía de la juventud, donde las carnes tersas y prietas se alejan de la piel, y por eso…Sucumbí a su pasión, haciéndome esclava de cada paso que me llevaba tras él, aunque…Sabiendo de su tenaz osadía para abandonarme algún día…Sigue aferrado a…Ese hálito de miel que le ofrecen los labios transgresores del placer…pues…A veces siento sus uñas clavadas en mis carnes con tal intensidad que es como si me quisiera despellejar viva, y eso…Eso me hace estremecer de placer…Quizás tema que la indiferencia se apodere de mis sentimientos, y por eso…No lo dejo partir, porque…Si no sintiera este estremecimiento, sería como si dejara la vida pasar por mi lado en silencio y de prestado, sobre todo ahora con la dichosa pandemia, que…Me está robando los suspiros que se agolpan en mi interior, sabiendo que los buscas por ahí…Ya ves, mi niño…¿Sonríes? Sí, sé que estás sonriendo, eso de que te llamen niño te gusta, ¿verdad? Es como si todavía fueras un niño, ¿a que sí? ¡Claro que sí…! Te conozco tan bien…Fíjate si te conoceré que llevas una temporada alejándote de mí para no depender del amor que te di, y…¿Sabes qué te digo? ¿Qué, qué? ¡Vaya…estabas espiándome! ¿Verdad? Bueno, no importa, en el fondo me quieres un poquito todavía…más o menos como yo a ti, pero…Yo te amo con la libertad de los años, ¿te enteras? ¿Qué quieres decir? No entiendo…Sí que lo entiendes y lo sabes, lo que pasa es que ahora domino los placeres de la carne, y antes me dejaba arrastrar por ellos de una manera animal…pues…En éstos momentos de mi vida, ya no me duelen las heridas, es más…están cicatrizadas con cada lágrima derramada…Deben ser los designios de la razón humana en la que una está de vuelta de historias pasajeras…Entre palos que te llevas, errores y torpezas que se comenten a lo largo de la existencia, una empieza a ver y a sentir de manera diferente, o…Quizás me acostumbré a esa forma de vivir, pensando que nunca dejaré de amarte, y por eso…Me levanto cada día toda entusiasmada, con la mente despejada y liberada…pues…Esa locura salvaje e insaciable que me abrasaba las entrañas cuando no te tenía en mis brazos, quedó paralizada por la bravura de mi compostura, cuando una mañana desperté y vi las letras de tu nombre tatuadas en las cicatrices de mi piel curadas…

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