domingo, 4 de octubre de 2020

LÁGRIMAS VERTIDAS.- (MICRORRELATO)

 Estaba completamente obsesionada con él, de tal forma que llegué a pensar que moría si me faltaba un sólo día, y mira por donde tuvo que llegar ésta pandemia para darme cuenta que todo lo que sentía era una adicción incontrolable, pero…Hoy me levanté con ansias de poder…poder salir con la fuerza de la voz, sabiendo que por fin soy yo la que dirijo el timón de mi existir…pues…Me siento libre como las golondrinas que planean discretamente a ras del suelo, y poderosas alzan el vuelo hacia el cielo con las alas de la libertad, esas que a las mujeres empoderan los sentimientos que nacen en el corazón haciendo caso omiso a la razón…quizás por capricho o por desobediencia patriarcal, ya que…Hubo una generación donde los hombres eran los santos custodios del tejido capilar, y ahí no había ni forma ni manera de entrar, salvo que fuera…Una señorita con ojos de mujer fatal, a la cual pertenecía yo, esa, aquella y usted también, y por eso…Hoy me siento bien, tranquila y segura de mí misma, ya lo decía mi madre que en paz descanse…No hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante, y verdad es cuando…Amanecí cantando por soleares y fandangos como hacía antes de conocerte…pues…Antes de ahora la voz de mi garganta enmudeció…se apagó con tus besos y mi adicción a sentirte cerca de mi corazón, pero…Por culpa de éste bicho que está navegando por aquí, me voy alejando hacia allí…Se queda mirándome absorto, como si no supiera de lo que hablo, de lo que está pasando verdaderamente…es como si no diera crédito a mis palabras y pensara que es una excusa para echarlo de mi vida…No, no cielito mío…Le digo con tacto y mucho sigilo…Para nada estoy justificándome, es la realidad y lo sabes, lo que pasa es que estamos sanos y te crees que no nos puede ocurrir nada, pero…Los temores acechan desde lo más hondo de mi alma, y cuando te acercas a mí suspirando…¡Ay madre mía de mi vida…! Cuando te oigo resoplar como un bandido detrás de mí me entran las mil cosas y…Aligero el paso galopando y me voy alejando de ti…y del contagio…Pasan los días y ese hilo rojo que dicen por ahí que existe entre ciertas personas se estira…Se estira y se va estirando…¡Virgencita mía y todos los santos del cielo! Ya llegó a su máxima extensión, pero…Nunca se rompe, ¡qué pena por Dios! Quisiera romperlo yo con mis anclas de pavor…Lo estiro con el poder de la razón y lo une la fuerza de su pasión…Se ve que está ahí, a la orden del cordón como guardia de los dos…pues…Eres como ese perro pastor que vigila el rebaño celosamente, cuidando cada paso que doy, que…Con tretas y artimañas conseguiste dominar a la oveja descarriada, y ahora…Quisiera despeñarme por ese barranco para perderte de vista y arrancarte de mi llanto, porque…Hoy te vi, ¡vaya que sí! Que te vi de refilón, y te sentí llorando dentro de mi corazón, y por eso…La nostalgia me hizo presa de los recuerdos como si fuera dueña de mi sentir…Ya ves mi amor…me creía libre de ti…pura ficción…Aún sigo siendo cautiva de sus caricias, esas que suavemente rozaron mis caderas haciéndome suya…soy tan débil cuando lo veo…Veo la tristeza que emana de su llanto…Es como si estuviera echado sobre mi pecho suspirando…No sabes lo mal que lo estoy pasando, y por eso…Éstas lágrimas vertidas derramé…Tengo un puñal clavado en el pecho…Hoy recordé tus besos, esos que se quedaron grabados en mi cuerpo a fuego lento…Hoy siento tristeza en mis sentimientos y mis ojos lloran de pena…Pena compartida por tu boca y la mía…Labios ardientes que se buscan por laderas y pendientes perdiéndose en la penumbra de mis sienes…Hoy sentí que se me iba la vida entre la realidad y la fantasía…

 

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