domingo, 19 de abril de 2020

COMO LOS ÁNGELES DEL INFIERNO.- (MICRORRELATO)



Poco a poco te estás despegando de mí…ya no te siento en mi existir…al final tendré que dejarte ir…pues…Ya no muero sin tu vivir…es éste encierro que se está haciendo dueño de mis sentimientos y lo que antes me parecía un infierno, ahora lo llevo con serenidad y en silencio...Paciencia nos mande el Señor, decía mi madre a viva voz…No queda otra cosa más que aceptar la realidad de que nunca fuiste mío de verdad, tan sólo una utopía que nos quiso atrapar para hacer de un sueño una aventura más para acallar las carencias del hogar…un hogar lleno de ilusiones hasta que me conociste…y yo a ti, pero…¿Sabes una cosa? ¿Qué? Dímelo…Vaya… ¿Está ahí? Sí…estoy aquí, nunca me voy del todo, aunque ahora me encuentro más tranquilo y sosegado, pero…A veces oigo tus latidos…¡Qué cosas! Pensé que estaba sola, ya sabes cómo me gusta hablar para mis adentros…En tus adentros vivo yo, no lo olvides mi amor…Dime, ¿qué te ocurre? ¿Te encuentras mal? ¿Me echas de menos? Sí, hoy no sé qué me pasa, pero me desperté pensando en ti…Quizás anoche me acosté tristona y me preguntaba qué pasará en el futuro, cuándo nos íbamos a ver de nuevo, porque éste confinamiento va para largo y ya me está superando y tengo miedo hasta de mis pensamientos… ¿Qué piensas corazón mío? Que todo esto se acabe…eres tan guapo…¿Por eso me quieres? ¿Porque te parezco guapo…? Bueno…no es solamente por guapo, ¿comprendes? Me refiero a lo feliz que me siento junto a ti, es una sensación de nerviosismo y mucha alegría…no sé si me entiendes, pero es algo así como cuando de pequeña los reyes magos me traían una muñeca y un coche de capota…era algo inexplicable, pero te juro que me sentía la niña más feliz del mundo…pues…La misma sensación…eso de apoyar mi cabeza en tu pecho, sentir tus brazos alrededor de mis hombros y oírte respirar en mis cabellos es lo más agradable que he sentido jamás…me siento tan tuya…tan guardada dentro de tu cuerpo…eso es lo más hermoso, sobretodo cuando te miro a los ojos…siento una paz…es tu mirada tan limpia y clara…toda una vida tras esa mirada, donde te reconozco como amigo y amante a la vez…pues…Nuestros labios se buscan en ese paraíso que estamos viviendo tan sólo tú y yo…sin nada ni nadie que nos prohíba vivir nuestra historia al ritmo del corazón…¡Qué cosas más bonita cuando me miras a los ojos y te miro yo! y por eso…Temo perder todas esas sensaciones, ¿te enteras? Son las que me dan luz y esperanza para seguir viviendo a golpes de latidos…a golpes de amor…¿Qué sería la vida sin amor? Nada, sólo una existencia vacía y superficial, y…No quiero acostumbrarme a la apatía que quiere instalarse en mi interior en éste encierro infernal, que... Al final me hará dudar de mis propios sentimientos…Me niego a sentir frío en mis carnes, ni tranquilidad en mi mente sana, ni pasar de todo como si no me importara nada…Es ahí donde se acaba el amor…las ilusiones y la esperanza también, y yo…Yo me rebelo contra todos esos pensamientos que alteran los sentimientos… ¡No me conformo! Dimito de estar al lado de éste aislamiento que se acomoda entre cuatro paredes para acabar conmigo y mis sueños…No quiero dejarme vencer por este confinamiento, donde los amantes se autodestruyen sin compasión pensando que la distancia los envolverán en una pompa de jabón, y dejan que exploten en el aire congestionado de su corazón…Yo quiero vibrar, llorar a lágrima viva por ti, penar, suspirar por tu amor…Quiero sentirme rota de pasión y que el corazón me dé un pálpito cada vez que te veo en la lejanía de mi horizonte…también quiero reír cuando me tiras esos besos al aire y que yo atrapo con las letras de mis poemas lentos, y por eso…Jamás cederé al tiento de dejarme avasallar por la imposición de éste encierro en mis lamentos, y…Revivo cada momento en tus brazos cuando tú y yo nos amábamos en el campo, ¿te acuerdas de aquél pajar? Sí, sé que te acuerdas, ¡vaya que lo sé! Lo activo echándole leña al fuego para que no se me olvide cuando me llevaste a ese pajar por primera vez…estaba en un lugar lejano de la ciudad…en el campo…un campo lleno de ovejas pastando…fue cuando lo descubriste y juntos nos dirigimos hacia él…Había un silencio sepulcral…No había nadie y sin mediar palabras caímos unos en los brazos del otro como dos fieras salvajes…Hay que ver, Dios mío de mi vida…¿Quién me lo iba a decir a mí? Ahora, en éste momento de calma y tranquilidad, aún me parece todo aquello increíble…como si no hubiera ocurrido nunca, pero ocurrió…Ocurrió de manera apasionante y sexual…Brava, me dijiste…eres una mujer brava…y yo, con toda la libertad del mundo monté sobre tu vientre y juntos cabalgamos lejos, muy lejos…allá donde nos llevaron los suspiros que se quedaron colapsados con mis gritos y tus gemidos, y ahora en la distancia…Miro al cielo y sonrío…siempre me sacan una sonrisa los recuerdos…tu recuerdo… ¿Sabes una cosa? ¿Qué? Vaya, todavía sigues ahí…creí que te habías ido…soy tan ilusa…tan romántica…aunque aquella cabalgada no parecía muy romántica que digamos, más bien fue una carrera de caballos… ¡Señor, Señor…! Hoy estoy un poco nostálgica…Sí, sí, eso debe ser, y por eso…Necesito atraparte de nuevo en mis sueños para que no me olvides ni un momento, y cuando se acabe éste encierro, volvamos al pajar donde te di todos mis besos para seguir cabalgando como los ángeles del infierno…

No hay comentarios:

Publicar un comentario