viernes, 4 de enero de 2019

CON LOS BESOS DE MI INFIERNO.- (MICRORRELATO)



Dicen las malas lenguas que se recoge lo que se cosecha, y verdad ha de ser cuando me siento tan mal…Señor mío no sé qué hacer, estoy viviendo un torbellino de pasión, me encuentro en un callejón sin salida, y aunque siempre he sabido sortear los obstáculos escondiéndome tras una falsa fantasía, al final la realidad me ha hecho frente y ya no puedo seguir fingiendo que soy una mujer feliz y afortunada…Toda mi vida se basa en una mascarada de ilusión, un sueño, un ir más allá de mis posibilidades…La búsqueda de la felicidad de la cual siempre he carecido... Dios mío, hoy me muestro ante ti desnuda y sin piel, y esta que ves es todo lo que soy, una mujer llena de defectos y malos pensamientos. Soy cruel, y por mucho que trato de ser mejor no lo consigo porque en el fondo me gusto y siento un morboso placer tal como soy…Antes era tímida y callada, indecisa, insegura, apenas levantaba la voz, pero tenía una mente maquiavélica y malsana, sobre todo con las chicas más guapas que yo...pues...Todo mi afán es ser diferente, destacar entre todas las mujeres, llamar la atención de los hombres, aún sabiendo que me tachaban de mosquita muerta y rara, cosa de la que me sentía muy orgullosa y en el fondo me hacía reír...He sido una vagota toda la vida, además de estar siempre esperando que me solucionen los problemas, por lo que quería casarme con alguien que me mantuviera…pues...Eso de trabajar no estaba hecho para mí, pero…Ya lo decía mi madre que en paz descanse…No quieres caldo, toma dos tazas…Me casé con el primero que pasó por mi puerta porque tenía más de treinta y cinco años y me sentía como una solterona, y por eso estoy aquí... En una residencia de ancianos fregando suelos y limpiando baños con más de cincuenta años…Soy una de las limpiadoras, y en éstos momentos estamos cuatro señoras, ellas más jóvenes que yo de edad, pero aparentemente parecen mayores…Están gordas y deformadas, visten fatal, no las soporto, y siento un rechazo hacia ellas que se me nota en la cara, ¡las detesto! Son tan vulgares que cuando paso por su lado las miro por encima del hombro porque no quiero que me comparen a ellas, sobre todo cuando hablando dicen aigan, escuenden, habemos y asin...Siempre están quejándose de dolores, y van renqueando por los pasillos como ancianas, y cuando comen hacen tal ruido masticando que me levantan el estómago...¡Zampabollos siempre pensando en comer! Murmuro bajito haciendo aspavientos con las manos, y gestos de asco con la boca para que se den cuenta de la repugnancia que me inspiran…Me siento en un banco del jardín y rezo pidiendo perdón, siempre estoy rezando…En el fondo no quisiera ser así, y de regreso a casa, cada vez que paso por una iglesia, entro y paso la mano por todas las imágenes buscando el perdón…A veces me arrodillo rogando cambiar, pero no puedo y me odio…Me odio a mí misma por no sentir la más mínima compasión por la ancianidad...Reconozco que admiro la juventud y me gusta estar rodeada de chicos jóvenes y esculpidos y por eso me he apuntado por las tardes a un gimnasio y allí es donde me siento feliz y me muestro tal cual…pues…Necesito sentirme constantemente admirada por ellos, además me encanta llamar la atención…Me paseo por todas las salas andando con movimientos sexis e insinuantes para que me miren y digan lo bien que estoy, pero cuando llego a casa se acaba todo…Vivo en un infierno, estoy amargada, soy la mujer más desgraciada del mundo…Me encierro en mi habitación y rezo el rosario...Señor mío, necesito un milagro urgentemente, quisiera ser buena y recatada, pero me gusta ser atrevida y descarada, debe ser que al final encontré el amor de mi vida y no estoy dispuesta a renunciar a él…Me vuelve loca de pasión y lo estoy engatusando para llevármelo a mi terreno y hacer con él lo que me pida el cuerpo...pues...Me enamoré, ahora ya sé cómo son de ardientes los besos apasionados y los necesito tener en mis labios...Necesito la calidez de tus brazos cuando me rodeas el cuerpo y necesito oir tus jadeos cuando te digo...te deseo.. Y por eso estoy aquí rezando porque se ha dado cuenta de mi verdadera personalidad y me ha dejado por miedo o porque me ama de verdad, y después de tres meses de euforia y locos encuentros de pasión se ha marchado sin decirme adiós…No te creas que porque no me esperes por las esquinas, pienso que no me quieres todavía... No me digas que estando tanto tiempo recluido en tus encierros, viendo pasar los días sin verme ni siquiera un momento, no me llevas en el pensamiento... No pienses que porque ya no me busques por los alrededores del puerto, duermes tranquilo y contento... pues... Estás que no vives un sólo momento sintiendo que se te congelan hasta tus propios recelos, pensando quién será ese que está besando mis labios para que me traiga sin cuidado tus desplantes cuando pasas por mi lado, y estás contando los días y las horas para volver a abrazarme y sentir en tu pecho cuanto te quiero y cómo te deseo, porque…Siento tu dolor en mi corazón, te veo triste y lleno de sufrimiento que me parte la razón en dos…tu cuerpo no puede cargar con tanta desazón y tu pena grita mi nombre con angustia y miedo…No sabes cuánto daño me estás haciendo…pues… Éste sentimiento tuyo es de los que sólo yo sé apagarlo con los besos de mi infierno...

No hay comentarios:

Publicar un comentario