sábado, 12 de enero de 2019

NO ME DEJES PARTIR- (MICRORRELATO)



A latidos de sentimientos me encuentro perdida en una emboscada de remolinos, donde los embates de tus emociones me arrastran hasta la orilla de mis poesías…Una marea de subterfugios eróticos hizo mella en la lujuria de tus encuentros y los míos como si fuera normal y natural ésta aventura loca e inmortal, y por eso te ruego y suplico… No me dejes partir…tengo ganas de ti…voy a morir de amor…tú allí, yo aquí...y él allí que… Tira de mis hombros acariciándomelos todos con la suavidad de los osos, y… ¡cómo me gustan esos abrazos fuertes y locos…! Me apasionan las vértebras de las espaldas que me recorren unos escalofríos que me encienden los vellos en llamas…y la sangre me la desbarata en cataratas de lavas…No deberías dejarme a la deriva de mis emociones…pues…Estoy en carne viva y él me llama a voces con los gritos de sus apasionados deseos…Me dice que le gusto y está a un paso de venir aquí para que lo abrase vivo con la calentura de mi cuerpo, y yo que estoy en un momento débil y ajustado me temo que voy a sucumbir a sus besos…Ven pronto a mis brazos que muero de ansias de ti… No me dejes partir, que tengo alas en el alma que me llevan y arrastran hacia ese hombre que no tiene nombre y está loco por mí… Sujeta mis piernas veloces que corren tras sus palabras de fuego que encienden mi boca con la mecha de sus besos… Y tú que estás con el entrecejo fruncido e inquieto, pensando en esto y aquello como si fuera el cuento de pan y pimiento, me alejas de tu mente y mis sentimientos, que compuesta y sin novio te reto y espero como princesa a su caballero…Y él que vaga errante entre montañas y valles, se presenta como un guerrero armado de cuerpo entero, me arrebata el alma y me arranca tus besos con su espada de acero, me monta a caballo y juntos cabalgamos por esos senderos hasta desbocarnos en los infiernos…No me dejes partir mi amor, mira que muero de dolor por ti…Y ando como loca por esos cerros de abril donde tú y yo nos encontramos cada vez que nos besamos…No me dejes partir, mira que tengo las carnes ardiendo estando el invierno cercano, fíjate cómo te amo, que hasta escribo los versos rimando con la desesperada agonía tras los álamos… Álamos altos y bravos como la fuerza de tu abrazo…ese abrazo apasionado que me aprieta y corta la respiración como si quisieras llevarme hasta dentro de tu pecho cuando estás tanto tiempo sin sentir el asalto de mis piernas alrededor de tu cuerpo…Esos álamos donde tú y yo nos cobijamos para que nadie sepa cómo te quiero…y de qué manera me expongo con las puertas abiertas…pues…Tengo celos, ¿te enteras? Las tinieblas atrapan los sentidos de mis letras…Son los fantasmas burocráticos de la sociedad que aparecen en la soledad de mis atardeceres cuando los oigo susurrar…Acércate a mí, escúchame bien porque jamás lo repetiré…Tengo miedo de perderte, de que me dejes de querer por los días que pasan que no te veo y tú no me ves, pero lo que más temo es que te vayas con otra mujer por su juventud y esbeltez, y por eso… Los celos me matan aunque tenga los cabellos de plata, porque… Las canas delatan la edad de las carnes flácidas y la fuente de la vida se consume y apaga…Tan sólo la lozanía de aquella princesa encantada permanece y permuta en la piel desnuda del espíritu, que como un nómada, reclama pasiones secretas aunque agonicen en una vela en llamas…pues…Sigue prendida en la luz de mis poesías, y por eso te digo…No me dejes partir mi amor, no me dejes partir…Que ese hombre que no tiene nombre está loco por mí, y enciende la mecha de mi entrepierna con el fuego de sus entrañas…y me grita a voces desde los infiernos…Yo también tengo las sienes plateadas y se me rompen los quebrantos cuando veo cómo te miran los jóvenes guapos y esbeltos, y no me pienso rendir hasta llenarme la boca de ti…

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