viernes, 6 de mayo de 2016

PRISIONERA DE TUS SUSPIROS.- (MICRORRELATO) 2º


Te ando buscando por toda la casa y no te encuentro, y por la calle voy desesperada perdida, buscándote por todas partes y no te veo, ¿dónde estarán mis besos? Dímelo tú, ladrón de sentimientos, que te has llevado lo más preciado de mi vida, que son los besos del alma mía…¡Apiádate de mí por Dios! que estoy como loca, que me siento desnuda sin ellos…Tráemelos corazón mío, mira que se me va la vida en cada suspiro que sale de mi pecho, y vuela entre las revueltas de aquella acera, donde me abrazaste por vez primera…¡Vuelan mis suspiros, vuelan…! ¡Vuelan con la pluma de mis letras! ¿Dónde están tus besos? Te lo llevaste y me has dejado sin ellos, y cuando cierro los ojos los siento dentro de mi cuerpo y te veo… Veo un rostro triste y lloroso, lleno de deseo…Deseo por tenerme de nuevo entre tus brazos, y no te atreves porque eres esclavo de tu libre realidad…Apenas tienes fantasía y por eso te alejaste de mí…me dejaste sola y aturdida, pues no sabía que podía enamorarme de ti a primera vista…Esas cosas ya no suelen ocurrir, sólo en las películas para adolescente…Debo ser algo surrealista…Excentricidades de una bohemia que anda siempre buscándose en una civilización perdida…y todo lo que sale de ella es una utopía…Paranoias que sólo entra en una mente infantil, ¡qué cosas por Dios! Ya no se estila, ya no se estila como decía aquella canción…Me abrazaste con todo el sufrimiento que llevabas padeciendo desde hacía mucho tiempo…Me acariciaste los cabellos con la tristeza de tus sentimientos, y me besaste la boca con los suspiros de tus soledades…Y se quedaron atrapados en la lejanía de mis ojos cerrados, enredándose con las legañas de mis pestañas…Echaré un candado con nuestros besos cruzados para que no se escapen de éste escenario imaginario, donde dos bocas se intercambiaron sus penas y sus glorias…Y por eso ando buscándote desde aquél día que me robaste los besos del alma mía…Aquellos besos que me diste me acosan y me acechan de noche y de día…Es como si tuvieran voz y mando y me persiguen constantemente como si fuera mi sombra…a veces me siento la prisionera de tus suspiros…ya no pueden seguir encerrados dentro de mí…están suspirando por salir…Abrí mi ventana, alcé mis brazos al cielo y me restregué los ojos con las legañas de mis pestañas, y escaparon llevándome hasta ti…¡Libre, libre como el viento! Salid deprisa y corriendo a buscarlo, que voy al rescate de mis besos regalados…Son las frases que atrapo al viento con los suspiros de tu corazón secreto, las que me regalaste con tus besos lentos, hablándome de tus penas y de tus sufrimientos…Y por eso estoy aquí, entregada y enamorada de ti como una colegiala…Los sábados me iba a la discoteca esa, donde sabía que estaba y me puse a danzar en medio de la sala lo mismo que me hizo hacer tras el cristal ese, el cual fue el que me pervirtió…Ahora te vas a enterar de quién soy yo…Las luces en ámbar apenas me dejaban vislumbrar y no podía saber si estaría o no, por lo que empecé a bailar la danza del vientre en medio de la sala, meciendo mis manos en un vaivén de olas serenas y relajadas…Miles de miradas se clavaron en mi ombligo, sobre todo sus amigos, que no pararon de sonreírme ni un momento, y yo, con la coquetería a flor de piel, le devolvía la sonrisa con la lujuria de la que me estaba adueñando para darle celos, y en una de las vueltas, me paré frente a él…Se le salieron los ojos de las órbitas…Empecé a contonearme de una manera sigilosa, como pidiendo guerra, ahora, pronto y enseguida…no se lo esperaba…se creía que seguiría siendo su palomita…cuando acabó el baile, empezó a sonar una balada de lo más lenta y con la habilidad de una gata en celo, hice gestos con las manos a uno que estaba a su lado para que bailara conmigo, y con la fuerza de un ciclón, me enlazó por la cintura y me estampó contra su cuerpo como si nos hubieran pegado con cemento, y yo para darle más caña a los celos que estaba intuyendo, le pasé los brazos por el cuello coqueteando con la sonrisa de una hiena, y me puse tan cerca de su cara, que antes de darse cuenta, le comí la boca como si tuviera el hambre de una tigresa…Cuando acabó, lo dejé plantado como una maceta y fui a la barra a pedir una copa…le di un trago que casi me ahogo…Al momento, me sacó otro tío que estaba cañón y nos liamos a bailar un zumba, que el pobre para sentarse tuvo que ingeniársela para que no se le notara la silueta esa tan comprometida…Me puse delante de él, y enlazándome por la cintura fuimos pegados como lapas hasta la mesa, que por casualidad estaba junto a la suya, y aunque estaba acompañado, no paró de observarnos ni un instante que duró el bailoteo ese tan escandaloso…Tomamos asiento y yo en un arrebato de locura juvenil, empecé a alzar la voz de manera coqueta y sexi, haciendo alarde de mis encantos, y no contenta con ello, me senté sobre las rodillas de mi acompañante, y me lié a darle besos en la boca suspirando con fuerza y con mucha pena…Quería expulsar todo su aliento de mí…Esos besos que tú me diste se quedaron atrapados, que te los aspiré cerrando mis ojos, y cada vez que los recuerdos, los tengo latiéndome bajo las pestañas, y cuando los abro, te veo sonriéndome el rostro…y mi hiciste la prisionera de tus suspiros…y de tus antojos…

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